jueves, 3 de febrero de 2022

Laura Nyro

 DESCUBRIENDO A LAURA NYRO

Hace algo más de un mes mi amigo Enric me recomendó, entre otras perlas y para mí descubrimientos, a Laura Nyro (New York 1947-1997). Conocía su nombre y creía haber escuchado alguna cosa de ella, pero no sé porqué la asociaba a ese tipo de cantantes americanas de gran calidad vocal pero principalmente aupadas por buenas producciones que parte de nuestra generación rehuye por prejuicio. Gran error, porque Nyro no responde exactamente a ese perfil.

De entre su obra Enric me destacó “New York Tendaberry”, disco de 1969, de modo que con la oferta entre las manos me he dedicado a escuchar ese LP y algunos más de la extensa, posiblemente completa obra musical de Nyro en Spotify.

Además de la cualidad del consuelo, que recordando al poeta Margarit repito casi cada vez que hablo de música, sabemos que ésta amansa a las fieras, no lo suficiente, porque es sabido que algunos carniceros nazis eran melómanos, pero sí para que un bebé de semanas deje de llorar cuando le canta su hermano de cinco años. Es empírico, lo he experimentado varias veces con mis dos pequeños nietos. Pero estas dos cualidades no son las únicas, desde luego.

Y es que al escuchar “New York Tendaberry” y otros discos de Laura Nyro he vuelto a comprobar que la percepción de una obra artística, en este caso musical, es, aparte momentos, situaciones, estados de ánimo, etc., muy distinta cuando alguien como Enric es capaz de leer su sintaxis que cuando uno, es mi caso, es un oyente “distraído”, alguien que solo percibe el resultado pero desconoce los entresijos, me atrevería a decir que hasta los “trucos” de la obra.

Tras las primeras escuchas me daba vergüenza decirle a Enric, músico y por lo tanto con capacidad de entender la complejidad del disco, que prefería el que la cantante tiene con el trío Labelle, supongo que porque enseguida reconoces e incluso tarareas varias de sus canciones, que luego descubres o confirmas son versiones de Shirelles, Marvin Gaye, Smokey Robinson y, alto ahí, del ”Spanish Harlem” de Ben E. King.

He vuelto a “New York Tendaberry” y como siempre que oyes una obra complicada me ha ido atrapando a base de escucharla con mayor detenimiento. Con una base fundamental de piano, rota solo esporádicamente por otros instrumentos pero principalmente por la voz desgarrada, a veces excesiva de Laura Nyro, sabes que ahí está pasando algo importante, quizás hasta decisivo para la intérprete.

Bueno, quería disculpar mi primera impresión de oyente simple y recomendar leer, escuchar, indagar, buscar más allá de lo aparente, en este caso una obra musical de gran calidad emocional, sobre todo a los jóvenes que tenéis una vida para disfrutar de la belleza por delante. 

Incluyo el texto de la canción que da nombre al LP, traducido por otra amiga, Victoria, y enlace a su totalidad, que espero dure, porque últimamente YouTube está limitando su acceso más de la cuenta.

Tendaberry* de Nueva York 
Arándano
Un subidón de ron
De pincel y tambor
Y el pasado es una nota azul
Dentro de mí
me escapé por la mañana
Tendaberry de Nueva York
Arándano
Alfombras y cortinas y drogas
y capas
Dulces niños en barrios marginales hambrientos
explosión de petardos
y se cruzan
y se hacen polvo
y  patinan
Y llega la noche
me escapé por la mañana
Ahora estoy de vuelta
Desempaquetada
Acera y paloma
pareces una ciudad
Pero te sientes como una religión
A mi
Tendaberry de Nueva York
baya verdadera  
perdí mis ojos
Yo viento de los cielos del este
Aquí donde he llorado
donde he intentado
Donde Dios y el tendaberry se levantan
Donde cuáqueros y revolucionarios
Se unen de por vida
durante años maravillosos
Unidos de por vida
A través de lágrimas de plata
Tendaberry de Nueva York

*parece referirse a una bebida alcohólica hecha con arándanos