jueves, 26 de mayo de 2016

UNA BELLÍSIMA CANCIÓN DE CÉCILE MCLORIN SALVANT 
PARA EL FIN DE SEMANA 


Leo que la comparan con Ella Fitzgerald, y que entre sus referencias cita a gente tan dispar como Mercedes Sosa, Louis Armstrong, Betty Carter, Barbara Morrison, Carmen McRae, Lole y Manuel o Billie Holiday, buena selección. Nominada por su disco "Woman Child" al mejor disco de jazz vocal en los Grammy de 2014, este año lo ha conseguido con su última entrega, “For One To Love”. Tiene solo 26 años y canta con una sensibilidad que promete causas mayores. 

La canción elegida, “Le front caché sur tes genoux”, que musica un poema de Ida Faubert (1882-1969), poetisa haitiana de factura romántica, nos remite a sus raíces paternas.

Sed felices.



Le front caché sur tes genoux
J'ai sangloté toute ma peine,
Il faisait sombre autour de nous,
Et le soir sentait la verveine.

Le front caché sur tes genoux
J'ai sangloté toute ma peine,
Il faisait sombre autour de nous,
Et le soir sentait la verveine.

Mon cœur battait à tristes coups,
Comprenant sa tendresse vaine;
Le front caché sur tes genoux,
J'ai sangloté toute ma peine.

Tu me disais des mots très doux,
Mais je les entendais à peine...
je revivais l'heure lointaine
Où je faisais des rêves fous,
Le front caché sur tes genoux.

Mon cœur battait à tristes coups,
Comprenant sa tendresse vaine;
Le front caché sur tes genoux,
J'ai sangloté toute ma peine.

Tu me disais des mots très doux,
Mais je les entendais à peine...
je revivais l'heure lointaine
Où je faisais des rêves fous,
Le front caché sur tes genoux.
……………………………………………………..
Con la cara oculta en tus rodillas
he llorado mi dolor.
La sombra alrededor
y la noche con sentimiento de verbena.

Con la cara oculta en tus rodillas
he llorado mi dolor.
La sombra alrededor
y la noche con sentimiento de verbena.

Mi corazón latía con golpes tristes,
incluyendo su ternura vana;
con la cara oculta en tu regazo
he llorado todo mi dolor.

Tú me decías palabras muy dulces,
pero yo las escuchaba con desazón.
Revivía la hora lejana
de mis sueños locos.
La cara oculta en tus rodillas.

Mi corazón latía con golpes tristes,
incluyendo su ternura vana;
con la cara oculta en tu regazo
he llorado todo mi dolor.

Tú me decías palabras muy dulces,
pero yo las escuchaba con desazón.
Revivía la hora lejana
de mis sueños locos.
La cara oculta en tus rodillas.


martes, 17 de mayo de 2016

UN POEMA DE ALFONSO PASCAL


Alfonso Pascual Ros (Iruña 1965) ganó en 2014 el XXX Premio Jaén de Poesía con un poemario dedicado al segundo de sus hijos, Pedro (“Cuaderno para Pedro – Un día de estos se nos va a morir Juan Gelman”). Ya lo había hecho con el primero de ellos, Miguel, en 2008 (“Cuaderno para Miguel – Oteizas”). Ambos son, pues, libros complementarios con segundas referencias, el poeta argentino Juan Gelman y el arquitecto vasco, Jorge de Oteiza.


Lo he leído con cierto retraso alentado por una crítica bondadosa y la verdad es que, pese a que o quizás porque se trata de una poesía que me es formalmente lejana, me ha sorprendido, lo que ya es…

Con una temática pelín endogámica a mi gusto, centrada en el oficio propio, el de poeta, Pascal hace uso del anacronismo para conversar o apelar al citado Gelman, Cernuda, Labordeta, Carver o Bukowski, entre otros…con un estilo sarcástico que come de todos ellos.

Recurro a este poema porque, además de bueno, me parece representativo de un punto de vista sobre la poesía, evidentemente terrenal, que comparto. Para interesados, el libro está publicado por Hiperión y es baratito.

..........................................................................................................

Poeta de provincias con paisaje de constable al fondo
sigue las instrucciones de un manual del buen poeta

