jueves, 13 de julio de 2017

VERANO 2

VERANO 2
ELS ESTIUS QUE NO VAN DEIXAR VOTAR 
(LOS VERANOS QUE NO DEJARON VOTAR)

Pertenezco a una generación de barceloneses para los que el verano empezaba la verbena de Sant Joan y terminaba poco después de las fiestas de la Mercè, patrona de la ciudad. La primera tuvo siempre un carácter popular, a pesar de los obstáculos de la autoridad, un hecho que daba, además, un toque de rebeldía muy atractivo a los jóvenes de los barrios, dedicados a pedir y almacenar leña, muebles en desuso y todo lo que ardiera, durante los días de víspera. El día de autos se podía llegar al cuerpo a cuerpo con los “munipas” más celosos en su trabajo, pero al final, tras varias escaramuzas, en cada cruce de calles de Barcelona había una hoguera dispuesta a deshacer los rótulos de plástico de los alrededores y dejar el adoquinado hecho unos zorros.

Salomé y Raimon, vencedores en 1963
Las fiestas de la Mercè eran otra cosa. Sabíamos de sus cenas de gala, recepciones y juegos florales, con gente encopetada, por los periódicos, la radio y la televisión. Pero sí había un evento más o menos popular, aunque fuera a distancia: el Festival de la Canción del Mediterráneo.

Nació este  en 1959 como una réplica del que se celebraba en San Remo, y ambos compartían cantantes y compositores. Los premios se otorgaban por votación de los asistentes al festival, una asistencia también minoritaria, pero en las casas se seguía con expectación el resultado, se hacían cábalas y discutía sobre la modernidad y nacionalidad de los intérpretes, ya que participaban todos los países mediterráneos, incluidos los del norte de África.

En la quinta edición del festival el público decidió que la canción ganadora fuera “Se´n va anar”, interpretada en lengua catalana por Salomé, que había debutado el año anterior, y Raimon, cantautor de la Nova Cançó. Las malas lenguas dicen que el patio de butacas estaba lleno de universitarios y curas progres que se habían organizado para la ocasión. Lo cierto es que el cabreo de Fraga, por entonces ministro de información y turismo, fue más que importante. Al año siguiente, 1964, los organizadores (ayuntamiento, radio nacional, TVE y desde luego que el ministro) modificaron el sistema de votación, que pasó a manos de un grupo de 55 “notables” de las provincias mediterráneas. La decisión de abrirla a otras provincias podría tener su lógica, pero lo de los notables no colaba. La decisión tenía además su complemento: desde esa edición hasta la de 1967, última del festival, tampoco se pudieron presentar canciones interpretadas en catalán…


Portada del disco de Parera Fons 
El palmarés del Festival de la Canción del Mediterráneo forma parte de mi memoria sentimental y me hace recordar el ocaso del verano en el Passeig de Sant Joan de Barcelona. Mi favorita de 1967 era “T´estim i t´estimaré”. No ganó, pero aparte de su belleza me llamó la atención la personalidad de su compositor e intérprete, Antoni Parera Fons, distante del perfil de los cantantes de la época. Currándome el blog me entero de que ha sido Premio Nacional de Música 2016 (para más información ver su página web: http://antoniparerafons.com/).


La canción, pese a una orquestación que ahora suena excesiva, tenía ritmo y letra de bolero. En la web está la versión del propio Parera Fons y otra de Josep Carreras. Yo la rememoré en un CD doble que Serrat publicó en 1996, “Banda sonora d´un temps, d´un país”, itinerario recopilatorio de la cançó catalana y alguna ajena (hay una muy digna interpretación de “Suzanne”, de Leonard Cohen). He encontrado esta versión en directo.