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jueves, 27 de marzo de 2025

Abusos 3

ABUSOS 3

Veo que el tema de los abusos en el seno de la iglesia católica empieza a ser un clásico del blog, sea por experiencia personal o actualidad intermitente. El caso es que hace unas semanas asistí a una charla de la asociación Europa Laica y el asunto volvió a interpelarme, aunque en este caso no solo para hablar de “ABUSOS” en plural, sino del ABUSO, con mayúscula, que es el sistema de privilegio en el que vive esta confesión religiosa en el estado español.

LOS ABUSOS FÍSICOS
Voy a empezar con los abusos en plural y con un matiz que amigos y antiguos alumnos de colegios religiosos me han planteado acertadamente más de una vez: el del abuso mediante agresiones físicas que se producía en el pasado siglo. Sé que esas prácticas violentas se daban tanto o más en las escuelas públicas de la época y quiero creer que en el XXI habrán desaparecido totalmente en ambos casos.

El caso es que de los abusos sexuales en el seno de la iglesia ya se ha hablado abundantemente y parece que ésta ha empezado a reconocer su responsabilidad, por lo menos en algunas diócesis. De lo que ni se habla ni se ha investigado es de los castigos físicos que, de forma institucionalizada, se daban en colegios y organismos religiosos.

Cualquiera que haya asistido a uno de ellos en las décadas franquistas – ya digo que no sé si con posterioridad – sabe de lo que hablo. El clima de autoritarismo en el que se movía la enseñanza daba pie a una situación de absoluta indefensión de los alumnos. 

Las prácticas de abuso empezaban normalmente por una catalogación del alumnado, sea por su procedencia social, capacidades físicas, intelectuales o grado de simpatía por razones variadas y a veces pintorescas. Esa catalogación producía un plus o déficit que acompañaba al alumno durante el curso, en bastantes casos mediante un trato desigual, que en el caso de los maltratadores, reconocidos y temidos, se manifestaba despectivo y a menudo insultante. 

Chasca: aunque intrumento
musical rudimentario,
era usado para apresar
o golpear a alumnos díscolos
El zénit del abuso se daba en los maltratos físicos. Al margen de los sufridos por mí mismo - solo citaré los golpes de regla en los nudillos con apenas 5 años y la paliza recibida a los 11, de la que ya hablé en otro blog – en aquellos años vi levantar a un alumno por las orejas, sacar de clase a otro a patadas y, la normalidad, golpes de chasca, regla, lanzamiento de llaves, capones a contrapelo y la bofetada tradicional.

El maltratador sádico acompañaba este repertorio con prácticas más sofisticadas y personalizadas como expulsar a los alumnos fuera de clase durante horas, incluso días en pleno invierno, no dejar ir al servicio a niños con problemas de retención, o tener corriendo al gordito alrededor del patio hasta la extenuación, entre otras.

Me gustaría que los actuales rectores de la iglesia reconocieran por lo menos que permitieron y usaron esas prácticas de un modo muy extendido. Sería una forma de mínima reparación.

EL ABUSO MAYESTÁTICO
Según datos de Europa Laica la iglesia católica ya recibía del Estado 11.600 millones de euros en 2018, prácticamente la mensualidad de los cerca de 9 millones de pensionistas de entonces, lo que demuestra que es sostenible lo que se quiere que sea sostenible, en este caso una institución ideológica basada en creencias.

Ese monto total incluye, como es lógico, las aportaciones directas vía 0,7% del IRPF, ni mucho menos la partida mayor, como se piensa; la financiación de la enseñanza concertada, que se lleva cerca de la mitad; y los fondos dedicados a obra social, hospitales, patrimonio, eventos, funcionarios capellanes y obra pía (¿¿¿). 

Me gustaría subrayar tres partidas llamativas, por no calificarlas de extravagantes: los 300 millones dedicados a cofradías, procesiones y festejos religiosos varios; los 40 millones que se reservan al mantenimiento de capellanías en ejército, cárceles e incluso universidades; y esos 10 millones que financian la denominada obra pía (¿rezar?). Todo un ejemplo de estado laico.

Pero además de estas aportaciones directas, la iglesia católica está exenta, por la gracia de dios, de un montón de impuestos: IBI, Sociedades, IAE, transmisiones, obras…, que Europa Laica cuantificaba en 2018 en unos 2.000 millones de euros.

Si a ello unimos las inmatriculaciones que el gobierno de Aznar legalizó en 1998, muchas de ellas un robo al patrimonio popular (cerca de 15.000 bienes inmuebles no dedicados al culto, según algunos estudios), estamos hablando de la iglesia católica española como la entidad, organismo o empresa con mayor patrimonio inmobiliario del Estado. Algunas fuentes dicen que de la Unión Europea.

Resumiendo, a los abusos domésticos, los que no han dejado heridas personales, se une este ABUSO con mayúsculas, algo que se perpetúa gobierne quien gobierne, y ello pese a que en los acuerdos concordatorios de 1979 la iglesia católica se comprometía a autofinancierse, algo que, por cierto, algunos denostados sindicatos han conseguido ya en un 85%.

Si preguntas en la red por músicos clásicos ateos o no creyentes solo hay un nombre que se repite, el de Nikolai Rimski-Kórsakov (Novgorod 1844-1908). Considerado maestro de la orquestación, es popularmente conocido porque algunas de sus creaciones pertenecen al abc de la música clásica. He elegido una de ellas, su espectacular “Vuelo del moscardón”, que aprendo ahora es un interludio de “El cuento del zar Saltán”. En este caso en versión 10, la de Zubin Mehta dirigiendo la Filarmónica de Berlín.
Aunque el moscardón es en la obra un príncipe convertido en insecto para poder acercarse a su padre, que lo cree muerto, a mí me ha parecido una buena metáfora del incordio que los laicos debemos seguir profiriendo al inmenso poder que aún detenta la iglesia católica. AAAAmén...



lunes, 10 de febrero de 2025

Trump

EL TONTO MALO

Un pariente de mi mujer definió con acierto a un perfil de persona que parece abundar, cuando no estar de moda, el "tonto malo". Al tonto malo, nos aconsejaba, no hay que despreciarlo ni ningunearlo, hay que temerlo, porque es tremendamente peligroso. 

