miércoles, 20 de noviembre de 2013

COCHES              

Esta noche, al bajar la basura, he visto un coche con la puerta delantera protegida con cinta adhesiva. El otro día, solo a unos metros, un chico joven hacía otro tanto con el retrovisor. En el barrio hay abundantes automóviles vendados como heridos de guerra y coches de gama alta con carteles de “se vende” a precios asequibles.

A principios de siglo cuando la chavalería cobraba su primer salario se iba al concesionario más cercano y se llevaba un “buga” con las ventanas abiertas y flamenquito o perreo a todo trapo. La pasión por los coches de lujo alcanzó a las limousines. En los años de bonanza no era raro ver alguna de ellas en un barrio como el nuestro, de obreros y pequeños comerciantes, trasladando a contrayentes vestidos como horteras famosos. También se veía todo tipo de trastos tuneados con abundante parafernalia sonora y luminotécnica.

Muchos de aquellos coches permanecen aparcados, convalecientes, porque no hay pasta para repararlos o simplemente mantenerlos. El dueño del taller que hay debajo de casa me explica que la gente le deja el coche durante semanas y meses porque no tiene dinero para pagarle. El “buga” por el que muchos jóvenes perdieron el sueño yace llenándose de mierda, esperando que un milagro les proporcione la guita suficiente para sacarlo de ese monte de piedad callejero.


Es cierto. El coche siempre ha sido un símbolo de ostentación. Un tipo con el que trabajé en los años ochenta, alguien desesperado diariamente porque daba vueltas y vueltas para aparcar un coche muy grande, enorme (soy un analfabeto en marcas) me reconoció que a su edad, más o menos la mía actual, le correspondía un coche grande y una buena marca. Así que esto no es el fin de los tiempos. Cuando la economía arranque, por utilizar lenguaje automovilístico, los jóvenes se endeudarán por una mala copia de deportivo y hombres, y quizás mujeres de edad adulta,  competirán para ver quien lo tiene más largo. Manda güevos…

Como el cantante era de mi barrio y vivía en la misma casa que un compi del colegio, una cita entrañable con Los gatos negros, un grupo de los sesenta, cantando Cadillac.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

SHOMEWHERE OVER THE RAINBOW DE IZ

La amiga Vitoria me pasó el enlace de esta preciosa versión mezclada del Over the rainbow y me ha descubierto tardíamente a IZ, un personaje entrañable del que reconozco no haber oído hablar nunca. Para mi vergüenza he leído en internet que esta interpretación es muy conocida, así que, en que estaría yo pensando...


Como nunca es tarde, ahí va el enlace de esta versión de Israel Kamakawiwo`ole, IZ de nombre artístico, que falleció hace ya dieciséis años.

https://www.youtube.com/watch?v=V1bFr2SWP1I

sábado, 2 de noviembre de 2013

¿QUIÉN SE ACUERDA DE CHARLOT?

En el piso principal de la casa familiar en la que nací vivía una de las taquilleras del cine Savoy de Barcelona. Aunque creo que me llevaba más de veinte años de edad, la recuerdo como una mujer bella, quizás más interesante que bella. Vivía sola con su hija, y en un entorno conservador de clase media siempre la rodeó una barrera de silencio que hizo que yo nunca llegara a saber si era viuda, separada, o, simplemente, madre soltera.
Cine Savoy 

Verla en la taquilla del cine Savoy cuando yo era un adolescente fue una sorpresa. Con la salvedad de algún inquilino, desconocía cuales eran las ocupaciones de los vecinos y, todo hay que decirlo, tampoco es que me importara. Creo recordar que la traté como si no la conociera y fue ella la que me saludó y me dedicó una sonrisa de complicidad. Ayer mismo, al hablarle de ella a mi madre, me dijo que la primera vez que coincidieron en la taquilla del Savoy la vecina no les cobró las entradas. Todo un detalle.

Me he acordado de esa mujer por puñetera chamba. Es un hecho que empieza a ocurrir con más asiduidad cuando llegas a cierta edad. Algo te trae a la memoria a un personaje secundario de tu vida, alguien que te llamaba la atención, con una categoría intermedia entre la figuración y el protagonismo. 

