lunes, 30 de diciembre de 2019

Isla Correyero


UN POEMA DE ISLA CORREYERO 

PARA EL NUEVO AÑO


No sé si es la mejor o una de las mejores poetas en castellano, todo depende del color del monóculo, pero nadie que lea a Isla Correyero (Miajadas – Cáceres – 1958) puede ser inmune a la furia, placer o desazón que producen sus versos.  

En 1996 publicó el impresionante “Diario de una enfermera”, con un puñado de poemas que reflejaban el punto de vista peculiar de alguien que, como ella misma, veía el mundo bajo “la lluvia negra de la muerte en los pasillos”. Esta es su mirada la noche vieja de 1993, una experiencia, la de “celebrarla” en un hospital, que yo mismo experimenté hace exactamente cuarenta y un años. 


Ufff!!!




31 DE DICIEMBRE DE 1993

Hemos preparado una mesa ovalada,
como una isla blanca, en el centro transgresor de la UVI.
El mantel son dos sábanas del hospital que aún tienen
los bramidos del dolor.

No han podido el etanol ni el agua arrebatar de la tela la
poderosa microbacteria de la muerte.

Así que sobre ellas están los vinos y los canapés, el
marisco y el cerdo con ciruelas.
Las velas son azules.

Los enfermos de las costas de la nieve respiran por sus
aparatos imaginando que también ellos están invitados
al banquete.

La música declara esta noche de fiesta.

Ven pasar nuestros rostros maquillados y sueñan con
bailar una pieza inquietante y oscura, vestidos de
etiqueta, felices y más jóvenes.

Los mansos alejados de este mundo confunden
nuestras batas sintéticas con terciopelos blancos, y aún
tienen el aliento de esperar la caricia de una bella
nocturna.
Nosotras, melancólicas, comemos y bebemos
dulcemente embriagadas y un monitor vencido nos da
cuenta del final de un muchacho.

Las doce campanadas resuenan en la UVI con un tono
alterado de medallas estáticas.

Después de la última uva dorada de este año daremos a
los padres del cadáver la noticia terrible.

Pero antes brindemos con el cava
por las próximas horas felices que pasaremos sin la cruz
de la muerte.

Se puede ver una abundante selección de la poesía de Correyero en esta página: https://poetassigloveintiuno.blogspot.com/2010/12/2656-isla-correyero.html


Lo suyo sería poner uno de los cientos de canciones de navidad o llegada del nuevo año, pero como hace unas semanas mi amigo Trespa me remitió por segunda vez esta locura con Tomasito (¿es de goma?), Junior y Diego Carrasco, valga este fin de fiesta para “después de la última uva dorada”.



lunes, 16 de diciembre de 2019

Libertad de expresión


LIBERTAD DE EXPRESIÓN


Hace unas semanas tuve ocasión de ver el documental (“Gas the arabs”) que ha ganado el Goya 2019 en su versión de cortometraje (“Gaza”). Como fue una visión casi familiar, con uno de los directores, Julio Pérez del Campo, dispuesto a explicarnos los avatares de su realización, no solo “padecimos” la crudeza de unas imágenes que te sumergen en la ruina metáforica y real en la que el estado de Israel tiene sumida a la franja de Gaza, también conocimos de primera mano que la larga mano del lobby sionista pretende que eso, además, no se sepa.

Para empezar, Julio no entró en Gaza en calidad de documentalista, sino como biólogo, su profesión original. Cuando salió del país llevaba un trabajo aparente, fotos de huertas, parajes rurales, etcétera, y otro real, horas de metraje oculto que transformó en una película que no describe, únicamente expone imágenes de la barbarie que se está produciendo en la zona.

Viendo en el documental las atrocidades cometidas por el estado de Israel, uno entiende lo que el director nos explicó al acabar, a saber, la inicial grabación clandestina y la persecución posterior del film, que incluyó anulaciones de su programación en casi todos los festivales internacionales, las amenazas a los distribuidores (un cierto número mantuvo su dignidad y la proyectó) el silencio de las cadenas televisivas tras la concesión del premio (solo se pasó en las de Castilla La Mancha e Illes Balears, eso sí, a horas intempestivas) y la prohibición expresa del arzobispado de Madrid a que se proyectara en la parroquia de San Carlos Borromeo (https://www.elconfidencial.com/cultura/cine/premios-goya/2019-02-01/documental-gaza-iglesia-documental-prohibicio_1798402/).

La libertad de expresión no existe en las dictaduras. Si un periodista o un artista se pasa un pelo se le liquida y punto (caso Khashoggi – Arabia Saudí, por poner un ejemplo, hay cientos), pero de la que presumen los países democráticos se hace puré cuando las potencias colonizadoras (Israel es una estado en expansión a base de colonos que usurpan territorios a la fuerza) y los poderes económicos persiguen, prohiben o extorsionan cualquier expresión crítica.

