sábado, 7 de septiembre de 2019

Orduña


ORDUÑA, 1.200 METROS CUADRADOS 

DE MEMORIA POPULAR

Si te metes en los casi incontestables oráculos de internet, la historia de Orduña es, como siempre, una sucesión de fechas e hitos con apellidos ilustres. Que si primeras referencias en la época de Alfonso III; que si fundada por Lope Díaz de Haro en 1229; que si reconocida como ciudad en 1467 por Enrique IV; incendio en 1535; creación de la aduana en los reinados de Carlos III y IV y…

Cuando los hitos, con la funesta excepción del campo de concentración, por el que pasaron miles de prisioneros republicanos entre 1937 y 1941; digo que cuando los hitos pasaron a mejor vida, por la desaparición de la aduana en el siglo XIX y la decadencia consiguiente, no parece que haya más historia que narrar.

Aquí empieza o sigue, sin embargo, su verdadera historia, la real, la de las personas que la levantaron, sufrieron, disfrutaron…

La pasada primavera, con el esfuerzo desinteresado de un grupo nutrido de orduñes@s y el amparo del ayuntamiento actual, abrió sus puertas el Centro de Exposiciones “Orduña Hiria”, 1.200 metros cuadrados de memoria popular.

Cuando algun@s amig@s que han participado activamente en su creación me hablaron de ello, pensé en un pequeño museo que recopilara trastos en desuso y documentos amarilleados antes de ir al contenedor. No imaginaba para nada que la voluntad y el orgullo ciudadano fuera capaz de convertir lo que fue escuela y luego biblioteca en un centro expositivo de semejantes proporciones y una riqueza cultural incuestionable.

No aparecen en él esos grandes señores de la historia con mayúsculas, pero sí los nombres y apellidos de pequeños empresarios, trabajadoros y artesanos de los tres últimos siglos, precisamente cuando esa historia con mayúsculas dio la espalda a la ciudad.


Comparten ese lugar entrañable, junto a un espacio arqueológico especialmente potente, confiteros, cereros, músicos, carpinteros, zapateros, labradores y yeseros de apellidos reconocibles para el orgullo de sus familias y de quienes, aunque foráneos, amamos a Orduña.

Acompaño enlace a la web ( https://www.orduñahiria.org ) e invito a quienes a menudo olvidan esta ciudad lejana a visitarla. Vale la pena.


Estos días, oyendo una recopilación de cantantes italianos, he tropezado con esta bella canción de Gino Paoli, que me parece adecuada para la ocasión, “L´ufficio delle cose perdute” (La oficina de las cosas perdidas), que he traducido y dado forma con la ayuda de Fabrizio, gran amigo romano.





L´Ufficio delle cose perdute

Nella grande tartaruga


con i tetti a scaglie 
grige
si rincorrono gli odori


i colori

le puttane

n
el gran ventre del paese
ci son posti che
sono strani


certe volte 
anche per me 
Sulla strada che val al porto


dopo un’arco c’e' una piazza


sempre piena di bambini


qualche gatto

un vu cumpra'
tra un negozio di bottoni 

e un tizio che si fa'


c’e' un ufficio senza targa e senza eta'


ed e' un ufficio del vento


cose perdute quelle

che son sparite in fondo


a qualche momento chiuso


Ed e' un ufficio pieno

di vecchie cianfrusaglie


di giorni poco usati e di candeline


di un’altra eta'


Sono andato li a cercare


i capelli che ho perduto

il sorriso di mio padre


ed il canto di un amico
voglio indietro i miei vent’anni
e le speranze in piu'


voglio l’albero dei come

e dei perche'


Ma dentro quel momento


non c’e' nel mio giardino


l’albero che ho piantato


qualche anno fa'
per sempre


Ma nell’ufficio delle

cose perdute devo


in cambio dei vent’anni


ridare tutto
 tutto quello che ho 

E ritorno piano a casa


con le rughe ed i pensieri


lascio li' i miei vent’anni

capelli, i sogni in piu'


mi va bene rimanere


con quello che ho torno a casa


apro la porta

ci sei tu e ci sei tu e ci sei tu.