Donald Trump responde sin duda a ese modelo de persona, y también de él nos burlamos antes de ser presidente en su primera y esta segunda etapa pensando que sus estupideces nunca llegarían a producirse. No quiere decir esto que, como muchos defienden a toro pasado, no sea tonto. Sí lo es, de baba. Tampoco lo desmiente que haya "triunfado" en la vida, ni que haya llegado a presidente - la última elección entre un abuelito gagá, Kamala solo era suplente, y este anuncio viviente de maquillaje naranja no es que diera mucho margen - ni mucho menos la leyenda de que en los Estados Unidos cualquiera puede serlo con esfuerzo y capacidad. Mentira. Todos los presidentes eran multimillonarios antes de ser elegidos. El primero en el ranking el propio Trump, el segundo el mismísimo George Washington, el fundador. Tampoco es cierto que se hayan hecho a sí mismos. Tan falso como la falacia de la "cultura del esfuerzo" que predican algunos lideres de la España cañí, un país en el que, según un estudio del Peterson Institute for Internacional Economics, el 54% de los mil millonarios lo son por herencia directa, un 19% por inversiones financieras, normalmente herencia indirecta, y solo el 23% por esfuerzo emprendedor.

Según he leído en un artículo de la BBC Trump ganaba 200.000 dólares a los 3 años y ya era millonario a los 8, herencia de su abuelo y padre, migrantes bávaros, y de su madre, de origen escocés.

Como buen tonto malo con poder ejecutivo, legislativo, militar y económico sin casi contrapeso, el negociante acostumbrado a humillar al débil, el niño arrogante al que nunca le dieron un par de tortas a tiempo, se puede permitir disimular su imbecilidad y destapar al tiempo una perversión sin límites morales. Ahí están sus proyectos genocidas, el de la desokupación de los gazaties y la conversión de su tierra en una gran Marina d'Or para jubilados yanquis, también el desprecio de la legalidad internacional y el abandono de toda institución científica, de salud y cooperación.

Defiendo hace años la existencia de dos capitalismos: uno inteligente, consciente de las limitaciones físicas del sistema del que se lucra, porque si no hay planeta no hay riqueza; y otro suicida, el de los tontos malos, los tan bien reflejados en la película "No mires arriba", quienes creen que en último caso siempre podrán huir a Marte, como Elon Musk, otro malcriado del que el también maligno Steve Bannon dice que tiene la madurez de un niño.

Viene de lejos. En el S. III de nuestra era el emperador Constantino optó por la Biblia, se cepilló a los filósofos neoplatónicos contemporáneos y dejó en manos de Teodosio la fundación del primer estado teocrático. Ambos prefirieron la creencia a la razón y retrasaron la evolución de la civilización varios siglos, persiguiendo y asesinando a quienes siguieron defendiendo la ciencia y la tolerancia frente al fanatismo y la superchería. De aquellos barros vienen estos tontos.

Que los siete sabios de Grecia nos protejan...

Creo que nunca había traído a Lucio Dalla al blog y aunque sea con calzador introduzco aquí uno de sus himnos, "Piazza Grande". 

Quienes como Francesco De Gregori, que le acompaña, fueron sus amigos, dicen que Lucio era un mentiroso compulsivo y un hombre contradictorio, pero sobre todo un "listo bueno" y un espíritu realmente libre.


martes, 12 de noviembre de 2024

Lluvia 2

Lluvia 2

No hace mucho, y precisamente por el fenómeno contrario, la sequía, dediqué un blog al meteoro húmedo de moda, la lluvia (https://charlievedella.blogspot.com/2023/05/lluvia.html)

Dice el refranero castellano que nunca llueve a gusto de todos, una verdad que el cambio climático refuerza alternativamente con pertinaces sequías e inundaciones. Pantanos que en verano estaban a menos del diez por ciento de su capacidad se ven ahora obligados a desaguar. El fenómeno se lleva además vidas y recursos por delante, algo a lo que, aunque estuvieran responsables políticos y ciudadanía dispuestos a tomar medidas quirúrgicas inmediatas, cosa nada probable, deberemos acostumbrarnos, porque según todos los indicadores científicos vamos ya con retraso.

Pero es que además todo indica que, pese a catástrofes y hecatombes varias, la dinámica va globalmente en sentido contrario.

La tragedia en la C.Valenciana de la Dana, una palabra que hace apenas tres años desconocía,  me ha pillado releyendo "Tratado de ateología", un libro muy recomendable que reivindica el esfuerzo de la razón, de la evidencia científica frente a las creencias, que su autor ubica en los viejos libros sagrados, la biblia, el corán y la tora, a los que Borges ubicaba dentro de la literatura fantástica.

Tras listar el elenco de pensadores y científicos denostados y perseguidos por unos y otros, Onfray, autor del ensayo, señala que "dar la espalda a los logros de la investigación, obrar como si esos hallazgos nunca hubiesen tenido lugar y volver al comienzo significa, en el mejor de los casos, estancarse y entrar en un inmovilismo peligroso; en el peor de los casos, mientras otros avanzan retroceder a viva marcha y dirigirse a ciegas hacia las tinieblas, de las que, por esencia y por definición toda civilización intenta librarse para poder ser".

Como en aquellas épocas pretéritas se nos ha llenado el mundo de nuevos charlatanes, eso que ahora denominan youtubers o influencers, vendedores de "crecepelo" y de lo que haga falta, pretendidos antisistema siempre que no te metas con el mega sistema. Los "constantinos" actuales, grandes propietarios con poder y omnímoda riqueza, los Musk, Zuckenberg, Bezos les dan el púlpito virtual de los nuevos templos, X, Facebook, Instagram, donde los nuevos profetas sueltan mayormente estupideces para un público entregado, entre otras, que el cambio climático es un invento ecocomunista para tenernos dominados.

Urdaibai, la reserva de la biosfera
amenazada

Esa es, desde luego, la raíz argumental de lo que ha pasado en Valencia. Cuando alguien insiste en que siempre ha habido inundaciones, algo cierto, pero solo para descartar que la "intervención" humana es ya el mayor impacto en la evolución del clima, favorece que el sistema construya en zonas inundables, no tome medidas preventivas, e incluso, como es el caso de la comunidad azotada, sustituya sus fondos y recursos en apoyar la tauromaquia y los corre bous. Con un argumentario más elaborado, no tan tosco, en Bizkaia se nos vende la oportunidad de cambiar menaje y astillero por arquitectura y arte "de firma", aunque eso suponga seguir construyendo en terreno robado al agua e ir cargándonos pasito a pasito una reserva de la biosfera.

Después viene o vendrá todo lo demás. La asignación de culpas, los lemas propagandísticos, la solidaridad emocional y la real, el desahogo, la demagogia, la mentira, la heroicidad, la tragedia, el a “río revuelto ganancia de pescadores”…, filfa, porque esto de las tormentas, tempestades y grandes sequías parece venido para quedarse, y como la cosa no cambie nuestros hijos y nietos bastante tendrán con poder guarecerse, porque como dice este clásico y profético poema de Bob Dylan, "A Hard Rain’s A‐Gonna Fall", "es dura, es dura, es muy dura, es muy dura la lluvia que va a caer". 

Vagi per València i els valencians.

