ESPAÑOLES, FRANCO HA MUERTO ( y II)
LA EMPRESA HULLERA VASCO-LEONESA
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el mítico pozo Ibarra |
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Carlos y Mari Luz, su esposa |
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Los franquistas entran en Málaga |
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Porfirio Smerdou |

ESPAÑOLES, FRANCO HA MUERTO ( y II)
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Carlos y Mari Luz, su esposa |
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Los franquistas entran en Málaga |
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Porfirio Smerdou |
ESPAÑOLES, FRANCO HA MUERTO (I)
mi peculiar relación con Arias Navarro
No recuerdo si fue por la mañana o por la noche y aunque vistas cientos de veces, las imágenes de aquel hombre enmarcado en un escenario estrecho en blanco y negro no dan pistas del momento del día en que anunció lo que los españoles esperaban desde hacía semanas: la muerte del dictador.
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El lavadero de Alpuente |
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La torre de Aníbal |
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el tío Blas |
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Sin comentarios... |
UNOS VERSOS DE ARTEMI,
POETA CLANDESTINO,
PARA EL DÍA DE LOS DIFUNTOS
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Catedral de Segorbe, lugar habitual de las publicaciones clandestinas del poeta |
En el ámbito de la literatura es más extraño encontrar autores anónimos, aunque haberlos haylos y no precisamente menores. Ahí están “Las mil y una noches” o la más cercana “Cantar de mío Cid”. Pero es más raro que ello se deba al propio interés del escritor que, en todo caso, se esconde tras un heterónimo, como es el caso de Pessoa, el más conocido.
A finales de los años ochenta del pasado siglo un autor anónimo que firmaba como Artemi dispersó un número desconocido de poemas que pegaba con engrudo en las puertas de mercados, estaciones, iglesias y bares de la provincia de Castelló. Más de 200, según algunas fuentes, en los dos años que duró la entrega, sin que se consiguiera saber a ciencia cierta quién era su autor.
Mi pasión por rarezas, impostores y heterónimos me ha conducido a descubrir la recopilación de los poemas de Artemi que se salvaron del derrumbe, apenas treinta, que otro escritor de la zona, Máximo Bau, ha publicado recientemente con reproducciones, un mapa y fotos de los lugares en los que fueron encontrados, así como la supuesta, no confirmada del todo, identidad del poeta: un taxista de Segorbe apellidado Artemisa, fallecido en 2003.
Como homenaje a autor tan móvil y pudoroso he elegido uno de esos poemas para mi cita anual con los difuntos.
Tras un escaparate
decorado con coronas de flores,
echado con un sudario blanco
o ropa de segunda,
a lo mejor el traje
de la penúltima boda
a la que asistió con desgana,
muestra el muerto el estrago
de los últimos días,
la nariz aguileña,
los pómulos marcados,
la tez pálida.
Alguien que se ha acercado
y lo ha visto tras el cristal
solloza amargamente
junto a un grupo de familiares y enemigos
que ahora recuerdan la parte
más asumible de su vida.
El fallecido es en ese momento un producto,
un desecho, un consumible
del que se habla con un respeto desigual.
Como vivimos malos tiempos, me ha parecido de recibo acabar con una canción que transmita alegría y felicidad, dedicada, además, a una cuarentena, la que, sufrida por Erlend Øye (https://charlievedella.blogspot.com/2017/07/kings-of-convenience-cayman-islands.html) en una playa de México (quién pudiera...), sirvió para que compusiera esta y otras 13 canciones junto a Sebastian Maschat, batería de su último grupo, The Whitest Boy Alive.
TRES MÚSICAS
PARA ATENUAR EL OTOÑO
Con la vuelta a Bilbao he dejado atrás los vinilos y las músicas veraniegas y he decidido elegir aunque sea con algo de tardanza, no la canción, sino el disco del verano, una antigualla, desde luego, pero sin duda excepcional: el “Highway 61 Revisited”, de Bob Dylan, que tiene la friolera de 55 años de edad.
