jueves, 9 de febrero de 2023

Bruce Springsteen - y 2

 BRUCE SPRINGSTEEN SE PASA AL SOUL ( y 2)

Aquí está la segunda parte del último disco del boss con versiones de sus intérpretes iniciales y así poder comparar. La verdad es que me lo he pasado muy bien buscando en internet y conociendo a tipos de los que ni siquiera había oído hablar (casi un 50% de ellos). También encontrando algunas joyas históricas en Youtube.

Como en el blog anterior el primer enlace es la versión de Springsteen en Soptify y el segundo a los videos de youtube con los originales o similares, siempre en directo. Espero que disfrutéis.

1) “I wish it would rain”

https://open.spotify.com/track/3K6nQf3cw44yC8INLP4xPS?si=0269d705bbf74c62

https://youtu.be/BrjJeP1GGxY

Se trata de uno de los grandes éxitos de The Temptations, otro de los grupos estrella del sello Motown, consiguiendo el número 1 en la lista de R&B de Bilboard en 1968. Ha sido muy versionada, entre otros intérpretes por The Faces y la mismísima Aretha Franklin en un tardío 1983.


2) “Don´t play that song”

https://open.spotify.com/track/5LWhhHChX9bC9fsSKyWA9Fsi=8f8c4cabc69145b5

https://youtu.be/Rm4Qk_xHx14

Una de las canciones más conocidas de la recopilación, a la que Springsteen da un tono de himno coral alejado del original. Fue compuesta por Ahmet Ertegun y Betty Nelson, esposa de Ben E. King en 1962. Este la catapultó a las listas de éxitos, con especial y curiosa relevancia en Italia, donde fue versionada por Adriano Celentano y Peppino si Capri. Yo me quedo con la maravilla de Johnny Halliday cantándola en Amsterdam en 1963.

3)“Any other way”

https://open.spotify.com/track/2LRkPUjFJd4YNHZqAPxahC?si=feffe6cf24c74028

https://youtu.be/e3vZwEaIH-w

Compuesta y lanzada por William Bell en 1962, obtuvo mayor éxito al ser versionada por Chuck Jackson al año siguiente. Miembro de la productora Stax y amigo de Otis Redding, leo en la wiki que Bell debía haber viajado con este en el accidente de aviación que acabó con su vida. He encontrado una interpretación del propio Bell, que sigue en activo, en un pequeño club hace ya más de una década.


4) “I forgot to be your lover”

https://open.spotify.com/track/7vZIal7p5GUPc2XWQ13jW3si=c748ad50b50649b6


https://youtu.be/0rzK5VX2NuU

Es uno de los pocos lentos del disco y la segunda vez que el boss se acompaña de Sam Moore, en esta canción también compuesta por William Bell junto a Booker T. Jones. Podemos ver y escuchar a un Bell en buena forma en el Lincoln Center el año 2009 con un apoteósico y curioso final.

5) “7 rooms of gloom”

https://open.spotify.com/track/3kZkcdPm9HQy7KwAnbWPph?si=35cf53c127ec4ec8

https://youtu.be/_t1XE9o6yr4

Springsteen vuelve a los Four Tops versionando con fiereza una canción de 1967 que tuvo mejor suerte en Europa que en su propio país. A veces se encuentran maravillas en Youtube, como este video promocional de la Motown.


6) “What becomes of the brokenhearted”

https://open.spotify.com/track/3baNHHgIt0SHotZYUSt6Wy?si=d843184b9d714e7c

https://youtu.be/2vf3ZE7CLg0

Balada de desamor llevada al número 7 de Bilboard en 1966 por Jimmy Ruffin (1936-2014), a quien dos años antes la Motown había descartado para formar parte de The Temptations por preferir a su hermano David. El boss le da un tono coral algo alejado del original, pero sobre todo de la edulcorada versión de Paul Young, que, no obstante, la catapultó al número 1 en Canadá y EEUU en 1992 (https://youtu.be/FGDJSTwU4U8).


7) “Someday we´ll be together”

https://open.spotify.com/track/2sSL1ImM8A2IcXAvbYUxTTsi=cb27aeb12a754b9d

https://youtu.be/d5PrbYUuhvQ

El disco se cierra con la versión del primer éxito en solitario de Diana Ross en 1969, publicado como interpretado con las Supremes cuando estas ya no colaboraron en la grabación. El caso es que la canción tampoco era inédita, ya que había sido editada por dos de sus compositores, Jonnny and Jackey, en 1961. El youtube corresponde a la última actuación del grupo en el show de Ed Sullivan el 21 de diciembre de 1969, y su título y letra, “algún día estaremos juntos”, parecen una alegoría de su separación.



jueves, 26 de enero de 2023

Bruce Springsteen - Soul - 1

BRUCE SPRINGSTEEN 

HOMENAJEA AL SOUL (1)

Cuando descubrí el maravilloso “Grettings from Asbury Park, N.J.”, que acaba de cumplir 50 años, nombré a Springsteen sucesor de Dylan y compré cada uno de sus vinilos hasta “Born in the USA”. Desde entonces, algo repetitivo y creo que viviendo principalmente de sus directos, solo le sigo a cierta distancia y principalmente cuando saca algo que me llama la atención. Husmeé el LP que dedicó a Pete Seeger y ahora me ha parecido interesante ver qué tipo de soul ha llevado al boss a dedicar un disco doble a ese tipo de música negra, unas pesquisas que me han llevado varios días y comparto en dos blogs para no cansar ni aburrir.

En esta primera entrega quiero destacar algo que podéis comprobar comparando original y sucedáneo: el gran respeto de Springsteen a los creadores iniciales, algo que algunos críticos incluso han tachado de “excesivamente mimético”. 

Y dos adevertencias. El primer enlace es a la versión de Springsteen en Spotify, y en el caso de los originales he optado preferentemente por versiones en directo que he encontrado en Youtube. Continuará...

