jueves, 6 de noviembre de 2014

EL CEMENTERIO

El recién pasado 1 de noviembre, día de todos los santos, no pude ir al cementerio de Orduña, en uno de cuyos pequeños panteones, seguramente apiñados, yacen los restos de los antepasados de mi mujer. Solemos hacer bromas macabras e inventar que robamos las mejores flores de otras tumbas para ofrecérselas a los nuestros, pero somos, paradójicamente, un grupo de ateos o como mucho escépticos que no falta año tras año a cumplir la tradición.

Los cementerios son una especie de registro civil pedregoso. En los pueblos pequeños, árboles genealógicos completos con apenas media docena de apellidos. Puede apreciarse en la estructura de sus tumbas, panteones, nichos o mausoleos el nivel adquisitivo de los inquilinos, su carácter noble o plebeyo, incluso si se llevaban bien con la familia, cuando  ésta aparece separada, a veces sin una lógica simple.
la tumba de Antonio Machado en Collioure
También se puede intuir o conocer el nivel cultural y, desde luego a partir del día de todos los santos, si los sepultados son recordados todavía cuando algún ramo embellece la losa que les separa de la vida.

El cementerio de mi infancia está en una de laderas de Montjuic. En un nicho tapiado por un mármol negruzco reposaban los restos de mi abuelo paterno, que falleció en Barcelona por casualidad. Dos imágenes rememoran ese lugar al que no voy hace más de cuarenta años. A unos metros de la tumba de mi abuelo había una sepultura con el busto de una azafata fallecida en un accidente en los años cuarenta o cincuenta del pasado siglo. Cuando era niño me impresionaba que una chica tan joven hubiera tenido la mala suerte de morir. La otra imagen es la del mar extendido bajo la ladera, una imagen que siempre me viene a la cabeza cuando oigo eso de:

Y a mí enterradme sin duelo
entre la playa y el cielo...
En la ladera de un monte,
más alto que el horizonte.
quiero tener buena vista.
mi cuerpo será camino,
le daré verde a los pinos
y amarillo a la genista.

No en vano Serrat vivía en el Poble Sec, muy cerca del cementerio, e imagino que allí descansarán algunos de sus antepasados.
kanposanto de Areatza


He aprovechado para decorar el blog con un dibujillo que hice hace años en el cementerio de Areatza  (es flojete pero tiene su cosa sentimental) y una de las fotos que le hice a la tumba de Antonio Machado, lugar de peregrinación de republicanos,  en la visita que hicimos a Collioure hace un par de años.