jueves, 29 de septiembre de 2022

Madrid

 MADRIDES (1)

Tendemos a tirar de topicazos para no tener que rebuscar en códices y hemerotecas, ni retorcernos las meninges más allá de lo meramente necesario. A menudo nos tragamos lo que nos cuentan si eso satisface y/o refuerza nuestras convicciones.

El madrid banal
Yo confieso que me aturden cada vez más las grandes urbes, incluida mi ciudad natal, y las rehuyo a la vez que descubro que hay una segunda línea de pequeñas capitales de provincia y pueblos apetecibles porque envejecen y crecen con mesura.

Hace unos días estuve en Madrid con un corto y orientado objetivo: ver parte de la obra arquitectónica de Miguel Fisac (Daimiel 1913-2006), pariente y paisano de mi abuelo materno. El objetivo máximo se cumplió a medias, porque había casi olvidado que hay trayectos que, incluso en metro, ocupan cerca de una hora, y distancias kilométricas si uno quiere ir al detalle de lo que esconden las calles.

Acudía con el prejuicio de visitar un paraje presidido por personajes iletrados y banales a los que ha elegido una mayoría ciudadana desorientada, una ciudad que presentía abrazada por amantes de los embotellamientos, terraplanistas, pijos, corruptos, patriotas de pulsera y banderola y otras anomalías. Un error al que nos suele conducir la miopía ideológica y la tendencia a crear sacos y cajones de sastre. Obviaba, por ejemplo, que la actual presidenta solo fue elegida por menos de uno de cada tres electores madrileñas/os, un dato tan esclarecedor como pasar tres días, solo tres, para descubrir lo evidente: que hay, afortunadamente, muchos madrides.

Patinador en la Pza. Colón
Paseo Castellana 4
La obra de Fisac que permanece ( la más emblemática, La Pagoda, fue derribada en 1999 - https://elpais.com/elpais/2019/07/05/icon_design/1562328957_375388.html ), aunque dispersa, está presente a lo largo de la ciudad. En la parte más rica del centro, Castellana y calle Serrano, conserva dos edificios. El primero, junto a la plaza de Colón, ahora lugar de referencia de la ultraespaña cañí, es una aseguradora en la que se pueden apreciar uno de sus elementos constructivos preferidos, el hormigón, y la rareza de su tratamiento de la luz. No pude resistir hacer una foto que plasma el Madrid múltiple, la de un patinador muy joven junto al centro cultural subterráneo y una estatua de Jaume Plensa al fondo. Imagino a Fernán Gómez, que da nombre al centro, cagándose en los muertos de los oradores fascistas desde su tumba, cuando estos decidieron echarse al monte desde la plaza hace unos años. 


En el otro, el edificio del CSIC, predomina el ladrillo vista, otro material del gusto del arquitecto. En su capilla, algo ecléctica, apenas puede advertirse la participación de Fisac. Por problemas técnicos no conseguí inmortalizar a los cuatro confesores que aguardaban con aspecto estoico la llegada de clientes, sobre todo a uno que se abanicaba con aire de cupletista. Todo no puede ser...

Durante los seis kilómetros que me separaban del último objetivo de la tarde volví a recorrer espacios pateados muchos años antes y comprobar que ahí sigue la urbe monumental, palecetes, edificios públicos, museos, la embajada de Estados Unidos defendida por policías y seguratas, e iglesias, muchas iglesias. En esa zona la gente viste bien. Los niños son rubios y los locales sirven glamour con acento latino.

interior de San Pedro Mártir
La mañana siguiente la dediqué a la joya de la corona, la parroquia de San PedroMártir, más conocida como "de los dominicos". Cuando, tras un viaje en metro de más de media hora hasta los pinares de Chamartín, descubrí que aún me quedaban otros tres cuartos de hora a pie, reafirmé mi idea de que las ciudades amables no pueden tener semejantes proporciones. Sanchinarro, que aún conserva un extraño centro de plazas circulares que se comunican entre sí, tiene en esa zona el clásico ambiente de los barrios, con sus pequeñas tiendas y gentes que se conocen, saludan y conversan, pero a medida que avanzas hacia la Moraleja los grandes solares, parques y urbanizaciones descubren una ciudad casi desértica. Forma parte del Madrid de las piscinas, con inmuebles fortificados por empresas de seguridad y habitantes que imaginas parapetados tras sus vallas opacas. Allá ellos...

Supongo que cuando la iglesia fue inaugurada en 1959 como parte del Teologado de los padres dominicos, su entorno era un paisaje rural, con rebaños de ovejas pastando en los campos pajizos. Según me dice el conserje, que me abre la Iglesia tras comentarle que he venido de Bilbao con el fin de verla, la mayor parte es ahora un colegio inglés de carácter privado, y solo en un costado la residencia de un puñado de curas.

Para un no creyente la sublimidad de los templos solo adquiere valor con la belleza o no de sus formas. Había visto muchas fotos del interior de la iglesia, no tanto de un exterior decepcionante, quizás porque el énfasis del entonces todavía simpatizante del Opus Dei, secta que había abandonado abruptamente cuatro años antes, estaba en el enaltecimiento de una espiritualidad introspectiva. Se crea o no en alguno de los dioses monoteístas, el no es mi caso, la limpieza formal y una luminosidad natural llena de contrastes demuestra que hay un dios más común llamado belleza. Resumiendo: el objetivo principal había cumplido las expectativas.

