viernes, 20 de junio de 2014

FELIPE GONZÁLEZ Y "LA ROJA"

El otro día vi y oí algo que me llamó la atención. Salía Felipe González de la ostentosa ceremonia de coronación del nuevo monarca de España, su tocayo sexto, y era asediado por una decena de micrófonos. Se esperaba, supongo, algún comentario defendiendo las gracias  de la monarquía, pero el ex presidente se acercó a una de las cámaras y dijo levantando la voz que era el momento de apoyar a “la roja, ahora más que nunca”. Imagino perplejos a periodistas de calle bregados en mil batallas ante semejante regate declaratorio, pero así fue.

Teniendo en cuenta el nerviosismo y la acritud que viene mostrando el señor González desde que en las últimas elecciones le salió un forúnculo por la izquierda pensé, no sé si estaré en lo cierto, que cuando hablaba de la roja hablaba de sí mismo. El ex presidente, hombre acostumbrado a los grandes análisis políticos, se supone que al tanto de los avatares de la realidad del Estado, ha descubierto de repente que los nacidos tras la transición la ven como una batallita de abueletes más bien casposa y cuestionan el status que la siguió (monarquía, pacto constitucional, sistema electoral…), incluido él. Por eso cree que hay que defender a “la roja”, ahora que los partidos políticos clásicos y la portería de la selección fútbol son taladrados por equipos secundarios.

Dice González, a quien no creo que nadie niegue los aciertos de su pasado, principalmente la universalización de la sanidad y la educación, que está orgulloso de pertenecer a la “casta”, es decir, a lo peor de ese pasado, la guerra sucia, la corrupción, la puerta giratoria que  ahora le permite asesorar a una energética, la claudicación ante la monarquía y la iglesia católica...Pero lo peor es verle como el abuelo cebolleta, mucho más viejo de lo que es, incapaz de entender que algunos de los jóvenes que no habían nacido cuando él “prestaba tantos servicios a España”,  y a la vista de lo que hay, también quieran cambiar el mundo…


Para aliñar el texto me he acordado de esta canción de Ismael Serrano.