RAÚL ZURITA, POETA RARO
La concesión del premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana a Raúl Zurita (Santiago de Chile – 1950) parece un gol por la escuadra del jurado, una concesión de la ex reina consorte al gobierno más nominalmente republicano de las últimas ocho décadas o, quién sabe, una especie de venganza personal al emérito huido.
No en vano Zurita, al que dediqué una entrada hace cinco años, es, en el lenguaje montaraz de la derecha extrema, un peligroso comunista que ha ido dejando tras de sí un largo reguero de literatura anti represiva.
Pero sobre todas las calificaciones Raúl Zurita es un poeta “raro”. Enormemente
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Zurita en un gesto característico |
Como exponente de una “rareza” de carácter que acrecentó la tortura a la que fue sometido durante 25 días, vuelvo a dos de su obras más curiosas y espectaculares (aposta lo de “espectáculo”): “La vida nueva”, poema escrito por cinco aviones que trazaban letras de humo blanco en el cielo de Nueva York; y “Ni pena ni miedo”, verso escrito sobre el terreno rocoso del desierto de Atacama que ya reproduje en su momento (https://charlievedella.blogspot.com/2015/08/un-poema-para-ser-visto-desde-el-cielo.html).
El primer evento fue grabado en vídeo por Juan Downey el 2 de junio de 1982 y estaba compuesto por quince frases de entre 7 y 9 kilómetros de largo. El segundo mide más de tres kilómetros y, como es evidente, solo puede leerse desde el cielo. Todo un alarde.
Como otra de sus “rarezas” consiste en liderar con versos a grupos como “González y los asistentes” y “Los electrodomésticos”, es de recibo mostrar alguna de las actuaciones que corren por Youtube ("Verás", con los primeros) y, cómo no, un pedazo del cielo de Nueva York surcado por palabras. Enhorabuena, colega.
La “desesperanza” queda perfectamente reflejada en la letra y música del vídeo seleccionado, su humanidad, iniciativa y fortaleza en sus trabajos “aereos”. Me quedo con la sensación de que las rarezas de Raúl Zurita superan su condición poética.
ResponderEliminarMe pregunto qué es la “desesperanza”, ¿un virus de la edad, nuestro error existencial, el zenit de la madurez, …?
Gracias una vez más por el comentario, Unknown. Con toda la amargura de muchos de sus versos y actitudes vitales, no sé hasta que punto se puede considerar poeta de la desesperación a alguien que escribe en un desierto "ni pena, ni miedo".
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