RENÉ MALTÊTE, CREADOR DE PARADOJAS VISUALES
jueves, 13 de enero de 2022
René Maltête
domingo, 26 de diciembre de 2021
El yayo (2)
EL YAYO (2)
primer retrato de Maiu |
Pues bien, el pasado 20 de diciembre nació mi segundo nieto, Maiu. Como adelanté cuando nació Aiert (https://charlievedella.blogspot.com/2016/08/el-yayo-creo-que-ls-yays-estamos.html), sigo pensando que los abuelos estamos sobrevalorados, seguramente porque este status nos pilla en un estado de gracia del que carecíamos cuando éramos más jóvenes y nos proporciona la sabiduría, más o menos ancha, pero sobre todo la paciencia histórica que no teníamos cuando queríamos tener todo, deseos, objetivos, intereses, al alcance la mano. Suelo decir que los padres educan y los abuelos enseñan, una diferencia sustancial que nos permite ser la faz amable del crecimiento de un niño con ganas de aprender.
Claro, también está la parte artificiosa del pequeño, la fantasía cubriendo los agujeros negros, la necesidad de que alguien les dé seguridad, ya ves tú, como si fueras uno de esos seres aguerridos de los dibujos animados o... sí, ese personaje ya desaparecido o en retirada, el ángel de la guarda, ese viejecito que ilumina todo lo malo que pudo ocurrir a James Stewart en la inevitable pero siempre reconfortante “Qué bello es vivir”.
miércoles, 22 de diciembre de 2021
Fernando Pessoa
DOS POEMAS NAVIDEÑOS DE FERNANDO PESSOA,
EL POETA QUE NUNCA EXISTIÓ
Los poemas elegidos en “fechas tan señaladas”, como diría el emérito en tantos y no menos esotéricos discursos de navidad, muestran el punto de vista del poeta sobre tales eventos.
De todos modos, felicísimos y sobre todo saludables festejos
NAVIDAD
Nace un Dios. Otros mueren.
La verdad ni vino ni se fue: el Error mutó.
Tenemos ahora otra Eternidad,
y fue siempre mejor cuanto pasó.
La Ciencia, ciega, la gleba inútil labra.
Loca, la Fe vive el sueño de su culto.
Un nuevo dios es sólo una palabra.
No busques ni creas: todo es oculto.
LLUEVE. ES DÍA DE NAVIDAD
Llueve. Es día de Navidad.
Allá en el Norte es mejor:
está la nieve que hace mal.
Y el frío que es incluso peor.
Y toda la gente está contenta
porque es el día de estarlo.
Llueve en la Navidad presente.
Antes eso que nevar.
Pues a pesar de ser esa
La Navidad convencional,
cuando me refresca el cuerpo
tengo frío y no Navidad.
Dejo el sentir a quien convenga
y la Navidad a quien la hizo,
pues si llego a escribir otra cuarteta
se me congelan los pies.
El grupo portugués de rock gótico Gonspell se inspiró en el poema “Opio”, de Álvaro de Campos, es decir, del Fernando Pessoa más emocional y entregado, para esta canción tan “desasosegante” y poco navideña.
Por
isso tomo ópio.É um remédio.
Sou
um convalescente do Momento.
Moro
no rés do chão do Pensamento
E
ver passar a vida faz-me tédio.
Por
eso tomo opio, es una medicina.
Soy un convaleciente del
Momento.
Yo vivo en la planta baja del pensamiento
Y ver
pasar la vida me aburre.
https://youtu.be/XoooX3OVGoI
lunes, 29 de noviembre de 2021
La entrada
LA ENTRADA
La entrada que te permite asistir a una sala de cine o a un concierto es ahora incorpórea, se enseña como casi todo en la pantalla del móvil y conserva, por lo menos, un tamaño similar al de tiempos pretéritos. Todo lo demás está en la nube, quizás para dar pábulo a los que, habrá que reconocerlo ahora que nadie me oye, solemos estar demasiado a menudo en las nubes.
