jueves, 20 de diciembre de 2018

Chirinos


UN POEMA DE EDUARDO CHIRINOS 

PARA ESTAS FIESTAS

Eduardo Chirinos
Cuando era joven pude cumplir uno de mis deseos transgresores: no celebrar de navidad.

Lo conseguí entonces, incluso sin la necesidad de irme a otro país, por una mezcla de azar y el deporte de riesgo de la "insociabilidad".

Cerrado ese objetivo, he de decir que he conseguido sobrevivir a su creciente degradación gracias a la ilusión que siempre ha despertado en mis menores. Para ayudar a tal supervivencia suelo escoger algún poema dedicado a la natividad o similar. Este año el que Eduardo Chirinos (Lima 1960 – 2016) ofreció a “La casa del Señor” en su libro “Escrito en Missoula”, que adquirí cuando lo publicó en 2003.

Fallecido prematuramente, Chirinos nunca renunció a su educación religiosa en el colegio La Inmaculada y la Universidad Pontificia de Perú, pero siempre tamizada por un humanismo tierno y una ironía sutil (“Si hubo algún Dios en estas tierras/debió tener cara de bisonte”).

Pues eso, ¡sobrevivid!



LA CASA DEL SEÑOR*

La casa del Señor no tiene baños.
Solo una gran sala, con suerte un comedor
y bancas donde es menester arrodillarse.

Son altos los techos en la casa del Señor.
Allí vuelan ángeles entre nubes de cristal
y hay nidos de gorriones
(el Señor ama los gorriones)
y manchas que nunca se limpian.

La casa del Señor no tiene cuartos.
Sólo retratos de familia y algunos parientes
que lloran y se exhiben tras las velas.

Los mercaderes no entran en la casa del Señor
(Él nunca los recibe). Tampoco los gatos
(que se comen los gorriones).
Los demás
son siempre bienvenidos a la casa del Señor.

Todos cantan en la casa del Señor.
Y miran hacia abajo en busca de consuelo.

* poema perteneciente al libro “Escrito en Missoula” (Pre-Textos 2003)


Susana Baca  (Lima - 1944), cantante, compositora, investigadora de música y educadora de profesión, ha recuperado y renovado la tradición musical afroperuana; considerada sucesora de Chabuca Granda, la gran dama de la canción peruana, ha ganado dos veces el Grammy latino. Descubierta a escala mundial por David Byrne, ex líder de los Talking Heads, pasó a grabar en su sello Luaka Bop a partir de 1995. Mujer comprometida, fue ministra de cultura y presidenta de la Comisión Interamericana de Cultura de la OEA.
He elegido esta grabación de estudio de "María Landó", que el poeta César Calvo compuso para Chabuca Granda.





lunes, 10 de diciembre de 2018

El juego


EL JUEGO
Una de las grandes ventajas de tener nietos es la posibilidad de volver a jugar, es decir, de volver al territorio, ¿la patria?, inocente de la infancia, en el que los mayores problemas estaban relacionados con bolas, botones, cuerdas, tizas o balones; el futuro eran los reyes godos o la tabla del nueve que tenías que recitar al día siguiente; y el mundo el itinerario que separaba la escuela de tu casa.
A mi nieto lo que más le gusta son los trenes, no en vano el ferrocarril que une Bilbao con la meseta transcurre a apenas quince metros de la casa familiar. En consecuencia, entre sus primeras palabras estaba el tren, en euskera o castellano, y el vocabulario que le acompaña; y entre sus juegos preferidos, construir estaciones y trenes con todo lo que pilla. Diría que le ayudo y acompaño, pero para qué nos vamos a engañar, lo que hago es algo tan sano y ancestral como volver a jugar, vamos…, volver a ser niño.
Se me ocurrió escribir estas líneas hace poco, cuando descubrí la inscripción en piedra cuya imagen acompaño, en la que, pese a que es un lugar por el que paso a menudo por razones también lúdicas, no había reparado hasta ese día. Está en uno de los laterales de la fue Casa Cuna de Bilbao, un pequeño pero muy bello y emblemático edificio ideado por Ricardo Bastida, uno de los más prolíficos e interesantes arquitectos de la villa, aunque su obra más conocida, no la mejor, es el edificio del Banco de Bilbao, en la calle Alcalá de Madrid.
Quiero imaginar que ese “se prohíbe toda clase de juegos” tenía relación con la necesidad de mantener un entorno silencioso alrededor de la casa cuna, pero el tono imperativo nos retrotrae a épocas, fue construida en 1912, en las que cualquier placer, entre ellos el juego, era siempre pecaminoso. Recordemos la famosa controversia sobre el carácter herético de la risa en “El nombre de la rosa”, o la obsesión del franquismo por contener las fiestas populares en términos protocolarios y oficiales, porque la gente acababa desmadrándose, o sea, siendo feliz, aunque fuera por unas pocas horas. 
acta de defunción de un niño de 9 años
en el Museo de la Minería de Gallarta
La "Casa cuna", obra de Ricardo Bastida
Tampoco era infrecuente por entonces que muchos niños cambiaran demasiado pronto el juego por el trabajo. Hace unos días visité por segunda vez el Museo de la Minería de Gallarta, una buena manera de conocer parte de la micro historia, la verdaderamente heroica, de Bizkaia, y fotografié el certificado de defunción de Alonso Palacios, fallecido en la mina a los nueve años. Debajo, el texto de Dolores Ibarruri, vecina e hija de esa localidad, que hace referencia al trabajo infantil, una vergüenza que aún se da en gran parte del mundo.
También hay gente que se desmadra de un modo trágico en el primer mundo. A veces contemplo con amargura seres solitarios asomados al abismo de un tragaperras en sórdidos bares de barrio. Hablo de personas a las que la ludopatía ha transformado hasta físicamente, amigos o conocidas que han destruido su vida o, en el mejor de los casos, la mayor parte de un pasado ahora irreconocible. Pero no creo que eso, por mucho que se diga, tenga que ver con la palabra juego. Tampoco la veo adecuada cuando se habla de jugar en bolsa, una afición que la crisis ha demostrado situada entre la usura  y el esoterismo.
Volviendo al principio. Suelo decir que la diferencia entre la paternidad y la “abuelidad” radica en que los padres educan y los yayos enseñamos, y supongo que estaremos de acuerdo en que no hay nada mejor que enseñar jugando. Yo al menos me lo paso chachi piruli, como dice mi nieto.

René Clement dirigió "Juegos prohibidos" en 1952, un film "de" y "sobre" niños, en el marco de la segunda guerra mundial. La banda sonora del film era obra de Narciso Yepes (Lorca 1927-1997), que incluyó el famoso "Romance Anónimo". Yepes mantuvo hasta 1982 que la pieza era verdaderamente anónima, atribuyéndose hasta entonces a diferentes compositores. Para mayor información, ver https://www.libertaddigital.com/cultura/musica/2016-09-06/manuel-roman-narciso-yepes-el-compositor-de-romance-anonimo-79921/ y para su disfrute este pequeño trailer con el romance de fondo...