CANDILEJAS
Hace unas semanas me involucré en una discusión de Facebook sobre el
progresismo de determinados artistas o intelectuales. La chispa era
la negativa de Carlos Bardem a atender a las preguntas de OKDiario,
el periódico que dirige el “periodista” (por lo que se ve tiene
el título) Eduardo Inda.
Con esa manía tan común de hacer partícipe al resto familiar
empezaron a sucederse intervenciones poniendo a parir a su hermano
Javier, entre otras algunas que le acusaban de ganar una pasta
haciendo la pelota a los judíos (cosa que algún medio ya desmintió
en su día:
https://www.diariodenavarra.es/noticias/mas_actualidad/sociedad/2014/08/06/el_lobby_judio_perdona_penelope_cruz_javier_bardem_170270_1035.html
pero sobre todo por ser rico y progre.
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Cartel original de "Candilejas" |
La había visto de adolescente pero reconozco que excepto alguna
escena no la recordaba. Es sin duda una obra maestra. Combina múltiples géneros, la comedia y la tragedia, el musical, el humor y la
filosofía, con la destreza ejecutiva de un cineasta todo terreno. Todo ello
mediante un festival interpretativo del propio Chaplin, que como actor
mímico parecía destinado a sucumbir con el sonoro, pero que además
de mostrar una agilidad impropia de su edad, 63 años, aguanta primeros planos
y medios acompañado por una voz grave que el doblaje suele ocultarnos. El último número
de humor, rivalizando con Buster Keaton, es
sencillamente antológico.
He heredado de mi padre, que de niño me llevó alguna vez a las
eternas matinales del cine Savoy de Barcelona a ver los cortometrajes
radicales y anti sistema de Charlot, su pasión por ese personaje de
ficción (https://charlievedella.blogspot.com/2013/11/quien-se-acuerda-decharlot-en-el-piso.html), pero también, ahora, por este Clavero/Chaplin envejecido,
casi acabado profesionalmente, alcohólico como lo fue su padre,
escéptico, por no decir pesimista, recobrando el aliento, haciendo
de tripas corazón para ayudar a alguien más joven, una bailarina
que ha intentado suicidarse, porque entiende que si algo ha aprendido
en todos esos años es que la vida es una lucha permanente.
Acusado de comunista, reprobado por una vida privada fuera de los
cánones de la sociedad conservadora, “Candilejas” fue su último
film en los Estados Unidos, país que abandonaría ese mismo año para no acabar siendo encarcelado.
Era artista y rico, pero su cine acompañó e interpretó el mundo
que le toco vivir con la mirada de los humildes, los reprimidos, los
enfermos, los desesperados. Fue revolucionario, antifascista, pero
sobre todas las cosas un genio irrepetible.
Al acabar la sesión ocurrió algo insólito. La sala de Bilboarte
prorrumpió en una espontánea salva de aplausos rompiendo el
protocolo, y a mí, especialmente emocionado, se me escapó una
lagrimita al acordarme de mi padre.
A continuación el tráiler original.