Es curioso y alentador que Julio Pérez del Campo se mostrara esperanzado en el coloquio. Supongo que es porque una persona luchadora no se puede permitir ser pesimista.

Enlaces para ver la película en Youtube:



Además de los enlaces a las tres partes de la película, he incluido la valiente dedicatoria de Julio, en la entrega de su Goya, y música palestina, de la que me declaro analfabeto y he tenido que improvisar al redactar el blog. Espero haber acertado con un corte de la actuación en el Olimpya de tres hermanos laudistas llamado Trío Joubran.



lunes, 2 de diciembre de 2019

El nombre de los cines





EL NOMBRE DE LOS CINES

Para los pre-millenials, pero sobre todo para los hijos de la posguerra, los cines eran como santuarios lúdicos, el escenario de un paréntesis vital que nos salvaba de la grisura del momento. En apenas ocho manzanas de mi barrio barcelonés había hasta media docena de cines, y si alargaba la vista a la magnitud del barrio puedo recordar hasta una veintena.


Cine Texas, aún en activo
Hace tiempo dediqué un blog al nombre de las calles (https://charlievedella.blogspot.com/2013/12/el-nombre-de-lascalles-hay-quien.html), un tema que sigue siendo motivo de controversia cada vez que hay cambio en el poder municipal. También apuntaba allí que el mejor homenaje que se podía dar a Gabriel Aresti era eliminar su nombre de todo callejero, tal como él había demandado en uno de sus poemas, pero es una petición caída, de momento, en saco roto.

Como en el caso de las calles, muchos cines de Barcelona se vieron obligados a adecuar su nombre, fuera a la realidad republicana o franquista. El cine Urquinaona tuvo su ida y vuelta, al pasar a ser Cine Francisco Ferrer durante la república (en homenaje al pedagogo libertario Ferrer Guardia) y a Cine Borrás, en la dictadura, en referencia al actor Enric Borrás. El cine Manelic (personaje principal de “Terra Baixa”) pasó a llamarse Albéniz; El Esplai (simplemente inadecuado por ser un vocablo catalán) pasó a denominarse Alondra; y así una larga lista de salas.


Más recientemente, y por razones simplemente comerciales, el mítico Texas se llamó Lauren durante algún tiempo. Afortunadamente para mi memoria sentimental ha recobrado su nombre inicial y ahí sigue, con los fantasmas de mis amigos y familiares comiendo pipas y palomitas en sus butacas. Además de esa referencia personal, que puedo asociar a un estreno, a una novia, familiar o amigo, incluso a una redada (sufrí dos en pleno franquismo), los nombres de los cines tienen su porqué.

el Niza, desaparecido en 2005
el teatro-cine Olimpia, en Medina del Campo
Algunos propietarios no se comían mucho la cabeza. Si el cine estaba ubicado en la calle Pelayo o el Paseo Maragall, para qué inventar… Pero los había ligados a la modernidad que supuso el cine en el siglo XX y colocaron a sus salas los apelativos de Nuevo, Novedades, Moderno o Progreso. Los más “cinéfilos” homenajeaban a sus referentes, fueran estos Arkadín, Lumiére, Renoir o Casablanca. Los había americanófilos, supongo que también influenciados por la hegemonía hollywoodense, que recurrieron al renombrado Texas, Atlanta, Florida, Maryland, o simplemente América. Los grandilocuentes lo hacían a la excelencia, y así aparecieron en las carteleras los Excelsior, Delicias, Máximo o Regio Palace. Los imagino recordando su origen, fuera este Bailén, Roquetas, Mahón, Triana, o incluso más lejanos, Provenza, París, Nápoles o Niza, u homenajeando algún referente cultural, principalmente teatrales (no en vano algunos cines nacieron teatros o compartieron ambos recursos), y así subsistieron durante décadas los Alarcón, Calderón o Maragall, pero también los Clavé o Jaume I…

He dado un repaso a los cines de Barcelona, porque mi llegada a Bilbao coincidió con el inicio de la decadencia del negocio, tras la aparición de nuevos formatos, pero imagino que aquí o en cualquier ciudad la gente de mi edad tiene su propia lista e itinerario. Por mi afición al cine y a la arqueología urbana suelo fotografiar locales desaparecidos o en proceso (https://charlievedella.blogspot.com/2013/05/cinema-tognazzi-el-cinematognazzi-esta.html). Mías son las fotos del Texas y el Niza (veo en internet que ya del todo derribado), ambas de hace dos años, y la del Teatro Olimpia de Medina del Campo, de este mismo verano. La del Máximo es una auténtica maravilla que he cazado por ahí.


