lunes, 17 de febrero de 2020

Urkullu


URKULLU Y EL VERTEDERO VASCO


Urkullu con gesto preocupado
El pasado 5 de febrero el lehendakari Urkullu estaba en su zénit político. Ese hombre de movimientos seguros, capaz de articular discursos sin necesidad de chuletas, poco tenía que ver con quien heredó la makila en 2012. Funcionario gris de la Diputación Foral de Bizkaia, en sus primeras intervenciones parecía imitar al rey emérito y estar destinado a protagonizar la etapa más opaca del partido que fundara Sabino Arana, pero ocho años más tarde, flanqueado por una terna de excelentes comunicadores (Ortuzar, Erkoreka, Esteban) y sustentado en centenas de buenos gestores formados en colegios y universidades cercanas al partido, su imagen es la de un hombre de estado que flota por los escenarios políticos con aire de suficiencia.

Todo se torció al día siguiente, el 6 de febrero, cuando entre tres y cuatro mil metros cúbicos de tierra y escombros cayeron sobre la autopista AP-8, el eje que une Donosti y Bilbao, y como una cruel metáfora sobre el lehendakari Urkullu y su gobierno.

Imagino que en ese momento ya había decidido adelantar las elecciones
el vertedero (fuente RTVE)
autonómicas al 5 de abril, una decisión que, a la vista de lo ocurrido estas últimas semanas, ha podido convertirse en un error, porque a la hora de redactar estas líneas el cuerpo de dos trabajadores sigue bajo los escombros. Ahora sabemos, además, que estos contienen elementos peligrosos como el amianto y otros residuos no autorizados que empezaron a arder a los pocos días, y los pueblos del entorno y una parte de la sociedad vasca se han rebelado por la falta de reflejos del ejecutivo y lo que califican de “falta de humanidad” del lehendakari. Algo que intenta paliar los últimos días con una avalancha de información “dulce”.

La Comunidad Autónoma Vasca contiene vertederos reales, como el que ha provocado la muerte de los dos trabajadores, y cientos de pequeños vertederos con residuos morales: corrupción institucional, caciquismo, y una inmensa e inagotable red de clientelismo diseminado por las distintas administraciones, corporaciones, pueblos y ciudades de la geografía del país.

Hablar de esto en la sociedad vasca es complicado. Tal es el nivel de auto complacencia conseguido por lustros de gobierno del PNV, con una televisión dócil y unos medios de comunicación que hablan en sordina, que el ciudadano medio no da pábulo a que sea el tercer partido con más casos de corrupción del estado, tras PP y PSOE. Sabe que conviene llevarse bien con el partido sea cual sea la actividad a la que uno se dedique, más si se quiere hacer carrera en la administración y que, en este supuesto oasis, los políticos amortizados también disponen de amplias puertas giratorias, solo hay que echar un vistazo a los consejos de administración de Iberdrola, Petronor o Enagas, pero lo ve como algo menor en comparación con los grandes casos de corrupción en el estado. Ese ciudadano medio, principalmente el que le vota, disculpa que en un país pequeño como este el PNV sea el partido que ha recibido más donaciones privadas y anónimas desde 1992 hasta la fecha, siete veces más que el PSOE en todo el estado. Huele mal, pero ¿por qué no van a ser más generosos y altruistas los simpatizantes del partido en el poder?

La nómina de casos de corrupción es innumerable solo desde el año 2000: casos Ibarra, Bravo, Cearsoro, Balenciaga, Zabalgarbi, Pagaldai, Telerría, De Miguel, Fonorte, Margüello, Urazca, Hiriko, San Antonio, Bakio d´Or, Alonsotegui y los diversos fraudes en las oposiciones de Osakidetza. Casos que han imputado y condenado hasta a doce ex-alcaldes, además de un ex-senador, un ex-vice lehendakari y numerosos cargos intermedios del PNV, pero que aparecen siempre como de menor importancia que los que puedan producirse en el estado.

Manifestación (fuente El Insurgente)
El vertedero vasco no solo contiene residuos tóxicos amagados entre pinos. Es un modelo social no tan diferente del que pueden tener otras comunidades con gobiernos de derecha. Un modelo, es cierto, con una clase media acomodada que consume sanidad privada, puede elegir entre cinco tipos de educación y se ve protegido en un porcentaje importante por pensiones complementarias; un funcionariado muy bien pagado; un nivel de renta medio superior al del resto del estado; ciudades modernizadas que han sabido reconvertirse en lugares turísticamente atractivos; pero un modelo que atenúa pero no consigue suprimir la pobreza. Tres datos preocupantes del reciente informe de FOESSA alertan sobre este hecho: (https://www.euskadi.eus/web01-a2estadi/es/contenidos/noticia/not_sosa_informe_foessa/es_def/index.shtml ): 1) pese a una estructura de ingresos más igualitaria “las personas más pobres pierden más renta que en el resto de España”; 2) una de cada siete personas, en torno a 334.000, se encuentra en situación de exclusión social moderada o severa; y 3) se percibe un aumento preocupante de este tipo de exclusión y la valoración muy negativa de los Servicios Sociales por las personas que la sufren.

