“DAMA DESCONOCIDA”,
UN VIEJO RETRATO DE JUAN MARSÉ
El escritor Juan Marsé colaboró durante toda la andadura corta pero sustanciosa de la revista “Por favor” (1974-1978), irrepetible fenómeno del periodismo, la literatura y el humor gráfico durante la transición.

En el número 30 de la revista (27/1/1975) dedicó su artículo al entonces secretario de estado de USA, Henry Kissinger, y a una “dama desconocida”, una mujer escuálida junto a dos niños negros de tórax huesudos y vientres hinchados.
Me ha sido imposible rescatar la foto de esa mujer anónima y sus dos hijos, que durarían poco, pero sí, por su vergonzosa actualidad, el texto de Marsé y una foto cualquiera del África negra actual, que cuarenta años después sigue igual o peor:
¿Qué fue de aquella delirante vida de las formas, del luminoso temblor de los senos, de las sonoras caderas? ¿Dónde está la cintura de oxígeno, la larga espalda inolvidable, las axilas suavemente depravadas? ¿Cómo se articulan en esta anatomía los nervios secretos de la fascinación y el erotismo, dónde están los ojos como estrellas furiosas, dónde la fresa y la nata de la boca? ¿Qué se hizo del alto y pueril vigor de las nalgas, de la tensa vida de las corvas, de la dulce mirada del ombligo? ¿ Qué de los ojos de corza libre, qué de los hombros de pan? ¿Dónde está aquella intimidad opaca, según solíamos decir, de la cara interna de los muslos, dónde los vestigios de la nínfula que toda mujer retiene, las manos quizá de nardo, los dientes tal vez de nieve…?
Preguntad a los miserables que gobiernan el planeta, preguntad a los miserables que gobiernan el planeta, preguntad a los miserables que gobiernan el planeta”.
(Texto sacado de “Mientras llega la felicidad – Una biografía de Juan Marsé” – Josep María Cuenca – Editorial Anagrama)
Llamada el “ruiseñor de Malí”, Oumou Sangare combina ritmos tradicionales y modernos con letras que cantan a la libertad de las mujeres y hablan de las migraciones suicidas que genera la pobreza. He aquí un ejemplo.
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