Mira que no hay manera, Pedro, 
de entusiasmarme con amaneceres, 
puedes testificarlo, hijo, 
que llevo una semana como liebre 
saltando de la cama hacia las cuatro 
armado con el lápiz y el cuaderno, 
llegar de noche al campo y esperar 
que salga el sol. Hasta he probado 
sentarme junto a un río como dicen 
con rumor de fontanas, escuchar 
el canto de los pájaros, 
mover los cangilones, 
desnudarme y tumbarme boca arriba 
para entrar en contacto con la tierra, 
ver pasar las ovejas por el fondo 
soñando mientras tanto en amoríos, 
en tu madre también, que no hay manera 
de entrar en comunión con el paisaje. 
He probado a cambiarme de cuaderno 
y de marca de lápiz, la tonsura, 
a recoger frambuesas, nomeolvides, 
contar versos de once con los dedos, 
recitar poesía pastoril 
mientras escucho a Mozart 
y las Cuatro Estaciones de Vivaldi, 
doblarme en las posturas y ejercicios 
de las respiraciones básicas, 
el loto y las flexiones espinales. 
Desisto, hijo, lo dejo, ser poeta 
se escapa de mi alcance. No he ganado 
más que para pinchazos, pulmonías 
y para que tu madre 
me espere en el salón más que enfadada, 
que a ver qué explicación y que a estas horas, 
y padre de familia, tú de dónde, 
con la ropa empapada y sin zapatos, 
qué ejemplo tú para tus hijos, 
abierta la bragueta, oliendo a flores. 

martes, 10 de mayo de 2016

Autocares

PARADA DE AUTOCARES

Frente al centro en el que he trabajado los últimos diecisiete años en la Gran Vía de Bilbao suelen hacer parada autocares de última generación que dan servicio a algunos de los colegios privados con más pedigrí de la comarca. No hay que olvidar que la Gran Vía es una de las cinco calles más caras del reino y esos autocares no se cortan un pelo e invaden la parada de autobús de los mortales.

He solido coincidir con sus horarios matinales y a veces con los vespertinos, y nunca he llegado a acostumbrarme. A la entrega o espera de los alumnos, un grupo de latinas, varias madres de aspecto juvenil y elegante, y uno o dos padres, nunca más. Veo a los niños de un uniforme clásico de americana azul luciendo el escudo del colegio, corbata haciendo juego y pantalón gris corto. En uno de ellos niños y niñas de corta edad gastan una gorra de jinete un tanto estrafalaria, pero no sé por qué extraña genética son generalmente rubi@s y guap@s. No creo que canten “carrascales” ni otro tipo de piezas chuscas o subidas de tono mientras viajan a colegios situados en lugares lejanos, normalmente bellos parajes alejados del bullicio urbano; quizás canciones o himnos en lenguas extranjeras…

Algunas mañanas he observado a los más díscolos sentados en el bordillo de la acera fumando. Se han desabotonado  la camisa y aligerado el nudo de la corbata. Cuando se acerca el verano, a mediodía, las adolescentes se arremangan las faldas y la camisa del uniforme y lucen como “lolitas” en las campas del parque cercano. Imagino a estos chicos y chicas rebeldes dilapidando patrimonio en las discotecas de Eivissa, mientras la mayoría del alumnado, siempre formal, crea offshores en Panamá y dirige los centros del poder industrial, financiero y político del país en años venideros. 

La parada es una metáfora, el punto de partida de un viaje diario que conduce a un determinado proyecto de futuro. Como decían Los Secretos: “Todo sigue igual”.





miércoles, 4 de mayo de 2016

EN LA MUERTE DE GIANMARIA TESTA

Me acabo de enterar por casualidad de la muerte del cantautor Gianmaria Testa el pasado  30 de marzo, y me alegro de haberle dedicado un espacio en el blog en un momento más feliz, octubre de 2013, creo que una noche de luna llena (http://charlievedella.blogspot.com.es/2013/10/biancaluna-de-gianmaria-testa-en-directo.html).

Dedicado desde la publicación de “De questa parte del mare” en 2006 a divulgar la tragedia de las migraciones contemporáneas mediante bellísimas canciones, era un hombre humilde, discreto y, calificativo casi unánime, básicamente bueno. Su muerte, como su obra, ha pasado desapercibida en nuestro país. Nunca es tarde... 



Seminatori di grano
sono arrivati che faceva giorno
uomini e donne all'altipiano
col passo lento, silenzioso, accorto
dei seminatori di grano
e hanno cercato quello che non c'era
fra la discarica e la ferrovia
e hanno cercato quello che non c'era
dietro i binocoli della polizia
e hanno piegato le mani e gli occhi al vento
prima di andare via
fino alla strada e con la notte intorno
sono arrivati dall'altipiano
uomini e donne con lo sguardo assorto
dei seminatori di grano
e hanno lasciato quello che non c'era
alla discarica e alla ferrovia
e hanno lasciato quello che non c'era
agli occhi liquidi della polizia
e hanno disteso le mani contro il vento
che li portava via


Sembradores de trigo
han llegado cuando empieza el día
Hombres y mujeres al altiplano
con el paso lento, silencioso, cauto
de los sembradores de trigo
Y han buscado lo que no era
entre el vertedero y el ferrocarril
e intentado lo que no era
detrás de los prismáticos de la policía
y plegado las manos y los ojos al viento
antes de salir
a la carretera rodeados por la noche
Han llegado al altiplano
hombres y mujeres con la mirada absorta
de los sembradores de trigo
y han dejado lo que no era
entre el vertedero y el ferrocarril
y han dejado lo que no era
en los ojos líquidos de la policía
y  extendido sus manos contra el viento
que los conduce