VERANO
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ELS
ESTIUS QUE NO VAN DEIXAR VOTAR
(LOS VERANOS QUE NO DEJARON VOTAR)
Pertenezco
a una generación de barceloneses para los que el verano empezaba la verbena de Sant
Joan y terminaba poco después de las fiestas de la Mercè, patrona de la ciudad.
La primera tuvo siempre un carácter popular, a pesar de los obstáculos de la
autoridad, un hecho que daba, además, un toque de rebeldía muy atractivo a los
jóvenes de los barrios, dedicados a pedir y almacenar leña, muebles en desuso y
todo lo que ardiera, durante los días de víspera. El día de autos se podía
llegar al cuerpo a cuerpo con los “munipas” más celosos en su trabajo, pero al final,
tras varias escaramuzas, en cada cruce de calles de Barcelona había una hoguera
dispuesta a deshacer los rótulos de plástico de los alrededores y dejar el
adoquinado hecho unos zorros.
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Salomé y Raimon, vencedores en 1963 |
Las
fiestas de la Mercè eran otra cosa. Sabíamos de sus cenas de gala, recepciones
y juegos florales, con gente encopetada, por los periódicos, la radio y la
televisión. Pero sí había un evento más o menos popular, aunque fuera a
distancia: el Festival de la Canción del Mediterráneo.
Nació
este en 1959 como una réplica del que se
celebraba en San Remo, y ambos compartían cantantes y compositores. Los premios
se otorgaban por votación de los asistentes al festival, una asistencia también
minoritaria, pero en las casas se seguía con expectación el resultado, se
hacían cábalas y discutía sobre la modernidad y nacionalidad de los intérpretes,
ya que participaban todos los países mediterráneos, incluidos los del norte de
África.
En
la quinta edición del festival el público decidió que la canción ganadora fuera
“Se´n va anar”, interpretada en lengua catalana por Salomé, que había debutado
el año anterior, y Raimon, cantautor de la Nova Cançó. Las malas lenguas dicen
que el patio de butacas estaba lleno de universitarios y curas progres que se
habían organizado para la ocasión. Lo cierto es que el cabreo de Fraga, por
entonces ministro de información y turismo, fue más que importante. Al año
siguiente, 1964, los organizadores (ayuntamiento, radio nacional, TVE y desde
luego que el ministro) modificaron el sistema de votación, que pasó a manos de
un grupo de 55 “notables” de las provincias mediterráneas. La decisión de
abrirla a otras provincias podría tener su lógica, pero lo de los notables no
colaba. La decisión tenía además su complemento: desde esa edición hasta la de
1967, última del festival, tampoco se pudieron presentar canciones
interpretadas en catalán…
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Portada del disco de Parera Fons |
El
palmarés del Festival de la Canción del Mediterráneo forma parte de mi memoria
sentimental y me hace recordar el ocaso del verano en el Passeig de Sant Joan
de Barcelona. Mi favorita de 1967 era “T´estim i t´estimaré”. No ganó, pero
aparte de su belleza me llamó la atención la personalidad de su compositor e
intérprete, Antoni Parera Fons, distante del perfil de los cantantes de la
época. Currándome el blog me entero de que ha sido Premio Nacional de Música
2016 (para más información ver su página web: http://antoniparerafons.com/).
La
canción, pese a una orquestación que ahora suena excesiva, tenía ritmo y letra
de bolero. En la web está la versión del propio Parera Fons y otra de Josep
Carreras. Yo la rememoré en un CD doble que Serrat publicó en 1996, “Banda
sonora d´un temps, d´un país”, itinerario recopilatorio de la cançó catalana y
alguna ajena (hay una muy digna interpretación de “Suzanne”, de Leonard Cohen).
He encontrado esta versión en directo.