Leo que está situado, según la revista Rolling Stone, en el puesto cuarto de los Lps de todos los tiempos, siempre detrás del “Pet Sounds” de los Beach Boys y los “Sgt. Pepper´s Lonely Hearts Club Band” y “Revolver”, de los Beatles. Como toda lista es subjetiva y depende del momento histórico y de las tendencias artísticas, me quedo con la de veces que lo he pinchado este verano con la boca abierta y unos abocetados gestos rockeros. Solo faltaría...
Conteniendo la canción que la misma revista sitúa en primer lugar de todos los tiempos, “Like a rolling stone”, cosa que comparto, es en ese momento (1965) el vinilo más revolucionario (los Beach Boys y Beatles sacarían sus mejores obras uno y dos años después).
Dedicado a la carretera 61, que pasa por su lugar de nacimiento, y dicen que a un poema de Pessoa, Dylan contó con varios pesos pesados para la electrificación de su universo musical y elaboró un ramillete de letras bien engarzadas a un momento social en ebullición. En fin, como no quiero alargarme, ahí queda la propuesta de repasarlo. 55 años después aún suena a modernidad.
Y como hemos hablado de los Beatles y de su eterno Sargento Pepper´s, aprovecho la recomendación y descubrimiento que me proporcionó mi amigo Enric hace unas semanas con la increíble interpretación de The Analogues (qué acertado el nombre del grupo...). Vale la pena oírlo entero (al final hay algunas canciones de regalo) y comprobar cómo conseguir clavar un disco tan de estudio (qué grande George Martin...) que los propios Beatles no se atrevieron a interpretar en directo.
Y de postre un descubrimiento personal y casi tan reciente como este blog. Un trío británico que hace música electrónica con instrumentos acústicos, Go Go Penguin. Joder…qué pedazo selección!!!
UNA PEQUEÑA DOSIS DE APOFENIA
RAÚL ZURITA, POETA RARO
La concesión del premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana a Raúl Zurita (Santiago de Chile – 1950) parece un gol por la escuadra del jurado, una concesión de la ex reina consorte al gobierno más nominalmente republicano de las últimas ocho décadas o, quién sabe, una especie de venganza personal al emérito huido.
No en vano Zurita, al que dediqué una entrada hace cinco años, es, en el lenguaje montaraz de la derecha extrema, un peligroso comunista que ha ido dejando tras de sí un largo reguero de literatura anti represiva.
Pero sobre todas las calificaciones Raúl Zurita es un poeta “raro”. Enormemente
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Zurita en un gesto característico |
Como exponente de una “rareza” de carácter que acrecentó la tortura a la que fue sometido durante 25 días, vuelvo a dos de su obras más curiosas y espectaculares (aposta lo de “espectáculo”): “La vida nueva”, poema escrito por cinco aviones que trazaban letras de humo blanco en el cielo de Nueva York; y “Ni pena ni miedo”, verso escrito sobre el terreno rocoso del desierto de Atacama que ya reproduje en su momento (https://charlievedella.blogspot.com/2015/08/un-poema-para-ser-visto-desde-el-cielo.html).
El primer evento fue grabado en vídeo por Juan Downey el 2 de junio de 1982 y estaba compuesto por quince frases de entre 7 y 9 kilómetros de largo. El segundo mide más de tres kilómetros y, como es evidente, solo puede leerse desde el cielo. Todo un alarde.
Como otra de sus “rarezas” consiste en liderar con versos a grupos como “González y los asistentes” y “Los electrodomésticos”, es de recibo mostrar alguna de las actuaciones que corren por Youtube ("Verás", con los primeros) y, cómo no, un pedazo del cielo de Nueva York surcado por palabras. Enhorabuena, colega.
