sábado, 2 de noviembre de 2013

¿QUIÉN SE ACUERDA DE CHARLOT?

En el piso principal de la casa familiar en la que nací vivía una de las taquilleras del cine Savoy de Barcelona. Aunque creo que me llevaba más de veinte años de edad, la recuerdo como una mujer bella, quizás más interesante que bella. Vivía sola con su hija, y en un entorno conservador de clase media siempre la rodeó una barrera de silencio que hizo que yo nunca llegara a saber si era viuda, separada, o, simplemente, madre soltera.
Cine Savoy 

Verla en la taquilla del cine Savoy cuando yo era un adolescente fue una sorpresa. Con la salvedad de algún inquilino, desconocía cuales eran las ocupaciones de los vecinos y, todo hay que decirlo, tampoco es que me importara. Creo recordar que la traté como si no la conociera y fue ella la que me saludó y me dedicó una sonrisa de complicidad. Ayer mismo, al hablarle de ella a mi madre, me dijo que la primera vez que coincidieron en la taquilla del Savoy la vecina no les cobró las entradas. Todo un detalle.

Me he acordado de esa mujer por puñetera chamba. Es un hecho que empieza a ocurrir con más asiduidad cuando llegas a cierta edad. Algo te trae a la memoria a un personaje secundario de tu vida, alguien que te llamaba la atención, con una categoría intermedia entre la figuración y el protagonismo. 

En aquellos tiempos el cine Savoy ofrecía sesiones matinales. Era algo inusual pero muy socorrido, y creo que el fenómeno tenía cierto éxito. Asocio una de esas sesiones mágicas a Charlot y a la extraña felicidad, quizás irrepetible, que transmitían sus películas. 

Viene todo esto a cuento del video que hace unos días encontré en internet buscando por casualidad versiones distintas de “Smile” , una canción que Chaplin, también compositor, compuso para “Tiempos Modernos”. No tenía ni zorra idea de que fuera una de las piezas preferidas de Michael Jackson. Ni mucho menos que la hubiera interpretado (debajo de la fotografía de El chico está el enlace). 

https://youtu.be/kmw1yYRdDOM
Así que viendo en ese video los pequeños fragmentos de sus obras maestras, rebeldes, transgresoras, con policías y ricos malos, malísimos, trabajadores alienados y pobres abocados a “delinquir”, reflejadas con una expresividad que traspasa la frontera limitada del blanco y negro y el cine mudo, pensé en lo poco que se habla ya de Charlot, en el modo injusto con  que le estamos olvidando, También, cómo no, de la taquillera y del cine Savoy, que desapareció hace ya algunos años. 
 
John Turner y Geoffrey Parsons le pusieron una letra especialmente optimista a Smile para que fuera interpretada por Nat King Cole en 1954:
  Sonríe aunque te duela el corazón.
  Sonríe aún, mientras se rompe.
  Cuando el cielo este nublado, 
  estarás bien si sonríes. 
  Aunque sientas miedo y pena,
  sonríe, y tal vez mañana
  verás el sol brillar para ti.
  Ilumina tu cara con gozo.
  Esconde cada trazo de tristeza
  aunque una lágrima te conmueva.
  Es entonces cuando debes seguir intentando
  sonreír. ¿Qué ganas con llorar?
  Verás que la vida vale la pena
  si  tan solo sonríes.
  Es entonces cuando debes seguir intentando
  sonreír ¿Qué ganas con llorar?
  Verás que la vida vale la pena
  Si tan solo sonríes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario