miércoles, 12 de octubre de 2016

UN POEMA DE GIL DE BIEDMA 
DE APABULLANTE ACTUALIDAD

Han pasado casi sesenta octubres y el poema conserva un sonido demasiado actual. O no?



Gil de Biedma más o menos por aquellos tiempos
NOCHE TRISTE DE OCTUBRE, 1959

Definitivamente
parece confirmarse que este invierno
que viene, será duro.
Adelantaron 
las lluvias, y el Gobierno,
reunido en consejo de ministros,
no se sabe si estudia a estas horas
el subsidio de paro
o el derecho al despido,
o si sencillamente, aislado en un océano,
se limita a esperar que la tormenta pase
y llegue el día, el día en que, por fin,
las cosas dejen de venir mal dadas.
En la noche de Octubre,
mientras leo entre líneas el periódico,
me he parado a escuchar el latido
del silencio en mi cuarto, las conversaciones
de los vecinos acostándose,
                                          todos esos rumores
que recobran de pronto una vida
y un significado propio, misterioso.
Y he pensado en los miles de seres humanos,
hombres y mujeres que en este mismo instante,
con el primer escalofrío,
han vuelto a preguntarse por sus preocupaciones,
por su fatiga anticipada,
por su ansiedad para este invierno,
mientras que afuera llueve.
Por todo el litoral de Cataluña llueve
con verdadera crueldad, con humo y nubes bajas,
ennegreciendo muros,
goteando fábricas, filtrándose
en los talleres mal iluminados.
Y el agua arrastra hacia la mar semillas
incipientes, mezcladas en el barro,
árboles, zapatos cojos, utensilios
abandonados y revuelto todo
con las primeras letras protestadas.

Aunque parece que Gil de Biedma quiso adelantar el invierno a octubre, un curioso o premeditado? despiste, el otoño es el otoño, así que no me he comido mucho la cabeza y me he ido directamente a buscar alguna de las cientos de versiones de “Autumn Leaves” (versión americanizada de “Las hojas muertas”).

Pues bien, solo 9 meses antes de morir víctima de un terrible melanoma a los 33 años, Eva Cassidy la interpretó tal que así.