ORDUÑA:
UNA CAPILLA SIXTINA LAICA EN LOS HASTIALES
Creo que es algo común. Has pasado mil veces por esa calle del centro de tu ciudad, elevas la mirada y das con un bello detalle arquitectónico, un mirador, una gárgola, el tirador de una puerta, una cornisa…
Sentado ociosamente en los arcos de la plaza de Orduña he comprobado que es un suceso repetido. Una turista que no ha pasado, o sí, por la oficina de turismo, levanta la vista y se pasma de que sobre su cabeza están algunos de los cómicos de los que oyó hablar a sus antepasados, Charlot, por descontado, pero también Cantinflas o Charlie River, así que agarra la cámara o el móvil y hace una foto. Ahí empieza la capilla sixtina laica que, variada en estilo y contenido, techa los hastiales de la plaza.
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Orduña, vista general |
Inauguradas a finales de 2012 (https://charlievedella.blogspot.com/2012/10/13-artistas-vascos-plasman-la-historia_29.html) y anunciadas como las pinturas murales de mayor superficie de Europa, catorce obras de trece artistas (uno de ellos, Porrilló, repite con dos) dignifican la techumbre arqueada de la plaza de los Fueros, el centro histórico y comercial de la villa. Algun@s de ell@s, no sé si tod@s, está ligados de alguna manera a Orduña, sea porque son vecin@s o han sido premiad@s en el concurso anual de pintura al aire libre. Por cierto, un tipo de concurso practicado por un modelo de artista admirable y en extinción, el/la pintor@ de caballete, alguien con cualidades hoy en desuso: el olfato para elegir la composición, es decir, el paisaje a interpretar; y la precisión plástica en tiempo récord. Y es que, por lo que he visto al indagar en la obra del autor de mi mural preferido, el dedicado al Salto de agua del Nervión, los concursos de pintura rápida son un buen medio de subsistencia. Claro está, si uno es capaz de ganar alguno de los premios en liza, pues tal es el caso de José Reyes Ramos (Bilbao – 1963).
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Mi preferido, Salto de agua del Nervión de José Reyes Ramos |
Los cinéfilos de mi juventud decían que había que ver cine en las primeras filas, algo a lo que desistí pronto por su evidente incomodidad y definitivamente tras descubrir a cineastas como Tati, o películas como ”El guateque”, en las que en cada fotograma coincidían varios gags visuales imposibles de captar a un tiempo desde tan cerca.
Ese problema, además de la postura obligada, hace difícil contemplar los 460 metros cuadrados de bóveda que Miguel Ángel pintó en la llamada Capilla Sixtina sin acabar con torticolis, y pese a medida y motivos más terrenales, la techumbre orduñesa también requiere una mirada sosegada y a poder ser reiterada. Nos ayudará a conocer diversos estilos, desde un realismo onírico o costumbrista hasta el abstracto, pasando por el expresionismo y el collage, con temática igualmente variada, pero en su mayor parte dedicada a la historia de la ciudad y a la singularidad y privilegio de ver nacer el Nervión, eje del desarrollo industrial del territorio de Bizkaia. Así que ya sabéis, solo está a apenas 40 kilómetros de Bilbao y Vitoria.
Ah! me olvidaba. Hay nuevos murales en Orduña pero los dejamos para otro día...
He aquí el pequeño documental elaborado en su día para la presentación de la obra.
BLOG SOBRE EL BLOG
El blog cumplió 8 años en junio. Aquel 29 de junio publiqué “Aitor no para de llorar” (https://charlievedella.blogspot.com/2012/09/aitor-no-para-de-llorar-ese-dia-aitor.html), una especie de crónica personal de la final de la Copa del Rey de fútbol de ese año. Aunque releyéndola me parece la mar de digna solo tuvo 13 visitas, y pese a que se trataba de un canto al orgullo athlético, un amigo me dijo que se me veía el plumero culé. Vaya debut...
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Pitada al emérito en la final de copa de 2012 |
Recuerdo
que cuando empecé se hacían múltiples bromas sobre los blogs. Una
de ellas venía a decir que entre las cosas que uno tenía que hacer
en la vida, las clásicas de plantar un árbol, tener un hijo y
escribir un libro, se colaba la de publicar un blog. En mi caso,
además de completar el cuarteto, suelo presumir de haber modificado
una ley de presupuestos a cuenta de la equiparación de derechos y
deberes de ambos padres en los casos de adopción internacional,
obviamente con la ayuda de dos compas sindicales y la proposición de
ley presentada por grupo de Izquierda Unida de la época.