En aquellos tiempos el cine Savoy ofrecía sesiones matinales. Era algo inusual pero muy socorrido, y creo que el fenómeno tenía cierto éxito. Asocio una de esas sesiones mágicas a Charlot y a la extraña felicidad, quizás irrepetible, que transmitían sus películas. 

Viene todo esto a cuento del video que hace unos días encontré en internet buscando por casualidad versiones distintas de “Smile” , una canción que Chaplin, también compositor, compuso para “Tiempos Modernos”. No tenía ni zorra idea de que fuera una de las piezas preferidas de Michael Jackson. Ni mucho menos que la hubiera interpretado (debajo de la fotografía de El chico está el enlace). 

https://youtu.be/kmw1yYRdDOM
Así que viendo en ese video los pequeños fragmentos de sus obras maestras, rebeldes, transgresoras, con policías y ricos malos, malísimos, trabajadores alienados y pobres abocados a “delinquir”, reflejadas con una expresividad que traspasa la frontera limitada del blanco y negro y el cine mudo, pensé en lo poco que se habla ya de Charlot, en el modo injusto con  que le estamos olvidando, También, cómo no, de la taquillera y del cine Savoy, que desapareció hace ya algunos años. 
 
John Turner y Geoffrey Parsons le pusieron una letra especialmente optimista a Smile para que fuera interpretada por Nat King Cole en 1954:
  Sonríe aunque te duela el corazón.
  Sonríe aún, mientras se rompe.
  Cuando el cielo este nublado, 
  estarás bien si sonríes. 
  Aunque sientas miedo y pena,
  sonríe, y tal vez mañana
  verás el sol brillar para ti.
  Ilumina tu cara con gozo.
  Esconde cada trazo de tristeza
  aunque una lágrima te conmueva.
  Es entonces cuando debes seguir intentando
  sonreír. ¿Qué ganas con llorar?
  Verás que la vida vale la pena
  si  tan solo sonríes.
  Es entonces cuando debes seguir intentando
  sonreír ¿Qué ganas con llorar?
  Verás que la vida vale la pena
  Si tan solo sonríes.

domingo, 27 de octubre de 2013

POBRES

Para no ser menos, las calles de Bilbao también se están llenando de pobres ostentosos, los que no se cortan y salen a las puertas de los centros comerciales o a los portales, principalmente de las casas bien, a pedir un euro que echarse al bolsillo.

Ya no se trata de esas bandas de familias organizadas alrededor de un pequeño capo mafioso que les exige una recaudación mínima al acabar la jornada de “trabajo”. Es una nueva especie de pobre que va expandiéndose por mucho que el PIB haya subido un pírrico 0,1% y el país grande, no sé el pequeño, ya no esté en recesión. Estos pobres son especialmente cuidadosos. Se les nota en su forma de vestir y en los textos de los cartones con los que nos transmiten que no tiene casa, comida, ayuda, ni recursos, sin faltas ortográficas, con una caligrafía de persona escolarizada.

Su despliegue viene siendo imparable. En algunas calles del centro de Bilbao hay un pobre cada diez portales y ya se les ve turnándose en los supermercados como siempre lo han hecho en las iglesias. 

Podía haber dedicado una entrada al pobre de mi barrio, como antes lo hice al peluquero o al frutero, no en vano Terry, el amigo nigeriano que empezó a vender “La farola” y más tarde a pedir a cambio de nada a la puerta del supermercado, me ha relatado esta mañana sus veinte días de “vacaciones” en el CIE de Aluche (Centro de Internamiento de Extranjeros), sin poder dormir por el miedo a ser repatriado. Ya antes de su ausencia forzada por una orden judicial, había sido remplazado por otros dos mendigos, y si últimamente solo de vez en cuando venía a saludarnos, a preguntar por nuestra familia y aceptar con dignidad que le pagara un pincho de tortilla, ahora deberá pactar turno con ellos.

viñeta de El Roto
Los pobres exóticos, como Terry, han dado paso a pobres autóctonos, personas hace poco “normales” que han dejado de simular su situación, porque no está el hambre para azorarse, pero aún los hay que se resisten a reconocer su nuevo status. Intentan mantener los hábitos de sus hijos, incluidas las actividades extraescolares, con poco más de cuatrocientos euros al mes, visten con decoro y acuden a los servicios sociales o las oficinas públicas hablando en voz baja, como si quienes hacen cola no supieran que es como ellos, un tipo que ha perdido el trabajo y está a punto de agotar el paro y los ahorros, y está desesperado. La mayoría de sus mujeres se sigue encargando de la intendencia. Aunque muchas veces es él y no ella el primero en perder el trabajo, son las mujeres las que se acercan a los bancos de alimentos y los comedores sociales a buscar con qué llenar el plato. Hace unos días vi a varias, una de ellas con dos carreras, dando la cara en un programa televisivo.