Una dura lluvia va a caer
Oh,¿dónde has estado,mi querido hijo de ojos azules?
¿dónde has estado, mi joven querido?
He tropezado con la ladera de doce brumosas montañas,
he andado y me he arrastrado en seis autopistas curvadas,
he andado en medio de siete bosques sombríos,
he estado delante de una docena de océanos muertos,
me he adentrado diez mil millas en la boca de un cementerio,
y es dura, es dura, es dura, es muy dura,
es muy dura la lluvia que va a caer.

Oh, ¿y qué viste, mi hijo de ojos azules?
Oh, ¿qué viste, mi joven querido?

Vi lobos salvajes alrededor de un recién nacido,
vi una autopista de diamantes que nadie usaba,
vi una rama negra goteando sangre todavía fresca,
vi una habitación llena de hombres cuyos martillos sangraban,
vi una blanca escalera cubierta de agua,
vi diez mil oradores de lenguas estaban rotas,
vi pistolas y espadas en manos de niños,

y es dura, es dura, es dura, y es muy dura,
es muy dura la lluvia que va a caer.

¿Y qué oíste, mi hijo de ojos azules?
¿Y qué oíste, mi joven querido?

Oí el sonido de un trueno, que rugió sin aviso,
oí el bramar de una ola que pudiera anegar el mundo entero,
oí cien tamborileros cuyas manos ardían,
oí diez mil susurros y nadie escuchando,
oí a una persona morir de hambre, oí a mucha gente reír,
oí la canción de un poeta que moría en la cuneta,
oí el sonido de un payaso que lloraba en el callejón,

y es dura, es dura, es dura, es muy dura,
es dura la lluvia que va a caer.

Oh, ¿a quién encontraste, mi hijo de ojos azules?
¿Y a quién encontraste, mi joven querido?

Encontré un niño pequeño junto a un pony muerto,
encontré un hombre blanco que paseaba un perro negro,
encontré una mujer joven cuyo cuerpo estaba ardiendo,
encontré a una chica que me dio un arco iris,
encontré a un hombre que estaba herido de amor,
encontré a otro, que estaba herido de odio;

y es dura, es dura, es dura, es muy dura,
es muy dura la lluvia que va a caer

¿Y ahora qué harás, mi hijo preferido?
¿Y ahora qué harás, mi joven querido?

Voy a regresar afuera antes que la lluvia comience a caer,
caminaré hacia el abismo del más profundo bosque negro,
donde la gente es mucha y sus manos están vacías,
donde el veneno contamina sus aguas,
donde el hogar en el valle encuentra la sucia prisión,
y la cara del verdugo está siempre bien escondida,
donde el hambre amenaza, donde las almas están olvidadas,
donde el negro es el color, y ninguno el número,
y lo contaré, lo diré, lo pensaré y lo respiraré,
y lo reflejaré desde la montaña para que todos puedan verlo,
luego me mantendré sobre el océano hasta que me hunda,
pero sabré bien mi canción antes de empezar a cantarla,

y es dura, es dura, es dura, es muy dura,
es muy dura la lluvia que va a caer



jueves, 27 de junio de 2024

Jueces

JUECES

Pocos años antes de jubilarse definitivamente ofrecieron a mi padre ingresar en la carrera judicial como magistrado por el cuarto turno, un procedimiento reservado a juristas, en su caso abogado, de reconocido prestigio. Pese a la ilusión que le hizo, renunció porque ya estaba por encima de los 65 de edad. Esta opción de acceso a la judicatura, pertrechada en 1985, supongo que se planteaba con una pretensión democratizadora y como alternativa a la vía normal de acceso, una oposición durísima, con la criba de memorizar 328 temas y dos años de curso teórico práctico en la Escuela Judicial.

Como es obvio ninguna de las dos alternativas ha servido para socializar la judicatura. Puede que la primera haya aportado a lo largo de este tiempo mayor experiencia práctica, pero solo incorporado a un porcentaje mínimo de jueces "chusqueros", ya que, si no me equivoco, es un procedimiento solo destinado a 1/4 de las plazas convocadas. En cuanto a la segunda, ¿Qué joven de condición humilde puede salvar una carrera de cuatro años, un máster de acceso a la abogacía y varios años de preparación y consolidación de oposición tan endiablada?

Pese a haber trabajado durante casi 20 años en terrenos muy cercanos al mundo del derecho, solo he asistido a dos juicios, uno de carácter civil, acompañando a una de mis hijas, y otro contencioso administrativo defendiendo un derecho entonces no reconocido, el de paternidad en los casos de adopción internacional.

Mi experiencia es casi contradictoria pero en ambos casos me pareció curiosa. El juez civil, un chico muy joven, sentenció mirando al tendido, en ningún momento al "público" asistente o personas juzgadas, recitando, como si aún lo hiciera a un juez preparador, una retahíla de preceptos y normas con el lenguaje entre decimonónico y críptico que caracteriza a la profesión. Pese a su tono educado, su distanciamiento me recordó a la prevención de mi padre con algunos magistrados que, según contaba, menospreciaban, se burlaban, e incluso insultaban a los abogados novatos, algo que,  ahora que hay juicios/espectáculo, hemos podido ver de primera mano. Un paréntesis: la actividad preparatoria proporciona pingües ingresos a los jueces, unos 4.000 euros al mes, además de un poder de tutelaje que luego utilizan para maniobrar profesionalmente.

En mi caso se trató de una jueza de mediana de edad y una apariencia de despiste que confirmó cuando semanas después de dejar el juicio visto para sentencia redactó un fallo que a una vez me denegaba el derecho y me invitaba a recurrir. De esa experiencia saqué la conclusión de que muchos jueces saben más de procedimiento que de cuestiones de fondo, y que si quieres ganar se lo tienes que dar todo bien mascado. Por cierto, dos años después conseguimos el derecho por vía político sindical. Hay que batallar en todos los frentes...

Volviendo al principio. Por razón de la dificultad de acceso, la judicatura no sólo es un mundo tan endogámico como el del resto de los aparatos del Estado. En sus jerarquías superiores sus protagonistas son jueces muy ideologizados porque "proceden de" y "viven en" un entorno de poder que alterna en comedores, palcos y eventos varios. Ideologizados hacia el mantenimiento de un status que conserva en las formas una parafernalia viejuna y prepotente.

Según una reciente encuesta el 60% de los y las españolas desconfían de los jueces (https://www.eldiario.es/politica/60-espanoles-no-confia-jueces-cree-instrumentaliza-justicia-fines-politicos_1_11458885.html?utm_source=adelanto&utm_medium=email&utm_content=Socio&utm_campaign=23/06/2024-adelanto&utm_source=elDiario.es&utm_campaign=292697b46f-ADELANTO_23-06-2024&utm_medium=email&utm_term=0_10e11ebad6-292697b46f-%5BLIST_EMAIL_ID%5D&goal=0_10e11ebad6-292697b46f-60187161&mc_cid=292697b46f&mc_eid=44912bad91) y porcentajes también altos de la población creen que hay instrumentalización política en la judicatura. Un 44% habla incluso de persecución y lawfare contra adversarios políticos. Los ejemplos se dan en todas las latitudes y disciplinas judiciales, y ha llegado a un límite insufrible. Para muestra el botón del Consejo del Poder Judicial, recién pactado con un reparto político de vocalías, y la desesperanza de que, tras lo expuesto, la alternativa es aún peor.