1) “Only the strong survive” - La versión original es de Jerry Butler (1939 – 2019). Se trata de un éxito de 1968 que alcanzó el número 4 de la lista general de Bilboard. Versionada por varios artistas, entre ellos Billy Paul, Rod Stewart y Elvis Presley.

https://open.spotify.com/track/6at33NMZgSJIp7jNoCuTd7?si=08fa14a33e344d54


https://youtu.be/L7RDmsRjonE

2) “Soul days” (que Springsteen canta con Sam Moore) - El original corresponde a Dobie Gray (1940-2011). Es una canción relativamente reciente, ya que fue conocida en 2000. Compuesta por Jonnie Barnett (1945-2002), poco conocido músico de countrie y blues.

https://open.spotify.com/track/3a1AyWAQKRSClHI29mqemI?si=f1bb49eb1b614119


https://youtu.be/weverNwNRMk

3) “Nightshift”Dada a conocer por The Commodores fue elegida mejor canción de R&B en los Grammy de 1985. Se trata de una canción que homenajea a Jackie Wilson y Marvin Gaye, ambos fallecidos el año anterior.

https://open.spotify.com/track/19nEbLE6eLXatpuMw3rdtM?si=76abb28b72494885


https://youtu.be/FrkEDe6Ljqs


4) “Do i love you (indeed i do)” - Interpretada inicialmente por Frank Wilson (1940-2012) en 1965 y es un sencillo muy valorado por los coleccionistas porque tuvo producción y tirada escasa. Springsteen se puede liberar algo más que en otras ocasiones del original y reforzar el acompañamiento de viento, pero siempre con inequívoco respeto.





5) “The sun ain´t gonna shine anymore” - Grabado inicialmente en solitario por Franchie Valli (1934- ), miembro de los Four Seasons, en 1966 fue lanzado a la fama por The Walker Brothers, convirtiéndolo en uno de sus grandes éxitos y llegando a encabezar la lista inglesa de sencillos. Está considerada por los críticos como una de las mejores 500 canciones de todos los tiempos.

https://open.spotify.com/track/1ppg3cH3NE4gLEwhraZ7jc?si=9df9dee4ad954d16


https://youtu.be/Fn9nUcvQxeI


6) “Turn back the hands of time” - Número 1 durante dos semanas en la lista de R&B de Bilboard, fue lanzada por Tyrone Davis (1938-2005) en 1970. Es, además de un bello tema, un fantástico bailable para los guateques y discotecas de la época.




7) “When she was my girl” Fue lanzado como single por unos ya veteranos Four Tops el año 1981 y alcanzó el número 11 en la lista yanqui de Bilboard y el número 3 en la inglesa, lo que supuso la revitalización de un grupo que había abanderado la marca Motown en los sesenta. Según la revista Rolling Stone el cuarteto es el 79 en la lista de mejores artistas musicales de todos los tiempos.

https://open.spotify.com/track/5Uzcv55FWehC7kW2Nz42zA?si=f755c9191a5a463f




8) “Hey western union man” - Es el segundo éxito de Jerry Butler que Springsteen incluye en esta recopilación de música soul. Número 1 en la lista de Bilboard R&B en 1968, fue versionado por Al Kooper y Diana Ross and The Supremes un año después.

https://open.spotify.com/track/5EQK7Zy6bcsBTcrV3M42pk?si=943da98439b04b84



 

jueves, 5 de enero de 2023

La caldera

LA CALDERA

No hace mucho tiempo le dediqué una entrega a la llave del gas de la caldera
(https://charlievedella.blogspot.com/2021/02/la-llave-del-gas.html). Tengo que advertir que no soy calderofóbico ni estoy especialmente identificado u obsesionado con el tema, pero es evidente que al haberse transformado en un elemento anexo a nuestro confort cotidiano, calefacción y agua caliente, su buen funcionamiento y duración nos afecta.

Hace unos días me llamaron de la empresa de mantenimiento que tenemos contratada para “ofrecerme” un nuevo servicio. Era una chica de voz y modos agradables desde un número de Madrid. Le comenté que ya sabía que me había intentado contactar pero que era alérgico a los prefijos 91 porque acostumbran a bombardearnos con increíbles ofertas, principalmente ONGs a las que ya pertenezco para subir la cuota anual, banca y telefónicos varios. Mi mujer, mucho más confiada, había aceptado el 91 “y me había advertido de tu llamada, le dije.”

Con modales de chica preparada para vender me envolvió la oferta como una mejora y aumento del servicio a coste 0. Esa mejora consistía en la monitarización de la caldera, un producto que ya ofrecen hace años a través del móvil y suelo utilizar, pero corregido y aumentado, porque en este caso les permitirá controlarla en todo momento “e incluso, me dijo, resolver más de una incidencia sin necesidad de que el mecánico tenga que personarse”. Eso sí, acabó (las malas noticias conviene dejarlas para el final): “el mantenimiento presencial pasa a ser cada dos años”.

Animada por mi comprensión auditiva creo que no esperaba que le preguntara si cabía otra posibilidad y me pareció que, tras un primer relato tan lleno de seguridad, balbuceó levemente.

Le expliqué que en lo relativo al servicio es posible que no empeorara, pero desde un punto de vista de conciencia social aquello suponía que la empresa se iba a ahorrar más de un puesto de trabajo y eso no me gustaba. Cuando me dijo que no tenía porqué no insistí. Solo le advertí que al fin y al cabo ella también era una trabajadora y la invité a que reflexionara. En mis tiempos solía decirse que “cuando las barbas de tu vecino veas afeitar, pon las tuyas a remojar”.

Cuando supo que yo era un “pobre” jubilado se quedó un poco perpleja y me dijo que le sorprendía. Es algo bastante común. Parece que la jubilación está asociada a “idiotización”. Es como si alguien que ha ejercido una profesión, sea esta manual o intelectual, pase solo de un día a otro a ser un imbécil incapaz de entender y mucho menos a cuestionar lo que se le dice, sobre todo si eso incluye conceptos asociados a la digitalización y/o te intentan vender una moto.