Es verdad. Ha vuelto al país el pobre de solemnidad, una especie que creíamos destinada a las naciones del tercer mundo, a las que llamábamos con superioridad y cierto desprecio, eso, países pobres. Pero, lentamente, como una plaga bíblica, las calles vuelven a estar pobladas de pobres nativos. Es una pandemia de alto riesgo de la que no pueden librarnos las vacunas ni los milagros.

Según Caritas, en 2012 ya había tres millones de pobres en el estado español, más de uno por cada veinte habitantes. Al otro lado de la barricada, el número de ricos ha aumentado un 5,4% y un 13,2% el de millonarios. Vamos… que el dinero simplemente está cambiando de manos.

Podría haber escogido como banda sonora principal “Cuando la pobreza entra por la puerta el amor sale por la ventana”, una verdad como un puño…, pero me ha parecido más reconfortante la versión del Desolation row de Dylan que nos dejó Fabrizio de André antes de morir tan prematuramente: La vía de la povertá (la calle de la pobreza), que puedes escuchar en Spotify: Fabrizio De Andrè – Via Della Povertà

   

sábado, 19 de octubre de 2013


BIANCALUNA, de GIANMARIA TESTA en directo.



C'é una luna questa sera 
che la tocchi con le mani 
lentamente, lentamente s'avvicina 
e si srotola dal cielo 
è un gomitolo di lana 
è un gomitolo di luna che cammina 
Grande luna nella sera 
e sopra i tetti di Torino 
tutti gatti per la strada far mattina 
che si deve festeggiare 
questa notte un po' speciale 
c'è la luna, Biancaluna che cammina 

Biancaluna sotto il cielo 
e sulle antenne di Milano 
non l'avevi vista mai così vicina 
per chi nasce questa notte 
certo porterà fortuna 
sarà figlio, sarà il figlio della luna 

Grande luna così grande 
che la sfiori con le mani 
lentamente, lentamente si allontana 
e si arrotola nel cielo 
è un gomitolo di lana 
è un gomitolo di luna che cammina 

e si arrotola nel cielo 
è un gomitolo di lana 
è un gomitolo di luna ballerina.

domingo, 13 de octubre de 2013

Estaciones de ferrocarril


LA ESTACIÓN


Las estaciones y los mercados de las grandes ciudades son las catedrales de la época moderna. Sus estructuras de hierro mostraban el músculo de la industrialización, la ambición de arquitectos e ingenieros y la fortaleza de la creciente clase obrera. 

Las estaciones eran además la puerta de entrada de las oleadas de emigrantes a la vida ciudadana, de gente que venía de campos lejanos con la casa a cuestas.

Estació de França de Barcelona
En mi infancia ir a un aeropuerto a ver despegar y aterrizar era un premio exótico. Se iba a ver, no a usar, por mucho que tus padres pertenecieran a las nuevas clases medias del desarrollismo. Por el contrario, la estación de trenes era un bien de uso. Se iba a viajar o a esperar.

En grandes urbes, como Madrid o Barcelona, había no una sino varias estaciones, según los viajeros fueran o vinieran del norte o el mediodía. A mediados del siglo XX fueron creciendo pequeñas ramificaciones, las llamadas estaciones de cercanías, creadas preferentemente para trasvasar recursos materiales y humanos de los barrios a las zonas industriales y viceversa. 
Estación de Toledo


Por claras razones vivenciales mi preferida es la Estació de França de Barcelona. He pasado largas veladas entre su sala de espera y su cantina esperando a familiares que venían en trenes que alguien, como con coña, llamaba “rápidos”, pero tardaban doce horas en hacer un trayecto de 600 kilómetros.
Un rudo servicio de altavoces anunciaba algo que había que descifrar preguntando a los numerosos mozos portaequipajes: siempre el retraso de minutos o incluso horas por razones desconocidas. Lo que empezaba como una espera ávida acababa convirtiéndose, ya a altas horas, en un suplicio, pero aún así, cuando entro en su impresionante vestíbulo, hoy muy usado en publicidad, se me pone la carne de gallina. Después está su bóveda curvada y sus anchos andenes, con un olor que asocio, quizás erróneamente, al hierro y al orín. 