Creo que la fiebre del blog ha pasado de moda y ahora solo quedamos unas centenas, quizás millares de irreductibles, incapaces de sintetizar una idea en el espacio corto de twitter. De hecho, los twitteros que no se conforman con acertar con dos o tres frases ingeniosas y quieren argumentarlas, acaban recurriendo a hilos interminables de incómoda@ lectura. Así que sigo pensando que el formato del blog es muy adecuado para la manifestación de opiniones.
Hace ya tiempo que otro amigo me dijo que mi blog parecía un diario personal: así es. El blog, como toda escritura de periodicidad corta, tiene mucho de descarga emocional, de desahogo. Una amiga opina que escribo muy duro. Otras, contrariamente, me suelen caracterizar por la tendencia a la nostalgia y a una cierta ternura retrospectiva. Hay quien se sorprende de la aparición del ferretero, el frutero, el artista o el asesino del barrio, pero siempre he sido muy chauvinista de barriada, sea esta Santutxu o el Camp del Grassot. Poco antes del confinamiento otro amigo me confesó que creía que yo era un erudito musical. Cuando le dije que no tenía ni idea de solfeo y que mi pasión por la música no impedía que tuviera que dedicar bastante tiempo a completar la información de las piezas que elegía, casi le extrañó. Y es que hasta algo tan humilde como un blog de unas decenas de líneas requiere un esfuerzo de documentación, y aún así, la cagas más a menudo de lo que cabría desear. Pero para mí eso tiene una doble perspectiva muy gratificante: aprendes y compartes conocimiento.
Suelo tener pocos comentarios en el mismo blog, siempre solidariamente positivos, y bastantes más a través del correo electrónico, el guasap o personalmente. Hay quien demuestra su afecto no faltando nunca a la cita, y aunque sea en dos líneas, comenta la última entrada y algún detalle que alienta a seguir. L@s hay que, generos@s, lo comparten inmediatamente en Facebook. Especialistas en música, deportivos o económicos que me asesoran de cuando en cuando. También recurro a amig@s que me ayudan a traducir canciones o poemas del francés, el inglés o el italiano. No l@s nombro para no olvidar a nadie pero tod@s saben quienes son: l@s amig@s, es decir, la gente por la que vale la pena vivir. De este modo y a través de los años el blog es para mí un lugar de encuentro y ha servido, también, para el reencuentro.
En el terreno de lo efectivo, pocos éxitos. No he conseguido que Ciriaco Párraga cuelgue por fin en el Museo de Bellas Artes de Bilbao (https://charlievedella.blogspot.com/2014/02/reivindicacion-de-ciriaco-parraga-el.html); ni que hayan quitado el nombre de Gabriel Aresti a las calles que traicioneramente le han dedicado, como él pidió (https://charlievedella.blogspot.com/2013/12/el-nombre-de-lascalles-hay-quien.html); ni siquiera parece que la tragedia de Zaldíbar haya afectado electoralmente al señor Urkullu (https://charlievedella.blogspot.com/2020/02/urkullu.html); incluso desterraron la gramola del Kubrick poco después de haberle dedicado una entrada (https://charlievedella.blogspot.com/2019/03/la-gramola-elkubrick-en-la-esquina-del.html). Pero nada se consigue si no se intenta.
Un abrazo colectivo, que esto no acaba aquí.
Para esta especie de balance con agradecimiento colectivo he elegido una maravilla clásica de alegría, también múltiple, que encontré casualmente: “Forêts paisibles”, pasaje de Indes Galantes de Jean-Philippe Rameau (1683-1764), interpretado por Les Arts Florissants, grupo sinfónico y vocal fundado en Caen (Francia), en su cuarenta aniversario. Todo ello buscado, aprendido y compartido...