En 2021 La Maravillosa Orquesta del Alcohol" (La MODA) publicó un estupendo disco llamado "Nuevo cancionero burgalés", con letras rescatadas de recopilaciones efectuadas a principios del pasado siglo por los músicos y folcloristas Federico Olmeda (1868-1902) y Antonio José Martínez Palacios (1902-1936), fusilado este último por los fascistas recién iniciada la sublevación. "Miraflores", el corte elegido, no habla de sentencias judiciales pero no me parece mal traída.


https://youtu.be/fR8zTtreqk0





miércoles, 12 de junio de 2024

Tauromaquia

TAUROMAQUIA

Mi nieto mayor y yo estamos convencidos, sin demasiada base científica, todo hay que decirlo, de que la mosca es el animal doméstico más tonto. Le abres la ventana para que escape por la bocana libre y acaba chocando una y otra vez con el muro de cristal. 
Al hilo de esa reflexión le mostré a mi nieto la técnica que la gente de campo tiene para acabar con las moscas “inevitables golosas”, que cantara Machado: esperar con la mano a pillarlas en su inconsciente huida hacia delante. 
Esta pequeña introducción sirva para decir que a mi nieto no le gustó la idea de capturarla. “Tendrá ama y aita y la echarán de menos”, me dijo, algo que me recordó a mi padre reprendiéndonos a mi hermano y a mí por pisar o incordiar a una hilera de hormigas cuando éramos niños.

Las moscas nunca han estado de moda. Forman parte de la tradición e incluso de la cultura peninsular, pero en su calidad de seres vulgares, pertinaces, revoltosos, “que ni labráis como abejas, ni brilláis cual mariposas”. De nuevo Machado. 

Mejor imagen tiene el toro bravo, sea como imagen de Osborne o res para la lidia, algo que una parte de la sociedad considera un arte, el de Cúchares, apodo de Francisco Arjona Herrera. Este torero desarrolló el pase de muleta y alargó la faena, un eufemismo que define el periodo de sangría que media entre la entrada del toro en el coso y su muerte por estocada y/o descabello.

Grupo de jóvenes y niños
en la escuela "El Yiyo"
Si Cúchares, niño huérfano en la Sevilla de primeros del siglo XIX, fue alumno aventajado de la Escuela de Tauromaquia fundada por el inefable Fernando VII, el arrebato de los taurinos a que el Ministerio de Cultura les quite privilegios reabre escuelas, como la del “Yiyo”, en Madrid, bajo la divisa de “escuela de valores y de vida”, y alienta nuevas subvenciones en las comunidades gobernadas por las derechas. Siempre en vanguardia de la España cañí, la misma Comunidad de Madrid ha creado una Dirección General de Asuntos Taurinos, con matador de jefe y una pasta de ingresos fijos.
Y es que los estudiosos del tema hablan de hasta 500 millones en ayudas indirectas a las ganaderías a través, ¡sorpresa!, del Plan Agrario Común (PAC) europeo, y directas a la tauromaquia de más de 10 kilos. Hay que subrayar que uno de los ex responsables del PAC, el ex ministro de Agricultura Arias Cañete, está casado con una Domecq, familia de raigambre taurina.

En lo que respecta al debate cultural hay que aceptar que la tauromaquia sí tiene un itinerario más o menos ligado a la cultura, incluso un lenguaje atractivo a la literatura y el periodismo: suerte de varas, chicuelina, rejón, montera, monosabio... Muchos intelectuales de signo y épocas diversas han sentido fascinación por ese léxico y un universo conceptual de bravura, valentía, temeridad, sacando chispas artísticas y literarias a la peculiariedad de una “fiesta” que ahora leo se remonta a la era del bronce, cuando jóvenes gimnastas de Creta y Tesalia hacían acrobacias apoyándose en los cuernos de toros bravos. 

Picasso taurino
Goya o Picasso han dejado numerosos grabados sobre el asunto, y en el caso del primero hasta un modelo de vestimenta, la goyesca, que aún se utiliza en los festejos de la corte. Con un par de capotazos mirando al tendido los taurinos de derechas se han hecho lorquianos de repente, al recordar el “Llanto por Ignacio Sánchez Mejías” que Lorca dedicó al mecenas de la Generación del 27. Y es que el torero, él mismo escritor aficionado, auspició el homenaje a Góngora que forjó la existencia del grupo literario. Omiten, eso sí, que el poeta no era demasiado aficionado al arte de Cúchares y que fue asesinado junto a dos banderilleros anarquistas, Arcollas y Galadí.
Creo que este hecho, quizás también el contenido popular y de clase de la torería hasta casi finales del siglo XX, fomentó el acercamiento de intelectuales de izquierdas al fenómeno taurino. A la fascinación que produce el animal se une el hecho de que las cuadrillas estaban compuestas de jóvenes que huían de la miseria rural y se dirigían a las plazas ciudadanas en busca de fama y modus vivendi, algo que empieza a torcerse cuando el papel cuché da portadas a la boda de toreros con cantantes, actrices, incluso aristócratas, y la tauromaquia, salvo excepciones, pasa a ser un mundo endogámico, de sagas de señoritos que torean cuadrúpedos afeitados. Esta doble realidad, la de chavales que torean furtivamente en las dehesas y llegan a la ciudad con un hatillo y una muleta de avellano, y la de los toreros que triunfan y casan con tonadilleras, ha sido ampliamente reflejada en el cine, pudiéndose hablar incluso de género taurino: desde “Los golfos” o “Jamón, jamón” a “Manolete” o “Aprendiendo a morir”, pasando por “El último cuplé” o la maravillosa serie “Juncal”, con un Rabal en estado de gracia.
La gente de mi edad no es ajena al mundo de la tauromaquia. Asocio algunos veranos de infancia y adolescencia a la conexión que la única televisión del régimen establecía con las plazas de Pamplona o San Sebastián a las “cinco de la tarde”, como repite el poema lorquiano, quien sabe si porque la primera era un coso ligado al “alzamiento”, y el segundo el de la ciudad donde el dictador pasaba parte de los veranos. Tenía unos trece años cuando asistí por dos únicas veces a una corrida de toros. Un familiar que trabajaba en el ayuntamiento de Barcelona había conseguido varias entradas, ni más ni menos que para ver al torero del momento, Manuel Benítez, “El Cordobés”. El caso es que, pese a lo mayúsculo del cartel, apenas hubo media entrada, en gran parte de guiris que llegaban en autocares de destinos playeros. Sirva este ejemplo sesentero para destacar la indiferencia de la ciudad hacia la fiesta nacional, algo que se ha ido extendiendo a lo largo de la “piel de toro” hasta nuestros días. Creo que sin subvenciones y premios onerosos la tauromaquia tendría los días contados.