Estación de Amberes
Las viejas catedrales laicas han perdido su carácter sacro.  Algunas han sufrido una reconversión forzada por su mala localización, desbordadas por el crecimiento de las ciudades que las albergan. Han alojado en ellas museos de época o exuberantes especies botánicas y han sido sustituidas por modernas estaciones intermodales, a veces subterráneas. 

Para quienes conocimos el esplendor de las viejas estaciones no hay color. Guardan la melancolía de las despedidas que eran entonces para mucho tiempo.

Vidriera de la Estación de Bilbao
No quiero ser muy chauvinista, así que apunto y muestro otras tantas estaciones de tren que recuerdo y resalto por motivos diversos: la estación de Toledo, que descubrí en mi primer viaje de libre adolescencia; la de Amberes, por su espectacularidad artística; y desde luego, la de Bilbao, por su preciosa vidriera, y sobre todo porque me recuerda las primeras visitas de fin de semana a mi ciudad de acogida.

En cuanto a la nota poética, recurro por enésima a Joan Margarit; a algunos versos del poema del mismo nombre del libro que dedicó a la Estació de França de Barcelona:

“Cada dissabte el tren duia retard
i s´anava fent fosc sota la volta
de ferro i vidre a l´Estació de França,
amb l´olor de carbó de les andanes
i el mostrador mullat de la cantina.
Des de lluny, ella i jo et reconeixíem
entre els vagons, el fum i la gentada.”

“El tren se retrasaba cada sábado;
oscurecía bajo la estructura
de hierro y de cristal de la Estación de Francia,
con olor a carbón en los andenes
y el mostrador mojado en la cantina.
Ella y yo desde lejos entre el humo,
los trenes y la gente ya te reconocíamos.”

viernes, 4 de octubre de 2013

LA VERGÜENZA DE LAMPEDUSA

En el viaje que hicimos a Senegal hace poco más de dos años estuvimos charlando con uno de los cientos de vendedores de telas y toallas que pueblan las dos orillas del río Gambia.  El gobierno se resiste a construir un puente que una los dos márgenes del río, porque alrededor de su paso en barcazas, que puede durar incluso más de un día, viven varios decenas de miles de personas de la venta de todo tipo de mercancías.

Gambia, una lengua alrededor del río de su propio nombre, divide además a Senegal en dos mitades, norte y sur,  y es, por tanto, un obstáculo y una frontera natural. El caso es que el vendedor de toallas se nos acercó al reconocer la lengua castellana y con un humor que mostró la ausencia de rencor, nos contó su experiencia de emigrante frustrado, los trece días en una patera, la muerte de varios de sus  tripulantes, su detención nada más llegar a la costa, el envío a Barcelona y la repatriación forzada en un avión que lo devolvió a su país de origen. Decía con sorna que había tardado dos semanas en llegar a España y apenas 24 horas en ser expulsado. Le preguntamos si volvería a intentarlo y nos dijo con una sonrisa llena de bonhomía que “ni hablar”. Pero lo dijo sin odio. Encima parecía tenernos simpatía…

He recordado a aquel tipo encantador al conocer el desastre de Lampedusa, algo que ya todo el mundo califica con razón como una gran vergüenza europea.  

domingo, 29 de septiembre de 2013

FUGA DE MUERTE,
UN POEMA DE PAUL CELAN

Aunque uno se considere ciudadano del mundo tiene que ser una putada no saber el país en el que ha nacido. Ese es el caso del Paul Celan, poeta triste y eterno prófugo, nacido en noviembre de 1920 en Chernovsti, en aquel momento parte de Rumanía.