También es cierto que para preservar el lastre objetual que acumulamos a lo largo de nuestras vidas necesitaríamos varios pisos, un almacén, quizás un museo, de modo que la nube permite archivar la cacharrería que arrastramos en una especie de limbo contemporáneo.
No en vano se empieza a hablar de testamento digital para saber qué parte de nuestro mundo virtual queremos dejar a nuestros sucesores, no vaya a ser que entre la morralla figuren muestras de lo peor de nuestra existencia. Ya conté en el blog el caso de aquel compañero de colegio al que una “ex” ponía a parir en las redes entre panegíricos y elegías, y no sé si los herederos habrán podido demandarla. En cualquier caso, ¡ojito!. Si uno quiere dejar buen sabor de boca deberá repasar antes su nube, no vaya a ser que granice…
Y ahora volviendo al principio. Las entradas describen una senda que tiene que ver con la música directamente, pero también con la memoria vital de dónde fue el concierto, con quien o quienes fuiste, qué pasaba en tu vida aquellos días. Repasar esos cachos de papel amarilleados y cuarteados por el paso del tiempo te retrotrae al pasado, y cuando este va acompañado de música, suele ser parte del mejor.
Entre esos, mis recuerdos: ir a ver a los Rolling a Madrid en un autocar nocturno de ida y vuelta; el pésimo concierto de Dylan y Santana la noche anterior a examinarme de conducir con apenas tres horas de sueño; Frank Zappa con Maite a punto de parir en La Casilla o Ismael Serrano tres días antes del confinamiento. Después, un largo, demasiado largo vacío de música, es decir, de consuelo…
Voy a confesar que el concierto de los Rolling al que asistí no es el mítico que celebraron bajo un vendaval, sino el de dos días después (véase la entrada) , pero como hay video del susodicho, ahí queda.
martes, 16 de noviembre de 2021
Víctor Clavijo
POESÍA FAKE
RECITADA POR VÍCTOR CLAVIJO
![]() |
Perfil de Twitter de Víctor Clavijo |
Suelo decir en broma que yo descubrí a Víctor Clavijo (Algeciras - 1973). También lo digo de otros actores, músic@s o artistas vari@s a quienes aventuré un futuro de éxito que luego se confirma. Es evidente que no siempre acierto, pero de los fracasos, como es lógico, no pienso hablar.
sábado, 30 de octubre de 2021
Begoña M. Rueda
DOS POEMAS DE BEGOÑA M. RUEDA
PARA EL DÍA DE LOS DIFUNTOS
Creo que la primera vez que le dediqué un blog al día de los difuntos dije no ser amigo de efemérides, pero lo cierto es que, contrariamente a lo afirmado, mi cita anual con los muertos se ha convertido en un ritual que me invita acercarme a algún/a poeta. No en vano la muerte es un tema manido, fácil para el verso.
Viene esta referencia al encuentro con Correyero, porque Begoña M. Rueda, última ganadora del Premio Hiperión, podría ser considerada una especie de hija o cuanto menos relevo poético de aquélla, tanto por su cercanía profesional, una enfermera y la otra auxiliar en un hospital, como por su estilo desgarrado, “humano, demasiado humano”.
Con 29 años Begoña M. Rueda (Jaén, 1992) ha ganado ya el ramillete de los mejores premios de poesía, uno por cada uno de sus siete libros publicados, entre ellos el prestigioso Hiperión con “Servicio de lavandería”. Solo he leído este último y algunos poemas sueltos anteriores, y aprecio un camino que va madurando desde una temática más amorosa y adolescente, también más metafórica, al desgarro del que hablaba anteriormente desde la experiencia cercana de la enfermedad, el deterioro físico, la muerte, e incluso el lenguaje, el argot del trabajo en esa lavandería de hospital.
Así que creo que Rueda podría suscribir los versos de Isla Correyero en uno de los mejores poemas de su “Diario de una enfermera”: “Escúchame, Paolo, yo quisiera escribir para todos los que/sufren en esta larga galería de la muerte”. He aquí dos pruebas casi complementarias:
A 23 de marzo de 2019 De camino a la cafetería atajo por los pasillos de urgencias. Me pregunto por aquel paciente de aspecto enjuto, macilento, al que parecían agarrarle las vísceras las hondas raíces de la quimioterapia mientras esperaba a saber qué, rendido en uno de los asientos del pasillo junto al soporte del suero. Hace un año que me lo encontré allí, con la cabeza lisa y una delgadez extrema, la boca entreabierta y unos ojos perdidos en algún recuerdo remoto como remota es la vida para quien espera sabe Dios qué o a quién con un pijama de listas verdes en los pasillos de un hospital donde todos los días muere un hombre o una mujer da a luz a un niño, así, me pregunto si logró salir adelante, ponerse en pie aquel día, arrastrar sus zapatillas de estar en casa hasta la planta de oncología, tumbarse en la cama y apretar la mano de su esposa hasta recobrar poco a poco la salud, o si en cambio no tuvo otro remedio que continuar esperando sepa Dios qué cosa en ese maldito pasillo de bombillas parpadeantes hasta que la muerte, con su bata blanca, se dignara por fin recogerle. |
A 11 de abril de 2019 A pesar de que la ropa es lavada a temperatura de ochenta grados y tratada con detergentes específicos, productos neutralizadores de cloro, lejías y suavizantes, no es raro percibir un leve aroma a perfume al doblar las camisas de los pijamas. Sé a qué huelen los enfermos antes de fallecer, sé que algunos se peinan, se afeitan, y se empapan de Varón Dandy como si morir no consistiera sino en dar otro de muchos paseos los domingos por la mañana. |
lunes, 11 de octubre de 2021
John Cale
¿QUÉ FUE DE JOHN CALE?
He aquí la traducción más o menos literal.
El barco de los tontos está llegando
Llévame, tengo que comerLas mismas viejas historias, las mismas cosas de siempre
Dejando salir y tirando de Mister, hay una caravana estacionada en la parte de atrás
Esperanza inquieta por un jinete cristiano
El libro negro, un gancho de agarre
La soga de un verdugo en un árbol quemado
Supongo que debemos estar acercándonos a Tombstone
La última vez que comimos
Fue cuando las moscas se iban gratis
Podrías contar las dificultades por las puertas abiertas
Pero intercalado en medio
¿Fueron los pescadores que todavía
Ojalá pudieran navegar de Tenessee a Arizona?
Así que espera, no tardarás
La llamada está en la línea
Espera, la hermana se ha ido
Sur para dar la señal
Recogimos a Drácula en Memphis
Era casi el amanecer
Y luego oró apresuradamente para que nuestras almas se salvaran
Había algo en el aire que nos cansaba un poco
Cuando llegamos a Swansea estaba oscureciendo
Tumble, selvas, cornetas y el premio
Las mareas giraron hacia el oeste en Amerforth
Como si no supieran qué hacer, pero Garnant se mantuvo firme y pidió más
Toda la gente parecía bastante contenta de vernos
Dándonos la mano y sonriendo como el reloj
Bueno, les dimos todo el mensaje entonces
En el que estaba el barco de los tontos.
Asegúrate de que lleguen a casa en Navidad.
Así que espera, no tardarás
La llamada está en la línea
Así que espera, la hermana se ha ido
Sur para dar la señal
Y aquí dos versiones, la original del disco y la que he encontrado junto a Nick Cave y Chrissie Hynde de 2008.
lunes, 27 de septiembre de 2021
Fernando Moleres / Orduña Hiria
miércoles, 15 de septiembre de 2021
La España saqueada II
LA ESPAÑA SAQUEADA ( y II)
“La tierra no es de la señora de V… A ella sólo le pertenece el agua.
Cuando el agua sube de nivel crecen sus dominios.” Ilya Ehrenburg
VICTORIANA VILLACHICA MURGOITIO, “LA MARQUESA”
LA CATÁSTROFE DE VEGA DE TERA
LOS EMBALSES DEL DUERO
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Campus de Iberdrola |
EL DESEMBALSE DE RICOBAYO, LA RUINA DE LOS PUEBLOS
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el embalse desembalsado en agosto |
cuando Iberdrola, en plena escalada de precios de la energía, vació el pantano hasta dejarlo en 11,16% de su capacidad, lo que no solo ha llevado al borde de la ruina a pequeñas empresas del entorno, sino que, tal como denuncia Greenpeace, está generando una auténtica catástrofe ecológica y ha dejado incluso sin abastecimiento de agua potable a algunos pueblos de la comarca. Leo hoy mismo que el gobierno de coalición lo va a impedir legalmente a partir de ahora. Que así sea...
Buscando música y cantantes zamoranos he encontrado una bella simbiosis. La de David Rivas, por lo que he leído prolífico y multipremiado compositor, y una jovencísima cantante, Lucía Gonzalo, en un corto y minimalista fado, esa música triste que salta desde el otro lado del Douro.
jueves, 9 de septiembre de 2021
La España saqueada
LA ESPAÑA SAQUEADA (I)
A mis amig@s zamoran@s, Sabina, Juanan,
Jose Antonio..., gente peleona
LA TORRE DE IBERDROLA
No muchos metros más allá, frente a la antigua puerta principal del Museo de Bellas Artes, Iberdrola, una de las empresas motoras del país, inició en marzo de 2007 la construcción de una torre emblemática que pretendía convertirse en el edificio más alto de la comunidad e incluso, se decía, superar la altura del vecino monte Archanda.
Me produce cierta nostalgia reconocerme en el balcón, ya casi sesentón, sumando el número de pisos que la columna vertebral del edificio iba jalonando y comprobar que su altura no supera la cima de la montaña, pero sí la perspectiva de su horizonte desde el edificio. El resultado: 41 plantas, 165 metros de altura y un nuevo arquitecto "vip", el argentino César Pelli, dejando su sello en lo que fue zona industrial de la ría. Hay que reconocer que el edificio, pese a reiterar la obsesión por las proas y el acero-corten de sus colegas, respondió a las expectativas y corona, al menos de momento, el skyline proyectado por los últimos gobiernos municipales. Para seguir con referencias navales puede decirse que es también el “buque insignia” de una corporación energética que tiene a cuatro de sus empresas entre las diez primeras del País Vasco y confesó en 2020 un beneficio neto de 3.600 millones de euros, exactamente un 4,2% más que en el ejercicio anterior.
JUAN DE URRUTIA, EL FUNDADOR AMURRIANO
Una estatua con la figura de Juan de Urrutia Zulueta (1866-1925) se eleva en uno de los ángulos de la plaza de su mismo nombre, frente al ayuntamiento de Amurrio y a apenas cien metros de la tienda de ropa que regentara el padre del actual líder de la extrema derecha española, Santiago Abascal.
Juan de Urrutia, hijo de un herrero de Orduña, fue hombre estudioso y emprendedor, además de un lince en los negocios. Tras cursar la carrera de Ingeniero de Minas en Madrid, pasó a dirigir algunas de las primeras empresas eléctricas del País Vasco y en 1901, ya como propietario principal, fundó la Sociedad Hidroeléctrica Ibérica empresa que, tras su muerte, absorbería Saltos del Duero y se convertiría en Iberduero. La historia se cierra con la fusión de esta con Hidrola y la creación de la actual Iberdrola (no se comieron mucho la cabeza para nombrarla), es decir, de la propietaria de la famosa torre de Bilbao.