La bombilla Centennial
Light, luciendo desde 1901

Pero además la historia tiene su pequeño toque sentimental. Hace treinta años el servicio de mantenimiento era casi familiar. Solía venir un tipo muy majo, cercano, al que se le veía muy entregado a hacer bien su trabajo. Su hijo heredó el puesto durante algún tiempo y también las maneras amistosas y de buen profesional de su padre. Sus visitas anuales y alguna muy circunstancial, porque la caldera llegó a batir récords de antigüedad, era muy agradable, porque nos permitía charlar sobre el paso del tiempo y de los cambios que se iban produciendo en su forma de trabajar, cada vez más impersonal. 

Como ya comenté en el blog que dediqué anteriormente a la nueva caldera, ya sé que ésta tiene su obsolescencia programada, y que ahora servicio y servidor irán rulando, porque seguramente recaerá en una sucesión de empresas o autónomos subcontratados, más interesados en mantener la contrata, es decir, de contentar a la empresa matriz que al sufrido usuario.

Lamentablemente “es lo que hay", porque, como es evidente, no había segunda opción...

Paolo Fresu, un habitual de este blog, de la belleza y de la música clásica, tiene esta versión del "Lascia ch´io pianga" ("Déjame llorar"), que Haendel incluyó en el oratorio "El triunfo del tiempo y el desengaño", un lema que viene como anillo al dedo al texto anterior.



jueves, 22 de diciembre de 2022

Nochevieja con Manuel Vilas

 EL HABITUAL POEMA “AD HOC” PARA ESTAS FIESTAS

Belén hiperrealista
Me asomo como cada año al blog para festejar poéticamente fechas "tan señaladas", como diría el emérito. Cuanto se le echa en falta… 

Nuevamente podrán pelearse cuñaos y cuñaas, separarse definitivamente parejas y dejar de hablarse padres e hijos, hermanos y hermanas, hasta algún compañero o compañera de trabajo tras un agapito especialmente alcohólico. También crecerán, como cada año en estas fiestas entrañables, los suicidios, las violaciones, los asesinatos, y millones de niños Jesús de carne y hueso buscarán una caja de cartón donde nacer y crecer. Así que manos a la obra, que corra el cava, las gambas, las ostras y el cordero. Como decía James Bond, solo se vive dos veces. 

Para la ocasión un repetidor del blog, Manuel Vilas (Huesca - 1962), escritor prolífico, multipremiado y polémico (https://charlievedella.blogspot.com/2015_09_17_archive.html

https://charlievedella.blogspot.com/2015/09/los-nadadores-nocturnos-otro-poema-de.html) con un poema abiertamente dedicatorio de su reciente antología personal, “Una sola vida”.

Felices fiestas a tod@s ell@s !!!!


DEDICATORIAS DE NOCHEVIEJA

Dedico estos versos de Nochevieja a los vagabundos de todas las ciudades de la tierra, a los niños, a los viejos, a los perros, a los locos, a los pájaros, a los tuertos, a los tartamudos, a los torpes, a los tontos, a los que no saben ir en bicicleta, a los que no hablan ninguna lengua, ni siquiera la suya, como yo.

Dedico este poema a Kafka, a Lenin y a Jesucristo. Ya la ciudad de Trieste y a la ciudad de Tesalónica, porque la te es una letra mística.

Dedico este poema a mi perro, rey de reyes.

Dedico este poema a los autobuses urbanos números 20 y 23, en donde pasé buena parte del año.

Dedico este poema a los mares podridos, a los ríos podridos, a los árboles podridos.

Dedico este poema a los vinos del Somontano y a la uva garnacha, negra y dura. Y a los negros, a todos los negros, y a los chinos, y a Extremadura, y a Lou Reed, que se murió sin despedirse de mí. Y a MacDonald´s por ser tan barato, y porque he sido feliz allí. Y a la sección de colonias de caballero de El Corte Inglés, por tener tantas y dejarme probarlas todas. Y a los relojes Longines, y al modelo Avigation, porque es el que llevo ahora mismo en la muñeca y es hermoso. A la vida, infinita y absurda. A la vida, finita y absurda. A la vida, absurda y sensata.

Dedico este poema a John Fitzgerald Kennedy y a Walt Whitman y a Jorge Manrique y a Amy Winehouse.

Dedico este poema a todos los que soñaron ser escritores y se quedaron en poema.

Dedico este poema a Miguel de Cervantes, que se murió sin saberse Cervantes. Y a Rocinante, que cabalgó con la locura encima.

Dedico este poema a las mujeres enlutadas, hermosas, muertas.

Dedico este poema a mi pena, negra y sola. Mi pena que no cesa. Mi pena que es tan negra que no morirá conmigo.


De acompañamiento musical un viejo tema de The Kinks, "Father Christmas", en el que un grupo de chavales de barrio asaltan a Papa Noel al grito de "dale los juguetes bobos a los niños ricos y un trabajo a mi padre".



https://youtu.be/fPPCPqDINEk?list=RD-zTKnwwJAfU


jueves, 24 de noviembre de 2022

Irene Vallejo

PROGRESO 

Dos textos sobre progreso y conservación del  imprescindible “El infinito en un junco” de Irene Vallejo me han llevado a reproducirlos tal cual y aprovechar el empujón para contar algunas impresiones personales sobre el tema.

Vaya por delante que no soy enemigo de la modernidad, eso sería una estupidez, pero sí creo que a los “modernos”, me refiero a los impulsores de las nuevas tecnologías, les suele faltar espíritu  autocrítico de tan pavos como están de sus conquistas. Me refiero desde luego al tipo de superdotados místicos que tan bien refleja el personaje de Peter Isherwell en “No mires hacia arriba”, gente que hace del progreso una especie de extraño culto religioso del que, por descontado, ellos son entre dioses y pontífices, pero también de sus feligreses, que se creen más listos porque profesan la fe y son capaces de manejar cuatro aplicaciones más que su vecino. 