el Máximo cerró sus taquillas en 1972






El cine Máximo era el más cercano a la casa familiar, dos manzanas exactamente. También, por cierto, el más “pipero” de la zona (así calificaba mi padre a las salas más cutres): un vestíbulo destartalado, una platea con los muelles de las butacas al aire y un acomodador desaseado que hacía la vista gorda a cambio de una peseta. Con doce años de edad pude colarme a una sesión no tolerada junto a una docena de chicos y chicas con ganas de la libertad, ahora francamente naif, que destilaba “Qué noche la de aquel día”. Es sin duda uno de los mejores recuerdos de mi pre adolescencia.





lunes, 18 de noviembre de 2019

Buitres


LOS BUITRES 

SOBREVUELAN BILBAO

Mapa de alojamientos de AIRBNB en Bilbao 
(fuente Javier Gil)
AIRBNB, la empresa dedicada a la oferta de alojamientos turísticos sitúa a Bilbao como segundo destino en el ránking para 2020. En su página web (https://news.airbnb.com/es/el-top-20-de-2020-airbnb-revela-los-20-destinos-tendencia-del-proximo-ano/ ), que curiosamente no incluye una foto de Bilbao sino de Portugalete, habla de un aumento de un 402% de la demanda de estancias en su plataforma, solo por detrás de Milwaukee (Wisconsin).

La noticia podría enorgullecer a quienes vivimos en la villa, pero a mí particularmente me acojona. No solo porque coincide con el reciente desembarco de UBER, una empresa virtual que compite con las empresas del taxi a base de tirar precios a cargo de sus inversores, lo que hace que según un reportaje de la BBC no haya dejado de perder dinero en sus diez años de vida (https://www.bbc.com/mundo/noticias-50305163), sino por la experiencia negativa en otras ciudades.

Fundado hace solo 11 años AIRBNB ha tenido un crecimiento paralelo a la globalización del ocio turístico y a la depredación de los espacios públicos y privados, convertidos en un negocio extendido por 100.000 ciudades de todo el mundo. El eslogan es muy sencillo y aparentemente democrático y socializador: ¿si usted tiene un piso céntrico por qué no va a poder hacer el mismo negocio que las grandes cadenas hoteleras?
Mani contra el buitreo especulativo

No sé si ese fue el motivo de que CIU y el PP pactaran la desregulación del sector turístico en la Catalunya de 2007 (qué tiempos aquellos...) pero lo cierto es que diez años después de convertir a Barcelona en pionera del negocio del apartamento turístico, la ciudad tiene cerca de 30.000 alojamientos de esa categoría (https://www.elperiodico.com/es/barcelona/20181021/ganancias-mayores-propietarios-airbnb-barcelona-7099989 ). Pisos y apartamentos que, claro, han sufrido una importante concentración de la propiedad: un 13% de los propietarios, los llamados eufemísticamente “anfitriones”, poseen el 60%.

Pero volvamos a Bilbao. Si vemos los datos existentes, la ciudad, con apenas 500 ofertas, está muy lejos de caer en el agujero en que lo ha hecho la capital catalana, Madrid, Mallorca, isla en la que ya hay municipios con más oferta de pisos turísticos que habitantes, o la misma Donosti, que ya oferta más de 1.200 alojamientos, pero a la vista de la información de AIRBNB no nos relajemos, porque se trata de una mancha de aceite que crece exponencialmente cuando penetra, porque es un caramelo especulativo de primer orden.

Veamos: según expertos en el asunto un alojamiento medio de AIRBNB en Bilbao tiene unos ingresos medios de 2.420 euros mensuales, negocio redondo para cualquier propietario con una vivienda vacía, lo que, como es lógico, repercute en el precio de los alquileres ordinarios (en Bilbao el alquiler medio ya alcanza los 955 euros/mes, situándose cuarto en el ránking estatal), empuja a los propietarios a echarse en brazos de la plataforma y, consecuentemente, a los inquilinos a buscar techo en lugares lejanos y asequibles. Según datos del Banco de España el precio del alquiler ha subido un 50% en los últimos cinco años (https://cincodias.elpais.com/cincodias/2019/07/31/economia/1564596612_618229.html ).

Pero veamos también el chocolate del loro, a saber, lo que AIRBNB deja en las arcas públicas del estado (https://cincodias.elpais.com/cincodias/2019/09/27/companias/1569589163_495721.html): solo 86.000 euros en 2018, mediante el truco de facturar en España únicamente los servicios de marketing, y en Irlanda (paraíso fiscal), el grueso de los beneficios producidos por las comisiones que cobra a sus clientes.