Celan, hijo de un judío ortodoxo y una miembro de la minoría alemana, se movió en su infancia entre dos culturas, dos ideologías y dos lenguas. Ya en su madurez se decantó por el socialismo, la nacionalidad francesa y la lengua germana, todo un collage, pero antes vivió en Palestina, perdió a sus padres a manos de los nazis que hablaban su propia lengua,  estudió en Tours, fue recluido en un campo de concentración de Moldavía, probó suerte en Bucarest, Viena, Ginebra y acabó tirándose al Sena en 1970.

Se dice que se es de donde se pace, pero de un suicida también podría decirse que es de donde decide morir. 

Fuga de muerte
http://youtu.be/Ghta_HavPaQ
Hacedor de una poesía hermética,
simbólica, existencial, difícil, se dice que Celan nunca superó la contradicción de escribir en la lengua de sus verdugos.

Chernovitsi, su ciudad natal, luego Czernowitz o Cernauti, primero rumana, luego alemana y más tarde rusa, forma actualmente parte de Ucrania.

El poema “Fuga de la muerte”, cuya interpretación tomo prestada a los “compis” de Auralaria, es un bello ejemplo de su escritura desolada y confusa.

viernes, 20 de septiembre de 2013

EL FRUTERO DEL BARRIO

Los clientes del frutero del barrio nos dividimos entre los que creemos que se parece a Robben, uno de los jugadores del Bayern que ridiculizó al Barça hace unos meses, y los que no. Es una exageración, pero también es cierto que no soy el único que se acuerda de él cuando ve correr la banda al delantero holandés.
el falso frutero

Además de parecerse a Robben, el frutero se adelantó a la crisis antes de que Santiago Niño, pariente y amigo, acertara de lleno y se paseara por las cadenas de televisión como un nostradamus laureado. Algunos años antes de que se produjera, el frutero predijo el pinchazo inmobiliario y la debacle bancaria cuando vio aflorar aberraciones como Seseña y observó que bancos y cajas cambiaban la oferta de créditos por la de depósitos. Ambos somos aficionados a la economía, aunque no sepamos un carajo ni seamos capaces de ligar dos de sus términos seguidos, pero no parecía difícil presagiar que el castillo de naipes tenía que derrumbarse más temprano que tarde. La precisión y calidad del presagio se la dejamos a Santiago Niño, porque es justo reconocer que nunca pensamos, como él, que el cataclismo se pudiera llevar tanta gente por delante.

Como el protagonista de “Para después de la nada”, dueño de una tienda de ultramarinos, el frutero del barrio ha ido viviendo el desarrollo de la crisis con la mengua de los pedidos y el cambio de la demanda. Las ciruelas de importación a precios superiores a los 15 euros el kilo, que antes traía fuera de temporada para estómagos caprichosos, han dado paso a la yuca, el mango, la papaya, el cilantro, que gente de países lejanos compra en medidas medidas, valga la redundancia, porque no está la vida para ir tirando mercancía costosa. Describe Mercabilbao como un espacio cada vez más desolador y me dice que la gente mira y remira los precios, se tira a los más bajos y compra por cantidades a veces irrisorias.

Siempre generaliza y jamás habla de gente que puedas conocer, y si alguna vez le quieres dar el motivo de algo concreto evade la información con un definitivo, “sí, por lo que sea”, como cerrando cualquier puerta al cotilleo, pero a veces, sin darte más referencia, te habla con sentimiento de las pequeñas catástrofes personales que nos rodean: la enfermedad, la vejez, el hambre, la pobreza…

Este tipo, como antes el peluquero, otro hombre discreto, y tantos otros, forma parte de una pequeña patria, el barrio, con personajes que nacen, crecen y envejecen, un país con fronteras inconscientes y sitios intemporales que cabe en unas cuantas calles.

