jueves, 20 de diciembre de 2018

Chirinos


UN POEMA DE EDUARDO CHIRINOS 

PARA ESTAS FIESTAS

Eduardo Chirinos
Cuando era joven pude cumplir uno de mis deseos transgresores: no celebrar de navidad.

Lo conseguí entonces, incluso sin la necesidad de irme a otro país, por una mezcla de azar y el deporte de riesgo de la "insociabilidad".

Cerrado ese objetivo, he de decir que he conseguido sobrevivir a su creciente degradación gracias a la ilusión que siempre ha despertado en mis menores. Para ayudar a tal supervivencia suelo escoger algún poema dedicado a la natividad o similar. Este año el que Eduardo Chirinos (Lima 1960 – 2016) ofreció a “La casa del Señor” en su libro “Escrito en Missoula”, que adquirí cuando lo publicó en 2003.

Fallecido prematuramente, Chirinos nunca renunció a su educación religiosa en el colegio La Inmaculada y la Universidad Pontificia de Perú, pero siempre tamizada por un humanismo tierno y una ironía sutil (“Si hubo algún Dios en estas tierras/debió tener cara de bisonte”).

Pues eso, ¡sobrevivid!



LA CASA DEL SEÑOR*

La casa del Señor no tiene baños.
Solo una gran sala, con suerte un comedor
y bancas donde es menester arrodillarse.

Son altos los techos en la casa del Señor.
Allí vuelan ángeles entre nubes de cristal
y hay nidos de gorriones
(el Señor ama los gorriones)
y manchas que nunca se limpian.

La casa del Señor no tiene cuartos.
Sólo retratos de familia y algunos parientes
que lloran y se exhiben tras las velas.

Los mercaderes no entran en la casa del Señor
(Él nunca los recibe). Tampoco los gatos
(que se comen los gorriones).
Los demás
son siempre bienvenidos a la casa del Señor.

Todos cantan en la casa del Señor.
Y miran hacia abajo en busca de consuelo.

* poema perteneciente al libro “Escrito en Missoula” (Pre-Textos 2003)


Susana Baca  (Lima - 1944), cantante, compositora, investigadora de música y educadora de profesión, ha recuperado y renovado la tradición musical afroperuana; considerada sucesora de Chabuca Granda, la gran dama de la canción peruana, ha ganado dos veces el Grammy latino. Descubierta a escala mundial por David Byrne, ex líder de los Talking Heads, pasó a grabar en su sello Luaka Bop a partir de 1995. Mujer comprometida, fue ministra de cultura y presidenta de la Comisión Interamericana de Cultura de la OEA.
He elegido esta grabación de estudio de "María Landó", que el poeta César Calvo compuso para Chabuca Granda.