La dicotomía social sobre la que alerta el informe de FOESSA permanece agazapada en pueblos y barrios que se desertizan, que pierden cohesión social y sufren cada vez más inseguridad. Son los vertederos sociales que, junto con los residuos de la corrupción citados al principio, pueden aguar la fiesta y acabar cayendo como un alud sobre el ensimismado “oasis vasco” del lehendakari Urkullu.




Y un "lugar común": Los Lendakaris muertos.



jueves, 13 de febrero de 2020

Poema de amor


UNA CANCIÓN/POEMA DE AMOR 




PARA EL DÍA DE LOS ...


































Aunque dicen que Leonard Cohen no llegó a terminar nunca el poema “A thousand kisses deep”,




















que retocó durante veinte años, en 2001 musicó parte de sus versos, los que empiezan “los potros




















corren”, en una canción dedicada a la pintora Sandy Serriman, suicidada en 1998 tras un doloroso









proceso cancerígeno.




























Cohen colocó su resultado en una de sus últimas grabaciones, “Ten new songs”.















A mí me gusta una reciente versión del heterodoxo Howe Gelb, una especie de Cohen del siglo
















XXI, junto a A.Ward.



































A mil besos de profundidad
Viniste a verme esta mañana
Y me trataste como si fuera carne

Hay que ser un hombre para saber
Lo bueno y dulce que es eso

Mi doble en el espejo, mi pariente más cercano

Te conocería hasta durmiendo

¿Y quién sino tú podría llevarme
A mil besos de profundidad?
Te amé cuando te abriste
Como una azucena al calor
Yo sólo soy otro muñeco de nieve
Bajo la lluvia y la cellisca
Que te amó con su amor helado
Y su físico de segunda mano
Con todo lo que es y todo lo que fue
A mil besos de profundidad
Sé que tenías que mentirme
Sé que tenías que engañarme
Posar con todo el ardor y la altivez
Tras los velos de la pura falsedad
Nuestro perfecto porno aristócrata
Tan elegante y barato
Soy viejo pero aún me gusta
A mil besos de profundidad
Aún funciono con vino
Aún bailo mejilla con mejilla
La banda está tocando Auld Lang Syne
El corazón no piensa retirarse
Hice una carrera con Diz y Danté
Aunque nunca tuve su fondo
Pero una o dos veces me dejaron tocar
A mil besos de profundidad
El otoño se coló en tu piel
Algo me ha entrado en el ojo
Una luz que no necesita vivir
Ni necesita morir
Un enigma en el libro del amor
Oscuro y obsoleto
Hasta que con el tiempo y la sangre lo vea
A mil besos de profundidad

Soy bueno con el amor soy bueno con el odio
Es en medio donde me quedo paralizado
He estado preparándome pero es demasiado tarde

Hace años que es demasiado tarde

Pero tú estás muy guapa, de verdad

El orgullo de Boogie Street
Alguien debe de haber muerto por ti
A mil besos de profundidad
Te amé cuando te abriste
Como una azucena al calor
Yo sólo soy otro muñeco de nieve
Bajo la lluvia y la cellisca
Pero ahora no necesitas oírme
Y cada palabra que diga
Sólo irá en contra mía
A mil besos de profundidad

Los potros corren, las chicas son jóvenes
Las apuestas están para batirlas
Ganas un poco y ya está

Tu pequeña racha de suerte

Y emplazado a enfrentarte

Con tu invencible derrota
Vives tu vida como si fuera real
A mil besos de profundidad
Hago la calle, me estoy pinchando
He vuelto a Boggie Street
La cosa se te escapa y caes
En la Obra Maestra
Y quizá aún tuviera kilómetros que recorrer
Y promesas que guardar
Lo dejas todo para seguir vivo
A mil besos de profundidad
Y a veces cuando la noche es lenta
Los miserables y los mansos
Recogemos nuestros corazones y vamos
A mil besos de profundidad
Confinados al sexo, nos apretamos contra
Los límites del mar
Entonces vi que no quedaban océanos
Para carroñeros como yo
Alcancé la cubierta de proa
Y bendije al resto de la flota
Consintiendo naufragar
A mil besos de profundidad
Hago la calle, me estoy pinchando
He vuelto a Boggie Street
No creo que te cambien los regalos
Que tendrías que haber guardado.
Tu recuerdo es fragante
Tu ficha está completa
A excepción de lo que olvidamos hacer
A mil besos de profundidad

Y a veces cuando la noche es lenta
Los miserables y los mansos
Recogemos nuestros corazones y vamos

A mil besos de profundidad.