La oficina de las cosas perdidas

En la gran tortuga
con techos de escamas grises
se persiguen los olores,
los colores
y las putas.
En el gran vientre del país
hay lugares extraños,
algunas veces
hasta para mí.
En el camino que va al puerto,
tras un arco, hay una plaza
siempre llena de niños,
algunos gatos,
un  vendedor ambulante.
Entre una tienda de botones
y un  fulano que se droga
hay una oficina sin registro y sin edad,
una oficina de viento
que tiene al fondo objetos perdidos,
desaparecidos en tiempos pasados.
Es una oficina llena
de viejos perifollos,
de días inútiles y velitas
de otra edad.
Fui allí para buscar
el pelo que he perdido
la sonrisa de mi padre
y la canción de un amigo.
Quiero volver a mis veinte años
con sus grandes esperanzas.
Quiero el árbol del cómo
y del por qué,
pero ya no está
el árbol que planté
para siempre
en mi jardín
hace unos años,
en la oficina de las
cosas perdidas debo
devolver todo, todo lo que tengo 
a cambio de esa edad.
Regreso a casa lentamente
con mis arrugas y mis pensamientos
Dejo allí mis veinte años,
el  cabello, los grandes sueños...

Debo conformarme
con lo que vuelvo a casa.
Y cuando abro la puerta
estás ahí, estás ahí, estás ahí...















domingo, 25 de agosto de 2019

Manteros 2


MANTEROS 2
Pensaba dar por cerrado el asunto pero veo que la distorsión de la realidad sigue ganando adeptos, y que al calor de la polémica del Open Arms crece el número de ciudadanos que consideran que el gran problema del país en verano lo constituyen los manteros.
Esta misma semana se ha producido una reyerta con detenidos en un puente de Bilbao, porque los manteros dificultaban el paso de los transeúntes. Curiosa y afortunadamente los transeúntes “dificultados” por los manteros se enfrentaban a los ertzainas “desalojadores”. Dos días después la ertzaina participa activamente en el operativo que “aconseja” a los 90.000 vehículos transeúntes que traspasan la frontera de Irún a no hacerlo para no dificultar la estancia de los líderes del mundo. ¿Contradictorio?
Miquel Buch, conseller de Interior, vaya fenómeno...
Sigamos. No sufro directamente al consejero de interior de la Generalitat de Catalunya, senyor Buch, pero por sus debates mediáticos nunca me ha parecido especialmente listo. Posiblemente tenga razón cuando defiende que la alarma social sobre inseguridad en Catalunya no está justificada por las estadísticas, pero sus declaraciones señalando quelos manteros son corresponsables de la delincuencia urbana en Barcelona porque “distraen” a los turistas es de antología del disparate. Le veo tapando la casa Batlló y la Sagrada Familia para que los turistas no se distraigan.
Pero una cosa es que no sean listos y otra que no sean listillos. Porque las suyas sí que son maniobras de distracción. Por cierto, un nuevo argumento standard contra los manteros: que introducen productos falsificados. Ostras Pedrín!!!! ¿No se habían enterado, o sí, pero mejor pasar de puntillas, de que en 2018 la mitad de los productos vendidos o transportados por Amazon, que como advertía en al blog anterior factura en BCN quince veces más que la mercancía de todos sus manteros, eran falsos, exactamente el 13% de los que se venden on-line (en el caso de Ebay se habla del 60%)?. En este caso los medios no hablan de mafias y delincuencia organizada, sino de “preocupación”, “problema a resolver” y otros eufemismos condescendientes con las grandes empresas tecnológicas.
Desde mayo de 2019 Amazon ha trasladado a las marcas originales el control del trasiego ilegal mediante una aplicación informática (Project Zero), pero qué queréis que os diga, dada la opacidad del comercio electrónico y que perderían el 50% de su facturación habrá que tener fe, que como recordaba el gran Monterroso “mueve montañas”...