lunes, 10 de diciembre de 2018

El juego


EL JUEGO
Una de las grandes ventajas de tener nietos es la posibilidad de volver a jugar, es decir, de volver al territorio, ¿la patria?, inocente de la infancia, en el que los mayores problemas estaban relacionados con bolas, botones, cuerdas, tizas o balones; el futuro eran los reyes godos o la tabla del nueve que tenías que recitar al día siguiente; y el mundo el itinerario que separaba la escuela de tu casa.
A mi nieto lo que más le gusta son los trenes, no en vano el ferrocarril que une Bilbao con la meseta transcurre a apenas quince metros de la casa familiar. En consecuencia, entre sus primeras palabras estaba el tren, en euskera o castellano, y el vocabulario que le acompaña; y entre sus juegos preferidos, construir estaciones y trenes con todo lo que pilla. Diría que le ayudo y acompaño, pero para qué nos vamos a engañar, lo que hago es algo tan sano y ancestral como volver a jugar, vamos…, volver a ser niño.
Se me ocurrió escribir estas líneas hace poco, cuando descubrí la inscripción en piedra cuya imagen acompaño, en la que, pese a que es un lugar por el que paso a menudo por razones también lúdicas, no había reparado hasta ese día. Está en uno de los laterales de la fue Casa Cuna de Bilbao, un pequeño pero muy bello y emblemático edificio ideado por Ricardo Bastida, uno de los más prolíficos e interesantes arquitectos de la villa, aunque su obra más conocida, no la mejor, es el edificio del Banco de Bilbao, en la calle Alcalá de Madrid.
Quiero imaginar que ese “se prohíbe toda clase de juegos” tenía relación con la necesidad de mantener un entorno silencioso alrededor de la casa cuna, pero el tono imperativo nos retrotrae a épocas, fue construida en 1912, en las que cualquier placer, entre ellos el juego, era siempre pecaminoso. Recordemos la famosa controversia sobre el carácter herético de la risa en “El nombre de la rosa”, o la obsesión del franquismo por contener las fiestas populares en términos protocolarios y oficiales, porque la gente acababa desmadrándose, o sea, siendo feliz, aunque fuera por unas pocas horas. 
acta de defunción de un niño de 9 años
en el Museo de la Minería de Gallarta
La "Casa cuna", obra de Ricardo Bastida
Tampoco era infrecuente por entonces que muchos niños cambiaran demasiado pronto el juego por el trabajo. Hace unos días visité por segunda vez el Museo de la Minería de Gallarta, una buena manera de conocer parte de la micro historia, la verdaderamente heroica, de Bizkaia, y fotografié el certificado de defunción de Alonso Palacios, fallecido en la mina a los nueve años. Debajo, el texto de Dolores Ibarruri, vecina e hija de esa localidad, que hace referencia al trabajo infantil, una vergüenza que aún se da en gran parte del mundo.
También hay gente que se desmadra de un modo trágico en el primer mundo. A veces contemplo con amargura seres solitarios asomados al abismo de un tragaperras en sórdidos bares de barrio. Hablo de personas a las que la ludopatía ha transformado hasta físicamente, amigos o conocidas que han destruido su vida o, en el mejor de los casos, la mayor parte de un pasado ahora irreconocible. Pero no creo que eso, por mucho que se diga, tenga que ver con la palabra juego. Tampoco la veo adecuada cuando se habla de jugar en bolsa, una afición que la crisis ha demostrado situada entre la usura  y el esoterismo.
Volviendo al principio. Suelo decir que la diferencia entre la paternidad y la “abuelidad” radica en que los padres educan y los yayos enseñamos, y supongo que estaremos de acuerdo en que no hay nada mejor que enseñar jugando. Yo al menos me lo paso chachi piruli, como dice mi nieto.

René Clement dirigió "Juegos prohibidos" en 1952, un film "de" y "sobre" niños, en el marco de la segunda guerra mundial. La banda sonora del film era obra de Narciso Yepes (Lorca 1927-1997), que incluyó el famoso "Romance Anónimo". Yepes mantuvo hasta 1982 que la pieza era verdaderamente anónima, atribuyéndose hasta entonces a diferentes compositores. Para mayor información, ver https://www.libertaddigital.com/cultura/musica/2016-09-06/manuel-roman-narciso-yepes-el-compositor-de-romance-anonimo-79921/ y para su disfrute este pequeño trailer con el romance de fondo...