El iluminado Peter Isherwell

Como en la película y en el segundo texto de Irene Vallejo, esa petulancia lleva a menudo a la devastación. En mis último años de actividad profesional discutí varias veces sobre el tema con directivos de la Seguridad Social que defendían la digitalización exprés que se impulsaba desde Madrid y el consiguiente cierre de oficinas y mengua de empleados públicos. Hace tiempo que no les veo, pero cada vez que he tenido que ayudar a algún amigo o conocido a solicitar, tramitar, consultar o pedir una cita por internet me acuerdo de ellos, por no decir de sus muertos, porque esos no tienen la culpa. En alguna charla sobre el tema de la brecha digital me ha gustado subrayar el sobre-esfuerzo de los ciudadanos por ponerse al día (en la última en un pequeño pueblo de la costa la asociación de jubiladxs había empezado un ciclo formativo sobre digitalización de cinco semanas) comparado con la inanidad de la administración, incapaz de interoperar digitalmente y cumplir sus propias leyes, en este caso la Ley de Procedimiento Administrativo Común, tras siete años desde su entrada en vigor. Lo de la banca es otra cosa. De esos no se espera nada porque están a lo suyo: la avaricia.

Los pontífices de ese modelo de progreso se vanaglorian de que un médico te pueda atender por internet pero le piden a otra médico de atención primaria una copia del título porque no pueden acceder a una base de datos del propio sistema de salud (experiencia que me contó la “víctima” el pasado lunes).

Pero tras el rollo aledaño nada mejor que transcribir los dos textos de Irene Vallejo sobre progresos, “conservaciones” y pérdidas.

un libro imprescindible

1) "Cuando comparamos algo viejo y algo nuevo —como un libro y una tableta, o una monja sentada junto a un adolescente que chatea en el metro—, creemos que lo nuevo tiene más futuro. En realidad, sucede lo contrario. Cuantos más años lleva un objeto o una costumbre entre nosotros, más porvenir tiene. Lo más nuevo, como promedio, perece antes. Es más probable que en el siglo XXII haya monjas y libros que WhatsApp y tabletas. En el futuro habrá sillas y mesas, pero quizá no pantallas de plasma o teléfonos móviles. Seguiremos celebrando con fiestas el solsticio de invierno cuando ya hayamos dejado de tostarnos con rayos UVA. Un invento tan antediluviano como el dinero tiene muchas posibilidades de sobrevivir al cine 3D, a los drones y a los coches eléctricos. Muchas tendencias que nos parecen incuestionables —desde el consumismo desenfrenado a las redes sociales— remitirán. Y viejas tradiciones que nos han acompañado desde tiempo inmemorial —de la música a la búsqueda de la espiritualidad— no se irán nunca. Al visitar las naciones socioeconómicamente más avanzadas del mundo, en realidad sorprende su amor por los arcaísmos —de la monarquía al protocolo y los ritos sociales, pasando por la arquitectura neoclásica o los vetustos tranvías—.

La fregona, gran invento español
Si el poeta Marcial pudiese agenciarse una máquina del tiempo y visitar esta tarde mi casa, encontraría pocos objetos conocidos. Le asombrarían los ascensores, el timbre de la puerta, el router, los cristales de las ventanas, el frigorífico, las bombillas, el microondas, las fotografías, los enchufes, el ventilador, la caldera, la cadena del váter, las cremalleras, los tenedores y el abrelatas. Se asustaría al escuchar el silbido de la olla exprés y daría un respingo cuando empezasen las embestidas de la lavadora. Alarmado, buscaría dónde se esconden las personas que hablan desde la radio. Le angustiaría —como a mí, por otro lado— el pitido de la alarma del despertador. A simple vista, no tendría ni la más remota idea de la utilidad de los esparadrapos, los sprays, el sacacorchos, la fregona, las brocas, el secador, el exprimelimones, los discos de vinilo, la maquinilla de afeitar, los cierres de velcro, la grapadora, el pintalabios, las gafas de sol, el sacaleches o los tampones. Pero entre mis libros se sentiría cómodo. Los reconocería. Sabría sujetarlos, abrirlos, pasar las páginas. Seguiría el surco de las líneas con su dedo índice. Sentiría alivio —algo queda de su mundo entre nosotros—."

2) "En el siglo XX, el cine ha sufrido sucesivas oleadas de destrucción producidas por los cambios de soportes. Agustín Sánchez Vidal ofrece un cómputo de pérdidas: «El material más afectado es el anterior a 1920, ya que hacia esa fecha las cintas son destruidas, al pasar las películas de una o dos bobinas (con una duración de entre diez y treinta minutos) a la duración estándar de hora y media. La emulsión se aprovecha para recuperar las sales de plata, y el soporte de celulosa, para fabricar peines y otros objetos. Las pérdidas por este concepto rondan el 80 por ciento. En torno a 1930 se pierde cerca de un 70 por ciento al producirse una oleada de destrucciones, todavía más sistemáticas, debidas al paso del cine mudo al sonoro. Y en la década de los cincuenta tiene lugar la tercera, al sustituir la película inflamable de nitrocelulosa por la seguridad del acetato. En este caso las pérdidas no resultan fáciles de cuantificar. Si se toma como ejemplo nuestro país, puede estimarse que se conserva solo un 50 por ciento de la películas del periodo sonoro hasta 1954». Cada paso del progreso ha supuesto a su vez una devastación."

El progreso también nos permite conocer la música y la vida de alguien después de muerta, en este caso de la cantante y trompetista Jaimie Branch, fallecida hace apenas unos meses. Creo que esta larga pieza, “Prayer for Amerikkka pt. 1 y 2” sobre la agresión racista a una chica de 19 años,  resume muy bien la belleza desagarrada de su jazz-punk. Sé que es un poco fuerte pero vale la pena verla y escucharla entera y más de una vez.

lunes, 7 de noviembre de 2022

Ginger

GINGER

El verano de 2021 Enric Cervera, ex compañero de colegio marista y "amic", me pasó un corte de lo que un año después sería GINGER, ARTEfacto que, incluyendo música, poesía y collages, hoy intento  presentar  a los y las seguidoras del blog.  La canción elegida para la ocasión era “Potser ja no haig” (Quizás ya no haya) (https://youtu.be/gOYACgdi6Eolist=OLAK5uy_mFaYxwX87EzdR7_gMEav4OWc01WOhk0Ss), una delicia que incorporé inmediatamente a la playlist de ese verano y encendía la curiosidad por el resto del disco. 