Mi “cuñao” Pedro me ha recomendado esta potente orquesta funk, Snarky Puppy, que tal como están las cosas creo adecuada para levantar el ánimo.



domingo, 18 de agosto de 2019

MANTEROS



AMAZON PODRÍA CONTRATAR A LOS  CERCA

DE MIL MANTEROS DE BARCELONA 

DURANTE ESTE MISMO AÑO

Me he mercado un titular fake para empezar por dos motivos: subir el número de visitas al blog y mostrar que la frontera entre lo aparente y lo real es sumamente frágil, porque poder podría, el potencial no es falso, lo falso es que lo haga…

IMPRESIONES

Pues bien, hace años presencié la lección que un curtido jefe de personal daba a una sindicalista novata que exigía más recursos humanos. El jefe la escuchó con atención, y tras un breve silencio le preguntó si la falta de personal que alegaba era una “impresión” o venía avalada por datos contrastados. Al no obtener respuesta le indicó que el ratio de expedientes por trabajador era el más bajo del organismo, y que según esos datos sobraba un veinte por ciento de la plantilla.

Manteros en la Gran Vía de Bilbao
Pues bien, la “impresión” de que los manteros son uno de los grandes problemas de las ciudades reaparece todos los años con virulencia, con especial rigor en Barcelona (persecución policial, enfrentamientos, multas, pintadas en la sede de la PIME COMERÇ...).

No en vano una paisana me decía hace casi un año que la ciudad estaba invadida por manteros subsaharianos, y como apenas dos meses antes yo mismo había visitado BCN y no había visto a uno solo me atreví a comentárselo, casi disculpándome por haberme movido únicamente por Gracia, El Guinardó, Poble Nou y Poble Sec, y no haberlo hecho por Las Ramblas, la Pça. Catalunya, La Barceloneta y el Port Olímpic, al parecer sí abarrotados por esa “plaga”, lo que me llevó a la conclusión de que nuestra “impresión”, visualización del problema, era antagónica, y que lo mejor era documentarme para ver quién de los dos tenía razón.

Como sector seguramente más afectado por la existencia del top manta he recurrido principalmente al informe que la propia PIME COMERÇ ha efectuado recientemente sobre “El impacto económico de la venta ambulante ilegal” en Barcelona (https://www.pimec.org/sites/default/files/documents_pagines/def_cat_impacte_economic_de_la_venda_ambulant_ilegal.pdf ).
Barcelona

NÚMERO DE MANTEROS: El primer dato para ver cuál de las dos “impresiones” es más acertada es saber el número de manteros en activo en la ciudad condal. La pime, manejando fuentes dispares, llega a la conclusión de que la media anual asciende a 875 manteros. En una ciudad de 1.600.000 habitantes el porcentaje de manteros es, por tanto, de un 0,05%, exactamente cinco manteros cada diez mil habitantes.

OCUPACIÓN DEL ESPACIO PÚBLICO: El segundo dato que me parece importante, ya que aborda el tema de la visualización del problema, es saber el espacio público que ocupan. El cálculo es mío y parte de la base de que una manta tiene una medida de 4 metros cuadrados, lo que, multiplicado por la media de manteros, me da una superficie aproximada de 3.500 metros cuadrados, menos de media hectárea, es decir un 0,005% de la superficie total de la ciudad, y para ser más gráfico la mitad de la superficie del Camp Nou. El estudio considera que el ayuntamiento de Barcelona deja de recaudar alrededor de 1.200.000 euros en concepto de licencia municipal por actividad de venta no sedentaria, nuevamente algo menos del 0,05% del presupuesto de ingresos.

IMPACTO ECONÓMICO: Vayamos ahora al impacto económico para el pequeño comercio, el meollo del estudio de PIME COMERÇ que creo que los titulares de los medios recogieron con poco rigor (ver algunos ejemplos: https://www.economiadigital.es/politica-y-sociedad/top-manta-impacto-negativo-130-millones-barcelona-pimec_635612_102.html-

https://www.elnacional.cat/es/economia/impacto-negativo-top-manta-comercios-barcelona-65-millones_400420_102.html ), ya que el método utilizado y las conclusiones son cuanto menos pintorescas.

