jueves, 28 de agosto de 2025

Duane Eddy

DUANE EDDY 

En algún momento prometí huir de la nostalgia musical, pero entre vinilos eso es imposible, así que estos días me acordé de este disco, que dudaba si haber extraviado.

Pues no. Estaba entre los más antiguos de la discoteca y relativamente bien conservado pese a haber perdido la funda de celofán, especialmente pesado, no sé si por el sonido del que presume, el Dynagrove, y con un contenido para nada excepcional pero sí muy especial.

Tengo que decir que es, con otros tres o cuatro, un vinilo más o menos hurtado, digamos que "descuidado", porque recuerdo que pertenecía a un amigo de mi hermano, F. L., que en los fines de semana de verano, y en ausencia de su madre, viuda de guardia civil, auspiciaba guateques clandestinos en el piso familiar. 

Pero vayamos al disco y a Duane Eddy (Corning-Nueva York 1938-2024), un guitarrista de éxito en la década de los 60 que puso de moda el sonido twang, leo que resultado de sustituir las cuerdas habituales por las de una guitarra eléctrica con el fin de amplificar la reverberación. En cuanto al Dynagrove se dice que conseguía realismo, claridad y brillantez acentuando los graves mediante un sistema de grabación con computadoras analógicas.

En el elepé, del que me ha costado encontrar referencias en su versión española (no en vano hay quien pide 88 euros por el plástico), Duane luce como los crooners de la época, un guapo de tupé, pero él no canta, lo suyo es solo el sonido reverberante de su guitarra.

Hay que advertir que no se trata de un disco brillante, Eddy no era un virtuoso, pero sí, como decía al principio, característico de los experimentos pop del momento, de modo que haré una aproximación genérica y solo mención a algunas de las piezas que más me gustan o sorprenden. Se puede hablar, además, de un disco de versiones, ya que varios de sus cortes lo son de éxitos del momento.

El primero, “Guitar child”, es una introducción muy definitoria de su contenido. Se trata de una composición de la gran Jackie DeShannon y Sharon Sheeley, y muestra el protagonismo del twang de Eddy, creo que acompañado de las voces muy de época de las Anita Kerr Singers y el saxo de Gil Bernal (Los Ángeles 1931-2011). Digo “creo”, porque el disco no tiene créditos y he llegado a esa conclusión tras intensas pesquisas. Es una de las piezas más conocidas del guitarrista.

“Giddy Goose”, uno de los dos temas compuestos por el mismo Duane, está al servicio de su lucimiento y del sonido que se pretendía lanzar, si bien evidencia que no estamos hablando de un gran músico, ni siquiera de un intérprete notorio, pero sí de un producto bien empaquetado.

“Walk right in” es otro de los éxitos versionados del vinilo, en este caso de un tema lanzado por The Rooof Top Singers. Sin grandes alharacas, la de Eddy tiene el valor de dotarle de un sonido muy playero que imagino que en su momento influiría a los Shadows y a los Beach Boys.

“He'd so fine” es quizás la pieza más conocida del elepé, pero por tratarse de un éxito de The Chiffons del mismo año, de un tema muy versionado, y de que hizo que su productora le sacara una pasta al beatle George Harrison, ya que se consideró que les había plagiado su "My sweet lord". En este disco el tema sigue esa  línea de los grupos vocales negros de los sesenta, con un Eddy que sabe mostrarse en un segundo plano, aliñando la ensalada.

“Blowin Up a storm” es una de mis preferidas. Compuesta por David Gates, cantante y prolífico músico de estudio, tiene un sonido muy western, con un Eddy especialmente inspirado.

Le sigue otra joyita pop, “The same old song old night long”, de nuevo con el coro cogiendo protagonismo. La composición es de L. Hazlewood, el descubridor e impulsor del guitarrista, un todo terreno que producía, componía e interpretaba.

“Guitar'd and feathered “, compuesta por Duane, está en la línea característica del primer corte y también da preeminencia a algunos de los músicos de estudio.

El disco acaba con un tema del saxofonista King Curtis, “Soul twist”, que si bien hace referencia a dos de los ritmos de moda en aquel momento, tiene un marcado tono de blues, con especial relevancia del piano eléctrico y el saxo de Bernal, un secundario de lujo a lo largo de todo el vinilo. Desgraciadamente la versión española no está en Spotify, aunque sí gran parte de la discografía de Eddy, de modo que se pueden escuchar todas estas piezas y la mayoría de su repertorio.

Para aderezar el blog he recurrido a una versión directa del primer corte, “Guitar child”, con pequeña entrevista incluida

https://youtu.be/WogiQ64KzvY 

A un maravilloso directo de Eddy con los Rebels Rousers interpretando la canción que les da nombre en 1958

https://youtu.be/K8uZutr1avs

y al mismo tema en el corte de la película “Forrest Gump”


https://youtu.be/pyCGEHYvgsU?feature=shared