lunes, 6 de marzo de 2023

Gioconda Belli - 8 de marzo

 UN POEMA DE GIOCONDA BELLI, MUJER “EX-NICARAGÜENSE”, PARA EL 8 DE MARZO


Hace solo unas semanas el Tribunal de Apelaciones de la Circunscripción de Managua privó de la nacionalidad nicaragüense a Gioconda Belli y otras 93 personas, por el recurrente y muy manido delito de ser “traidores a la patria”.

La estupidez de los dictadores, sobre todo cuando como Daniel Ortega se convierten en su vejez en el envés de lo que fueron, les hace pensar que la nacionalidad, la identidad, es algo que se priva por conducto reglamentario, cuando forma parte la memoria individual y/o colectiva. También les pertenece, creen, el termómetro de la “traición a la patria”, una graduación que sigue dejando un reguero de injusticia y sangre a lo largo del mundo.

Comprometida como mujer y como nicaragüense y partícipe de los mejores momentos del sandinismo, el que echó al dictador Somoza y abrió la esperanza de un país libre del imperialismo de los vecinos del norte, Belli ostenta numerosos premios literarios internacionales y una profusa carrera narrativa, poética y ensayística.

Como dicen los compañeros del Colectivo Acero, grupo mexicano de la izquierda alternativa que hace unos días publicaba este poema en Facebook, “despojada de su nacionalidad y de sus bienes personales, desde su segundo exilio, sigue luchando con sus armas…”, las palabras.


Despatriada

No tengo dónde vivir.

Escogí las palabras.

Allá quedan mis libros

mi casa. El jardín, sus colibríes

las palmeras enormes

las apodadas Bismarck

por su aspecto imponente.

No tengo dónde vivir.

Escogí las palabras.

Hablar por los que callan

entender esas rabias

que no tienen remedio.

Se cerraron las puertas

dejé los muebles blancos

la terraza donde bailan volcanes a lo lejos

el lago con su piel fosforescente

la noche afuera y sus colorines trastocados

me fui con las palabras bajo el brazo

ellas son mi delito, mi pecado

ni Dios me haría tragármelas de nuevo.

Allí quedan mis perros Macondo y Caramelo

sus perfiles tan dulces

su amor desde las patas hasta el pelo.

Mi cama con el mosquitero

ese lugar donde cerrar los ojos

e imaginar que el mundo cambia

y obedece mis deseos.

No fue así. No fue así.

Mi futuro en la boca es lo que quiero

decir, decir el corazón, vomitar el asco y la ranura.

Queda mi ropa yerta en el ropero

mis zapatos mis paisajes del día y de la noche

el sofá donde escribo

las ventanas.

Me fui con mis palabras a la calle

las abrazo, las escojo

soy libre

aunque no tenga nada.


Para redondear el festejo el poema que Gioconda dedicó al 8 de marzo, en la voz de María Teresa Aviña, rapsoda y dobladora mexicana.


https://youtu.be/Z3xUDjZ7m38


miércoles, 1 de marzo de 2023

El limbo

 EL LIMBO

A Josep Maria Espinàs, mestre periodista

que va morir fa uns dies

"Descenso de Cristo al limbo"
(Agnolo di Bronzino)
El ímpetu antiabortista de la derechona más rancia ha hecho que me acuerde del limbo, al que tenía casi olvidado. Supongo que porque la misma iglesia católica había decidido cerrarlo definitivamente como ente real y temporal y darle la identidad metafórica y ambigua que da su nuevo catecismo: “confiado a la misericordia divina”. Antes de hacerlo, el limbo era el espacio al que iban los niños que morían sin haber sido bautizados, un espacio gelatinoso que podías asociar a la duermevela o al estado narcótico que te producía la quina Santa Catalina o la copita de anís que ganabas en el tiro al blanco de la feria del pueblo. Por entonces todavía no se había inventado la llave “allen” y la digestión duraba dos horas y media, como mínimo.

Hace años un tío de mi mujer solía preguntarse que quién sacaba ahora del infierno a Newton o a Galileo?, y me pregunto yo qué será de los millones de niños que flotan en ese limbo que ahora sé, husmeando por los siempre inescrutables textos de la iglesia católica, que era un invento piadoso del catolicismo “buenista”, porque contradecía el dogma del Concilio de Cartago (siglo V) que abocaba a los niños a la condenación infernal, si bien, como decía Agustín de Hipona, de padecimiento “mitissimo”, algo así como “calmo”, “dulce”, “indulgente”. Y es que hay que reconocer que a la hora de sortear enigmas y contradicciones no hay nada como la literatura vaticana...

Sirva este discurso teológico para  acabar hablando de los embriones que el vicepresi de Castilla León, el caballista pijo y algo cortete García Gallardo, quiere que latan en la conciencia de chavalitas que van a abortar porque no se quieren joder la vida. Para este “hombre de bien”, que a mi modo de ver encarna en realidad la historia de una maldad, esos embriones ya son seres humanos pero, eso sí, no con la suficiente envergadura como para aspirar al cielo, así que pásese la pelota a la misericordia de su dios. Tío, tú a lo tuyo, a la hípica...

En fin, recuerdo que cuando en el colegio marista nos describían los espacios postmortem, infierno,  purgatorio, cielo… siempre me sentí especialmente atraído por el limbo, algo así como ese nirvana de la sedación colonoscópica que ahora, ya tan mayor, saboreo cada tres años, e imagino será como la muerte dulce, calma, indulgente de la eutanasia. ¡Viva el limbo!

Siento repetirme tanto con Paolo Fresu, al que sabéis venero, pero es que este "Calmo" venía como anillo al dedo.


https://youtu.be/-xzdXF4i1uo