El frutero del barrio solo tiene un defecto: en navidades tortura a sus clientes con una cassette de villancicos que repite durante todo el día. Pero como “nothing is perfect”, este año le regalo una canción que llega a reconciliarnos con festejos tan odiosos y ahora puedes ver en youtube: 

lunes, 9 de septiembre de 2013

AGURTZANE ESTRADA PUBLICA LIBRO Y ABRE EDITORIAL; DOS PÁJAROS DE UN TIRO

Nuestra amiga Agurtzane Estrada, vecina de Santutxu, persona encantadora, sensible y comprometida, se lanza al mundo de la edición a lo grande, publicando libro y lanzando un proyecto novedoso y solidario, AGALIR EDICIONES, con amigos y conocidos colaboradores, como Iñaki Urdangarín, Kepa Junkera o Xabier Amuriza, que apoyan la aventura.
El 18 de setiembre Agurtzane presentará su libro, “Sentimientos de cristal”, ante los medios de comunicación y el público en general a las 11 de la mañana y 6 de la tarde, respectivamente,  en el café Iruña.
Para hacer boca y no ir de vacío habrá que comprarlo antes. Cuesta 15 euros y se puede pedir a través de este correo electrónico: info@agalir.com

Para interesados en el proyecto editorial y solidario podéis recorrer la web: http://www.agalir.com/inicio.html

lunes, 2 de septiembre de 2013

MI HIJA LAIA ABRE PROYECTO EMPRESARIAL

Con otras dos colegas del mundo artístico y la educación especial, mi hija Laia se lía la manta a la cabeza y se mete a “emprendedora”, ese palabro tan de moda y de tan poco uso. No sé como le irá, pero a estas alturas del desastre económico o lo intentas o te hundes con el resto de la flota. 

FORMARTE (www.bilbaoformarte.com), que así se llama el proyecto, es un centro de Artes Plásticas enfocado principalmente a la formación en el campo artístico de personas con discapacidad psíquica o intelectual, con la finalidad de que desarrollen su creatividad y crecimiento personal. Por las tardes abren las puertas a todo aquel que quiera desplegar sus habilidades artísticas.

El jueves día 5, a partir de las seis de la tarde celebran su inauguración en la calle Zankoeta, 1, A de Bilbao. Estáis invitados.

jueves, 15 de agosto de 2013

Kid Paret y Emile Griffith

KID PARET, EL BOXEADOR QUE 
LLAMÓ MARICÓN A EMILE GRIFFITH

Lo confieso, cuando era un adolescente me gustaba el boxeo. A los catorce años me metía en la cama con un transistor y escuchaba clandestinamente la retransmisión de las veladas de los jueves en el Price de Barcelona. Estaba más empapado de los púgiles de la época que de los futbolistas que poblaban los diarios deportivos de BCN. Podría falsear afición tan políticamente incorrecta con un repaso a las películas que el cine ha ido dedicando a ese deporte, pero por mucho que algunas sean auténticas obras maestras, en aquel entonces o aún no habían sido estrenadas o yo no las conocía. Así que no hay nada que me disculpe. Tampoco la tipología canalla de sus protagonistas; esa pléyade de chulos de barrio golpeándose entre doce cuerdas como nuevos gladiadores. Pan y circo.

Benny Kid Paret era uno de ellos. Pasó infancia y juventud de trifulca en trifulca con otros gallitos de los arrabales más pobres de Santa Clara (Cuba), donde cortaba caña por un dólar diario, hasta que un entrenador vio sus cualidades físicas, encontró un patrocinador que regentaba una carnicería y le convirtió en el “ídolo de los matarifes”. Siendo todavía Bernardo Paret ganó 26 combates como amateur y sufrió una sola derrota a manos un tipo que le sacaba peso, estatura y malas artes.

Kid Paret


Cuando Fidel Castro prohibió el boxeo profesional, los mejores púgiles de Cuba fueron a buscarse la vida a los Estados Unidos. En manos de mafiosos dispuestos a sacar el mayor partido de sus músculos, Kid Paret recorrió varias categorías, incluso la de los semipesados, muy por encima de su talla y morfología. Era un “echao palante” que ni siquiera aprendió a leer y escribir, un faltón dispuesto a comerse el mundo con los puños. 

En abril de 1960 conquistó el campeonato mundial de los pesos welter, un entorchado que perdió y recuperó enfrentándose a uno de los mejores boxeadores de la categoría de todos los tiempos: Emile Griffith.

En el intermedio, los mentores de Kid Paret se aprovecharon de su carácter bravucón y concertaron una pelea con el rey de los pesos medios. Pretendían que ostentara la corona mundial en dos categorías luchando con un contrincante desigual, de mayor peso y envergadura. Todas las peleas de Kid Paret eran cruentas. No era el mejor púgil de la generación cubana que desembarcó en los Estados Unidos pero sí el mejor encajador, con una resistencia al castigo que lindaba lo inhumano. Así que en diciembre de 1961 Kid Paret le aguantó 10 asaltos a Gene Fuller, el rey de los medios, en una de las peleas más sangrientas que se recuerdan.