El pasado julio pudimos visitarle a su casa de La Selva de Mar, un pequeño pueblo del Alt Ampurdá, conocer a su moza, disfrutar de un “excel·lent menjar” y repasar los claroscuros años que compartimos en los maristas de Barcelona y los pocos en la facultad de Filosofía, “disciplina” que él abandonó pronto tentado por el cine y la música. 

No me extraña que siga enfrascado en proyectos múltiples alrededor de esos dos mundos, porque yo le recuerdo como el más vanguardista de los compas de colegio. Él no recordaba que yo mismo, con tal de seguir su estela, le había birlado en su día dos vinilos que todavía conservo (un single de Leo Ferré y el “A quick one” de los Who). Tampoco recordaba que un día trajo al cole el “Their Satanic Majesties Request” (Rolling Stones), lo que en aquel lugar y tiempos era una herejía merecedora de castigo eterno. También recuerdo su peinado beatle, las primeras patillas largas, un chaleco igual o parecido al que McCartney lucía por aquel entonces, e incluso, de eso no estoy seguro, que llegó a vestir una camisa de papel, entonces un icono pop. Cuando por fin se decantó por el contrabajo formó parte del gruperío underground de la época (Tropopausa, Perucho´s…), algunos de cuyos discos son joyas para coleccionistas, y así ha seguido hasta nuestros días, participando en cuanto le permita crear y disfrutar, algo que transmite con una ironía muy pegada a la tierra. En la actualidad Enric sigue renovando mi catálogo musical con espléndidos consejos que más de una vez acerco al blog.

El caso es que GINGER no es, como pensé en un primer impacto, un homenaje a Ginger Rogers, actriz y bailarina mítica del cine musical del pasado siglo, sino a alguien que tenía olvidado, pero enlaza muy bien con la historia: el batería de Cream, Ginger Baker.

Digo que enlaza muy bien con nuestros años mozos, porque en el intervalo preuniversitario, que yo transité en una academia de la Vía Laietana de Barcelona, es decir, ya lejos del marista “olor a café, a desayuno seco, descompuesto en las bocas tibias de los confesionarios” (Rafael Alberti), P. , otro avanzado compa de aula con gafas redondas tipo John Lennon y ojos de fumado precoz, me descubrió el solo de casi 14 minutos que Baker se largaba en “Toad” (https://youtu.be/GDDPn4k10WU), último corte en directo del legendario “Wheels of fire” (Cream), un solo que nosotros, jóvenes hambrientos de modernidad, remedábamos entre clase y clase baqueteando con las manos.

los autores en plena "feina"

Y bien, hay que advertir que Enric es solo el 50% de GINGER. Según el dorso de la edición:contrabaix, melódica, percussions, guzheng, il-lustracions i próducció. El otro medio corresponde a Oriol Pons de Vall, que además de la voz y otros tantos instrumentos, pone poesía y una composición musical que bebe de las fuentes de la canción francesa. Dice Enric que de Leo Ferré, pero yo me decanto más por Tiersen o Delerm, por hablar de dos tipos que me gustan pero ni siquiera sé si comparto con Oriol. De su aportación al producto final no quiero pasar por alto este corte con cadencia de relojería artesana: “Poc després” (Poco después) (https://youtu.be/KcSM6-IUzmQ)

Como no soy imparcial, solo diré que la palabra que se me ocurrió a la hora de calificar un ARTEfacto que contiene 32 poemas y otros tantos collages y canciones tratadas con un cuidado notorio es “delicatessen”, dicho así, como hablando de manjares gastronómicos. Simplemente advertir que, como los pequeños platos de un menú amplio y estrecho, hay que degustarlo con calma y sin prisas porque está lleno de sabores/sorpresa: ternura, melancolía, juego y tantas cosas más...

La belleza, el carácter artesano e independiente del “producto” merece regalarlo o auto-regalárselo a uno mismo. Se puede adquirir en FNAC o contactar a través de: gingeralbum2022@gmail.com 

Ánimo!!!! vale la pena.


Para hacer boca otro pequeño entrante: “Perdre el somriure” (Perder la sonrisa)



 

lunes, 24 de octubre de 2022

Cole Porter

 COLE PORTER Y EL ÚLTIMO VINILO


La foto corresponde al último disco de vinilo que compré. En el dorso consta que fue editado en 1990, hace pues la friolera de treinta y dos años. La aparición del CD, un formato digital que corría en paralelo a la popularización de los ordenadores personales, traía en la mochila potentes discusiones sobre la calidad del nuevo formato, muy controvertida. También el enrocamiento de los nostálgicos de los viejos elepés, algunos de los cuales prefirieron no adquirir música durante años para no dar su brazo al torcer. Pero parece que tenían razón. El vinilo ha vuelto y ya no es difícil, como hace unos años, encontrar agujas u otros accesorios para mantener en forma el tocata y, desde luego, edición en vinilo de lo mejorcito en el mundillo. Como novedad de hace unos días: en mi barrio una chica ha abierto un taller que incluye la reparación y puesta a punto de las viejas cadenas de reproducción. Y como noticia: que la producción y venta de vinilos ha superado nuevamente a la del periclitado CD. Enhorabuena!!!

Pues bien, al ir a poner el disco hace unas semanas, un homenaje al gran compositor Cole Porter para recaudar fondos en la lucha contra el SIDA, me encontré con otra sorpresa. En el interior había una artículo de Guillermo Cabrera Infante sobre el músico datado en 1994. La costumbre de mezclar documentos era para mí una práctica habitual que hoy, por culpa de la sobreinformación de internet, he abandonado, algo que nos/me hace arrumbar excelencias como ésta al campo de la arqueología. Pero bienvenido el hallazgo, porque me permite hablar de Porter desde la voz de otro grande.

Resalta Cabrera la faceta bromista e impostora de Cole Porter, alguien que “nació rico, vivió muy rico y murió demasiado rico”, lo que no impidió que fuera un auténtico estajanovista que estrenaba una revista musical cada año y fue capaz de componer 1.000 canciones a lo largo de una vida aparentemente exenta de sobresaltos. 

