viernes, 28 de marzo de 2014

JONATHAN WILSON, ESPECIALISTA EN COMBINADOS

En un momento en que cada vez es más difícil hacer algo nuevo hay tipos que no se lo piensan dos veces. Como todo está inventado, nada mejor que meter en una coctelera todo tipo de influencias e inventar un nuevo combinado. Este es el caso de Jonathan Wilson, para mi la revelación de 2013. 

“Fanfare”, su último disco, contiene bastante de lo mejor de los años sesenta y setenta. Desde Pink Floyd hasta Dylan o viceversa, pasando por Supertramp, Steely Dan, Soft Machine, Tom Petty o Alan Parsons, y desde luego Crosby , Nash y Jackson Browne, que para más aquello colaboran directamente. Para oírlo ( Jonathan Wilson) y para más información la crítica de Exile Magazine. 
( http://www.exileshmagazine.com/2013/12/jonathan-wilson-fanfare-2013.html ).

domingo, 16 de marzo de 2014

REIVINDICACIÓN DE CIRIACO PÁRRAGA
PAISAJE Y PINTURA INTIMISTA (y III)

Viejo sol de la Ribera
Aunque su habilidad de dibujante le hizo destacar como retratista, Ciriaco Párraga dejó también numerosos paisajes de buena calidad. Los más reconocidos por la crítica son paisajes con contenido humano, de imágenes de pueblos como Ondarroa, Bermeo, Areatza, Elantxobe, o urbanos, de París, a donde viajó en varias ocasiones, y principalmente del entorno de Bilbao, en La Peña, Buya, El Bolinchu, Miraflores, Bolueta, Santo Domingo, Galdakao, Monte Abril, la Ribera. Uno de los más conocidos y valorados es “Viejo sol de la Ribera”, un cuadro que muestra una luminosidad especial, tan propia de un Bilbao  todavía reconocible. Entre los de ambiente puramente natural cabe citar los que realizó durante una larga y provechosa estancia en Mallorca, con un toque Cezanne muy mediterráneo. Hay que repetir que Párraga amaba pintar al aire libre, y si incluso en los retratos huía del trabajo de estudio, qué mejor que buscar la luz y el aire en espacios abiertos.

Perdimos la guerra
He dejado para el final una referencia a su obra intimista, la que dedica a los lugares más cercanos, su  barrio, la casas en las que vive, los retratos de Amaya, su compañera. Hay tres obras en este apartado que han sido destacadas en el libro que le dedicó Goyo, su hijo. Se trata de  “Perdimos la guerra”, una obra que Blas de Otero usó para homenajear a Párraga tras su muerte, “Maternidad 1940” e “Interior”. Los dos primeros tienen a Amaya como protagonista única y en ambos es una mujer melancólica, quizás triste, con la mirada ajena. Párraga pretendía que esa pintura intimista transmitiera el estado de ánimo de las mujeres que habían perdido la guerra, plasmando su desánimo y abatimiento. “Interior”, pintado ya en los años cincuenta, es una obra curiosa por su contenido y composición, una estampa serena de la vida cotidiana.

Ciriaco Párraga

En fin, pese a sus formas clasicistas, apartadas de los movimientos de vanguardia estética, Ciriaco Párraga es desde luego un artista representativo y un hombre comprometido con la época que le tocó vivir, “nuestro Velázquez encendido”, que decía Blas de Otero, alguien merecedor de que alguna de sus mejores obras cuelgue en las paredes del Museo de Bellas Artes de Bilbao. Lo dicho.

jueves, 6 de marzo de 2014

VANDALISMO


La portada de El Correo del pasado martes día 4 de marzo se abría con un titular que anunciaba que los vándalos habían pasado por Bilbao. La mañana anterior una compañera que acababa de recorrer la Gran Vía desde el juzgado me describía una calle arrasada, con las lunas de bancos y comercios destrozadas. Por motivos familiares y laborales no pude participar en ninguna de las manifestaciones que sindicatos y movimientos sociales habían convocado domingo y lunes, y desde mi puesto de trabajo, por encima del Parque de Doña Casilda, solo pude ver el dispositivo policial desplegado como un cinturón alrededor de la zona del Guggenheim, los cristales rotos de la Renault y algunas carreras de jóvenes airados. Un grupo organizado había discurrido en paralelo a la marcha ensañándose con todo lo que oliera a multinacional o capital financiero, también, es cierto, con algún que otro mobiliario urbano. Cuando le dije que ni me molestaba ni me extrañaba se avino a reconocer que, teniendo en cuenta la fauna que estaba reunida en el museo, tampoco era para escandalizarse demasiado.

Efectivamente, el día 3 de marzo Bilbao acogió al que de forma grandilocuente se anunció como Foro Global España, una de esas reuniones “turísticas” para empresarios y banqueros VIP, dirigentes de la OCDE,  comisarios europeos, a las que no suele faltar esa señora elegante y permanentemente morena que responde al nombre de Christine Lagarde. Como es obvio tampoco faltó el monarca, patético, y alguien que parece imitar su forma de hablar, el actual lehendakari del gobierno vasco. Carezco de datos estadísticos, pero me atrevo a afirmar que el sentir mayoritario de los bilbaínos era que los bárbaros del norte eran quienes estaban reunidos en el Museo Guggenheim hablando de sus cosas, “La competitividad europea en un mundo global”, “Reformas en Europa; avances y desafíos” u “Oportunidades de la globalización para las empresas europeas”, en fin, estrategias para seguir haciendo caja a nuestra costa.