Solo 4 meses después, el cubano se presentó al pesaje para defender el título inferior ante Griffith con un certificado médico que le habilitaba y su verborrea habitual. Emile Griffith era un atleta espectacular. Lo habían descubierto por casualidad, mientras trabajaba con el torso desnudo en una fábrica de sombreros para mujer. Con solo unos meses de entrenamiento se subió a un ring y en poco tiempo disputó el campeonato del mundo. Solo tenía un “defecto”: se decía que le gustaban los hombres, un tabú en aquel tiempo, más si uno era un gladiador, el prototipo de macho alfa. 

Dice la leyenda que Kid Paret llegó al pesaje contoneando las caderas y la mano en el culo, y que cuando vio acercarse a Griffith le llamó maricón sin más preámbulo. Es verosímil. Al “indio Nevares”, todavía en Cuba, le dijo que le iba a quitar el arco y las flechas, y era habitual oírle burlarse de sus contrincantes. 

También se dice que tuvieron que separarlos y que la frase fue el motivo del ensañamiento de Griffith en el duodécimo asalto de la pelea que les enfrentó a las pocas horas: veintitantos golpes en una de las esquinas del cuadrilátero con la televisión en directo (ver enlace en siguiente viñeta).  Éste no volvió a recuperar el conocimiento. Falleció diez días después. Pese a la paliza, es mayoritaria la sensación de que el cubano empezó a morir en el combate que había librado con Fuller unos meses antes, del que no tuvo tiempo de recuperarse debidamente.

https://www.youtube.com/watch?feature=player_detailpage&v=E_hgassgD94
Sigue la leyenda que Griffith, que boxeó hasta los 47 años, no volvió a golpear con todas sus fuerzas y se convirtió voluntariamente en una esgrimista que ganaba los combates a los puntos, lo que, unido al reconocimiento de su bisexualidad, agrandó el mito iniciado con la muerte del cubano. Griffith falleció el 23 de julio pasado y los medios de comunicación recordaron con unanimidad la frase que resumía los años posteriores a la tragedia que acabó con su contrincante: "Sigo preguntándome lo extraño que es todo esto. Mato a un hombre y la mayoría lo entiende y me perdona. Sin embargo, amo a un hombre y esa misma gente lo considera un pecado imperdonable. Aunque nunca fui a la cárcel, he estado en prisión casi toda mi vida"

Acabaré con los últimos versos del poema que Nicomedes Santa Cruz, poeta peruano, dedicó a Kid Paret.
"La gente aplaude al que me mata
El referee no dice break
Que mi mujer no sepa nada
Mi nombre es Benny Kid Paret."

jueves, 8 de agosto de 2013

LEÓN DE ARANOA SE METE A ESCRITOR

He aquí 113 relatos en 190 páginas sin desperdicio. He aquí un Monterroso actualizado, tierno, agrio, divertido, melancólico. He aquí un aperitivo de tanto como hay para elegir:

“Cuando muere María muere la hija de Juan y Rocío, muere la hermana de Carlos, y también la mejor amiga de Ana Villares, con la que paseaba cada viernes por Reforma. Mueren también cuando muere María la amiga de Violeta, la de Marga, la de Juancar y Simón. Y muere la mujer a la que Peralta más quiso, a la que hoy pierde por segunda vez, y a la que aún abrazaba en silencio cuando duerme, a pesar del tiempo transcurrido y los consejos…” (de “Las muertes de María”)

viernes, 26 de julio de 2013

EL CONTENEDOR

Con un estribillo y unos coros podría ser el título de una canción del verano de Georgie Dann, pero fue en primavera cuando los contenedores sembraron la discordia en numerosos municipios de Gipuzkoa por un quítame un puerta a puerta. 