A apenas otros cien metros de la estatua que rinde homenaje al ingeniero están las piscinas de Amurrio. Ese lugar es en verano el campo de entrenamientos que me permite afrontar pequeñas travesías a nado, más un pretexto para conocer territorios ajenos que para batir récords a mi edad. Allí sigue Ángel año tras año contando los largos de quienes sostenemos la extraña cordura de seguir la línea azul del fondo durante treinta, cuarenta, sesenta largos…mientras pensamos en nuestras cosas, casi siempre nada importante.
Pues bien, tras un viaje frustrado hace dos años y la anulación de su travesía en 2020 pensé que de este año no pasaba atravesar a nado el lago Sanabria y saldar braceando la deuda contraída con esa olvidada esquina peninsular, cosa que hice, no sin algún contratiempo, el pasado 29 de agosto.
LA COMARCA DE SANABRIA
Situada al noroeste de la provincia de Zamora, historiadores y lingüistas parecen decantarse mayoritariamente por su origen celta (de “sen”/monte y “briga”/fortificación), palabras de una lengua, el “pachuocu”, que algunos ancianos del lugar conservan gracias o por culpa de un clima y orografía especialmente duros.
“El lago es ahora de un gris pálido, los montes de un rosa tierno. Esta región parece creada para las expansiones líricas. Aquí, la lengua española, viril y dura, se reblandece. Aquí puede hablarse de amor, sin espantar a los pájaros y al silencio con las ásperas consonantes. Aquí las mozas cantan fados tristes y suaves. Las orillas del lago están silenciosas y deshabitadas. Pululan peces, revolotean los pájaros. Así solían pintar el paraíso los primeros renacentistas...Para venir de Madrid hasta aquí, hay que montar primero en un rápido hasta Medina del Campo; luego, en un correo hasta Zamora; luego, en autobús hasta Puebla de Sanabria; luego, en coche de mulas hasta el lago; en burro, si es que lo hay… ¡Qué lejos está Madrid de esta aldeíta! Aquí no ha cambiado nada. El agua del lago sigue poniéndose gris y las montañas de color de rosa, igual que antes, en los atardeceres. Las mozas siguen cantando canciones tristes igual que antes, e igual que antes los aldeanos mandan todos los años a un caballero desconocido, a un fantasma, el foro, o hablando más claramente: dos mil quinientas pesetas…Los aldeanos tienen muy poca tierra: un puñado de tierra, que no es siquiera tierra, sino ‘tierriña’. ¿Qué sacarán de ella?...
Trescientos treinta habitantes tiene la aldea. Como en todas las aldeas, un sinfín de críos. Aquí, la miseria engendra con la terquedad de los fatalistas resignados. Niños hambrientos. En vez de casas, establos negros, ahumados. Se resiste uno a creer que la gente pueda vivir así toda la vida. ¿Serían fugitivos, víctimas de un incendio? No; son sencillamente españoles contribuyentes. Jamás viene nadie en su socorro. Y años tras año, tienen que entregar a un caballero lejano y desconocido todo lo que consiguen arrancarle a la tierra avara: dos mil quinientas pesetas. ¡Quinientos duros! Quinientos duros para el caballero fantasmal que heredó de su pare, además de otros bienes, el derecho a seguir cobrando el antiguo foro. El afortunado caballero es abogado. Posee una hermosa casa en la aldea, al lado del convento. No tiene muchos clientes, pero los aldeanos han de pagarle anualmente sus quinientos duros, no porque él los necesite, sino porque conoce bien las leyes y sus derechos…A los ricos no les sobre jamás el dinero. Todos los años reciben los aldeanos el aviso correspondiente. Mandan el dinero. El señor firma el recibo. En el mes de abril de 1931 los amantes de la libertad proclamaron en Madrid la República. Y no contentos con esto, declararon en la Constitución que España es una ‘República de trabajadores’. Claro está que, para evitar malas interpretaciones, se apresuraron a aclarar: ‘Una República de trabajadores de todas clases’. En 1931, lo mismo que en los años anteriores, los campesinos de San Martín pagaron al señor las dos mil quinientas pesetas. Trabajaron todo el año hurgando la tierra estéril. También el señor trabajó lo suyo: al llegar la fecha, se pasó el aviso y firmó el recibo. Al otro lado del lago está la segunda aldea: Ribadelago. Aquí, los aldeanos no tienen que pagar el foro, pero no por ello pasan menos hambre. Aquí, hay todavía menos tierra. Unos diminutos sembrados de patatas, que tal parecen huertos de juguetes. Los moradores de estas aldeas comen patatas y habas. Procuran comer con medida, para no excederse. Cabañas como gallineros, barracones oscuros sin ventanas.