Nacido en Peru, ciudad yanqui sin acento, es decir, nada que ver con el país andino, Porter solía decir que aunque era de Peru (Indiana) no parecía indio, “salí pálido”, y como buen bromista dedicó una canción a Lima, capital que nunca visitó. Sus ciudades favoritas eran Nueva York pero sobre todo París, donde vivió alternativamente. Homosexual casado con una bella mujer también homosexual, Linda Lee Thomas, no simulaba esa condición, y mientras estudiaba en la Universidad de Yale ya “vestía con trajes de color rosa, camisas amarillas y corbatas con rosas amarillas ,y pasaba más tiempo al piano que ante su pupitre”.

Entre la broma y la impostura, Porter se inventó como héroe de la segunda guerra mundial; “soldadozuavo, poilu francés, cabo de un ejército no determinado, capitán, aviador americano y cabeza de una organización de caridad que operaba en tierra de nadie”, pero es obvio que “ni siquiera oyó silbar las balas del Big Berta, cañón alemán que hostigaba París día y noche”, o “noche y día”, quizás el nombre de su canción más interpretada y conocida.

Pese a una vida que, gracias a una posición económica holgada, podía parodiar y reinventar, en su obra menudea la nostalgia, la melancolía y a veces un lenguaje atrevido, equívoco e incluso descarnado. Porque Porter, como otro de los grandes compositores estadounidenses, Irving Berlin, era autor de música y letra de sus obras. Algunas, como la famosa “Love for sale”, incluso fue censurada indirectamente, debiendo cambiar a la prostituta blanca que vendía “amor apetitoso, amor fresco aún no echado a paerder, amor ligeramente sucio” por una chica mulata. Aún así no pudo ser radiada hasta entrados los años sesenta.

Su otra gran afición era la hípica hasta que un caballo díscolo lo tiró y cayó sobre él astillándole ambas piernas. Las salvó durante 20 años gracias o por culpa de 35 operaciones quirúrgicas y altas dosis de analgésicos. Con el humor ácido que siempre le acompañó llamaba a sus piernas Josephine y Geraldine, y “se refería a ellas como un dúo que desafina”. 

Muerta Linda Lee, de alguna manera su segunda madre, y ya con solo uno de sus miembros inferiores, el atildado dandy que siempre fue “vestía ahora una bata de casa sucia, no se afeitaba y, a veces, se orinaba en su pijama”. Así fueron sus cinco o seis últimos años, tristes y decadentes, pero  con el tino musical que nunca perdió. Su última canción, que compuso para un programa de televisión el año de su muerte (1964), refleja el desencanto de la soledad, la enfermedad y la vejez: “¿No sería más divertido no ser rico?/¿no sería mejor no ser tan grande?/¿no sería divertido ser apenas nadie?”. 

* los entrecomillados pertenecen al artículo de Cabrera Infante.


Reinterpretado por un grupo de cantantes en el vinilo que introduce el blog, me quedo con el humor irreverente de Deborah Harry e Iggy Pop, introduciendo palabras mal sonantes en "Well did you Evah", y curioso compararlo con el glamour de esa misma canción en las voces de Sinatra y Bing Crosby en la película “Alta sociedad”. Pienso que a Cole Porter también le hubiera gustado la primera.



No puedo dejar de homenajear a Porter con otro corte del vinilo, el “So in love” interpretado por K.D.Lang, cuyo “querido extraño” se convirtió en protagonista de uno de mis relatos y hasta de un premio literario. 



martes, 4 de octubre de 2022

Madrid y 2

 MADRIDES ( y 2)

El Centro de Estudios Hidrográficos está junto al recuperado río Manzanares. Es una obra espaciosa de tipo industrial muy bien conservada, en un entorno agraciado de paseos y parques. Decidí acercarme por dos de las zonas más populares de la capital, los barrios de Lavapiés y La Latina, para descender por una de esas calles, la de Segovia, que descubren que el centro de Madrid está en una colina.

Ahí, antes de atravesar el viaducto, popularmente llamado puente de los suicidas, me pareció ver una ciudad más auténtica, abigarrada y diversa, con sus viejos comercios resistiendo a duras penas el empuje de franquicias y grandes superficies, una ciudad bulliciosa y mestiza que conserva milagrosamente algunos cines y numerosos teatros. En el trayecto una muchacha trans de casi dos metros me pide unas monedas, "todas todas", me dice mientras se viene arriba. Antes, una chica latina que regenta un obrador me convence para que pruebe un pastel de maracuyá, un "Tyson" esbelto me deja que le haga una foto mientras boxea contra la nada, un grupo de jubilados va quemando el tiempo que les queda jugando a la petanca y, cómo no, varios trabajadores “autónomos” de Glovo, empresa convertida en la oposición más dura a la reforma laboral, buscan su destino en el Google Maps.

Al fondo detalle de las vigas hueso
Ya en el último Fisac que me dará tiempo a ver en visita tan corta, descubro que una placa destaca el más innovador de sus inventos constructivos, la viga hueso, elementos huecos de hormigón que cubren un espacio solo algo inferior a un campo de fútbol. Dicen los técnicos que su forma triangular permite la entrada de la luz, el aislamiento térmico y acústico del interior y su impermeabilización, porque facilita la recogida de aguas. Fisac cuidó también el interior del edificio de cemento y cristal dedicado a las oficinas, diseñando el auditorio y gran parte del mobiliario. El conjunto, en ese entorno de privilegio, volvía a cumplir expectativas.

Junto a ese inmueble, que por sus materiales poco perecederos me recordó a los utilizados por Foster en el metro de Bilbao, casi muro contra muro, está la mítica discoteca La Riviera. Como ese día cientos de mujeres con banderolas LGTBI hacían cola, pregunté y supe que lo hacían para ver a Lali, cantante y actriz argentina que ahora, tras echarle un vistazo a la wiki, descubro que es, además, militante feminista activa. Madrides...