miércoles, 21 de noviembre de 2018

Indiferencia


INDIFERENCIA



Creo que una de las características más acentuadas de M punto Rajoy era su capacidad de indiferencia. Pese a haber llevado durante casi dos lustros la responsabilidad del gobierno de España tenía una arte especial para silbar, zapear y hacerse el loco cuando había problemas que pintaban bastos. No en vano consideraba que los políticos deben saber mirar para otro lado.
Conozco gente, buena gente, que busca esa indiferencia. Les recomiendas un libro o una película y la rechazan porque es cruda, habla de realidades que les/nos hieren. “Bastantes problemas tenemos ya”, te dicen, y se recluyen en distracciones más banales.
La indiferencia con respecto al sufrimiento es la antítesis de una palabra muy desprestigiada por su connotación religiosa que hay quien considera sinónimo de empatía, pero que a mí me gusta más: compasión.
Portada de Charlie Hebdo
anterior al atentado
Compadecer es “padecer con”, es decir, acompañar el padecimiento de otro u otra, paso previo e imprescindible de la solidaridad. Algunos filósofos “duros” creen que la compasión nace de un sentimiento de superioridad. Según ellos solo puede compadecerse alguien que no padece, y los “malistas”, esos herederos de la tradición nacional-católica que defienden la existencia del Valle de los Caídos y rezan con la boca pequeña lo de “perdonar a quienes nos ofenden”, califican a los compasivos de “buenistas”, y se compadecen más de los embriones que de los niños que cruzan mares para intentar sobrevivir o llevar una vida mejor.
Pero eso de la indiferencia, paradojas, debe ser muy propio del poder. Hace unos meses oí por la radio una entrevista a uno de los supervivientes del atentado a la revista satírica “Charlie Hebdo”, Philippe Lançon. Periodista en el diario Liberation y columnista de la revista, Lançon sobrevivió con enormes destrozos en el rostro, lo que le ha llevado a sufrir hasta 18 operaciones reparadoras, un itinerario quirúrgico e íntimo que relata en “Le lambeau”, un libro que Anagrama publicará el año que viene.
En la entrevista, Lançon contaba que poco tiempo después del atentado recibió la visita del entonces presidente de la república francesa, François Hollande, en términos coloquiales no muy ortodoxos, un “picha brava”. Mientras le saludaba protocolariamente se dio cuenta de que la mirada y atención del presidente no se centraba en él sino en la cirujana, una mujer al parecer muy bella. Esa indiferencia no compasiva hacia quien sufre se repitió poco tiempo después, cuando en un segundo encuentro Hollande pareció interesarse más por el destino de la médico que por la salud y el estado anímico del periodista. Lançon lo contaba con cierta ironía, pero para mí tiene un trasfondo tremendamente amargo.

La lista prosigue. Ayer mismo leí que el presidente Trump se declara indiferente al informe que sus propios servicios de información han elaborado sobre el asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi. Así que cómo no lo va ser de los informes de las distintas ONGs sobre la hambruna que la misma Arabia Saudí viene provocando en Yemen...

A mí me es difícil ser indiferente a esta canción, “Gallo rojo, gallo negro” (Quico Sánchez Ferlosio - 1940-2003) y a su intérprete, Silvia Pérez Cruz.



viernes, 9 de noviembre de 2018

Eñaut Elorrieta


UNA CANCIÓN DEL ÚLTIMO DISCO 

DE EÑAUT ELORRIETA 

PARA EL FIN DE SEMANA

Creo recordar que fue hace casi treinta años. Un miserable había quitado la vida de la hija de una humilde pareja andaluza. Ante la estupefacción de quienes reclamaban con furia desatada la máxima pena para el asesino, los padres, con una dignidad que envidio, declararon que ellos no eran partidarios de la máxima pena.

La nueva versión acústica, con acompañamiento de un quinteto de cuerda, de una bellísima canción de Eñaut Elorrieta sobre un poema de Joseba Sarrionandia me ha llevado a recordar esa conducta y a meterme en el pellejo de personas que no solo no tienen nada que ver conmigo, sino que he criticado y condenado mientras empuñaban armas, ponían bombas, practicaban aquella cantinela aborrrecible de la “socialización del sufrimiento” que acabó con la vida de numerosas víctimas civiles.

Así que con todo el respeto para esas víctimas directas, me permito recordar que los distintos gobiernos prometieron medidas favorables a los presos si ETA abandonaba las armas, más tarde si las entregaba, y finalmente si se disolvía. Todo eso ha ocurrido ya…





HEMEN GAUDE
agian hasieran bertan ekibokatu ginen
mundura euskaludun sortzean.
eta gero ez genuen iraultzaren borrokatik
apartatzen jakin

esna-kantu bat abestu genion
sehaska hutsari,
eta goiz batez El Puertiko kartzelean
esnatu ginen

maite genituen gauzengatik erori ginen preso,
baina gure maitasune oraindik
ez dago perso

zorionez edo zorigaitzez,
anitz ekibokatu ekari gintuzten
deserriko azken ipurdi honetan bizi edo hiltzera.
eta bizi, hestu, ia mirari, gainbizi gara

eta bizitza ez da guretzat
egundo izango,
lehen zen bezalakoa
harrezkero

maite genituen gauzengatik erori ginen preso
baina gure maitasuna oraindik
ez dago preso
AQUÍ ESTAMOS
Quizás nos equivocamos justo en el principio
al ser creados en el mundo como vascos.
Y después no supimos como apartarnos del camino de la revolución.