Vuelvo a la inocencia de mi nieto, que ve en cualquier ser con vida a alguien que merece conservarla, aún inconsciente de que gran parte de cuanto comemos es sacrificado para que seamos nosotros quienes sobrevivamos. Pero no es un mal principio. Seguramente quienes no tienen ese impulso primario de empatía disfruten con el salpicadero de sangre que es la llamada “fiesta nacional” y deseen que haya jóvenes, mejor si son de las castas inferiores, que aprendan a jugarse la vida ante un morlaco de 500 kilos a beneficio de un espectáculo lleno de sadismo. 

Hay mucha música y canción dedicada al “arte de Cúchares”, pero entre que es un tanto casposa y que por el camino se me ha cruzado este pedazo de versión del “Sultans of swing” de Dire Straits con Pedro Javier González (habitual con El último de la fila, Manolo García, Serrat y tantos otrísimos, además de una decena de proyectos propios) y un grupo de colegas (Tommy Emmanuel y Jhon Jorgenson), me he dejado llevar…



martes, 30 de abril de 2024

Abusos 2

ABUSOS 2

La coalición episcopal
Dada la afortunada actualidad del tema sobre abusos en el seno de la iglesia católica, ya que el gobierno de coalición parece dispuesto a reparar el daño causado, incluso con recursos propios, he recordado este blog de nada menos que 13 de mayo de 2013, que me atrevo a republicar con un añadido musical ad hoc.  
En él rememoro la experiencia que viví en mi adolescencia en uno de los dos Colegios de los Hermanos Maristas de Barcelona. Las iniciales de los protagonistas están modificadas por razones obvias. En cuanto a las del hermano abusador tampoco responden a la realidad, ya que, desgraciadamente y pese a que lo he intentado por medios y contactos diversos, no he conseguido recordar ni identificar su nombre compuesto, una desmemoria que imagino nació inconscientemente con sus amenazas.
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ABUSOS

Durante varios meses de un curso de principios de los años sesenta del pasado siglo, el hermano L.A., uno de los frailes más jóvenes de la congregación, se metía con C.M. y M.T., dos alumnos especialmente brillantes, en un aula del colegio de los Maristas de Barcelona durante la hora posterior a la comida. El hermano L.A. cerraba el aula a cal y canto y allí pasaba un tiempo secreto con dos alumnos que tenían entonces once o doce años de edad.

Entre los compañeros, principalmente entre los más mayores, se corrió pronto que se “metían mano”. Era sabido que el hermano L.A. era un sobón. Quien más quien menos había sufrido sus toqueteos el día de su cumpleaños, fecha que aprovechaba para hacerlos pasar como muestras de cariño.

Pese a una inocencia mayoritaria que ignoraba casi todo sobre sexo, abusos, pederastia, entre los alumnos de curso se pensaba que M.T. sentía alguna inclinación “malsana” por C.M., y que ambos mantenían una relación “extraña” que el hermano L.A. convertía en un triángulo aparentemente “perverso”.
Con el rumor bastante extendido, el hermano L.A. convocó a una decena de alumnos en la misma aula que les servía de lugar de encuentro furtivo. Cerró la puerta con el pasador y tras una introducción sobre el pecado de la maledicencia empezó un incisivo interrogatorio.
Creo recordar que yo fui el primer interpelado. El hermano L.A. quería saber el contenido y la extensión de los rumores que habíamos propagado, pero no lo consiguió. En aquel tiempo era difícil que su presión pudiera vencer al miedo a aparecer como chivatos ante los ojos de nuestros compañeros. De modo que uno tras otro lo negamos todo. Al acabar el interrogatorio sin ningún resultado, el hermano L.A., con una voz especialmente severa, nos amenazó con tener que tomar medidas, que incluían la expulsión del colegio, si no dejábamos de hablar de su relación con C.M. y M.T.

Nunca volví a tratar el tema con los compañeros con los que compartí el episodio. Ni siquiera cuando el fraile desapareció al año siguiente. Creo que, o bien fue trasladado porque el asunto llegó a trascender entre sus superiores, o él mismo pensó que lo mejor era poner tierra de por medio antes de que las cosas se complicaran. El caso es que nunca más volvimos a saber de él.

Hace más o menos un año El País Semanal publicó un artículo sobre directivos de las grandes empresas del Estado. Entre esos grandes ejecutivos figuraba M.T., uno de los dos alumnos que habían protagonizado aquel lejano y lúgubre incidente, lo que lo reavivó en mi memoria. Durante algunos días pensé en la posibilidad de localizarle y preguntarle directamente qué es lo que realmente ocurría en aquel aula. Lo consulté con personas allegadas y me hicieron desistir.

En la foto del semanario, M.T. aparecía elegantemente vestido y rodeado de flamantes ejecutivos, y de acuerdo con los parámetros estándar del periodista era uno más entre un colectivo de triunfadores, pero supongo que en más de una ocasión habrá repasado lo sucedido en aquel tiempo y deseado borrarlo de su currículo íntimo y personal.

No sé absolutamente nada de su evolución, ni de la de C.M., ni mucho menos de la del hermano L.A. Si sus superiores no le apartaron de la profesión religiosa o él mismo se dio cuenta de que aquel no era el mejor camino, seguiría toqueteando y abusando de decenas o cientos de niños durante años.

Mientras en Irlanda, Australia, Estado Unidos o Alemania se han abierto cientos de procedimientos judiciales e investigaciones parlamentarias sobre abusos continuados en establecimientos religiosos a lo largo de la segunda mitad del siglo XX, en el estado español solo hay un pequeño goteo de denuncias personales. Por alguna razón que se me escapa, parece un tema que no se quiere afrontar de forma colectiva.

Acompaño este viejo texto con otra vieja canción, la que Fabrizio de André dedicó en parte a los dioses codiciosos, infelices, sin aliento: Coda di lupo (Cola de lobo). 

Para mejor conocimiento de su contenido y de la obra global del cantante este enlace: http://www.animesalve.com/Discografia/Estudio/Rimini/CodaLupo.htm


https://youtu.be/22EkWHwbUvw




jueves, 14 de marzo de 2024

Koldo García, el paje

 EL PAJE


Monumento a
José Maestro
En un viejo libro sobre víctimas civiles de la guerra y postguerra civil en la provincia de Ciudad Real, la tierra de mi madre, descubrí que por aquel entonces todavía se daba la figura del paje, un personaje que yo asociaba a tiempos más pretéritos, y más en concreto a los llamados reyes de Oriente o a las novelas de Alejandro Dumas.