Veamos. Hay que aceptar que cuantificar el impacto económico es complicado, ya que el “problema” de los manteros reside precisamente en su situación irregular, es decir, en que su actividad no está declarada ni, en consecuencia, controlada fiscalmente, pero entender, como hace la asociación de comerciantes, que ese impacto alcanza 65 millones de euros considerando que todos los manteros venden todos los días del año toda la mercancía que contiene su manta (página 6 del informe), es un tanto peculiar, porque imagino que lo que importa al pequeño comerciante es lo que deja de vender porque lo hace el mantero, y no el volumen de productos que este pone a la venta. ¿Y si no vende nada en toda una semana?

¿PERMISIVIDAD?: Mención aparte merece el tema de la permisividad, una de las acusaciones estrella a la gestión del ayuntamiento regido por Ada Colau. La verdad es que es un dato que me ha sorprendido, por más que haya presenciado en Bilbao verdaderas situaciones de acoso, incluso del atropello de un joven senegalés por un coche patrulla, porque la Guardia Urbana de BCN efectuó nada más y nada menos que 54.626 denuncias (177 diarias) en 2018, incluso menos que en años anteriores pero con mayor decomiso de productos en venta.

A la vista de esos datos vuelvo al tema de la “visualización” del problema, porque parece evidente que en todos sus aspectos (número de manteros, ocupación del espacio público, impacto económico…) se trata de una actividad sin duda ilegal y de cierta magnitud en determinados barrios, pero que me atrevo a calificar de marginal en el conjunto de la ciudad.

Cartel de la última concentración
de apoyo en Bilbao
A mi modo de ver, la economía virtual nos enfrenta descarnadamente al falseamiento de la realidad. No es que tengamos la “impresión” de lo que pasa, es que vivimos es un espejismo colectivo. Porque, no digo que no tenga su incidencia, tampoco que no deba perseguirse, pero ¿Es insufrible para el pequeño comercio, para los ciudadanos, la existencia de pequeñas bolsas de venta ilegal de carácter marginal, o es una “impresión” inducida que nos deslumbra? ¿De verdad es el top manta el fenómeno que está acabando con los pequeños comerciantes? ¿De verdad es uno de los problemas prioritarios de las grandes ciudades?

Según algunos medios de investigación económica la empresa AMAZON, que ya en 2017 lideraba el comercio electrónico en España, facturó ese año 4.241 millones de euros, aproximadamente un 20% en Catalunya, 13 veces más que la totalidad (vendida o no) del top manta en Barcelona. En términos espaciales hablamos por tanto de una manta virtual que ocuparía siete campos de fútbol en Catalunya y más de treinta en todo el estado, siendo su aportación a esas arcas públicas de poco más de 800.000 euros aquel mismo año, menos de lo que según el estudio de PIME COMERÇ debería pagar el colectivo de manteros solo en la ciudad de Barcelona.

Pues eso, IMPRESIONES...







Como la mayor parte de manteros de Bilbao son senegaleses me ha parecido de recibo dedicarles la música de su país de origen, que tuve ocasión de visitar hace unos años. Ya antes, desde que reapareció en 2001, la veterana ORCHESTRA BAOBAB me suele acompañar a menudo con su música pegadiza y vitamínica.






