miércoles, 4 de febrero de 2015

AUSTERIDAD

No me gusta el discurso contra la austeridad si lo contrario es el derroche de combustible, territorio, agua,  coltan, pero la palabrita forma parte de la misma perversidad del lenguaje con el que los valores morales ajenos a la derechona son “buenismo” o “populismo”…

Pero veamos. He sabido estos días que hay sectores comerciales que repuntan. Anuncia Pérez Rubalcaba (os suena?) en su cuenta de feisbuc que el año pasado la matriculación de coches de la marca Lamborghini subió en España un 350% y los de la marca Maserati un 530% más.
El Roto

No es un caso único. Los llamados rolls royce del mar, los yates Swan, viven su mejor momento desde el inicio de la crisis mundial. El más barato cuesta unos 2 millones de euros, y hasta 15 millones un pedazo de yate de 35 metros de eslora; y a De Gea, el portero del Manchester United le han ofrecido 240.000 euros semanales por renovar. Vamos, que la recesión es cosa del pasado…

Cuando empezó la crisis se nos hizo interiorizar a los ciudadanos del primer mundo que habíamos vivido por encima de nuestras posibilidades (lo del tercer mundo parece no tener remedio). Poseer vivienda, sanidad, educación, un coche, ir de vacaciones, o como en una intervención memorable decía la alcaldesa de Cádiz, una cuenta de twitter, era una muestra de la irresponsabilidad y voracidad de los ciudadanos. 

Recuerdo que en pleno auge de la penitencia tras la asunción de nuestra culpabilidad por la crisis, una compañera de trabajo se quejaba amargamente de la subida aplicada a los pensionistas (aquel año un 1%). “Total, para ir a Benidorm”, decía con indignación. Desde entonces, muchos de los que vivían por encima de sus posibilidades (sic) han perdido su trabajo, vendido su coche y sido desahuciados de sus viviendas, para engrosar el porcentaje de las personas pobres. 
En el otro lado del gráfico estadístico, los 85 ricos que atesoran tanta pasta como la de 3.570 millones de personas, se llevan un trocito de la sanidad, la educación, el coche y la vivienda del nuevo pobre para comprarse un avión privado o un yate de 30 metros de eslora. Manda güevos…