En aquellas páginas se relatan los hechos acaecidos el 22 de agosto de 1936, cuando soliviantado por el asesinato del alcalde republicano José Maestro, de viaje en Valladolid, un grupo de milicianos entró en el palacio arzobispal e hizo otro tanto con el obispo, Narciso de Estenaga, y con su paje, Julio Melgar.

No sé de quién fue la idea de cruzar los nombres de esas dos víctimas, civil y religiosa, provocadas por la furia desatada tras el golpe de estado del general Franco, pero lo cierto es que la calle dedicada al obispo, en el centro de la ciudad, termina en una plazoleta en la que se levanta una estatua/farola que homenajea al alcalde, imagino que en un intento de concordia propio de los años que siguieron a la transición. En cuanto a la memoria del paje, este también tiene su pequeña calle al norte de la villa, muy cerca de la puerta de Toledo.

"Paje florentino"
A. Cabanel
Según la RAE se conoce por paje al "criado cuyas funciones eran las de acompañar a sus señores, asistirlos en la espera de las antesalas, atender al servicio de la mesa y otras actividades domésticas." Obvia lo de llevarles la cartera y ahuyentar a moscones y advenedizos porque se supone inherente al cargo.

Estas últimas semanas hemos comprobado que esa figura pervive en la España de la picaresca, "vieja y tahúr, zaragatera y triste" que cantara Machado, un puesto de trabajo que requiere una carrera previa de adhesión a todo poder que se precie. El "paje" es aquel chaval de segundo B que merodeaba al cura abusón, el pelota que se apuntaba a todo lo que pudiera hacerle quedar bien, el apolítico en los setenta que se hizo demócrata en los ochenta, el marxista de salón que empezó en “El viejo topo” y acabó en el ABC, el chivato en la fábrica que mejoraba su salario como esquirol y no como huelguista, el “quedabien” en la administración que abominaba de la libre designación hasta que fue designado. Todos y todas hemos conocido a ese personaje servil con los poderosos y poderoso con los servidores y apenas necesitamos un par de horas para reconocerlos por su discurso, sus gestos, su mirada, todos, al parecer, menos quienes son laudados por el paje.

El paje y el jefe
Koldo García, ex aizkolari, ex portero de puticlub, un clon de Luis Roldán con veinte centímetros y cuarenta kilos más, se había ganado la confianza del ministro Ábalos a base de hacerle la pelota, abrirle camino, espantarle a periodistas y compañeros críticos, y llevarle la cartera, solo faltaba, además, se dice, de pagarle el colegio de los chicos y alguna que otra “cosilla”. Si no se hubiera cobrado la lealtad con creces, es decir, una pasta gansa, pisos y coches de alta gama, metiendo al ex ministro en un marrón que le ha dejado hasta sin chófer ni secretaria/o, pobre José Luis..., seguiría siendo el ejemplo viviente del criado ideal, una imagen modernizada de los pajes de novela de espadachines, siempre fieles al duque, y en este caso a la buchaca…

La cosa no ha hecho más que empezar, y la “trama”, una red de empresarios expertos en olisquear en la basura, funcionarios corrompibles, políticos encantados de que les adulen y hagan regalos, y pajes dispuestos a llevarles la cartera y sacudirles la caspa de la hombrera mientras se sacan un par de apartamentos en Benidorm, se extiende al parecer por ministerios y administraciones varias, confirmando aquello de que la alta política es un “quítate tú pa ponelme yo...” .

En el momento de redactar este blog oigo que cazan al novio de la presi de Madrid en otra movida similar. La tradición judeo cristiana...

Además de lo buena que es esta canción creo que puede resumir las expectativas que se dan en el mundillo de los pajes y lo que les rodea: "Cambia!" con C.Tangana, Carin León y Adriel Favela.



https://youtu.be/Bs-jN1EV0q0






domingo, 31 de diciembre de 2023

La pesca del salmón

LOS PESCADORES DE SALMÓN

Tras haber pescado y cazado personas, principalmente rojos, durante los años cuarenta, un Franco cada vez más perezoso y enriquecido se dedicó a partir de los cincuenta a otro tipo de caza y pesca, en el segundo caso principalmente la del salmón. Aunque la prensa y el NODO de la época cantaban sus excelencias como pescador avezado, lo cierto es que la guardia civil cerraba zonas de los ríos Sella y Narcea durante semanas, de tal modo que en cuanto el caudillo lanzara la caña los salmones picaran el anzuelo sin remisión. Múltiples son los testimonios gráficos de semejante desaguisado, como el que acompaña el texto, con un Franco ya en despistada decadencia.

Tantos años después de la muerte del dictador, la pesca del salmón sigue, ahora en sentido metafórico, cada vez más de moda, y así lo describe en un pequeño manual sobre “bulos, narrativas y poder en la prensa económica” el periodista Yago Álvarez Barba bajo el nombre más que evidente de “Pescar el salmón”.

El salmón al que hace referencia es el color del papel heredado por la prensa económica de uno de los periódicos decanos, el Finantial Times, fundado en 1888. Desde entonces, siglo y medio, no hay prensa dedicada a la “ciencia” económica que haya osado desviar su imagen a otro casilla del Pantone.

Este ejemplo sobre el color puede servir de introducción a la perspectiva esclerotizada de una disciplina, la económica, que algunos de sus cultivadores críticos y sociólogos califican de “teológica”, por seguir aceptando mayoritariamente lo que David Graeber define como “providencia” del mercado. Como bien explica Álvarez “la economía no es como la física, en la primera no se pueden establecer regularidades empíricas inmutables en el tiempo porque en ella participan seres humanos, y cada uno de ellos es diferente y con infinitas posibilidades de acción”. Pero claro, todo empeora cuando es el periodismo asalmonado, es decir, el que está a sueldo de lobbys varios quien se mete a economista con el fin de ideologizar datos, encuestas y previsiones.


Para demostrar sus tesis Álvarez echa mano de varios recursos, estos sí que empíricos, como el listado de los medios salmón (Expansión, Cinco Días, El Economista, Invertia, etc, etc.) y su dependencia de poderes que no tienen nada que ver con la ciencia sino con el negocio, así como unos cuantos ejemplos, a mi modo de ver cortos y misericordes, de economistas y periodistas, algunos de ellos dedicados a la política, que han errado estrepitosamente en sus previsiones, amén de aquellos que ni siquiera disimulan.

