viernes, 24 de junio de 2022

The Searchers

 THE SEARCHERS 

EL DRAMA DE LOS SEGUNDONES

Me parece recordar a “Poupou”, Raymond Poulidor, como un ciclista un tanto atípico, de osamenta ancha, una estructura física alejada de la extrema delgadez de la mayoría de los ciclistas de fondo. Supongo que es más una impresión que una certeza, porque pese a que era el prototipo de deportista segundón, leo ahora que ganó cerca de 200 veces entre etapas, criteriums y vueltas, entre esas el campeonato de Francia, la Milán-San Remo, Flecha Valona, París-Niza, Dauphiné Liberé o Vuelta a España de 1964, y eso no se hace con un culo rebosante y exceso de peso.

Poupou
Pese al tópico de segundón, “poupou” era un ídolo mundial y la afición siempre soñó, me incluyo, con verle doblegar a los líderes de la época: Jacques Anquetil y Eddy Merckx. Imagino que tiene que ver con el deseo de revancha de los “perdedores”, más si uno, como es el caso de Poulidor, además de un tipo muy guapo no era precisamente un perdedor. El problema era que otros le ganaban.

A The Searchers (nombre extraído de una película de John Ford) les ocurrió otro tanto: coincidir con la banda más ganadora de todos los tiempos, The Beatles, y el agravante de hacerlo en su propia ciudad, Liverpool. Si hubieran sido originarios de otra villa británica, como los Rolling, quizás hubieran podido llegar a tratar de tú a tú a los de Liverpool, pero intentar hacerlo en sus mismas calles y clubs era un atrevimiento. Tuvieron un tercer hándicap, y es que, pese a las aspiraciones compositoras de Chris Curtis, el batería del grupo, todos sus éxitos fueron versiones de otros cantantes o conjuntos.

Sin embargo, hace unos días, escuchando en el coche una recopilación de bandas inglesas de los años sesenta del pasado siglo, llegué a confundirles con los Beatles. Así de bien sonaban los segundones del movimiento merseybeat que invadió las emisoras hasta mediados de la década, cuando tras la salida de “Revólver”, el disco que dio un giro a los número 1, estos segundones decidieron dejarlo.

Aprendo también, preparando estas líneas, que Curtis fue fundador con Ritchie Blackmore y Jon Lord de Roaundbout, predecesora de otra banda mítica: Deep Purple.

Para la ocasión y quienes no les conozcáis, cuelgo la primera canción que colaron en las listas yanquis, “Needles and pins”, de 1964, donde se aprecian juegos vocales que recuerdan a los Beatles, y “Sweets for my sweet”, quizás su pieza más conocida, tanto por su versión como la de Jackie DeShannon.

No he podido evitar meter a la propia Jackie DeShannon versionando la primera de ellas, “Needles and pins”, con los Searchers de comparsas bailongos. Así podéis comparar. Por cierto, ¿los que están al borde del escenario no son los Beatles? y por cierto, ¡¡¡qué bien la canta la DeShannon!!!

Empieza el verano!!!



https://youtu.be/zQDi1KRJJeY