lunes, 1 de diciembre de 2025

Bluff

CARLOS GÓMEZ CARRERA 

LAS CARICATURAS LAS CARGA EL DIABLO

Ahora que está tan de moda la revisión del franquismo, convertido de pronto en un periodo en el que todo dios era libre y feliz, tenía piso y coche en propiedad, algo que solo empezó a darse en sus últimos estertores, vale la pena descubrir la crueldad con que se abrió paso al iniciar su singladura en 1939.

Uno de esos casos es el del dibujante gráfico Carlos Gómez Carrera (Madrid 1903-1940), alias Bluff. Ilustrador naif en sus comienzos, dedicados principalmente al cuento infantil, viñetista en los semanarios “Muchas gracias” y “Gutiérrez”, ficha por el periódico “La libertad”, considerada la publicación progresista de Juan March, hasta que éste la vende en 1934. Es en ese periodo, inmediatamente anterior a la sublevación fascista, cuando Bluff deriva hacia una creación más politizada, si bien siempre dentro de los límites del humor gráfico, sobre todo como uno de los colaboradores estrella de la revista “La Traca”, propiedad del editor republicano Vicent Miguel Carceller (Valencia 1890-1940).

La Traca, fundada en 1884, fue una revista valencianista y anticlerical por la que pasaron conocidos autores como Zamacois o Blasco Ibáñez. Según algunos historiadores la publicación llegó a tener una tirada de medio millón de ejemplares, con una distribución en catalán y castellano que alcanzaba toda la península. 

En La Traca, un Bluff muy comprometido con la causa republicana convierte al depuesto Alfonso XIII y a Hitler y Mussolini en dianas principales de sus sátiras gráficas.

Tras el golpe militar de 1936 el dibujante se ceba en Franco, al que caricaturiza como un militar afeminado. Hay que pensar que en algunos ambientes africanistas éste era conocido con el alias de “la culona” y que la homofobia u homobroma también impregnaba entonces el imaginario “progresista”. 

Detenido junto a Carceller nada más acabada la contienda, consigue inicialmente una redención de penas por trabajo penitenciario, pero su carácter siempre inquieto le incita a publicar una tira cómica en la revista del penal, cínicamente denominada “Redención”. Parece que la aparición de un fulano con el puño en alto y una estrella de cinco puntas en una de sus viñetas despierta la búsqueda de su pasado y remueve el afán de venganza de los franquistas, quizás del propio dictador, por la portada de La Traca.

El caso es que, tras un juicio sumarísimo, el 28 de Junio de 1.940 un camión recoge de la cárcel Modelo de Valencia a siete presos, entre ellos a Bluff y a Carceller con un destino conocido: el paredón del campo de tiro de Paterna, sito frente el Cementerio de la misma localidad, donde ambos serán fusilados y enterrados en una fosa común.

Carceller

Sería injusto cerrar este blog de homenaje a Gómez Carrera, pero también a Carceller, sin citar un hecho ejemplar. El caso es que nada más ser detenidos, los instructores franquistas se centran en conocer la identidad de otro de los colaboradores de La Traca, el que se esconde tras el seudónimo de Tramús o Marqués de Sade, dibujante especializado en temas eróticos. Pese a ser torturados durante días – a Carceller le obligan a comerse literalmente un ejemplar de la revista– no consiguen hacer que canten el nombre real de Tramús, que no es otro que el del ilustrador Enrique Pertegás (Valencia 1894-1962). Este no solo salvará su vida, sino que seguirá publicando, ahora ya cosas inocuas, como un famoso y reconocido tebeo de la época, “Silac, el hombre león”, hasta su fallecimiento en 1962. 

En la época franquista las caricaturas las cargaba el diablo…

Creo que es la primera vez que traigo al blog a los Clash, así que valga este video basado en su "Spanish bombs" como desagravio.