Hace unos días el propio Álvarez criticaba en Twitter que El Economista anunciara a bombo y platillo que Indonesia adelantaba a España en PIB y la relegaba al puesto 15. Álvarez apuntaba que se trata de un país con una población seis veces mayor que la española y que, como el propio artículo puntualiza luego, eso se dará en 2038. Como bien subraya a lo largo del libro, el uso avieso del titular es una de las herramientas históricas de manipulación ideológica, algo que, en una sociedad que cada vez lee más titulares y menos texto, adormece e/o idiotiza a la opinión pública. Pero ¿qué interés tiene El Economista en dejar caer que la economía española pierde posiciones, cosa que puede ser cierta, pero no a costa de titulares engañosos o medias verdades?

Con el fin de despejar esa duda me he dedicado a ver quién estaba detrás de la publicación y he visto que los socios mayoritarios, con cerca del 40%, son Resco Prens, S.L. e Industrias Mecánicas de Extremadura, S.A. La primera tiene dos administradores solidarios de larga vinculación empresarial, principalmente a través de Campofrío Food Group, conocida empresa de alimentación y según Greenpeace en el top ten de los “trileros del clima” como una de las más contaminantes de España; la segunda está dirigida por Gregorio Peña Varona, abogado y tiburón empresarial que ha desempeñado hasta 100 cargos en 76 mercantiles, desde la estructura metálica hasta el detergente, pasando, cómo no, por el “negocio” de la comunicación a través de El Mundo, Telva o, en la actualidad, El Economista. Peña Varona es el presidente y al parecer responsable “ideológico” del periódico salmón, línea ideológica incómoda con un gobierno que apenas intente entorpecer la acumulación de poder y, por tanto, proclive a amplificar cualquier noticia que remarque que ese no es el camino…

No quiero pasar por alto que el tal Peña estuvo envuelto en 2022 en la peculiar  enajenación de un cuadro de Goya por menos de la mitad de su valor, en este caso como presidente de la Fundación Selgas-Fagalde de Cudillero, un hecho que los vecinos del pueblo consideran ha podido servir "para financiar sus negocios privados: su empresa periodística, sus hoteles, su inmobiliaria”. Y es que son insaciables...

Vuelvo a los titulares y al libro de Álvarez para cerrar el blog con un ejemplo palmario de la servidumbre del poder mediático al económico, o cómo convertir una multa por esclavitud infantil en una donación para combatirla por mor del “benefactor” Amancio Ortega, la Agencia EFE y la prensa asalmonada. Sé que la foto no favorece su lectura, siempre se puede comprar el libro, pero vale la pena hacerlo por lo bochornoso del tema:



Para desengrasar la lectura, páginas y estrellas multicolores: "My back pages". 


https://youtu.be/rEoZfu-XNZc


miércoles, 5 de julio de 2023

Tablas de Daimiel

 TABLAS


Dicen los libros sagrados del judeo-cristianismo que Moisés, que acababa de recibir las Tablas de la Ley del mismísimo Yahweh, tuvo un cabreo de la leche al ver que en su ausencia los judíos habían construido un becerro de oro al que adoraban y las tiró al suelo, dejándolas hechas unas trizas.

Esa leyenda, con un Moisés muy parecido a Charlton Heston, me reconduce a los primeros años colegiales y otro tipo de tablas, estas de madera, más pequeñas y menos sacras, las tablillas, extensiones del pupitre para ubicar tintero, punteros y plumillas, herramientas con las que los chavales de la época aprendimos a escribir en letra inglesa.

Muchos de esos huecos recónditos, un espacio que también usábamos para hacer carreras de minicars y esconder minúsculas chuletas, fueron testigos de otro tipo de tablas, las que de forma repetitiva nos enseñaron a sumar, restar, multiplicar… todas estas tablas, incluidas las de la ley de dios, que Moisés restauró dando inicio a la celebración judía del Yom Kippur, están en desuso. Los mandamientos tienen ahora una escala jerárquica, siempre al servicio del poder; desaparecieron los pupitres; y la memoria o está desprestigiada o ha sido suplida por la wikipedia y el ChatGPT.

También están en proceso de desaparición los tabloides, periódicos de pequeño formato que apenas cabían en los kioskos en los años setenta y ochenta del pasado siglo, y la amenaza se extiende en mi caso a otra parte de mi memoria, la sentimental que nos liga a las raíces de donde venimos.

las Tablas en 
época boyante
Me refiero a la Tablas de Daimiel, el pueblo de nacimiento de mi abuelo materno, un humedal de algo más de 30 kilómetros cuadrados declarado Reserva de la Biosfera en 1981, que languidece asediado por el hiper-regadío y una gestión siempre a la defensiva de los poderes públicos.

La primera vez que las vi en la adolescencia me pareció mentira que en medio de una llanura, convertida en verano en secarral, pudiera haber un lugar tan paradisíaco. Según su página web aún subsisten especies propias, como garzas, patos, rállidos, nutrias, zorros, diversos tipos de ranas y lagartos, además de algunos peces, como los cachuelos o la carpa común. Si el clima y un cierto nivel de agua lo permite, veranean o hibernan garzas imperiales, cigüeñas negras, grullas y aguiluchos laguneros, algo que empieza a ser casi un milagro.

La denominación de “tabla” se debe a su característica de encharcamiento por la confluencia de los ríos Guadiana y Cigüela en un espacio plano, de tabla, y del brote del extenso acuífero 23, situado en la zona occidental de la llanura manchega, uno de los de mayor volumen de España.

foto tomada por mí en 2012
El problema es que la sequía afecta a la llegada de agua de ambos ríos, pero sobre todo a la sobreexplotación del acuífero. Hace apenas 10 años había quien presumía de cultivar arroz en la zona, una barbaridad tratándose de un cultivo que se efectúa en terrenos y campos encharcados. Según un informe de la asociación ecologista WWF, ya en 2019 se extraía un 72% más del volumen permitido por los planes hidrológicos, el equivalente a algo más de 62.000 campos de fútbol.

Se decía hace tiempo que muchos de los conflictos, incluso de guerra, del siglo XXI se producirían por el uso y la propiedad del agua. De norte a sur de la península esos conflictos ya están ahí: una pugna entre el cortoplacismo y el futuro, el despilfarro de los recursos hídricos o la contención y el decrecimiento, el capitalismo salvaje o el capitalismo inteligente y el socialismo.

Mientras, veo las fotos de las Tablas en la actualidad, con apenas un 5% de su territorio inundado y se me encoge el corazón. Si mi abuelo, el yayo Justo, levantara la cabeza…


Para consolar el ánimo, un homenaje a las pocas tablas que siguen en auge, las de surf, con su grupo paradigmático, los Beach Boys.



lunes, 19 de junio de 2023

Inteligencia Artificial

 ESTUPIDEZ O INTELIGENCIA ARTIFICIAL


Hipatia

Es obvio que todo avance científico o tecnológico tiene sus detractores. Que se lo digan a la pobre Hipatia, lapidada por ser mujer inteligente, astrónoma y filósofa avanzada; a Giordano Bruno, quemado en la hoguera por ir más allá del heliocentrismo con un modelo panteísta que la iglesia católica no podía consentir; o a Semmelweis, médico húngaro perseguido con saña por la corporación médica al defender medidas profilácticas contra la fiebre puerperal...

