POTROS
La palabra potro tiene en castellano dos acepciones principales: la
de criatura joven de la yegua y la de instrumento de tortura. No sé
cual de estos dos valores le dieron el apodo al recién liberado
Santi Potros, el responsable de dos de los atentados más
sanguinarios de la historia de ETA, Hipercor y plaza de la República
Dominicana, pero imagino que el primero, porque la tortura era más
bien especialidad del cuartel de Intxaurrondo. Ahora le veo salir de
la cárcel en pantalón corto, como un abuelete al que le empiezan a
fallar las canillas y casi me enternece. Luego me entero de que en su
pueblo, Lasarte, le han puesto una gran pancarta de bienvenida, y sin
querer coincidir con Pablito Casado, los dioses me libren, el
homenaje me pone de mala leche.
A finales de los años ochenta del pasado siglo coincidí con un
abertzale de apellido con pedigrí. Hacia pocos meses ETA había
asesinado a varias decenas de ciudadanos en mi “pueblo”,
Barcelona. En su mayor parte trabajadores, dado el lugar donde se
ubica Hipercor, Nou Barris. Un lugar que yo mismo había llegado a
frecuentar. Cuando hablando del atentado le dije que el responsable,
entonces se hablaba de Troitiño, era un salvaje h. de p. El muchacho
me respondió que más catalanes debían haber muerto. En aquel
momento lo entendí como la típica salida de tono radical ( era un
época en la que los hooligans gritaban “ETA mátalos” y los más
“imparciales” “algo habrá hecho”), pero la frase cobró un
sentido trágico cuando mi interlocutor fue detenido como miembro de
esa organización no mucho después. Lo peor es que por una supuesta
relación profesional él solía viajar asiduamente a Barcelona, y
por entonces pensé que algo tuvo que ver con el atentado, pero lo
cierto es que solo estuvo unos pocos años en la cárcel; parece que
porque efectivamente no tenía nada que ver con la matanza, pero
también, creo, por el peso de su apellido... Me dicen que ahora es
un boyante empresario turístico lo que demuestra que la reinserción
es saludable. Enhorabuena!!!

En fin, me gustaría pensar que la salida a la libertad de ese hombre
que hace años retaba airadamente a jueces y periodistas, ahora con
pinta de jubilado inofensivo, es una metáfora del futuro que nos
espera. Sic fiat (así sea), como decían los latinos.
Como mañana es el aniversario del atentado que golpeó a mis
paisanos en Las
Ramblas, he elegido esta bella canción/homenaje a la arteria que da
vida a la ciudad, con una muestra de los artistas que sigue pariendo a
pesar de la gente empeñada en agredirla, entre ellas Veil, sobrina
de mi gran amiga Merche. Per sempre!!!