jueves, 16 de agosto de 2018

Potros


POTROS
La palabra potro tiene en castellano dos acepciones principales: la de criatura joven de la yegua y la de instrumento de tortura. No sé cual de estos dos valores le dieron el apodo al recién liberado Santi Potros, el responsable de dos de los atentados más sanguinarios de la historia de ETA, Hipercor y plaza de la República Dominicana, pero imagino que el primero, porque la tortura era más bien especialidad del cuartel de Intxaurrondo. Ahora le veo salir de la cárcel en pantalón corto, como un abuelete al que le empiezan a fallar las canillas y casi me enternece. Luego me entero de que en su pueblo, Lasarte, le han puesto una gran pancarta de bienvenida, y sin querer coincidir con Pablito Casado, los dioses me libren, el homenaje me pone de mala leche.

A finales de los años ochenta del pasado siglo coincidí con un abertzale de apellido con pedigrí. Hacia pocos meses ETA había asesinado a varias decenas de ciudadanos en mi “pueblo”, Barcelona. En su mayor parte trabajadores, dado el lugar donde se ubica Hipercor, Nou Barris. Un lugar que yo mismo había llegado a frecuentar. Cuando hablando del atentado le dije que el responsable, entonces se hablaba de Troitiño, era un salvaje h. de p. El muchacho me respondió que más catalanes debían haber muerto. En aquel momento lo entendí como la típica salida de tono radical ( era un época en la que los hooligans gritaban “ETA mátalos” y los más “imparciales” “algo habrá hecho”), pero la frase cobró un sentido trágico cuando mi interlocutor fue detenido como miembro de esa organización no mucho después. Lo peor es que por una supuesta relación profesional él solía viajar asiduamente a Barcelona, y por entonces pensé que algo tuvo que ver con el atentado, pero lo cierto es que solo estuvo unos pocos años en la cárcel; parece que porque efectivamente no tenía nada que ver con la matanza, pero también, creo, por el peso de su apellido... Me dicen que ahora es un boyante empresario turístico lo que demuestra que la reinserción es saludable. Enhorabuena!!!
No creo en la venganza, aunque sí pienso que hay que pagar por el mal que uno hace y creo que Santi Potros lo ha hecho sobradamente. También, injustamente, los familiares de este y otros presos a los que se aplica una teoría propia de las ideologías fascistas, la socialización del sufrimiento, la condena a ciudadanos civiles no responsables, una teoría que en otro grado ha servido para justificar tanto el bombardeo de Gernika como la matanza de Hipercor, o la que tal día como mañana provocaron en Las Ramblas un grupo de islamistas fanáticos.
En fin, me gustaría pensar que la salida a la libertad de ese hombre que hace años retaba airadamente a jueces y periodistas, ahora con pinta de jubilado inofensivo, es una metáfora del futuro que nos espera. Sic fiat (así sea), como decían los latinos.

Como mañana es el aniversario del atentado que golpeó a mis paisanos en Las Ramblas, he elegido esta bella canción/homenaje a la arteria que da vida a la ciudad, con una muestra de los artistas que sigue pariendo a pesar de la gente empeñada en agredirla, entre ellas Veil, sobrina de mi gran amiga Merche. Per sempre!!!