Turistas llegando al Casco Viejo de Bilbao
Sin profundizar mucho más, algunas conclusiones: ¡OJO CON ELLOS! Si no se controla, Bilbao será, como otras ciudades hiper turísticas, un parque temático donde no hay ciudadanos, solo monumentos, tiendas de souvenirs y hostelería de franquicia con platos pre-cocinados. Ahora un poco de broma, siempre nos quedará el Athletic...

Pero antes me gustaría terminar haciendo una reflexión comparativa sobre algo que está en el candelero: si no es sostenible el sistema de pensiones ¿es sostenible el sistema de vivienda? Sí, ya sé ¿cómo poner en el mismo nivel un sistema público con un mercado privado?
Sin embargo, un dato: la Constitución Española garantiza ambos derechos en sus artículos 47 (“Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación”) y 50 (“Los poderes públicos garantizarán, mediante pensiones adecuadas y periódicamente actualizadas, la suficiencia económica a los ciudadanos durante la tercera edad”),ergo...
Bien, lo dejo ahí para ver si los “constitucionalistas” lo mastican y digieren con la esperanza de que luego no lo defequen en cualquier esquina.

Para interesados en el tema de la vivienda recomiendo recurrir a esta página: https://twitter.com/Gil_JavierGil, al día en materia de vivienda y etcétera.


Un poco de "Aire de la calle" de contrapunto, por cinco gamberretes de barrio: La Pandilla voladora (formada nada menos que por Muchachito, Tomasito, Lichis, Canijo y Albert Pla). Bueno, aire de la calle y olor a hierba...




miércoles, 6 de noviembre de 2019

Gafes


GAFES

Rosa Díez, gafe simple,
disfrazada de...??
Espero que el fichaje de Rosa Díez frene este domingo el auge en los sondeos del PP, dada su reconocida categoría de persona gafe y perdedora que acaba aniquilando casi todo lo que toca. Y si de paso arrastra al resto de la derechona cutre, albricias!!! porque lo del PSOE parece inevitable...

No es el caso, pero las personas gafes son atractivas por su exotismo y peculiaridad, aunque dé cierto yuyu cuando las conoces, tratas y tienes alguna relación personal o profesional. Durante varios años tuve esa relación con un informático que cada vez que tocaba A terminaba “jorobando” B. Evidentemente en broma, porque nada más lejos de mis intenciones que estigmatizar a un compañero, comenté en “petit comité” que era gafe. Mientras otra compañera le defendía, porque además de colega habían sido alumnos del mismo instituto, recordó que en el viaje de fin de curso el autocar les dejó tirados, creo recordar que en Turquía. Como es lógico nos entró la risa.

Imagino que acabamos endilgando a una persona meras casualidades. Por ejemplo, en ambos casos se podía acusar a la compañera y no al informático de esos accidentes, ya que también estaba presente en ambos escenarios.

 He estado buscando películas sobre gafes, porque no recordaba el nombre de una relativamente reciente, y he encontrado una lista más que potable.

Haré una primera referencia al gran clásico del cine español, “El gafe”, con un reparto que a la gente de mi época sonará a entrañable: José Luis Ozores, Antonio Garisa (al que nombro en un pequeño relato), María Isbert, Julia Caba Alba…No recuerdo su contenido, y eso que seguro que la vi más de una vez, pero con ese reparto sería difícil aburrirse.

La segunda, “The cooler”, que no he visto pero habrá que estar a ello, aborda la figura de la leyenda urbana del “enfriador” (traducción de cooler), un personaje contratado por casinos y salas de juego para cambiar el rumbo de la noche mediante artimañas diversas, en muchos casos una rubia despampanante que distraía al tahúr; el más directo, un gafe de reconocida solvencia, en este caso interpretado por el siempre efectivo William H. Macy

Horacio Quiroga, gafe de manual
El tercer encuentro es el de la peli que buscaba, tirando del recuerdo de que uno de los protagonistas era el también impecable Eusebio Poncela. “Intacto” es un thriller algo asfixiante con una maraña de gafes y supervivientes que creo aconsejable revisar.

En cuanto a la literatura he descubierto que uno de los pequeños narradores que más me impresionaron en su momento, Horacio Quiroga (Uruguay 1878-1937), fue un gafe de manual, dejando tras de sí varias decenas de suicidas, dos de sus cónyuges y él mismo, e incluso un homicidio involuntario, el de su amigo y colega, el poeta Federico Ferrando. Recomiendo recurrir a su biografía porque no tiene desperdicio.