Le cantamos una canción de cuna a la cuna vacía.
Y una mañana nos despertamos en la cárcel del puerto

Por las cosas que amábamos caímos presos.
Pero todavía nuestro amor no se encuentra preso.

Por suerte o por desgracia y a muchos por equivocación
nos trajeron al culo del mundo para vivir o morir.

Y vivimos apretujados con dificultad sobreviviendo casi de milagro.
Y para nosotros la vida jamas volverá a ser la misma que antes.

Por las cosas que amábamos caímos presos.
Pero todavía nuestro amor no se encuentra preso.



miércoles, 31 de octubre de 2018

Peter Porter


UN POEMA DE PETER PORTER 

PARA EL DÍA DE LOS DIFUNTOS


Siguiendo la morbosa costumbre de dedicar un poema “ad hoc”, y echando otra vez mano de esos libros olvidados en las baldas de la librería, en este caso “Poesía inglesa contemporánea” ( Ed. Barral – 1975), he escogido para la ocasión unos versos de Peter Porter, poeta australiano ya fallecido.

foto de Peter Porter en el milenio actual
Es curioso releer estas antiguallas cuando la mayoría de sus autores han muerto o dejado de ser lo rebeldes sin o con causa que fueron entonces. Laureados, envejecidos, dedicados a otras cosas, en algunos casos, como en el presente, sus poemas iniciales muestran una frescura a menudo perdida con la artrosis y la “madurez”.

Porter (Brisbane – 1929-2010) es un poeta muy adecuado para el día. Huérfano de madre a los 9 años, su primera esposa, Shirley Jannice Henry, se suicidó en 1974. El mismo Porter lo intentó por dos veces sin éxito, resignándose a que fuera finalmente la “parca” la que eligiera el día y la hora, exactamente a sus 81 años de edad.

El elegido es un poema muy bello que habla de las cosas que se mueren con nosotros. A mí me recuerda a un pequeño relato de León de Aranoa, del que transcribí unas líneas en el blog hace 5 años ( http://charlievedella.blogspot.com/2013/08/leon-de-aranoa-semete-escritor-he-aqui.html ).

RIP.


Lament For A Proprietor

This was the end of a man but also died
Ten suits, twenty shirts, Clare College ties
And scarves, a radiogram, one hundred dance discs
And Vivaldi's Seasons, shells picked up
On Sark and Ibiza, Phaidon and Skira books
Coverless and crooked – twenty invitations
To Balls and Bottle Parties, some still to be held,
Gin, Whisky, Cointreau, Kirsch, Drambuie,
And an unopened letter from his Mother,
An unfinished letter to a Rowing Coach.
As his Granny was still alive the pots of cash
He would inherit did not die, but who
Could breathe life back into his possessions.
Put Humpty Dumpty safe on the high sea wall?
They died for him since he had lived for them.
In death they share a room – nobody knows
He was alive now all his things are dead.
Lamento por un propietario
Este fue el final de un hombre pero también murieron
diez trajes, veinte camisas, corbatas de Clare College
y bufandas, un radiograma, cien discos bailables
y las Cuatro Estaciones de Vivaldi, conchas recogidas
en Sark e Ibiza, libros de Faidón y Skira
sin pastas, retorcidos - veinte invitaciones
para bailes de gala y otros más, aún por celebrar,
Gin, Whisky, Cointreau, Kirsch, Drambuie,
y una carta de su madre sin abrir,
otra inacabada para un entrenador de remo.
Y a su abuelita, todavía viva, las ollas de plata
que él hubiera heredado.
No murieron, pero a sus posesiones
quién podría devolverles la vida.
¿Salvar a Humpty Dumpty * oscilando en un muro
sobre el mar?
Murieron porque él había vivido para ellas.
En la muerte comparten ese cuarto, nadie sabe
que él vivió alguna vez,
ahora que todas sus cosas están muertas.

*Humpty Dumpty es el personaje de una canción popular inglesa que Lewis Carroll introdujo en “A través del espejo...”




