miércoles, 13 de febrero de 2013

John Burnside


A PROPÓSITO DE JOHN BURNSIDE, 
POETA ESCOCÉS

Para aficionados y despegados me permito aconsejar la lectura de la poesía de John Burnside, aunque, como en mi caso, deba uno recurrir a su versión traducida.
Reconozco haber descubierto a Burnside en los últimos meses y gracias a un crítico fogoso, así que sigo la cadena.  
Nacido en Escocia en 1955, se trata de un poeta algo tardío (publicó su primer libro de poemas con 33 años), pero ya con ocho poemarios en el balance, además de un par de (dicen y seguro que lo son) espléndidos libros de memorias. Yo he tenido acceso a su obra a través de “Conjeturas y esperanza”, una antología de su obra poética entre 1988 y 2008.

Aunque luego aportaré alguna opinión personal, suscribo dos de las características de la poesía de Burnside que se apuntan en el prólogo del libro: la búsqueda de significados de las cosas de los que carecen aparentemente a través del lenguaje, y la capacidad, desarrollada como una verdadera patología, de asociar hechos, tiempos y experiencias como auténticas revelaciones (a Burnside se le llegó a diagnosticar de “apofenia”, una especie de paranoia que relaciona hechos con consecuencias aparentes).
Como nada más lejos de mis querencias poéticas que las revelaciones místicas, y pese a que la poesía de Burnside bordea terrenos metafísicos, su escritura parte de objetos y experiencias  cotidianas, principalmente las que se dan en inmuebles, barrios y paisajes periféricos. Con esos mimbres, y con la búsqueda de la palabra apropiada, es capaz de crear una nueva realidad en la que los personajes, las situaciones, los vivos y los muertos se superponen, comparten y reconstruyen sus vidas y vivencias en un ambiente sereno y cadencioso.  
A la belleza del libro colabora la reelaboración (mi bajísimo nivel de inglés me impide juzgarlo como traductor) de Jordi Doce, con el resultado de poemas de una pulcritud fonética y rítmica muy destacable.
Un último exceso, dos pequeños cortes para hacer boca:

…”traes a casa la serpiente que pensaste
tomaba el sol en una roca
a la orilla del río: grácil,
desgastada por la intemperie,
se mece y columpia en tus manos
igual que un músculo de luz,
y la doblas como una trenza
para que yo la admire”…
(de “Serpiente”)

“Bailaron menos de una hora, ella se fue
y cuando él regresó la mañana siguiente

las enfermeras le impidieron entrar.
Pienso en ella todos los días, sueño su piel,
y desde entonces sigo viniendo en coche, en el calor de agosto,
ya sin mi madre, y con mis donativos
comprados en la tierra: tarros de pepinillos,
pan envuelto en papel transparente.”
(de “El baile del manicomio”)


He rastreado las librerías virtuales y encontrado dos publicaciones en castellano: “Dones” Ed. Lumen y la citada "Conjeturas y esperanza” – Ed. Pre-Textos
y una en catalán: “El món imposible” – Eumo Editorial Sau  

Pero lo mejor es comprarse el libro. En poesía todo es empezar…