domingo, 18 de agosto de 2024

John Mayall

DOS VINILOS “HIPPIES” DE JOHN MAYALL, 
“EMPTY ROOMS” Y “USA UNION”

John Mayall falleció el pasado 22 de julio

Aunque nacido en un pueblo cercano a Manchester, el John Mayall (1933-2024) de los dos vinilos que conservo, ambos de 1970, parece un forajido de western de Sam Peckinpah e incluso un serio aspirante a hacer de Búfalo Bill. 

Por aquel entonces, Mayall, al que dedico este blog como reconocimiento a su prolongada carrera y a su lealtad a esa “expresión honesta” de la vida que él pensaba que era el blues, ya llevaba tocando en garitos desde 1955. Como los grupos y músicos que me gustaban eran unos diez años más jóvenes que él, Mayall ya me parecía un abuelito venerable, eso sí, el abuelo del que hay que aprender y siempre respetar.

Quizás porque el rock se ha identificado con lo juvenil, le preguntaron a un Keith Richards cuarentón si se veía tocando con sesenta años – sigue haciéndolo con ochenta y uno – y él puso como ejemplo a los grandes del blues negro, que ya lo hacían. El tiempo nos ha demostrado que Mayall era todavía un chaval cuando grabó “Empty rooms” y “USA unión”. También que se puede seguir tocando blues y rock mientras el cuerpo aguante. Así que el “padrino del blues británico” todavía lo hizo en los conciertos “Legends” de Bilbao de 2019.

Yo solo conservo estos dos viejos discos de Mayall, aunque recuerdo haber tenido una cinta de cassette de éste con los míticos “Bluesbreakers”, que supongo destrozada en aparatos de dudosa calidad.

Tanto “Empty rooms” como “USA Union”, corresponden a una época en la que el músico ha perdido a los “Bluesbreakers”, desperdigados en bandas no menos míticas. Clapton y Bruce fundan los Cream; Mc Vie los Fleetwood Mac; y Mick Taylor ficha por The Rolling Stones, recomendado por el propio Mayall, de modo que éste se desplaza a California, donde entrará en contacto con el mundo hippie y músicas de tono folk y psicodélico.

“Empty rooms” está considerado como una continuación en estudio de su anterior disco, “The turning point”, un directo en el Filmore East de Nueva York. Dispuesto a experimentar nuevos sonidos, Mayall renuncia a la batería y activa un cuarteto acústico formado por Steve Thompson al bajo y dos viejos conocidos del blog (https://charlievedella.blogspot.com/2021_08_04_archive.html), Jon Mark y Johnny Almond.

Nancy y John
Aunque empieza con un danzarín “Don´t waste my time” y contiene alguna otra pieza rítmica, se trata de un disco intimista, dedicado enteramente a la fotógrafa Nancy Throckmorton de la que, por cierto, apenas he encontrado nada en internet. Sin casi reflejo de su época de blues británico, que prefiero, Mayall deja que Almond se explaye a menudo, sea con la flauta o los saxofones, consiguiendo una alternancia entre lo psicodélico y el jazz. La muestra más que evidente es “Counting the days”. Algunos críticos hablan con algo de ironía de disco flower power y es verdad que con una docena de canciones entre las que apenas se puede hablar de blues en un sentido clásico, el vinilo se ve demasiado lastrado por el momento sentimental de Mayall y la influencia, a mi modo de ver algo perniciosa en este caso, del hippismo imperante en la California de la época. De ahí ese final de más de cuatro minutos con el músico recitándole a su chica y el monótono acompañamiento de guitarra y base moog:

“Son aproximadamente las 5 de la mañana.
Estoy acostado en mi cama, mirando a mi linda chica de ojos soñolientos.
Supongo que ahora está dormida; Dios, es tan hermosa.
Puede que no signifique nada para ti porque la gente no la conoce como yo,
pero si tienes a alguien a quien amas mucho, sabrás a qué me refiero.”

Mayall graba “USA Union” ese mismo año, pero cambia a los futuros Mark&Almond por dos ex miembros de Canned Heat, Larry Taylor y Harvey Mandel, por los que sentía gran admiración, y un violinista, Don “sugarcane” Harris. También es novedad que el mismo Mayall se anime a ponerse al piano, lo que es de apreciar en alguno de los cortes. Se trata de una continuación del disco anterior, principalmente por el contenido intimista de las letras, con alguna nota medioambientalista, y la ausencia de percusión, dando al violín de Harris el papel que Almond tenía con saxo y flauta en “Empty rooms”. Ahora lo contemplo como un elepé más homogéneo, también más blues, quizás también más aburrido, pero, seguramente por mi ignorancia, en aquel momento me sorprendió y asombró la incorporación del violín, con la espléndida “Crying” como botón de muestra.

La selección musical intenta reflejar lo más característico de ambos vinilos y recuperar la totalidad del ya mítico “Bluesbeakers, John Mayall and Eric Clapton”, un momento en el que tocar con Mayall era como hacer un máster, generaba currículo.


“Counting the days” - https://youtu.be/75VqYH-UYnc



“Crying” en directo - https://youtu.be/M21EQ0VDscQ


“Bluesbeakers, John Mayall and Eric Clapton” - https://youtu.be/NgFnanqmPXA?list=PLzEG2f9QAl8MXFkg9FMmhFn4jTqV4vwZz

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