Bueno, que la sangre no llegue al río, pero que la ex líder del PSOE y UPD cumpla con su condición de persona aciaga y nos libre, como dice el rezo, de todo mal, o por lo menos del peor de ellos...


No exactamente sobre gafes pero sí sobre malos farios esta canción de Manolo Tena que, como en otras ocasiones, asocio a viajes en coche con toda mi familia cantándola con más o menos tino o tono: “Tocar madera”.



miércoles, 30 de octubre de 2019

Cunliffe


UN POEMA DE DAVE CUNLIFFE 
PARA EL DÍA DE LOS DIFUNTOS

Vuelvo a un doble clásico para la ocasión. Publicar un poema sobre muertos y ver qué ha sido de poetas que en su momento fueron “antologados”.

En este caso se trata de David Cunliffe, nacido en Blackburn (Reino Unido) en 1941, e incluido en una selección de poetas ingleses de 1975 que he utilizado alguna vez por su diversidad.

Cunliffe en el centro en una presentación
Cunliffe es un tipo curioso que me ha recordado algunas experiencias personales de finales de los años setenta del pasado siglo (https://charlievedella.blogspot.com/2018/03/facebook-1.html). He buscado en internet qué fue de él tras una publicación que el mismo antólogo se cuestionó en su momento y apenas da señales de vida. En las primeras pesquisas solo he encontrado breves referencias a la revista que fundó junto a su novia, posterior esposa y divorciada, Tina Morris, y un par de fotos que reproduzco por lo que tienen de testimonio gráfico de la época.

Cunliffe enfrentándose a Enoch Powell
Más tarde, incentivado por la aparente desaparición de un señor que llegó a compartir páginas con autores muy reconocidos como Kingsley Amis, Geoffrey Hill o Philip Larkin, he encontrado un estudio dedicado a su obra y una nota final que lo ubica actualmente, ya con 78 años de edad, en la redacción de “Beat scene”, revista sobre la generación beat fundada en 1988.

El trabajo de Bruce Wilkison (Cultura oculta, historia olvidada -Penniless Press, 2017), estudioso y “conservador” de la obra de Cunliffe, repasa los únicos años de una actividad creadora que culmina con su detención en 1966, por publicación de poesía obscena. Desde ese momento hasta la noticia de su presencia en “Beat scene”, Cunliffe es un poeta fantasmal al que podría darse por muerto. Nunca mejor dicho.

Portada de PoetMeat
De procedencia humilde, casi marginal, vive de forma autónoma aún adolescente y se gana la vida trapicheando con las sustancias más de moda en los años cincuenta y sesenta, marihuana, heroína, LSD...hasta que conecta por esa vía con la bohemia que se refugia en el Soho londinense.


última portada de Beat Scene
Su politización en los primeros años sesenta le lleva a aparecer en marchas y manifiestos antinucleares de carácter anarquista, y ya en 1963 a crear la revista POETMEAT (¿poeta carnal?), casi principio y fin de su obra poética.

“Poetmeat” era un pequeño panfleto de pocas páginas e impresión artesanal que se vendía por un chelín en pubs, tugurios y envíos postales a unas centenas de seguidores que también escribían poesía, practicaban sexo libre y participaban en movimientos alternativos. Su exotismo y singularidad hace que esas revistas se pueden comprar actualmente por entre 45 y 100 libras.

Y bien, el poema elegido pertenece a uno de sus contados libros, “Night book of the mad”, publicado en 1964, que por su fuerza expresiva creo que ni piripintado para la ocasión.



LAS VIDAS Y LAS MUERTES DE UNA RAMERA

Ellos desfilan lentamente a través de tu vida y han probado
la piel estirada y reseca de tu gastado cuerpo, resplandeciendo
suavemente en la noche mientras te penetraban.

Nunca vieron tus muslos desnudos, magullados, apaleados estúpidamente
entre los suelos fríos y de barro; humedecidos débilmente con esa rancia orina;
absorviendo los vinos poco a poco a través de la espesa frazada marrón
y las sábanas delgadas y manchadas de amor.

Has muerto joven, sin cariño,
y tu desalentadora tragedia es que a los que
que han sido sensibles a tus necesidades y a nosotros,
que te hemos visto morir, ni siquiera nos importa.


Pese a la rebeldía de Dave Cunliffe, el hit número uno del Reino Unido en 1964 no pertenecía a los Rolling, Beatles o Kinks. Era esta empalagosa balada interpretada por un olvidado Jim Reeves. Es posible que esto se debiera a que el cantante falleció ese mismo año en un accidente de avión, tras una exitosa gira por Irlanda e Inglaterra.