miércoles, 25 de agosto de 2021
Return to forever
UN SEGUNDO DISCO PARA ESTE VERANO
“RETURN TO FOREVER”
Esta se la debía a mi amigo “Trespa”, que seguro sigue progresando con la percusión. Él me avisó de la muerte de Chick Corea en febrero y le contesté que me pillaba lejos de mi colección de vinilos pero creía tener casi todos los Lps de su grupo de referencia inicial, “Return to forever”. Ahora en Orduña he podido comprobar que casi bingo, así que ahí está la foto para demostrarlo. También tengo algún otro de Corea sin el grupo, además de un doble con otro de los pianistas míticos de la época: Herbie Hancock. Todo un tesoro...
lunes, 16 de agosto de 2021
El nervio óptico
PASTELES GUIADOS POR “EL NERVIO ÓPTICO”
PASTELES Y COPIAS.- Con la pandemia he vuelto a sacar los pasteles – me refiero a esa especie de tizas polvorientas – una técnica que, aunque sucia, te permite trabajar en pequeños formatos. Hace ya muchos años solía coger la bicicleta, un bloc y una caja de pasteles e irme a pintar por el valle de Arratia.
DE “EL CIERVO DE DREUX”

"...Avanzaron despacio, había barro en el camino y el viento soplaba entre las casuarinas. «Es época de liebres, por ahí vemos alguna», dijo el chico. Cuando llegaron al final de la avenida pegaron la vuelta. A lo lejos, desde el bosque vecino, sonó un cuerno. Alguien llamaba a los perros para que regresaran. En ese momento a mi amiga se le hundió una bota en el barro. Forcejeó un poco para liberarla. Medio metro adelante, su compañero le ofreció la mano pero ella se negó: «Puedo sola», murmuró impaciente; un segundo después una bala perdida le entraba por la espalda a la altura del pulmón.
Se desplomó sobre el barro; el francés dijo que en su cara solo había sorpresa: «¿Esto era todo?», parecía decir. «¿Ya está?»...”


"...Como pintor, Courbet era territorial, instintivo como un perro. Había crecido cerca de la cordillera del Jura, en una zona lluviosa donde el agua se filtra por la piedra caliza, los acantilados, las cuevas y los valles formando canales subterráneos. El mar de Courbet encuentra su textura en ese paisaje. La forma en que el pintor usa la espátula es diabólica: rasquetea la tela, raspa el óleo como si quisiera marcar una roca. Aun con toda su pose de machote del arte, sus tácticas y estrategias para ganar notoriedad, Courbet no deja de volver una y otra vez a la región de su infancia. Pinta el agua como un mineral fosilizado, una malaquita partida al medio…"
"...Una sola vez ella me habló a mí; fue la tarde en que nos íbamos. Me llevó a su cuarto y me mostró las paredes todas cubiertas por los collages. Fue como ver la ola de Courbet desde adentro.
—Ya casi terminé —dijo ella sonriendo, un poco demasiado, como alguien que lo ha perdido todo.
Meses más tarde supe que se había ahogado, cerca de la escollera del norte, una tarde en que el cielo estaba celeste y desflecado por nubes rosadas
Nos llamábamos igual, mi prima y yo. Recién ahora me doy cuenta de que nuestro nombre contiene al mar como un llamado, como una premonición…”