Alojado en un hotel rodeado de calles en las que han nacido, vivido o muerto
Cervantes, Lope de Vega, Quevedo, Tirso de Molina, Moratin...; de decenas de pequeñas tiendas, librerías, talleres artesanales, algunos insólitos como La casa del Arpa o el local del luthier Juan Álvarez; de las quejas de una vecindad que se ve asediada, expulsada, por la especulación y un turismo depredador; pero también de los museos que han dado a esa zona de la ciudad el apellido de Paseo de las Artes, estaba obligado a dedicar las últimas horas a visitar alguno de ellos, en este caso el que la viuda del barón Thyssen mantiene en la capital a cambio de una pasta gansa.

Casi frente al del Prado, la pinacoteca permanente, muy completa, atenúa el culto al ego kitsch que desprenden los cuadros dedicados a los barones y los reyes eméritos, que firmados por Ricardo Mazarrón, conocido y prolífico "pintor de corte y encargo", asustan al visitante en el hall de entrada. Visto con más prisa de lo que la colección merece, ya que contiene lo mejor de las firmas pictóricas del arte internacional, disfruté a medias de las joyas conocidas y apunté algunas de las que ignoraba y me sorprendieron para revisarlas más adelante: Michael Andrews, Ludwig Meidner, Ben Shahn, Andrew Wyeth, George Bellows, Francis Silva...

Retrato de Timothy Behrens
(Michael Andrews) 
Dos horas después, desde uno de los vericuetos petados de barreras arquitectónicas que comunican algunas líneas del metro de Madrid, un popular violinista callejero parecía despedirme con una flamante y esperanzadora interpretación del Hallelujah de Leonard Cohen, una canción que, mezclando amor místico y terrenal, quizá pudo llegar a gustar a mi pariente lejano, el arquitecto Miguel Fisac. No en vano este fue invitado a dejar el Opus Dei al optar en un momento de su vida por el segundo, cometer el abominable pecado de enamorarse de una mujer y casarse con ella.


Madrides...





jueves, 29 de septiembre de 2022

Madrid

 MADRIDES (1)

Tendemos a tirar de topicazos para no tener que rebuscar en códices y hemerotecas, ni retorcernos las meninges más allá de lo meramente necesario. A menudo nos tragamos lo que nos cuentan si eso satisface y/o refuerza nuestras convicciones.

El madrid banal
Yo confieso que me aturden cada vez más las grandes urbes, incluida mi ciudad natal, y las rehuyo a la vez que descubro que hay una segunda línea de pequeñas capitales de provincia y pueblos apetecibles porque envejecen y crecen con mesura.

Hace unos días estuve en Madrid con un corto y orientado objetivo: ver parte de la obra arquitectónica de Miguel Fisac (Daimiel 1913-2006), pariente y paisano de mi abuelo materno. El objetivo máximo se cumplió a medias, porque había casi olvidado que hay trayectos que, incluso en metro, ocupan cerca de una hora, y distancias kilométricas si uno quiere ir al detalle de lo que esconden las calles.

Acudía con el prejuicio de visitar un paraje presidido por personajes iletrados y banales a los que ha elegido una mayoría ciudadana desorientada, una ciudad que presentía abrazada por amantes de los embotellamientos, terraplanistas, pijos, corruptos, patriotas de pulsera y banderola y otras anomalías. Un error al que nos suele conducir la miopía ideológica y la tendencia a crear sacos y cajones de sastre. Obviaba, por ejemplo, que la actual presidenta solo fue elegida por menos de uno de cada tres electores madrileñas/os, un dato tan esclarecedor como pasar tres días, solo tres, para descubrir lo evidente: que hay, afortunadamente, muchos madrides.

Patinador en la Pza. Colón
Paseo Castellana 4
La obra de Fisac que permanece ( la más emblemática, La Pagoda, fue derribada en 1999 - https://elpais.com/elpais/2019/07/05/icon_design/1562328957_375388.html ), aunque dispersa, está presente a lo largo de la ciudad. En la parte más rica del centro, Castellana y calle Serrano, conserva dos edificios. El primero, junto a la plaza de Colón, ahora lugar de referencia de la ultraespaña cañí, es una aseguradora en la que se pueden apreciar uno de sus elementos constructivos preferidos, el hormigón, y la rareza de su tratamiento de la luz. No pude resistir hacer una foto que plasma el Madrid múltiple, la de un patinador muy joven junto al centro cultural subterráneo y una estatua de Jaume Plensa al fondo. Imagino a Fernán Gómez, que da nombre al centro, cagándose en los muertos de los oradores fascistas desde su tumba, cuando estos decidieron echarse al monte desde la plaza hace unos años. 


En el otro, el edificio del CSIC, predomina el ladrillo vista, otro material del gusto del arquitecto. En su capilla, algo ecléctica, apenas puede advertirse la participación de Fisac. Por problemas técnicos no conseguí inmortalizar a los cuatro confesores que aguardaban con aspecto estoico la llegada de clientes, sobre todo a uno que se abanicaba con aire de cupletista. Todo no puede ser...

Durante los seis kilómetros que me separaban del último objetivo de la tarde volví a recorrer espacios pateados muchos años antes y comprobar que ahí sigue la urbe monumental, palecetes, edificios públicos, museos, la embajada de Estados Unidos defendida por policías y seguratas, e iglesias, muchas iglesias. En esa zona la gente viste bien. Los niños son rubios y los locales sirven glamour con acento latino.

interior de San Pedro Mártir
La mañana siguiente la dediqué a la joya de la corona, la parroquia de San PedroMártir, más conocida como "de los dominicos". Cuando, tras un viaje en metro de más de media hora hasta los pinares de Chamartín, descubrí que aún me quedaban otros tres cuartos de hora a pie, reafirmé mi idea de que las ciudades amables no pueden tener semejantes proporciones. Sanchinarro, que aún conserva un extraño centro de plazas circulares que se comunican entre sí, tiene en esa zona el clásico ambiente de los barrios, con sus pequeñas tiendas y gentes que se conocen, saludan y conversan, pero a medida que avanzas hacia la Moraleja los grandes solares, parques y urbanizaciones descubren una ciudad casi desértica. Forma parte del Madrid de las piscinas, con inmuebles fortificados por empresas de seguridad y habitantes que imaginas parapetados tras sus vallas opacas. Allá ellos...

