FUMADORES
Aunque dejé de fumar hace ya casi
dieciocho años, cada vez me siento más solidario con los que siguen aspirando alquitranes
contra viento y marea. Una legislación restrictiva en progresión les va
conduciendo a un ostracismo y clandestinidad que hasta no hace tanto era más
propia de consumidores de sustancias psicotrópicas por vía parenteral.
La puerta del edificio en el que
trabajo, en plena Gran Vía de Bilbao, suele estar “custodiada” por centinelas que
fuman a hurtadillas el pitillo entre horas que ahuyenta el mono de su adicción.
De cuando en cuando son motivo de chanza, consejos, reprobaciones, que soportan
con la resignación de quien tiene la batalla perdida. No solo se están jugando
un cáncer de vejiga, útero, próstata o pulmón, son además tratados como pecadores
y apestadas que la gente rehúye y menosprecia cuando están en ello. Ojo! si son simples fumadores de hachís o
marihuana es distinto. Es curioso, pero este consumo ha pasado a ser mejor
visto que el del tabaco mondo y lirondo.
Me asombra pensar que no hace
tanto fumábamos donde nos daba la gana, incluidos ascensores, autobuses,
aviones y hospitales, sin el menor recato. En un viaje de avión a Mallorca a
finales de los años setenta se sentó a mi lado una mujer que me sacaba una
cabeza. En un momento dado se dirigió a mí para pedirme fuego. Me mosqueó su
voz algo varonil y sus facciones demasiado marcadas. Al día siguiente leí en la
prensa que aquella mujer, una tal Bibi Anderson, iba a actuar en una famosa
sala de fiestas de Palma. Hace mucho menos me encontré a un tipo con su pijama
de enfermo convaleciente fumando en los wáteres del Hospital de Ciudad Real. Al
fin y al cabo la de los médicos es, presiento, una de las profesiones más
fumadoras.
Impresionado por su versión del
“So in love” de Cole Porter, en 1997 compré un Cd de K. D.Land, “Drag”, que
dedicaba a la afición al tabaco. Entre
las doce canciones figuraba esta versión de “The joker”, la historia de un
bufón que presume de buenas maneras amatorias y mejor marihuana, que la Steve
Miller Band había popularizado en 1973.
Que usted lo cale bien…