De vuelta al centro, las paradas de autobús, en medio del páramo, tenían colas de mujeres de aspecto latino que imagino volvían a los pueblos y barrios del sur, y en el metro, mientras un guitarrista se buscaba la vida cantando a Roberto Carlos, otras tantas sesteaban después de horas cuidando ancianos o limpiando portales.

Continuará...

domingo, 11 de septiembre de 2022

Filosofía en Youtube

GRANDES ÉXITOS 

DE LA FILOSOFÍA EN YOUTUBE


El intento de pasar la filosofía por el colador para una mejor asimilación intestinal es un recurso que se repite de tanto en tanto. Recuerdo un excelente libro de Juan A. Rivera, “Lo que Sócrates diría a Woody Allen”, que servía para divulgar ideas filosóficas partiendo de tramas cinematográficas. Como suele ocurrir en la mayoría de los casos, su segunda entrega, esa vez partiendo de Platón, no tenía ni mucho menos la misma entidad, así que no he vuelto a repetir.

Hace unas semanas era la canción la que servía a Mar Padilla, redactora de El País, para transferirnos dosis filosóficas desde la letra de una serie de canciones populares. La verdad es que el artículo era un tanto banal y la filosofía parecía metida con calzador, pero a mí me ha servido para revisar, e incluso descubrir alguna que otra canción y/o idea aparentemente luminosa. Solo transcribo las que me han parecido más interesantes para el caso con la totalidad o parte del texto original y las versiones en directo que he podido encontrar.


KANSAS Y EL ESTOICISMO DEL “TODO FLUYE”

Consideramos la filosofía como un sistema académico sofisticado solo apto para eruditos. Pero filosofar es un acto a la la intemperie, que se da en cualquier situación en la que participen humanos, solos o en compañía. También en la música. En estrofas que son casi cápsulas filosóficas, el pensamiento sobre la condición humana está presente en infinidad de canciones. La campeona de todos los tiempos - detestada por tantos- es probablemente, “Dust In The Wind” de Kansas, esa que dice "Cierro los ojo solo por un momento y el momento se ha ido/Solo somos polvo en el viento/No te aferres nada dura para siempre”. Una azucarada lección de estoicismo, la escuela de filosofía que ayuda a vivir en el reconocimiento de finitud y la naturaleza decadente del mundo, de lo que amamos y de nosotros mismos Porque todo muere y cualquier logro quedará en nada.


https://youtu.be/pc95OmIEhfM


LA LIBERTAD CONSISTE EN NO TENER MIEDO (NINA SIMONE)

En Ser y tiempo, Heidegger pregunta por ese existir, ese estar ahí, arrojados en la posibilidad. Si estamos hechos de tiempo – el material más indómito, barro y cruz de los humanos -, Nina Simone se revela como la artista más genuinamente heideggeriana. En “WhoKnows where the time goes” canta: “En algún momento de tu vida tendrás ocasión de preguntarte/¿Qué es eso que se llama tiempo?/ ¿Qué hace?/y, sobre todo, está vivo?”. Simone, que escribió 500 canciones, activista por los derechos civiles que abandonó Estados Unidos por el racismo, decía que la libertad era no tener miedo.


https://youtu.be/xlJfrpuhlPI


ESE ROLLO DEL LIBRE ALBEDRÍO

El libre albedrío es un clásico con el que lidiamos cada día de cada semana en cada año vivido. Un vaivén entre el interrogante y la duda que nos deja exhaustos, con ganas de tirar la toalla a veces. Pero casi todos seguimos adelante, arrollados por una fuerza extraña. No hay prueba académica alguna, pero en probable que la canción “Do Anything You Wanna Do”, de Eddie & The Hot Rods, haya salvado a muchos de la desolación y haya liberado a muchas mentes, porque la canción te explica que puedes hacer lo que tú consideres, esto es, lo que tú creas honestamente que debas hacer, sin atender a mandamientos impuestos por otros.


https://youtu.be/bQJ0R57k7HQ

CAMUS, DYLAN, SAN AGUSTÍN

Otros compositores nombran, directa o indirectamente, a los pensadores que les han influenciado, como The Cure en “Killing An Arab”, basada en El extranjero, la obra de Albert Camus, donde cantan: "Estoy vivo estoy muerto/soy Un extraño “, o Bob Dylan en “I Dreamed i Saw Saint Augustine: "He soñado que vine a san Agustín/vivo como tú y como yo/con su salvaje aliento.” Algunos llaman a Dylan El Profeta, pero el de Minnesota no es un ente ni un aparecido, sino un hombre vivo, una persona de verdad. Es un tipo de 88 años que con 33, en la canción “Knockin' On Heaven's Door” nos señala que el camino es hacia la muerte. Un destino que nos deja pensativos y nos hace seres pensantes. Cada instante en la vida es un regalo y también una cuenta atrás.



https://youtu.be/PKpd_6a13IU


Y como la redactora se despedía rebajando el cóctel filosófico con mucho hielo, una pizca de angostura e "I Wanna Know” (Quiero saber), de Mongo Santamaria, a todo volumen y ponerse a bailar, pues eso....


https://youtu.be/E0Lg9faP1H8?t=29