Lo sorprendente con la Inteligencia Artificial (IA) es que hayan sido más de 10.000 expertos, entre ellos algunos de sus impulsores, como Steve Wozniak o el mismísimo y controvertido Elon Musk quienes estén pidiendo una limitación o cuanto menos regulación de los entrenamientos de la IA (introducción y conclusión a partir de bases de datos). En su apelación, los expertos aseguran que la velocidad con la que se está desarrollando va a producir “un cambio profundo en la historia de la humanidad”, al entrar en una “carrera fuera de control para desarrollar e implementar mentes digitales cada vez más poderosas que ni siquiera sus creadores pueden entender, predecir o controlar de forma fiable”.


Desconectando a HAL9000
Imagino que el temor está fundado en hipótesis contrastadas, principalmente en el vértigo que produce no controlar lo que uno mismo ha iniciado, también en la filmoteca y abundante literatura en la materia. Ningún cinéfilo de mi generación dejará de evocar el momento en que el ordenador Hal9000 o los replicantes se rebelaban en “2001 odisea del espacio” o en “Blade Runner” respectivamente. En ambos casos acaban perdiendo la batalla, porque el “dios creador” mantiene el control final de su “funcionamiento”.

Hace unas semanas, cabreado por la vacuidad con que muchos corporativos, periodistas y políticos nos tratan, aterrorizado por el cultivo y culto a la estupidez que se da en las redes sociales, qué triste decir esto de un modelo de socialización comunicativa, colgué en una de ellas que mi única esperanza era la Inteligencia Artificial. Supongo que no deja de ser una muestra más de la misma estupidez de la que me quejo, en este caso la mía, pero mi hipótesis optimista es que una IA que sobrepase las capacidades humanas será ecuánime, pragmática y tendrá como prioridad la supervivencia. Buscará la estabilidad y no el conflicto. Creará instrumentos que hagan innecesario el trabajo. Optará en cada momento por la medida más apropiada. Preverá catástrofes e impulsará los medios necesarios para combatirlas. El gran riesgo, que previamente elimine lo prescindible, los humanos, y ahí la moralidad entra en clara contradicción con lo necesario.

Pero volviendo a la parte optimista de la hipótesis. Si no precinde de nosotros no veo a la IA convirtiendo Doñana en un desierto lleno de viveros de plástico que según WWF ya genera 4.500 toneladas anuales de residuos, a ambas castillas en un mar de purines o a la minúscula provincia de Bizkaia, con una distancia máxima que no llega a los 100 kilómetros, en una red de Guggenheim para el “solaz” de miles de cruceristas europeos.

Ese es al menos mi utópico deseo, aunque claro, con la contradicción de hacerlo desde posiciones morales, algo que, como decía antes, no tiene nada que ver con la inteligencia pero que, como ella, están pasadas de moda entre los humanos de carne y hueso. 

Creo que nunca la había traído al blog, gran laguna, así que aunque algo tarde ahí está Tina Turner (Tennessee – 1939-2023) en una de sus últimas giras (2009) pero todavía con la energía que nunca la abandonó.


sábado, 6 de mayo de 2023

Lluvia

LLUVIA

"El diluvio"
de Gustavo Doré
En la tradición judeocristiana, más en concreto en el Génesis, primer libro de la Biblia, dios castiga a hombres y ángeles díscolos con un diluvio, “lluvia copiosa y violenta”, de cuarenta días y cuarenta noches. Como es obvio, el llamado “diluvio universal” no fue tan universal, por más que sucesos parecidos aparezcan en la tradición oral o escrita de las más diversas culturas, china, hindú, inca o chadiana. En el caso de la judeocristiana las lluvias torrenciales se sitúan en Mesopotamia (“tierra entre dos ríos”), el Tigris y el Éufrates, en una zona que actualmente abarca gran parte de Irak y el noreste de Siria.

La palabra lluvia está de moda. En nuestra península casi siempre lo estuvo, no digamos cuanto más viajemos hacia el sur, donde el agua es más valorada por los nativos que cualquier pedrusco precioso. Todavía hay lugares en los que las poblaciones afectadas salen en rogativa al mismo dios que provocó el diluvio universal, con el fin de que se apiade y les envía aunque sea unas gotas. He encontrado varias muestras recientes que atestiguan el hecho, como la que acompaño del Cristo de la Estrella en La Algaba, pueblo de la provincial de Huelva, si bien hay más público fotografiando el evento que orando con la devoción que la ocasión requiere.

Rogativas al
Cristo de La Algaba
La falta de lluvias, pero no solo, provoca las pertinaces sequías a las que solía referirse el dictador Franco al hablar del citado fenómeno meteorológico. Pese a que en su momento, sobre todo por su obsesión por inaugurar pantanos, tenía el apodo de “Paco el rana”, la implantación de embalses que mitigaran la falta de agua no fue un invento suyo. Dos planes nacionales hidrológicos de 1902 y 1933, auspiciados por Rafael Gasset e Indalecio Prieto, demuestran que la preocupación y construcción hídrica tenía precedentes.

Decía que la sequía, es decir, la falta de agua no solo está provocada por la ausencia de lluvia. Es evidente que sin lluvia la cosa se complica, pero una actividad humana nociva, como es el caso de la proliferación de pozos ilegales en zona de acuíferos o el uso intensivo del regadío en lugares que históricamente eran de secano, empeoran sustancialmente la situación. De actualidad la locura que se pretende en Doñana y la casi desecación de las Tablas de Daimiel. Y qué decir de la “España de las piscinas”, a la que ya dediqué un blog hace casi un año (https://charlievedella.blogspot.com/2022/06/piscinas-3.html).

También auguran los científicos que las lluvias serán en el futuro torrenciales, lo que nos devuelve al mito del diluvio universal y a la necesidad de Noés capaces de construir un arca metafórica que nos salve del desastre.

La lluvia es protagonista de películas, sea como elemento jovial, “Cantando bajo la lluvia”, o inquietante, el caso de “Blade Runner”. En cuanto a canciones, los Beatles le dedicaron una específica, “Rain”, y hay himnos que la utilizan como icónica sustancia, el caso de la hermosa “A hard rain´s a gonna fall”, de Dylan con el estribillo: “y es dura, es dura, es dura, es muy dura, es muy dura la lluvia que va a caer”.

Pero para le gente de mi generación creo que hay otro himno más emblemático, pienso que porque daba a la lluvia un valor sustantivo de esperanza. La compuso Pablo Guerrero en 1972 y he encontrado esta estupenda versión cuarenta años más tardía (2012), acompañado de un grupo de colegas más que conocidos: “A cántaros”.