Joee...con tanto muerto me ha quedado el blog la mar de lapidario.



jueves, 10 de octubre de 2019

ABATIDOS


ABATIDOS

EL TARAJAL

Pensaba que el Estado había asumido que el deleznable episodio de la playa de El Tarajal merecía una depuración de quienes, por activa o por pasiva, provocaron la muerte por ahogamiento de quince emigrantes en 2014. Por el contrario, la Abogacía del Estado ha recurrido el procesamiento de 16 guardias civiles iniciado por un Juzgado de Instrucción de Ceuta, cuya jueza había señalado de modo impecable que “la protección de la frontera...no puede dar pábulo a sobreentender, ni remotamente, que las fronteras o espacios entre las mismas son zonas de excepción en relación a los derechos humanos".

Pues bien, el recurso de la abogacía del estado se basa en tres elementos que, siendo suave, me atrevo a calificar de pintorescos: 1) los hechos se produjeron tras un intento de traspasar la frontera en avalancha 2) las muertes se dieron en el lado marroquí y 3) ninguna de las muertes fue directamente provocada por agentes de la guardia civil.

Como no soy jurista no sé si de esas afirmaciones se puede derivar algún atenuante, bienvenida sea, pero 1) ¿se quiere decir que tras una avalancha los cuerpos de seguridad tienen barra libre? 2) En el caso de admitir que las muertes fueron provocadas por la actuación de los agentes imputados, ¿tiene alguna importancia que aquellas se produjeran en territorio extranjero? y 3) por mi experiencia como nadador en mar abierto sé lo difícil que es mantener la calma, la respiración, en situaciones complicadas (en mi caso el oleaje, la desorientación…), en el caso que nos ocupa, además de eso, ser recibidos desde la orilla con pelotas de goma, aunque éstas no fueran a dar; en consecuencia, ¿se puede decir que semejante recibimiento no tuvo nada que ver con la muerte por “anoxia anóxica” (ahogamiento) de los emigrantes?

Tengo que advertir que no soy un radical en este tipo de temas. No creo que los policías o los guardias civiles sean seres perversos a los que simplemente les va la marcha. Los hay, seguro que los hay, pero creo que si ocurren estas cosas es porque hay mandos que las auspician y abogacías del estado dispuestas a no depurarlas.

Este caso, que de verdad creía ventilado, y la actitud nociva de la abogacía ante algo tan natural en un estado democrático como es aceptar el error, la negligencia, el delito, llámese como se quiera, me ha empujado a dedicar el blog al palabro que lo encabeza, ABATIDOS, ese eufemismo tan en boga desde hace años para amparar determinadas acciones más que discutibles de cuerpos de seguridad de procedencia varia.


¿VUELTA A LA LEY DE FUGAS?

Es evidente que Eduardo Dato fue un legislador creativo. No solo se le conoce por ser el promotor de la primera normativa de seguridad social, la Ley de Accidentes de Trabajo del año 1900. Ante el creciente auge de los movimientos sindicales, principalmente en Barcelona, Dato, en su condición de presidente de gobierno de España, firmó en 1921 la denominada Ley de Fugas, un engendro que permitía asesinar a toda persona que “huyera” de las fuerzas del orden, en aquel momento a decenas de sindicalistas de la CNT. Por cierto, él mismo fue “abatido” tiempo después por un grupo de anarquistas.

Casi 100 años después el espíritu de esa ley se ha extendido por toda Europa, incluido el Estado Español, donde demasiado a menudo ni siquiera se intenta detener a los “terroristas”, supuestos o no, sino que simplemente se les “abate” sin más remilgos por policías bien pertrechados y protegidos por infinitas medidas de seguridad. Lo peor es que se aplaude esa actuación, y en algún caso hasta se condecora a sus artífices con el silencio casi unánime de los partidos políticos y medios de comunicación, que anuncian que los terroristas fueron ABATIDOS con una banalidad insultante. Me ha parecido curioso, yo diría que molestado por defecto, que uno de los pocos artículos que denuncia esta lacra haya sido publicado en un periódico de derecha dura con la firma de Amando de Miguel.

Y bien, como dicen que una imagen vale más que mil palabras he creído conveniente acompañar el texto con dos videos, ambos de sobra conocidos: El primero es un excelente trabajo de Diario.es sobre lo sucedido en El Tarajal, y pone de manifiesto el “bananerismo” de los diálogos de los agentes de la guardia civil y el cinismo de los responsables políticos, principalmente del ex ministro Fernández Díaz.

