A PROPÓSITO DE JOHN BURNSIDE,
POETA
ESCOCÉS
Para aficionados y despegados me permito
aconsejar la lectura de la poesía de John Burnside, aunque, como en mi caso,
deba uno recurrir a su versión traducida.
Reconozco haber descubierto a Burnside en
los últimos meses y gracias a un crítico fogoso, así que sigo la cadena.
Nacido en Escocia en 1955, se trata de un
poeta algo tardío (publicó su primer libro de poemas con 33 años), pero ya con ocho
poemarios en el balance, además de un par de (dicen y seguro que lo son)
espléndidos libros de memorias. Yo he tenido acceso a su obra a través de “Conjeturas
y esperanza”, una antología de su obra poética entre 1988 y 2008.
Aunque luego aportaré alguna opinión
personal, suscribo dos de las características de la poesía de Burnside que se
apuntan en el prólogo del libro: la búsqueda de significados de las cosas de
los que carecen aparentemente a través del lenguaje, y la capacidad,
desarrollada como una verdadera patología, de asociar hechos, tiempos y
experiencias como auténticas revelaciones (a Burnside se le llegó a
diagnosticar de “apofenia”, una especie de paranoia que relaciona hechos con consecuencias
aparentes).
Como nada más lejos de mis querencias
poéticas que las revelaciones místicas, y pese a que la poesía de Burnside bordea
terrenos metafísicos, su escritura parte de objetos y experiencias cotidianas, principalmente las que se dan en
inmuebles, barrios y paisajes periféricos. Con esos mimbres, y con la búsqueda
de la palabra apropiada, es capaz de crear una nueva realidad en la que los
personajes, las situaciones, los vivos y los muertos se superponen, comparten y
reconstruyen sus vidas y vivencias en un ambiente sereno y cadencioso.
A la belleza del libro colabora la reelaboración (mi
bajísimo nivel de inglés me impide juzgarlo como traductor) de Jordi Doce, con
el resultado de poemas de una pulcritud fonética y rítmica muy destacable.
Un último exceso, dos
pequeños cortes para hacer boca:
…”traes a casa la serpiente que
pensaste
tomaba el sol en una roca
a la orilla del río: grácil,
desgastada por la
intemperie,
se mece y columpia en tus
manos
igual que un músculo de luz,
y la doblas como una trenza
para que yo la admire”…
(de “Serpiente”)
y cuando él regresó la
mañana siguiente
Pienso en ella todos los
días, sueño su piel,
y desde entonces sigo
viniendo en coche, en el calor de agosto,
ya sin mi madre, y con mis
donativos
comprados en la tierra:
tarros de pepinillos,
pan envuelto en papel
transparente.”
(de “El baile del manicomio”)
He rastreado las librerías virtuales y
encontrado dos publicaciones en castellano: “Dones” Ed. Lumen y la citada "Conjeturas y
esperanza” – Ed. Pre-Textos
y una en catalán: “El món imposible” –
Eumo Editorial Sau
Pero lo mejor es comprarse el libro. En
poesía todo es empezar…