viernes, 9 de agosto de 2019

EL BANCO


EL BANCO
No me refiero a ese viejo negocio de usureros, esa antigualla medieval que cobra por un sírvase usted mismo a través de transacciones virtuales y te obliga a hacer todo por cajero, móvil u ordenador de tu casa; no a la empresa titular de esas oficinas minimalistas en las que, no se sabe porqué imperativos tecnológicos, un pobre esclavo, un ingeniero o economista al que han colocado detrás del mostrador por un puñadito de euros, te remite a la oficina de origen aunque esté a más de cincuenta kilómetros ya que, dice cabizbajo y avergonzado, no puede acceder a tu cuenta; no, no es a esa rémora del sistema a la que en muchos pueblos de la península llaman con el gracejo que les caracteriza “la diligencia” porque, como en los tiempos de John Ford, acude una vez cada tanto tiempo a proporcionar de cash a los lugareños; ese negocio improductivo que hace no tanto tiempo ocupaba uno sí y otro también los bajos de nuestras calles y ahora se repliega nuevamente a las avenidas principales, a las que hay que ir de nuevo, sin remisión, a que te maltraten. 
Uy!!!, me he venido arriba y olvidado que quería hablar del otro banco, el de carne y hueso, el de toda la vida, el banco de piedra, madera o metal, el banco gratuito para solazarse y ver pasar el mundo y la vida.
Traigo el tema a cuenta de que oigo por la radio que algunos ayuntamientos se plantean la recuperación no comercial de los espacios públicos, calles, paseos, bulevares. Antaño reivindicábamos áreas peatonales para ralentizar la vida, pero al peatonalizarse las vías públicas se han ido privatizando convirtiéndose en bares, comedores y fumaderos de gente estresada, de modo que bienvenida la oferta municipal.
Pero mientras se mueven o no las alcaldías aprovechemos lo que queda, sentémonos a ver pasar la vida sin prisa, aburrámonos. Mientras los bancos, estos naturalmente, sigan siendo gratuitos, no haya que consumir o pagar un alquiler, poseámoslos, hablemos con sus pobladores, seguramente gente ociosa como nosotros, ancianos, ricos, pobres, espectadores, protagonistas, tullidos, cansados, porretas, indigentes, aburridos, cotillas, meditabundos, dibujantes, pensadores, sedientos de sol o de aire libre. ¡¡Viva el banco, el público, el de todos!!
Pues a ello, a sentarnos a ver como “Pasa la vida” (Pata Negra).





jueves, 25 de julio de 2019

Candilejas


CANDILEJAS
Hace unas semanas me involucré en una discusión de Facebook sobre el progresismo de determinados artistas o intelectuales. La chispa era la negativa de Carlos Bardem a atender a las preguntas de OKDiario, el periódico que dirige el “periodista” (por lo que se ve tiene el título) Eduardo Inda.
Con esa manía tan común de hacer partícipe al resto familiar empezaron a sucederse intervenciones poniendo a parir a su hermano Javier, entre otras algunas que le acusaban de ganar una pasta haciendo la pelota a los judíos (cosa que algún medio ya desmintió en su día: https://www.diariodenavarra.es/noticias/mas_actualidad/sociedad/2014/08/06/el_lobby_judio_perdona_penelope_cruz_javier_bardem_170270_1035.html pero sobre todo por ser rico y progre.
Cartel original de "Candilejas"
Pocos días después, y tras un primer intento fallido por llenazo, veía “Candilejas”, de Charles Chaplin, en Bilboarte, un centro dedicado, entre otras cosas, a redescubrir y revisar obras de autores olvidados y dar a conocer a otros más noveles. Además de una palabra que el tiempo va dejando en desuso, “Candilejas” era una de las tres películas preferidas de mi padre y en más de una ocasión le había oído hablar de ella y tararear su motivo musical central. Me gustaría pensar que el año de su estreno, 1952, pudo ser especial para él, porque nacía su segundo hijo, un servidor. De modo que el visionado de la película tenía su punto emocional.
La había visto de adolescente pero reconozco que excepto alguna escena no la recordaba. Es sin duda una obra maestra. Combina múltiples géneros, la comedia y la tragedia, el musical, el humor y la filosofía, con la destreza ejecutiva de un cineasta todo terreno. Todo ello mediante un festival interpretativo del propio Chaplin, que como actor mímico parecía destinado a sucumbir con el sonoro, pero que además de mostrar una agilidad impropia de su edad, 63 años, aguanta primeros planos y medios acompañado por una voz grave que el doblaje suele ocultarnos. El último número de humor, rivalizando con Buster Keaton, es sencillamente antológico.
He heredado de mi padre, que de niño me llevó alguna vez a las eternas matinales del cine Savoy de Barcelona a ver los cortometrajes radicales y anti sistema de Charlot, su pasión por ese personaje de ficción (https://charlievedella.blogspot.com/2013/11/quien-se-acuerda-decharlot-en-el-piso.html), pero también, ahora, por este Clavero/Chaplin envejecido, casi acabado profesionalmente, alcohólico como lo fue su padre, escéptico, por no decir pesimista, recobrando el aliento, haciendo de tripas corazón para ayudar a alguien más joven, una bailarina que ha intentado suicidarse, porque entiende que si algo ha aprendido en todos esos años es que la vida es una lucha permanente.
Acusado de comunista, reprobado por una vida privada fuera de los cánones de la sociedad conservadora, “Candilejas” fue su último film en los Estados Unidos, país que abandonaría ese mismo año para no acabar siendo encarcelado.
Era artista y rico, pero su cine acompañó e interpretó el mundo que le toco vivir con la mirada de los humildes, los reprimidos, los enfermos, los desesperados. Fue revolucionario, antifascista, pero sobre todas las cosas un genio irrepetible.
Al acabar la sesión ocurrió algo insólito. La sala de Bilboarte prorrumpió en una espontánea salva de aplausos rompiendo el protocolo, y a mí, especialmente emocionado, se me escapó una lagrimita al acordarme de mi padre.