El segundo no se produce en una ciudad de Texas. Los policías no son blancos supremacistas a la caza de un delincuente negro que se defiende con un cuchillo. Son mossos de escuadra “abatiendo” a uno de los terroristas del atentado de Las Ramblas. Se trata por lo tanto de un asesino, cierto, en un clima de emoción desatada, cierto, aparentando que llevaba explosivos, cierto, pero según nuestras leyes y principios morales, alguien que tenía el derecho a ser detenido y poder defenderse ante un juez. Quizás, incluso a reisentarse, pero nunca a ser cazado con las normas de la denostada Ley de Fugas.


He recordado para la ocasión a este grupo mestizo, No Blues, que tenía olvidado y del que me entero que hace dos años perdió a su alma máter, el holandés Ad van Meurs. No eran virtuosos, pero esa mezcla acústica de blues y música árabe que ellos llamaban “arabicana” tenía un encanto muy especial.



lunes, 23 de septiembre de 2019

Dignidad


DIGNIDAD

En la huelga anterior nos habían pegado un revolcón, de modo que Aznar no se cortó y volvió a congelar los salarios de los empleados públicos. No solo no habíamos conseguido llenar la sala de la asamblea, sino que el personal estaba desanimado y la mayoría de las intervenciones eran pesimistas. En aquel ambiente desolador una compañera apeló a la dignidad de los trabajadores y trabajadoras con palabras de contenido ético. Poco después, otro trabajador le contestaba que eso de la dignidad estaba muy bien pero que cuando iba a la pescadería o la frutería le pedían dinero, no dignidad, y que una huelga sin resultados era perder una parte de la nómina a cambio de nada. Para nuestro desconsuelo el compa se llevó una cerrada ovación y pocos días después la huelga se ventiló con una nueva derrota.

He pensado más de una vez en esa experiencia y sigo pensando que el compañero no tenía razón en despreciar la dignidad, por un razón sencilla. Los empleados y empleadas públicas nos jugábamos cierta apretura para pagar la hipoteca, quizás las vacaciones, retrasar la renovación de la cocina, pero teníamos el trabajo y un salario de subsistencia garantizado, es decir, podíamos seguir yendo a la frutería y a la pescadería sin necesidad de decirle al tendero: no te puedo pagar pero no sabes lo digno que soy.


En aquellos tiempos solíamos desfilar detrás de una pancarta que exigía salarios dignos, ahora, años después, nos colocamos frente a una pancarta para reivindicar pensiones dignas, pero ¿qué es la dignidad? ¿Qué distingue lo digno de lo indigno?

entrada de la benefactora o Colonia Dignidad
Pues bien, este verano he leído una de las novelas que Xabier Zabalo ha escrito sobre su experiencia en la actual República Democrática del Congo, más en concreto en su capital Kinsasa. La novela se subtitula “la hora de la gente honrada aún no ha llegado” y describe un universo de manguis, delatores y funcionarios corruptos, vamos, de gente indigna, que o humilla o se deja humillar. No hay en ese universo devastado ni una persona honrada, ¿sinónimo de digna?

No creo que pueda haber dignidad ni honradez allí donde las personas no pueden ir a la pescadería o a la frutería sin otro objetivo que salir corriendo con una pescadilla o un manojo de plátanos, allí donde la subsistencia tiene prioridad sobre la ética, pero sí entre quienes podemos permitirnos el lujo de ni humillar ni dejarnos humillar.

En todo caso parece que la palabra dignidad es, como tantas otras, un concepto demasiado abstracto y por tanto interpretable. En 1961 un nazi prófugo, Paul Schäfer, fundó en Chile la llamada Colonia Dignidad, un asentamiento pseudo-religioso que acabó siendo condenado por pederastia y tráfico de armas, además de convertido durante la dictadura de Pinochet en centro de detención y tortura.

Este verano he rescatado un CD de música sokous (rumba congoleña) que grabé hace unos años, y aquí viene que ni pripintado un corte de Bakolo Music International, lo que queda de la que fundara Papa Wendo (1925-2008) en los años cincuenta del pasado siglo (Victoria Bakolo Miziki)





sábado, 7 de septiembre de 2019

Orduña


ORDUÑA, 1.200 METROS CUADRADOS 

DE MEMORIA POPULAR

Si te metes en los casi incontestables oráculos de internet, la historia de Orduña es, como siempre, una sucesión de fechas e hitos con apellidos ilustres. Que si primeras referencias en la época de Alfonso III; que si fundada por Lope Díaz de Haro en 1229; que si reconocida como ciudad en 1467 por Enrique IV; incendio en 1535; creación de la aduana en los reinados de Carlos III y IV y…

Cuando los hitos, con la funesta excepción del campo de concentración, por el que pasaron miles de prisioneros republicanos entre 1937 y 1941; digo que cuando los hitos pasaron a mejor vida, por la desaparición de la aduana en el siglo XIX y la decadencia consiguiente, no parece que haya más historia que narrar.

