NIKKI GARCÍA, LA VOZ QUE CONTRIBUYÓ
A MATAR AL MAPA DEL MOPU
“Aunque útil para otras prácticas menos cotidianas (el arte de la guerra entre ellas), el mapa era antaño un producto imprescindible para viajar. Antes pues de iniciar el trayecto hacia algún destino más o menos cerrado había que saber si se disponía de mapa de trayecto y zona, y si no era así, se adquiría sin la menor duda el mapa oficial, es decir, el del MOPU, en tiempos pretéritos, Ministerio de Obras Públicas, del que, como es obvio, dependía la configuración de las carreteras del estado. Lo contrario era, a mediados del pasado siglo, exponerse a acabar perdido en algún vial secundario lleno de baches y cunetas peligrosas.
Salvo en las carreteras nacionales, el mapa tenía que estar permanentemente a mano, y en viajes largos acababa maltrecho y cuarteado de tanto mal doblaje. A finales del pasado siglo, con el acelerón de las obras civiles, el mapa podía estar desfasado a mitad del viaje, porque entretanto te habían construido una autovía gratuita o de peaje.” (https://charlievedella.blogspot.com/2015/07/el-mapa-esta-vez-ha-sido-la-inversa.html)
Nosotros la llamábamos Manolita, porque desconocíamos que tras nombre tan cañí estaba la voz de Nikki García, un timbre real que funcionaba como anticipo de la inteligencia artificial generativa, que ya no precisa un original para ser creada.
Nacida en Madrid en 1985, locutora, narradora, actriz, ahora volcada en su faceta de cantante, Nikki, la voz de Goggle Maps, era capaz de sacarte de un laberinto de rotondas sin perder los nervios, demostrándote que una pérdida pasajera no es como para divorciarte.
Su ida y vuelta en el mundo de la inteligencia artificial me parece una metáfora del que hay y del que se nos viene, quizás también de la resistencia de los humanos a los futuros pobladores, robots capaces de actuar moral o amoralmente. Lo digo porque Goggle Maps, una herramienta que te saca de apuros a cambio de controlar por dónde vas en cada momento, nació en 2005 con una voz robótica, algo que quince años después se vio abocado a corregir, ya que a los humanos, es decir, a sus consumidores, no nos gustaba. Fue entonces, 2020, cuando Nikki García se convirtió en nuestro San Cristóbal, patrón cristiano de los conductores, una voz reconocible, como la de nuestras compañeras, hermanas o hijas.
Tengo que aceptar que más de una vez hemos tenido una “enganchada” con Nikki, como la de hace unos meses, cuando nos hizo dar vueltas en bucle para salvar unas obras ya terminadas, o cuando te decía que doblaras por la avenida de “fulano”, como si te supieras el callejero de la misma ciudad en la que te has perdido, pero en un 99% de las ocasiones fue una feliz compañera que siempre recordaremos. Y digo fue porque Nikki ha sido sustituida de nuevo por una garganta digital, ahora, sin duda, más sofisticada que la que le precedió.
Como su despido como voz de Goggle Maps ha devuelto a Nikki al universo de la canción, nada mejor que cerrar el homenaje con esta tierna y artesana grabación del grupo “De la sierra”, en el que operaba habitualmente de pianista y cantante: Shelter from the storm. Feliz viaje, Nikki.
NOTA: Como ejemplo del control digital que padecemos cuando nos metemos, por ejemplo, en Goggle Maps, o, como es mi caso, alguien se dedica a emborronar internet con un ingenuo e inofensivo blog, comunicaros que "La vedella Colorá" ha sido visitada 458 veces desde Israel durante este año, algo sorprendente no solo por las diferencias culturales, sino porque desde su existencia solo lo había sido en 60 ocasiones desde ese mismo país.
No quiero ni pensar que el motivo sea que alguna referencia molesta “haya puesto en guardia” a su armamento balístico…Que el dios Musk nos proteja.
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