Para que ir más lejos… El grupo Travis dedicó una canción de amor al personaje de Humpty Dumpty, y aunque no acabo de entender la referencia en la letra, ahí está para quien sea capaz de desvelarla.



lunes, 8 de octubre de 2018

Catedral


CATEDRAL
Henry Beyle (Grenoble - 1783-1842), entró un día en la Basílica de la Santa Croce de Florencia y le dio un vahído ante la contemplación del templo, un éxtasis que desde entonces es llamado “síndrome de Stendhal”, alias del autor de “Rojo y negro”. Actualmente debería pagar 8 euros, 48 por una visita guiada, para recorrerla entre cientos de turistas que huelen a sudor y protección solar, y pese a que la basílica preserva su esplendor la emoción no sería la misma.
La Pagoda
El fenómeno de la gentrificación, del que ya he hablado en otras ocasiones, hiere la belleza de los templos turísticos, es decir, los mejores, diseñados para enaltecer, asombrar, estremecer, dependiendo del estilo, el volumen o el color y la luz velada que entra por sus rosetones y vidrieras, al eliminar algunas de sus características principales, el silencio y la sensación de soledad compartida.
Iglesia de los Dominicos de Alcobendas
Aunque las iglesias eran el epicentro de la vida social y un lugar de encuentro, y en su interior se producían y reproducen arengas destinadas a amedrentar a los fieles, a salvo de las muchedumbres preservan el sobrecogimiento que impone la intención artística, a veces contenida, otras excesiva, de quiénes las idearon.
Miguel Fisac (Daimiel – 1913-2006) era pariente y paisano de mi abuelo materno. Aunque vivió hasta 2006 no le llegué a conocer, y pese a mi interés por cualquier tipo de expresión artística no lo hice en su caso, creo que por el prejuicio de haber sido el arquitecto estrella del opus-dei durante buena parte de su vida profesional. Para los desatentos a la arquitectura les recuerdo un acontecimiento controvertido que cundió entre los medios periodísticos de la época: la demolición de un edificio emblemático de Madrid llamado La Pagoda. Fisac era el creador de obra tan peculiar. Según las malas lenguas pagó su tosca salida de la secta, así definió al Opus al largarse, y pese a la oposición del colegio de arquitectos, Álvarez del Manzano, alcalde y él mismo miembro de la “obra”, se responsabilizó de su demolición en 1999.
Hablo de Fisac por desagravio personal y porque durante su época religiosa diseñó hasta siete Iglesias, algunas de ellas con una mezcla de sobriedad y luminosidad que impresiona. No en vano tres de sus construcciones están consideradas entre los veinte mejores edificios de Madrid en el siglo XX, entre ellos la iglesia de los dominicos de Alcobendas.
Pero este blog no viene motivado por Stendhal o Fisac, sino por la audición de un viejo vinilo (costumbre anual cuando accedo a los que hibernan desde hace años en Orduña), el que Paul Horn (Nueva York – 1930-2014) grabó en la catedral de Santa María, en San Francisco, principalmente por su último corte, una interpretación de “Jesu, dulcis memoria”, de Tomás Luis de Victoria (Sanchidrián – 1548-1611).

Paul Horn era otro “místico” de la belleza, también dopado por la creencia religiosa, en este caso cristiana, pero en la mayoría de sus discos inclinada al hinduismo. Quería haber incrustado el corte en el blog por una autenticidad sonora en vivo que incluye hasta una tos y su  mayúscula hermosura, pero al buscarlo en internet he visto que el disco no ha sido digitalizado. Se ofrece por un precio módico en Spotify (https://www.merchbar.com/vinyl-records/paul-horn/paul-horn-in-concert-st-marys-cathedral-s-f), en su formato de vinilo inicial, y yo lo presto previa garantía de conservación. He podido incorporar, eso sí, una de las múltiples versiones corales que hay en Youtube.
Catedral de Bilbao 

Sigo con las catedrales para confesar que a veces, en los días desapacibles o multitudinarios, me gusta entrar en la de Bilbao, que en épocas no turísticas es, para un apóstata como yo, un remanso en el que reposar la mente y admirar la hermosura del coro, los vitrales, pero sobre todo del triforio que la rodea. Me apunto por tanto a la heterodoxia de Fisac, que algún crítico calificó de “pagana”, porque me permite suplir la religiosidad por la emoción que Stendhal sintió por la belleza.