A continuación el tráiler original.


miércoles, 19 de junio de 2019

Gaucho


¿LOS MEJORES? - 1

La lista de mejores discos y canciones crece potencialmente y es tan cambiante como lo son sus promotores. Hace unos meses la hubo aquí mismo a cuenta de la impulsada por Gay Mercader en materia de riffs.

Pues bien, David Crosby opinaba que Steely Dan era el “mejor” grupo de pop rock de la historia tras los Beatles, algo que me parece exagerado y no le eximió de tener que compartir autoría con uno de mis favoritos jazzísticos, Keith Jarrett. Me refiero a “Gaucho”, el primer corte del disco del mismo nombre que conservo en vinilo y perfecto estado de revista.

Portada de "Gaucho"
Publicado en 1980 con unas decenas de acompañantes de renombre como Joe Sample, David Sanborn, Steve Kahn o Mark Knopfler, se trata de una de sus obras, evitaré lo de mejores, más conocidas y exitosas, pero también la última de su etapa inicial. No en vano la colaboración de 42 músicos y vocalistas encareció tanto la grabación que estuvo a punto de paralizarla.

Pero eso no fue todo. El dúo matriz, compuesto por Donald Fagen y Walter Becker, se vio envuelto en una pelea de discográficas y Walter, metido hasta las cachas en el consumo de heroína, fue atropellado por un coche, lo que le mantuvo en el dique seco durante casi seis meses. La muerte por sobredosis de su novia, Karen Roberta Stanley, en enero de ese mismo año, parecía cerrar el ciclo pero aún hubo más. Su idolatrado Keith Jarrett les denunció por plagio de su Long as You Know You’re Living Yours”, grabado en 1974 dentro del primer disco del “Europan Quartet”, obligando a que su nombre figurara como compositor en ediciones posteriores. 

Así que pese al éxito de un disco que ya es mítico, Walter Becker, totalmente desquiciado, dejó el grupo y todo tipo de adicciones y se dedicó a cultivar aguacates y  producciones esporádicas en años sucesivos. El grupo no volvió a reunirse hasta 1993.