Aquí empieza o sigue, sin embargo, su verdadera historia, la real, la de las personas que la levantaron, sufrieron, disfrutaron…

La pasada primavera, con el esfuerzo desinteresado de un grupo nutrido de orduñes@s y el amparo del ayuntamiento actual, abrió sus puertas el Centro de Exposiciones “Orduña Hiria”, 1.200 metros cuadrados de memoria popular.

Cuando algun@s amig@s que han participado activamente en su creación me hablaron de ello, pensé en un pequeño museo que recopilara trastos en desuso y documentos amarilleados antes de ir al contenedor. No imaginaba para nada que la voluntad y el orgullo ciudadano fuera capaz de convertir lo que fue escuela y luego biblioteca en un centro expositivo de semejantes proporciones y una riqueza cultural incuestionable.

No aparecen en él esos grandes señores de la historia con mayúsculas, pero sí los nombres y apellidos de pequeños empresarios, trabajadoros y artesanos de los tres últimos siglos, precisamente cuando esa historia con mayúsculas dio la espalda a la ciudad.


Comparten ese lugar entrañable, junto a un espacio arqueológico especialmente potente, confiteros, cereros, músicos, carpinteros, zapateros, labradores y yeseros de apellidos reconocibles para el orgullo de sus familias y de quienes, aunque foráneos, amamos a Orduña.

Acompaño enlace a la web ( https://www.orduñahiria.org ) e invito a quienes a menudo olvidan esta ciudad lejana a visitarla. Vale la pena.


Estos días, oyendo una recopilación de cantantes italianos, he tropezado con esta bella canción de Gino Paoli, que me parece adecuada para la ocasión, “L´ufficio delle cose perdute” (La oficina de las cosas perdidas), que he traducido y dado forma con la ayuda de Fabrizio, gran amigo romano.





L´Ufficio delle cose perdute

Nella grande tartaruga


con i tetti a scaglie 
grige
si rincorrono gli odori


i colori

le puttane

n
el gran ventre del paese
ci son posti che
sono strani


certe volte 
anche per me 
Sulla strada che val al porto


dopo un’arco c’e' una piazza


sempre piena di bambini


qualche gatto

un vu cumpra'
tra un negozio di bottoni 

e un tizio che si fa'


c’e' un ufficio senza targa e senza eta'


ed e' un ufficio del vento


cose perdute quelle

che son sparite in fondo


a qualche momento chiuso


Ed e' un ufficio pieno

di vecchie cianfrusaglie


di giorni poco usati e di candeline


di un’altra eta'


Sono andato li a cercare


i capelli che ho perduto

il sorriso di mio padre


ed il canto di un amico
voglio indietro i miei vent’anni
e le speranze in piu'


voglio l’albero dei come

e dei perche'


Ma dentro quel momento


non c’e' nel mio giardino


l’albero che ho piantato


qualche anno fa'
per sempre


Ma nell’ufficio delle

cose perdute devo


in cambio dei vent’anni


ridare tutto
 tutto quello che ho 

E ritorno piano a casa


con le rughe ed i pensieri


lascio li' i miei vent’anni

capelli, i sogni in piu'


mi va bene rimanere


con quello che ho torno a casa


apro la porta

ci sei tu e ci sei tu e ci sei tu.

La oficina de las cosas perdidas

En la gran tortuga
con techos de escamas grises
se persiguen los olores,
los colores
y las putas.
En el gran vientre del país
hay lugares extraños,
algunas veces
hasta para mí.
En el camino que va al puerto,
tras un arco, hay una plaza
siempre llena de niños,
algunos gatos,
un  vendedor ambulante.
Entre una tienda de botones
y un  fulano que se droga
hay una oficina sin registro y sin edad,
una oficina de viento
que tiene al fondo objetos perdidos,
desaparecidos en tiempos pasados.
Es una oficina llena
de viejos perifollos,
de días inútiles y velitas
de otra edad.
Fui allí para buscar
el pelo que he perdido
la sonrisa de mi padre
y la canción de un amigo.
Quiero volver a mis veinte años
con sus grandes esperanzas.
Quiero el árbol del cómo
y del por qué,
pero ya no está
el árbol que planté
para siempre
en mi jardín
hace unos años,
en la oficina de las
cosas perdidas debo
devolver todo, todo lo que tengo 
a cambio de esa edad.
Regreso a casa lentamente
con mis arrugas y mis pensamientos
Dejo allí mis veinte años,
el  cabello, los grandes sueños...

Debo conformarme
con lo que vuelvo a casa.
Y cuando abro la puerta
estás ahí, estás ahí, estás ahí...