Pese a que el ruido de las pelotas de goma de la ertzaina llegaría a sus oídos la Sra. Lagarde, inasequible al desaliento, siguió a lo suyo y recomendó a un pletórico Mariano Rajoy que hay que darle otra vuelta de tuerca a la reforma laboral. Al día siguiente, el segurata del edificio nos comenta que en 2013 le han bajado el sueldo un 30% y ahora el plus de nocturnidad es de un euro la hora. En 2014 ya no llega a mileurista. Esa misma mañana el flamante ministro de Interior, ese señor que abrazó el ultracatolicismo en Las Vegas, nos avisa de que hay que defender las fronteras de Ceuta y Melilla porque hay 80.000 subsaharianos dispuestos a asaltarnos. Cualquiera que conozca mínimamente el África subsahariana sabe que se ha quedado muy corto. Son millones… Según datos de uno de los últimos informes de Médicos sin Fronteras solo en la República Centroafricana y Sudán el Sur hay 1.368.000 desplazados por sus conflictos bélicos. Para que dejen de “invadirnos” han bajado la Ayuda Oficial al Desarrollo de los 465 millones de euros de 2009 a los poco más de 50 millones de 2013.


Sin cauces democráticos ni alternativas, con la gente cada vez más empobrecida y desesperada, el desahogo vandálico de los maltratados seguirá creciendo, sea en el Gamonal, Bilbao o Alcázar de San Juan, por no hablar de los países y pueblos del tercer mundo, secularmente desposeídos, donde la ira se desata con una crueldad similar a la de las mafias que gobiernan el mundo. No es una amenaza, es un diagnóstico. 

lunes, 3 de marzo de 2014

REIVINDICACIÓN DE CIRIACO PÁRRAGA
LOS RETRATOS DE ERCORECA, AZKUE Y MARCOS ANA (II)

El retrato de Franco fue una penosa anécdota que Párraga purgó pintando y dibujando a numerosos personajes del bando republicano. Así, entre los retratos de la sucesión de alcaldes de Bilbao que hay en uno de los pasillos de la primera planta del viejo ayuntamiento de Bilbao, hoy en pleno debate sobre la oportunidad de su mantenimiento, figura el que dedicó a Ernesto Ercoreca, último regidor republicano.

Delineante de profesión, Ercoreca fue elegido alcalde en las elecciones de 1931, a las que acudió en las filas de Izquierda Republicana. Tenía ya sesenta y cinco años pero aún le quedaban un montón de experiencias por vivir.

Participó en la asamblea de ayuntamientos que aprobó el Estatuto de Autonomía  de 1933, por lo que fue detenido y encarcelado en la cárcel de Larrínaga por el gobierno de la Confederación Española  de Derechas Autónomas (CEDA) hasta la victoria del Frente Popular en febrero de 1936. Repuesto por éste  en la alcaldía, vuelve a ser detenido en Miranda de Ebro por las fuerzas fascistas que sustentan el golpe de estado  y condenado a muerte junto a otros 65 presos republicanos, ejecutados en el monte de Valdecalderas.  Ercoreca salva la vida, al ser canjeado por el líder carlista Esteban Bilbao, que más tarde sería ministro y presidente de las cortes franquistas, pero vuelve a la cárcel al ser entregado poco después por el gobierno colaboracionista de Vichy. Tras cuatro años de cárcel y destierro vuelve a Bilbao, donde fallecería en 1957.

Ercoreca era amigo de Párraga, ambos compartían ideas y vivencias, y éste, que pintó el retrato en 1948, quiso y supo envolver la figura del alcalde, su rostro sereno, las manos apoyadas plácidamente en una butaca aterciopelada, en una atmósfera que es la prolongación de un personaje en el que destaca el humanismo y la dignidad de su figura histórica.

El retrato de Azkue
A Resurrección María de Azkue, primer director de Euskaltzaindia (Academia de la Lengua Vasca) lo pinta solo dos años después. Lo hace por voluntad propia, movido únicamente por la personalidad del filólogo, en el despacho que éste ocupa en la antigua sede de la academia, primera planta de la calle Ribera. Allí trabaja durante  varios meses con una pincelada cuidada y concisa que acaba dotando de movimiento al gesto serio y la mirada atenta del académico.

Para la mayoría de críticos de la obra de Párraga se trata de su mejor retrato, incluso de su obra cumbre, pero Camón Aznar va más allá y lo califica como uno de los mejores retratos de todos los tiempos. Como en la mayoría de ellos, en un porcentaje altísimo pintados del natural, el pintor exalta la personalidad del personaje, que parece que en cualquier momento va a poder levantarse o simplemente cambiar de postura, en una ademán que le hace partícipe activo del trabajo del artista.

El poeta Marcos Ana

 Durante su última estancia en la prisión de Burgos, tras su detención en la jornada de reconciliación nacional convocada por el PCE el 23 de abril de 1958, Párraga dibujó y pintó numerosas cabezas de militantes y dirigentes antifranquistas, principalmente del propio partido. Entre éstas destaca la que dedicó al poeta Marcos Ana, que llevaba en la cárcel desde el fin de la guerra en 1939. La mirada del poeta en el cuadro de Párraga parece atravesar la frontera del lienzo como si éste fuera una ventana al futuro. Es quizás un cuadro de pequeña proporción pero en ningún caso un cuadro menor. 

Continuará...