viernes, 20 de diciembre de 2024

Jackie Leven

UNA CANCIÓN DE JACKIE LEVEN PARA ESTAS FIESTAS

Aprovecho poema/canción de título tan “inapropiado” y poco sutil para presentar a Jackie Leven (Kirkcaldy – Escocia 1950-2011), a quien un crítico citó en su momento “como el cantautor desconocido con más talento del rock británico”. 

La obra de Leven, a quien confieso haber conocido hace muy poco pero al que estoy enganchado desde ese momento, es mayúscula en calidad y cantidad, nada menos que 44 álbum a partir de 1994, fecha de su resurrección musical tras una década dedicada a la asociación que le había librado de su adicción a la heroína.

Paro aquí, porque próximamente le dedicaré un blog más amplio, como bien merece. La canción se llama “The sexual loneliness of jesus christ” (“La soledad sexual de Jesucristo”), es un curioso bailable del año 2001 y su letra es tal que así:

Dicen que Dios está en los detalles 
y estoy seguro de que es verdad.
Paso mi pulgar sobre una piedra egipcia
y las imágenes aparecen.

Veo el pájaro, veo el perro.
Siento el clima en lo profundo de mis zapatos.
Veo la luz en mi mano,
mientras recibo noticias inciertas.

De repente me doy cuenta de que estoy viviendo la mentira que
mi padre planeó para mí.
Con el sol golpeando mi espalda
veo que soy el hombre solitario de Galilea.

Y si voy a caballo sobre las piedras destrozadas
¿Veré alguna vez el blanqueo de los huesos
del niño que solía ser cuando todavía cantaba
antes de vivir con miedo de morir solo?
No puedo morir solo.

Y extraño a mi bebé,
lo extraño toda la noche.
Van a matar a mi bebé
y las estrellas brillan intensamente.

Entro en ciertas tierras lejanas
y veo mujeres jóvenes muriendo por dentro.
Llevan a niños pequeños de la mano
pero la suerte no está de su lado.

Fragmentos fríos del espacio rasgan sus ropas
y perforan el corazón que soporta el dolor.
Con pena y vendas caminan mil millas
bajo una lluvia torrencial.

Si una mujer me bañara los pies
porque me ama y yo ni siquiera estuviera allí.
¿Qué dice eso del vacío que siento
o del poder de la oración?

Todo tipo de poder me rodea,
alzo mis brazos y el mundo dice "¡boom!",
pero no me veo en los ojos de las mujeres,
sufro como un niño en una habitación vacía.

Y si voy a caballo sobre las piedras destrozadas
¿Veré alguna vez el blanqueo de los huesos
del niño que solía ser cuando todavía cantaba
antes de vivir con miedo de morir solo?

No puedo morir solo
y extraño a mi bebé,
lo extraño toda la noche.
Van a matar a mi bebé
y las estrellas brillan intensamente.

En un barco los marineros son todo sonrisas
pero no hay nada en sus ojos.
De hecho sus ojos están muertos
pero el horror es que el amor es su disfraz.

Se dan vuelta para hablar entre ellos
y vivo aterrorizado por ese sonido.
Sus palabras y cadencia no coinciden
y puedo oler la sangre en el suelo.

Y extraño a mi bebé,
lo extraño toda la noche.
Van a matar a mi bebé
y las estrellas brillan intensamente.

NOTA: como no está habilitada en Youtube, para oír la canción hay que pinchar en cualquiera de los dos enlaces. 

miércoles, 11 de diciembre de 2024

Música para desayunar

MÚSICA PARA DESAYUNAR

Brian Eno en su época 
con Roxy Music

El músico y productor Brian Peter George St. John le Baptiste de la Salle Eno, más livianamente conocido como Brian Eno, (Woodbridge, Suffolk, 15 de mayo de 1948) grabó en 1978 un disco llamado “Música para aeropuertos”, reconocimiento de un tipo de producto musical que ya existía, el que Eno define como aquel que “tiene que ser capaz de ajustarse a varios niveles de atención auditiva sin imponerse en ninguna: ha de poder ser ignorada como interesante”, y denomina música “ambiente”.

Digo que en realidad ya existía, porque ese tipo de obra, creada para acompañar eventos o actividades varias sin desviar el interés del oyente, ya había sido más o menos experimentada por orquestas de versiones pop como las de Ray Conniff, Franck Pourcel o Paul Mauriat. 

También existía la herramienta para distribuirla, el hilo musical. En los Estados Unidos desde los años 20 del pasado siglo como “música para ascensores”, porque, decían, servía para mitigar la angustia de usuarios y usuarias en los grandes rascacielos. En España el hilo musical fue inaugurado por Fraga Iribarne el 1 de octubre de 1969, trigésimo tercer aniversario de la proclamación del dictador Franco como jefe de estado. Disponía de 6 canales, cuatro de ellos musicales, y era distribuido a cambio de poco más de 400 pesetas al mes por la antigua Telefónica, en colaboración con Radio Nacional. Los mayores recordaremos un bucle musical que encadenaba éxitos con promoción de las estrellas de la época que, por repetitivo, se acababa convirtiendo ya en un mantra védico, ya en motivo de ira a la tercera audición del “Hey” de Julio Iglesias. 

Diversas aplicaciones de carácter digital han sustituido aquella herramienta rudimentaria por una especie de “discoteca de Alejandría”, a través de la que se puede acceder a cualquier sonido musical que haya sido editado. En un universo bipolar que exalta la “protección de datos” y nos empuja al mismo tiempo a compartirlos aceptando todo tipo de cookies, las aplicaciones han ido afinando el producto y nos proponen listas amoldadas a nuestros gustos tirando de algoritmos. Lo de “Música para desayunar” es una novedad que he descubierto en un bar (ver foto) hace unos días. Por cierto, seguían con esa propuesta sonora a las siete de la tarde…

Para experimentar he pedido música para desayunar a mi aplicación de cabecera y debo reconocer que no está nada mal: Manu Dibango, Henri Salvador, Stan Getz, incluso mis adorados Kings of Convenience…

Pero por hoy me quedo con Cesaria Evora, quinta propuesta, que he buscado en Youtube para ofrecerla en vivo y en directo: “Petit pays”.

https://youtu.be/jJgVvXSXjrw