Nada mejor que escuchar estas dos maravillas ("Gaucho" en versión de 2008 y la segunda en la original en Spotify - https://open.spotify.com/track/5z7deaTe21B7QVPhSDouL1?si=ZmYAYspTTIK0Tt56eQg0PQ)  y comprobar si es verdad lo del plagio y lo de "mejores". Yo ahí lo dejo... 








domingo, 9 de junio de 2019

El Chalé


EL CHALÉ
En la Catalunya de mediados de los años setenta la “torre”, equivalente a la acepción castellana de chalé, empezaba a estar al alcance de la clase media y de los trabajadores de las grandes industrias. Recuerdo que mi hermano estuvo trabajando algunos meses como comercial de venta de terrenos en urbanizaciones que se extendían por el Vallés, el Maresme, el Alt Penedés y otras zonas de la provincia. Supimos algo después que muchas de aquellas urbanizaciones estaban precisamente en terrenos no urbanizables, eran ilegales, y carecían por tanto de todo tipo de servicios (leo que llegó a haber 2.300 ilegales y unas 400 en terrenos no urbanizables de Catalunya). Así que conocí a más de un currela que tuvo que litigar durante años para conseguir la legalización de la torre que había levantado con todos sus ahorros.
El Bosc d´en Vilaró, entre Montcada i Reixac y Badalona, un ejemplo de urbanización auto construida
Por lo que sé, lo mismo ocurría en otras grandes ciudades, como Sevilla, Valencia o Madrid, y así se llenaron laderas y vaguadas de urbanizaciones, por decir algo, que con los años han podido, no siempre, gozar de cierta dignidad.
La historia de la segunda vivienda es la historia de un ascenso social, el de la nueva clase media, que a base de horas extras y currar como una c…na podía añadir la torre al utilitario y a la educación de los hijos. Ese ascenso social es ahora, cuarenta años después, algo que vuelve a ser impensable. Gran parte de los hijos de aquellos asalariados, empleados públicos, pequeños comerciantes, no tienen ni para pagar un alquiler.
En el interín se puso de moda la vivienda unifamiliar y el adosado, que agrupaban en su estructura el piso urbano y la segunda vivienda semi rural, arrasando el paisaje con rascacielos horizontales y una demanda exponencial de recursos, pero hasta eso es, por lo menos de momento, agua pasada.
Es curioso que tener un chalé sea ahora un pecado mortal en las tertulias y los cenáculos políticos, porque se vuelve asociar a un cierto grado de opulencia y alto rellano social. En el caso de la pareja que quería asaltar los cielos es una traición a “los de abajo”, por más que pasen a engrosar a las masas de hipotecados con la banca. En el de la marca naranja, por dejarse querer por el Ibex35. Tampoco importa si gasta de lo suyo.
Lo curioso de ambos casos es que la palabra chalé no tiene ya la connotación de aquel currante que te mostraba orgulloso la “torre” que acababa de ayudar a construir con sus manos en una vaguada de Cardedeu o una ladera de Montcada i Reixac. Siempre fue una metáfora de ascenso social, pero ahora tiene una connotación negativa y puede costar unas elecciones: desclasamiento. Es lo que hay...


En su momento se alzó a Blur como principal rival de Oasis en la época dorada del britpop y aún sigue en activo con los miembros originales, lo que es casi un milagro. “Country house” no habla precisamente de un chalé ilegal y autoconstruido, sino de la gran casa de campo de un hombre rico que huye de la ciudad. La grabación pertenece a la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de 2012.

https://youtu.be/Pragxu_v28k





martes, 21 de mayo de 2019

El Ejido


EL EJIDO



Arriera por los Campos de Níjar en 1979
Oí hablar por primera vez de El Ejido en un viaje a los campos de Níjar con el mítico libro de Juan Goytisolo en el morral. Habían pasado más de veinte años desde su publicación pero todo seguía igual, los caminos polvorientos, las aldeas pobres, casi abandonadas. Recuerdo a un puñado de niños corriendo detrás del dos caballos, al café de puchero que daban en una de las pocas tabernas de la zona playera, a una arriera a la que fotografié con permiso, y en la parte interior, bajo el pueblo que da nombre a la comarca, sus primeros invernaderos. Esas son las principales imágenes de ese viaje a un universo que parecía retenido en el tiempo. Hablo de 1979.