Pero para rebajar el famoso síndrome he elegido otro viejo tema en directo, “Cathedral”, de Crosby Stills and Nash, un grito airado y dolorido por ese Cristo “en nombre de quien tantas personas han mentido y muerto”. Amén.


lunes, 24 de septiembre de 2018

Nadando en Banyoles 2018


NADANDO POR SEGUNDA VEZ 
EN BANYOLES
Se atribuye decir a Baroja que los “nacionalismos se curan viajando”, una frase muy loada, paradojas, por determinados nacionalistas cuando no hablan de sí mismos. El problema es que el nacionalismo no es una enfermedad que sanar, sino un sentimiento identitario que, pueda o no compartirse, goza de una legitimidad que nadie debería discutir.
Por segunda vez (http://charlievedella.blogspot.com/2017/10/lestany-de-banyoles.html), y con la excusa de superar mi marca del año pasado, el domingo 16 de setiembre volví a lanzarme al agua del Estany de Banyoles para “viajar” por su superficie entre 1.400 nadadores. Se daba la circunstancia de que era el 75 aniversario de la primera travesía y la organización conseguía batir el récord de participantes (2.700 contando todas las modalidades y distancias), así que el momento era especialmente emocionante.

Pero antes de navegar durante 46 minutos y 28 segundos con la mirada puesta en un fondo vítreo de color turquesa, un intervalo muy útil, como todos los deportes individuales, para la introspección, me gustaría mencionar otro detalle del viaje, eso que no se hace para curar una patología identitaria ni para “dilapidar espacio”, pero sí sirve para aprender.
A mitad de camino elegimos Ayerbe por casualidad, o mejor, pura y simplemente porque está cerca del castillo de Loarre, una fortaleza que había visto muchas veces en internet. Esta rinde con creces lo que promete: un bastión espectacular desde el que Sancho III de Navarra controlaba la Hoya de Huesca. Ahora sirve como inigual localización para películas (“El reino de los cielos”) y series varias.
Cuando la suerte te acompaña y caes en un hotel regentado por alguien culto y sensible (Liam Neilson, que allí descansó, así lo agradece) el viaje se convierte en aprendizaje, y en solo unas horas conoces realidades que en un pueblo tan pequeño y en una comarca casi de paso sorprende: un grupo de seis artistas cincuentones forma una cooperativa; jóvenes emprendedores mantienen un negocio sostenible y de timbre ecológico con productos de la zona, y el hecho de que una mujer llamada Habiba Bahdi lleve el timón de la principal pastelería/panadería del pueblo, nos invita a imaginar que el fundador del pueblo, Yahyà b. Mundir al-Muzaffar, fue quizás paisano suyo.
La plaza Mayor de Ayerbe con la torre del Reloj
Todos nos hablan de las dificultades de mantener sus negocios contra la corriente de una turistificación adocenada, del poco apoyo de las instituciones, también, en tono autocrítico, de la manía de echar balones fuera, pero sobre todo de lo mucho que su tierra ofrece si los itinerarios de la globalización fueran más razonables. También nos subrayan las muchas cosas que en tan poco tiempo hemos dejado de ver. Concluyendo, que habrá que repetir.
Banyoles sí está en un itinerario más oficial. Se lo ha ganado a pulso creciendo con prudencia, cuidando y explotando su belleza natural, y acabando con sus viejos demonios. No en vano, en el club náutico de este pueblo, que durante años exhibió a un africano como animal exótico (https://www.lavanguardia.com/hemeroteca/20161022/411000402862/negro-de-banyoles-museo-darder-catalunya.html), ahora te atiende una chica negra con hiyab y en català, por supuesto. Así lo hacen muchos de sus miles de emigrantes (el 18,75% de la población), que deambulan y trabajan en una población que ya vive la república catalana como un imaginario colectivo muy mayoritario.
En fin, la identidad es libre. Estos dos últimos años he sentido el orgullo y la emoción de pertenecer a una colectividad esporádica, la que desde hace 75 años se tira al agua para recorrer los 2.150 metros que separan los límites del lago de Banyoles. Para quienes viven ese imaginario y para los que no acaban de entender que las personas y los pueblos tienen derecho a desarrollarse como deseen, supongo que este tipo de identidades es propio de “esnobs” sin una patria que echarse a la espalda, pero es que uno tiene una edad ya difícil para entrar en razón...

