ORDUÑA EN SUS SOPORTALES A TODO COLOR
Texto extraído de El Correo Digital
«Y su ayuda -gratuita- es una gran
suerte para la ciudad», destaca el pintor local José Luis Abajo, 'Porrilló',
impulsor del proyecto de regeneración de los característicos soportales
medievales de la ciudad. Es el caso de Richard, quien se está enfrentando a 32
metros cuadrados de superficie que decorará. Profesor de artes plásticas, el
bilbaíno celebra que «la que realizamos es una obra perpetua y la compensación
es que quedará fija en los hastiales».
Mano de obra
valiosa
«Orduña es la primera ciudad de
Bizkaia, la primera plaza de mercados de ganado, era paso fronterizo…»,
recuerda antes de aclarar que «nuestra aportación puede quedar integrada en su
historia».
La obra repasará en tres
dimensiones la historia de los tres incendios que asolaron el municipio a modo
de libro. Jugando con los relieves y con la luz que se instalará, este pintor
razona que aunque «es un trabajo de mucha labor», merecerá la pena porque
«puede ser mi última obra de estos tamaños. Es un reto y espero verlo en el
techo y saber lo que opina la gente», explicó.
Para 'Porrilló', el encargado de
'vender' la idea a sus colegas de profesión, que la recibieron de buen grado,
«es algo novedoso y con gran calidad. Son verdaderos profesionales y será algo
impactante», asegura. Impulsado por el anterior Gobierno local, a su juicio fue
«un gran acierto que los actuales mandatarios retomaran el proyecto» de
revitalización de los míticos soportales de la Foru Plaza. Asimismo, desvela
que pese a ser 13«aventureros» por lanzarse a ello, «cuando vimos todos los
paneles limpios nos asustamos». «El temor inicial se evapora -prosigue- y te
das cuenta de que Orduña es un marco divino porque la plaza es grande y se
podrá contemplar la obra sin aglomeraciones».
Según considera, los artistas
«tienen un corazón amplísimo por hacer este trabajo sin cobrar su mano de obra.
No suele ocurrir esto casi nunca». Y aunque aún no ha visto los murales de
todos sus compañeros confía en su experiencia y reconoce que «el ser humano
busca alternativas para demostrarse a sí mismo que puede hacer cosas
maravillosas», algo que está muy relacionado con la historia de la ciudad.