el mar de invernaderos de El Ejido desde el cielo
Hace unos diez años volví a recorrer las playas de Níjar y me alegré de que hubieran progresado moderadamente, sin perecer de éxito, como la mayor parte del litoral que nace en Port Bou y muere en Isla Canela, pero ya entonces, un nuevo mar, no salino, se había desplegado por la llanura, un mar de plástico blanco que asombra cuando lo contemplas en Google Maps, pero todavía un tercio o menos del que inunda los campos de El Ejido, al otro lado de la capital.

Oí hablar en primera persona de ese lugar a Gica, la mujer de nacionalidad rumana que contratamos para que cuidara a mis ancianos padres. Nos la había recomendado la mujer que acompañó a uno de mis cuñados en la larga enfermedad que precedió a su muerte. Como nos dijo que llevaba cuatro años trabajando en España, tres de ellos en El Ejido, pensamos que no tendríamos problemas para darla de alta, pero al ir a hacerlo nos encontramos con la sorpresa, parece que habitual, de que no lo había estado nunca.

Gica fue una más de la familia el tiempo que estuvo con nosotros y aún mantenemos una relación personal a través de Faceboock, donde publica estupendas recetas, principalmente de repostería, así que, pese a su carácter reservado, nos habló de las condiciones de esclavitud que sufren los emigrantes en los invernaderos, trabajando en verano a cincuenta grados, con salarios de miseria (entre dos y tres euros la hora) y por descontado que ilegalmente. Como campesina que era, tampoco ahorraba calificativos a la mucha mierda de fruta y hortalizas que salen de ese lugar, tratadas y coloreadas con química varia.

Leo ahora que en las últimas elecciones generales los autóctonos de ese infierno de plástico (el 30% de la población es extranjera) votaron mayoritariamente (30,02% a Vox; 22,71% al PP; 16,54% a Cs.) a una derecha que abomina de la misma migración ilegal que ha ayudado a transformar un pueblo de 3.000 habitantes en una ciudad de casi 90.000.

Este hecho me ha recordado otro que viví en mi adolescencia, porque creo que fue la primera vez que vi una octavilla. En febrero de 1966 el entonces papa Pablo VI había nombrado obispo de Barcelona a Marcelo González, un sacerdote que provenía de Astorga y no había nacido en Catalunya, algo que desalentó a los sectores del clero autóctono que habían apoyado el Concilio Vaticano II. Recuerdo perfectamente el tamaño reducido y alargado de las octavillas que fueron esparcidas alrededor de la parroquia de mi barrio, y por descontado su texto: “volem bisbes catalans” (queremos obispos catalanes). Algunas semanas más tarde, sectores del régimen contratacaron con un cañí “como somos mayoría los queremos de Almería”.

Los almerienses no eran mayoría, pero sí uno de los colectivos de emigrantes más numeroso de Barcelona y su periferia industrial, imagino que algunos del mismo El Ejido o su comarca. Hay abundante literatura sobre las condiciones de vida de aquella emigración, en muchos casos no muy diferente de la actual, lo que duele más porque uno descubre las vueltas y revueltas que da la vida. 

fotograma de "La piel quemada"
Por eso me quedo con una película de la época, “La piel quemada” (Josep Maria Forn - 1967), que no sé si habrá envejecido bien pero creo que reflejaba parte de esa realidad de un modo entrañable, quizás buenista, como insultan ahora, pero con querencia de cohesión social, de reconocimiento mutuo.

Y este domingo las municipales…










Fuesen de donde fuesen, los obispos miraban hacia otro lado mientras sus párrocos metían mano a diestro y siniestro. El año pasado Els Pets dedicaron la canción “Corvus” a Pere Llagostera, que lo fue de Constantí (Tarragona) entre 1972 y 1999. Este personaje, ya fallecido, aprovechó su afición montañera para abusar de decenas de niños en los años setenta.