martes, 10 de julio de 2018

Víctor Jara

RECORDANDO A VÍCTOR JARA

Creo que oí por primera vez a Víctor Jara en el invierno de 1971. Con 19 años y todo el ansia de la vida encima, reunirnos los sábados por la noche con lo que quedaba de la pandilla del barrio a oír discos prohibidos, asediados, censurados, nos proporcionaba, como la asiduidad a los cine-fórum del Clot, la vitamina necesaria para sobrevivir a la grisura del último franquismo.
Los discos de Jara los traía un compañero jienense de mi hermano, al que recuerdo acompañado de la muleta que aliviaba una cojera más que evidente, seguramente producto de la poliomielitis, otro de los daños colaterales del franquismo.

En aquellos tiempos un tocadiscos tenía un valor totémico, alrededor del que éramos capaces de permanecer en un silencio eclesial, y si el disco era prohibido o perseguido el ritual tenía algo de catarsis colectiva. Solo de vez en cuando alguien hacía un comentario sobre la letra u osaba tararearla con voz queda.
A Víctor Jara solo le quedaban 2 años para ser acribillado, después de que un grupo de torturadores le quebraran los dedos de ambas manos.
Leo emocionado que 45 años después han sido condenados sus asesinos, ahora quizás ancianitos candorosos, a los mejor incluso arrepentidos. Así de lenta es la justicia...tanto, que varios de quienes escuchábamos a Víctor jara en el setenta y uno ya no están entre nosotros, entre ellos mi propio hermano.
En estas mismas fechas se conmemora el asesinato de Germán Rodríguez en los safermines de 1978. Los responsables directos e indirectos de su muerte siguen sin pagar por ello, aunque solo sea de forma declarativa. Solo puedo decir que me gustaría verlo.

"Te recuerdo Amanda" es una de las canciones de amor más bellas de todos los tiempos. Hay decenas, probablemente cientos de versiones de un poema que convierte lo íntimo en épico y viceversa. No he querido pasar por alto la original, ni la última que he oído, solo instrumental, a cargo de un asiduo del blog, Paolo Fresu, acompañado de Daniele Di Bonaventura.