sábado, 23 de diciembre de 2023

Rafael Azcona

 UN ROMANCE DE RAFAEL AZCONA PARA EL AÑO NUEVO

Tengo que decir que para un ateo y apóstata como soy, la imagen de la navidad es la que más me reconcilia con la herencia cristiana en la que fui educado y todavía nos envuelve, aunque siga siéndolo en sus peores ejemplos. Me refiero, claro es, a la imagen inicial, la de una pareja pobre que se refugia en un establo para que ella, María, una mujer galilea que ha quedado encinta sin haberse desposado, de a luz a un pequeñajo destinado a convertirse en futura leyenda.

Que Rafael Azcona (Madrid 1926-2008) era “navidadista” parece evidente, y así lo demostraba en “Plácido”, considerada su obra maestra como guionista, pero desconocía su faceta poética y evidentemente los tres “romances ingenuos” que dedicó a las fiestas navideñas. Tampoco es de extrañar, porque hay facetas de su vida profesional desconocidas, como las de su debut como escritor de novelas románticas en la Editorial Cid y el seudónimo de Jack O´Relly.

Publicados en la revista literaria Codal a principios de los años cincuenta del pasado siglo y compendiados en la edición de su poesía completa, “No canto porque existo, existo porque canto” (2012), me ha sido imposible acceder a su totalidad, imagino que porque la tirada fue de solo 300 ejemplares y no hay copia digital accesible. Pero la curiosidad del caso, la atractiva personalidad de Azcona y el oportunismo me han empujado a que sea él, aunque sea solo con trazos incomplertos de uno de los tres romances, quien protagonice el blog dedicado a la efeméride del nacimiento del judeo-palestino Jesús (las traiciones de la historia y la papiroteca), y en este caso concreto a la entrada del nuevo año.


Unos, borrachos perdidos;

otros, con aire solemne;

éstos, con ávido gesto;

esos, con risas alegres…

Doce campanadas, doce.

Doce uvas. Doce meses.”

[…]

¡Año nuevo! ¡Vida nueva!

Y algunos –¡pobres!– lo creen.”


( “Nochevieja”, 1950).


El bello villancico que Shane McGowan dedicó a una pareja de irlandeses perdidos en Nueva York una nochebuena de los años ochenta ya estuvo en el blog en su versión original. Ahora vuela de nuevo en la impresionante despedida que el pueblo de Dublín dedicó a Shane tras su muerte hace solo unos días. 

https://youtu.be/2PM3uCShlk4