Supongo que cuando la iglesia fue inaugurada en 1959 como parte del Teologado de los padres dominicos, su entorno era un paisaje rural, con rebaños de ovejas pastando en los campos pajizos. Según me dice el conserje, que me abre la Iglesia tras comentarle que he venido de Bilbao con el fin de verla, la mayor parte es ahora un colegio inglés de carácter privado, y solo en un costado la residencia de un puñado de curas.

Para un no creyente la sublimidad de los templos solo adquiere valor con la belleza o no de sus formas. Había visto muchas fotos del interior de la iglesia, no tanto de un exterior decepcionante, quizás porque el énfasis del entonces todavía simpatizante del Opus Dei, secta que había abandonado abruptamente cuatro años antes, estaba en el enaltecimiento de una espiritualidad introspectiva. Se crea o no en alguno de los dioses monoteístas, el no es mi caso, la limpieza formal y una luminosidad natural llena de contrastes demuestra que hay un dios más común llamado belleza. Resumiendo: el objetivo principal había cumplido las expectativas.

De vuelta al centro, las paradas de autobús, en medio del páramo, tenían colas de mujeres de aspecto latino que imagino volvían a los pueblos y barrios del sur, y en el metro, mientras un guitarrista se buscaba la vida cantando a Roberto Carlos, otras tantas sesteaban después de horas cuidando ancianos o limpiando portales.

Continuará...

domingo, 11 de septiembre de 2022

Filosofía en Youtube

GRANDES ÉXITOS 

DE LA FILOSOFÍA EN YOUTUBE


El intento de pasar la filosofía por el colador para una mejor asimilación intestinal es un recurso que se repite de tanto en tanto. Recuerdo un excelente libro de Juan A. Rivera, “Lo que Sócrates diría a Woody Allen”, que servía para divulgar ideas filosóficas partiendo de tramas cinematográficas. Como suele ocurrir en la mayoría de los casos, su segunda entrega, esa vez partiendo de Platón, no tenía ni mucho menos la misma entidad, así que no he vuelto a repetir.

Hace unas semanas era la canción la que servía a Mar Padilla, redactora de El País, para transferirnos dosis filosóficas desde la letra de una serie de canciones populares. La verdad es que el artículo era un tanto banal y la filosofía parecía metida con calzador, pero a mí me ha servido para revisar, e incluso descubrir alguna que otra canción y/o idea aparentemente luminosa. Solo transcribo las que me han parecido más interesantes para el caso con la totalidad o parte del texto original y las versiones en directo que he podido encontrar.


KANSAS Y EL ESTOICISMO DEL “TODO FLUYE”

Consideramos la filosofía como un sistema académico sofisticado solo apto para eruditos. Pero filosofar es un acto a la la intemperie, que se da en cualquier situación en la que participen humanos, solos o en compañía. También en la música. En estrofas que son casi cápsulas filosóficas, el pensamiento sobre la condición humana está presente en infinidad de canciones. La campeona de todos los tiempos - detestada por tantos- es probablemente, “Dust In The Wind” de Kansas, esa que dice "Cierro los ojo solo por un momento y el momento se ha ido/Solo somos polvo en el viento/No te aferres nada dura para siempre”. Una azucarada lección de estoicismo, la escuela de filosofía que ayuda a vivir en el reconocimiento de finitud y la naturaleza decadente del mundo, de lo que amamos y de nosotros mismos Porque todo muere y cualquier logro quedará en nada.


https://youtu.be/pc95OmIEhfM


LA LIBERTAD CONSISTE EN NO TENER MIEDO (NINA SIMONE)

En Ser y tiempo, Heidegger pregunta por ese existir, ese estar ahí, arrojados en la posibilidad. Si estamos hechos de tiempo – el material más indómito, barro y cruz de los humanos -, Nina Simone se revela como la artista más genuinamente heideggeriana. En “WhoKnows where the time goes” canta: “En algún momento de tu vida tendrás ocasión de preguntarte/¿Qué es eso que se llama tiempo?/ ¿Qué hace?/y, sobre todo, está vivo?”. Simone, que escribió 500 canciones, activista por los derechos civiles que abandonó Estados Unidos por el racismo, decía que la libertad era no tener miedo.


https://youtu.be/xlJfrpuhlPI


ESE ROLLO DEL LIBRE ALBEDRÍO

El libre albedrío es un clásico con el que lidiamos cada día de cada semana en cada año vivido. Un vaivén entre el interrogante y la duda que nos deja exhaustos, con ganas de tirar la toalla a veces. Pero casi todos seguimos adelante, arrollados por una fuerza extraña. No hay prueba académica alguna, pero en probable que la canción “Do Anything You Wanna Do”, de Eddie & The Hot Rods, haya salvado a muchos de la desolación y haya liberado a muchas mentes, porque la canción te explica que puedes hacer lo que tú consideres, esto es, lo que tú creas honestamente que debas hacer, sin atender a mandamientos impuestos por otros.


https://youtu.be/bQJ0R57k7HQ

CAMUS, DYLAN, SAN AGUSTÍN

Otros compositores nombran, directa o indirectamente, a los pensadores que les han influenciado, como The Cure en “Killing An Arab”, basada en El extranjero, la obra de Albert Camus, donde cantan: "Estoy vivo estoy muerto/soy Un extraño “, o Bob Dylan en “I Dreamed i Saw Saint Augustine: "He soñado que vine a san Agustín/vivo como tú y como yo/con su salvaje aliento.” Algunos llaman a Dylan El Profeta, pero el de Minnesota no es un ente ni un aparecido, sino un hombre vivo, una persona de verdad. Es un tipo de 88 años que con 33, en la canción “Knockin' On Heaven's Door” nos señala que el camino es hacia la muerte. Un destino que nos deja pensativos y nos hace seres pensantes. Cada instante en la vida es un regalo y también una cuenta atrás.



https://youtu.be/PKpd_6a13IU


Y como la redactora se despedía rebajando el cóctel filosófico con mucho hielo, una pizca de angostura e "I Wanna Know” (Quiero saber), de Mongo Santamaria, a todo volumen y ponerse a bailar, pues eso....


https://youtu.be/E0Lg9faP1H8?t=29