PISCINAS (1)
No
hace tanto que usé un montaje audiovisual de “El nadador”,
swining movie a la mayor gloria de un Burt Lancaster que se recorría
todas las piscinas de su localidad, lo que me ha animado a calmar mi
pasión por el medio con mi propia travesía histórico-virtual.
También para una cierta revisión arqueológica de la Barcelona
desaparecida.
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Vestíbulo de la antigua piscina del CNC en la Travassera de Gracia |
La
primera pileta (palabra en franco desuso) en la que me bañé casi
niño era una cesión de Baños Populares de Barcelona al Club
Natació Catalunya (CNC). Ubicada junto al cine Delicias, exhalaba un
penetrante olor a cloro que alcanzaba la acera de la Travessera de
Gracia de Barcelona. Recuerdo el vestíbulo y la zona de acceso como
un decorado con cierto empaque arquitectónico,
pero los vestuarios, con el suelo
permanentemente mojado,
eran más
bien cuarteleros. Teniendo en cuenta que
ahora busco piscinas poco concurridas, en las que hacer decenas de
largos sin compartir calle, no recuerdo que éstas
estuvieran separadas por corcheras, de
modo que en
aquel caos espacial los bañistas se
dedicaban más a jugar que a hacer deporte. Tengo que confesar que
eso era precisamente lo que buscábamos.
La
piscina fue cerrada y convertida en un local de baile llamado
Trocadero, muy conocido en su
época y también desaparecido.
Entré contadas veces en esa discoteca, pero recuerdo haber visto
allí a un grupo de rock progresivo llamado OM, que lideraba Toti
Soler, y a Donna Hightower cantando
jazz con bastante dignidad.
“Piscinas
y Deportes”, en la otra punta de la ciudad y hoy día una de sus
zonas más caras, era, con los baños de playa de la Barceloneta, el
espacio lúdico del verano. Se trataba de un complejo de tres
piscinas, campos de fútbol y amplias zonas ajardinadas que absorbía
a bañistas venidos de los barrios populares,
en los que no había este tipo de servicios.
Nadar,
lo que se dice nadar, era prácticamente imposible entre cientos de
jóvenes y niños que gamberreamos
sin descanso. Sí recuerdo que en una de las piscinas había un
trampolín con varias palancas desde el que, con peligro evidente, se
tiraban los atletas más
aguerridos.
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Piscinas y Deportes |
Ya
más mayor jugué a menudo a fútbol en uno de sus campos de tierra,
normalmente bastante bien cuidados en comparación con los cercanos
del Remedios o San Juan de Dios. Este
último no solía usarse habitualmente. Recuerdo que en una ocasión
uno de los extremos se tropezó en una internada con un objeto duro.
Se trataba de una bicicleta abandonada entre hierbajos. Tal
era la conservación del campo de juego.
El CNC (https://www.cncatalunya.cat/cat/seccio/veure/7),
que con anterioridad había residido en la Barceloneta, consiguió
sobrevivir a partir de los años ochenta
junto al Parc
Güell, y allí sigue.
Fue entonces, cuando
empezaba su
momento de mayor gloria gracias a
varios campeonatos y
subcampeonatos de
Europa de waterpolo,
cuando me hice socio. Por entonces aún
se podía correr por los caminos del parque con cierto desahogo y
luego ir a nadar rodeado de tíos como torres que hacían centenas de largos sin descanso.
Seguirá...
La
casualidad ha hecho que hace unos días viera “Cegados por el sol”,
versión moderna de “La piscina”, en
la que un desatado Ralph Fiennes ofrece una de sus mejores
interpretaciones. He aquí su
bailoteo a cuenta del “Emotional rescue” de los Rolling. BUFFF!!!