A raíz de mi zambullida del año pasado revisé “El nadador”, película basada en un cuento de John Cheever que protagonizó un todavía atlético Burt Lancaster. Aunque a mi modo de ver la película ha envejecido mal, la idea de ese nadador que recompone su vida atravesando a nado las piscinas de sus colegas ricachones de Connecticut, es característica del cine de la época y casi un clásico de culto.
He encontrado una especie de trailer acompañado de una canción de Ray LaMontagne, un músico que no había nacido cuando se hizo el film.


lunes, 10 de septiembre de 2018

La revancha del plátano


LA REVANCHA DEL PLÁTANO
No es el título de un ensayo ecológico ni de una novela o cómic, una referencia a Gotan Project o un texto surrealista. Se trata simplemente de que los plátanos vuelven a brotar en el tramo recto que separa la última curva de la Barrerilla de la muy noble ciudad de Orduña.

la vía aún de tierra y el arbolado de tronco delgado
Cuando despojaron la carretera de los inmensos plátanos que la dotaban de una sombra y una mayor belleza no solo me llevé un gran disgusto, sino que no entendí el motivo de tala tan radical. Entre sus beneficios recordaba el tiempo en que volviendo de correr por las pistas sin sombra del valle, ya cansado, descendía al cobijo de la umbría que me aliviaba. En algunos tramos bancos de piedra abandonados descubrían un tiempo en el que los paseantes, quizás las parejas, los poblaban.
Invierno antes de la tala
Sin ser un árbol especialmente bello, su crecimiento rápido y la esbeltez de sus hojas lo hace un atractivo para ramblas y lugares necesitados de sombra. Comunes en las ciudades que bordean el Mediterráneo, a veces engarzadas unos con otros, es, con las acacias, el árbol urbano de mi adolescencia. En cierta ocasión, ya treintañero, escalé uno de los más altos aupado por la euforia del alcohol.
Se dice que la tala en Orduña se debió a que carretera y arbolado no cumplían las medidas legales, así como a reclamaciones de conductores quejosos de que sus raíces invadían la calzada. También es cierto que en esa recta han caído vecinos y viajeros desconocidos, aunque por las noticias que tengo más por la imprudencia y el sueño inoportuno de los accidentados que por apenas un kilómetro de arbolado sin arcén.
La desaparición se une a la de tantas rutas peninsulares, que han cambiado esos túneles de frondosidad natural por eriales con arcenes llenos de matojos secos. Muchas carreteras francesas se han sabido desdoblar para mantener la frescura del arbolado, y a mí me da una envidia malsana y algo de ira cuando veo que les hemos copiado lo peor, las rotondas.
También compruebo en internet que algunos amantes y coleccionistas de vías arboladas desconocen que esta cayó hace unos años, y que los nuevos brotes, creciendo sin el permiso de los humanos que los eliminaron, han iniciado una revancha, retoñando a ambos lados, a la que deseo el mayor de los éxitos.
No quiero dejar pasar la ocasión sin dejar de homenajear a los inmensos plátanos del Arenal de Bilbao, que incluso rebasan los edificios colindantes. Espero no dar ideas al alcalde actual que, como es obvio y merecido, no goza de mis simpatías.

De acompañamiento musical una canción de Radiohead que habla de la plaga de árboles y amores de plástico de los años ochenta del pasado siglo.

sábado, 1 de septiembre de 2018

Lisa Fischer


¿LAS MEJORES? - y 3

En una entrevista a raíz de su presencia en el film “A veinte pasos de la fama”, Lisa Fischer (Nueva York - 1958) declaraba que pese a que tras la película parecía llegado el momento de mostrar su capacidad solista, también había sido feliz formando parte de un grupo acompañante, ensamblando voces y armonías, algo que ha hecho ininterrumpidamente desde su debut en 1983, a veinte pasos de los Rolling (hay decenas de versiones de "Gimme Shelter" en Youtube), Sting o Tina Turner, entre otros.

La fama no deja de ser el resultado de muchas variables, suerte entre ellas, pero si alguien es feliz con lo que tiene la ambición deja de ser un elemento determinante. Debe ser el caso de la maravillosa Lisa Fischer, una mujer que ahora, en una fase interpretativa especialmente dulce junto al grupo Grand Baton, solo pide tiempo para interpretar la multitud de canciones que la esperan.



Su carrera en segunda fila, a esos pocos pasos del estrellato, no le impidieron ganar el Grammy a la mejor intérprete femenina de R&Blues de 1991 con “How Can I Ease the Pain”, que expongo junto a una actuación más actual,  interpretando el "Wild horses" de los Rolling Stones,  para demostrar que ha sido y es una de las “mejores” voces de todos los tiempos.




viernes, 31 de agosto de 2018

Mary Chapin Carpenter


UNA CANCIÓN DE MARY CHAPIN CARPENTER

PARA EL 1er. FIN DE SEMANA DE SETIEMBRE

Una tía que dice de Donald Trump que "tiene un desequilibrio mental, es un depredador sexual, racista, misógino, narcisista, demagogo, atemorizante", demuestra cordura y capacidad analítica, pero si además es una artistaza con cinco premios Gramy a la que sigo, lo confieso, solo desde la publicación de “The calling” en 2007, cuando ya llevaba grabando veinte años, bien merece un espacio preferente.

He elegido esta canción de su penúltimo disco, “The Things That We Are Made Of”, que habla de alguien que espera a los voluntarios de la guerra de España rodeada de la alejada serenidad de la vida cotidiana. Lo que más me gusta de Mary Chapin es su capacidad interpretativa. La voz se la dio la naturaleza, lo otro es adquirido. A disfrutarla...



"Between The Wars (Charleston 1937)"

Take the train down Friday next,
In summer hat and linen dress
Hail a taxi at the station
There will be artichokes and cabbages,
Sweet honeycombs and radishes
To feed your grateful nation

Bring paper, easel, pen and ink
To set up on the lawn
Where summer mornings brim with light
And evenings fill with birdsong
Between the wars

Ginger cakes are served with tea
Your lovers orbit endlessly
And your children march like soldiers
Their nets for catching butterflies
Fill up with wind and sit up high
Like rifles at their shoulders

But this is where you fled the world
This is where you gather
Take up take up your skirts and twirl
Like angels through the asters
Between the wars
A telegram arrives from Spain
The earth falls off its axis
Grief hands down a kind of pain
You can't prepare or practice

You paint the tables, paint the walls
The mantles, mirrors, lamps and halls
Paint every single surface
No corner here will go untouched
By loss and love and by your brush
Such emptiness is worthless

There are no ghosts except the ones
Leaving us behind
We wave and shout come back come back
Frozen now in time
Between the wars
Entre las guerras (Charleston 1937)”
Toma el tren el próximo viernes, 
Con sombrero de verano y un vestido de lino
Para un taxi en la estación
Habrá alcachofas y coles,
Dulces panales y rábanos
Para alimentar a tu nación agradecida
Trae papel, caballete, pluma y tinta
Para instalar en el césped
Donde las mañanas de verano rebosan de luz
Y las noches se llenan de cantos de pájaros
Entre las guerras.

Pasteles de jengibre se sirven con té
Tus amantes orbitan sin fin
Y tus hijos marchan como soldados
Sus redes para atrapar mariposas
Se llenan de viento y ondean alto
Como rifles en sus hombros
Pero aquí es donde huiste del mundo
Aquí es donde te reúnes
Recógete, recógete las faldas y gira
Como los ángeles a través de los ásteres
Entre las guerras
Un telegrama llega desde España
La tierra cae de su eje
La pena entrega una especie de dolor
No puedes prepararte o practicar
Pinta las mesas, pinta las paredes
Los revestimientos, espejos, lámparas y pasillos
Pintar cada superficie
Ningún rincón aquí quedará sin tocar
Por la pérdida y el amor y por tu pincel
Tal vacío no tiene valor

No hay fantasmas, excepto los que
nos dejan atrás
Que saludamos y gritamos volved, volved
Congelados ahora en el tiempo
Entre las guerras"