Cierto es que detrás de la polémica hay intereses económicos y planteamientos divergentes sobre el tratamiento de residuos, y que la desaparición, salvo de los destinados al vidrio, de un instrumento que al menos tiene tanta historia por detrás como la fregona o el portero automático, merece un debate extenso y reposado, pero lo que recrudece la controversia - a mí al menos así me lo parece - es el espíritu revanchista de los desalojados de los gobiernos municipales (PNV), promotores repentinos de grupos de desobediencia civil y referéndum populares. Lo que hay que ver…
Dice una leyenda urbana que la kale borroka abandonó su obsesión por la quema de contenedores el día que un grupete de pirómanos vio salir a un joven rumano de la tripa de uno de ellos con un manojo de quincalla metálica. Las leyendas nunca son del todo ciertas pero suelen esconder medias verdades, porque algo parecido le ocurrió a un amigo mío cuando bajó a echar la basura de su casa y oyó que alguien con acento extranjero se cagaba en su parentela. Desde entonces abre el artefacto con precaución, saluda con un protocolario “buenas noches”, y si nadie contesta lanza la bolsa de la basura a su interior.

El contenedor, como las bolsas de basura, es un instrumento urbano relativamente moderno. Hace solo unas décadas los cubos de basura iban tal cual, sin aislantes; se acumulaban frente a la puerta de los edificios y eran descargados directamente por los empleados del ayuntamiento en los camiones. Pese a lo que pueda parecer también había reciclaje selectivo, ya que en cada barrio había un trapero que compraba “ampolles i papers, draps i roba bruta, paraigües i mobles vells”  (“botellas, trapos y ropa sucia, paraguas y muebles viejos”, decía la viejísima canción de Serrat / http://www.youtube.com/watch?v=LbjgCCcCOl4), que luego revendía y reintegraba a la cadena productiva. 

Con la asunción de la responsabilidad del reciclaje urbano, los municipios consiguieron que éste se multiplicara exponencialmente. Fue la irrupción de los contenedores de colorines varios y su creciente modernización, incluso con destino en el subsuelo.  En la actualidad los contenedores de basura orgánica son, además, fuente de nutrientes para pobres y clases medias en caída libre, que los merodean en busca de algo que echarse a la boca. Para muestra un botón.

viernes, 19 de julio de 2013

ALTERNATIVA LAICA PUBLICA SU INFORME 
SOBRE EL ESTADO DE LA LAICIDAD EN 2012

Como es evidente la laicidad en el Estado Español es una asignatura pendiente, que no gana con los gobiernos supuestamente laicos y pierde mucho gas con los confesionales de derecha. 

Aquí el enlace: http://www.alternativalaica.es/articulos/informe-sobre-el-estado-de-la-laicidad-2012

miércoles, 10 de julio de 2013

EQUÍVOCO

Hugo Gatti
Allá estaba Gatti, el legendario cancerbero argentino. Colaboraba en un programa de deportes, y  si la cámara mantenía un plano medianamente fijo yo podría confirmar si se trataba del portero que, durante mis últimos años de futbolista amateur, puse de ejemplo de lo que nunca hay que llevar cuando se juega: un collarcito-amuleto, la esclavina, un arete, el anillo de bodas…
Según creía haber leído años atrás, Hugo Gatti se segó el dedo anular al engancharse la sortija de su mano derecha con uno de los ataderos de los que colgaba la red de la portería. El cronista se dejaba llevar  por la épica del momento y describía el amago del delantero ante la acometida del central, su gesto técnico disparando el balón con una trayectoria en parábola directa a la cruceta, y el salto del guardameta para atajarlo, que comparaba con el vuelo majestuoso de un águila imperial.  
Como si la figura histórica de Gatti fuera irrelevante, no me interesaba el contenido del programa, ni su participación, seguramente amena, llena de anécdotas y sucedidos, sino confirmar la amputación de uno de sus dedos. La posición del portero no permitía una visión clara de las manos. Se trataba de una de esas tertulias con una mesa parecida a la de la santa cena, un director en el centro y media docena de apóstoles repartidos a derecha e izquierda, de manera que éste solo aparecía esporádicamente, cuando el presentador le concedía la palabra. En la primera toma me fue imposible distinguir el número de dedos de ambas extremidades, ya que las mantenía apoyadas en la mesa. Hubo otros dos planos antes de que Gatti, ya metido de lleno en el debate, empezara a gesticular recordándonos su ascendencia italiana, pero, o le había vuelto a crecer o no le faltaba ningún dedo.
Yo nunca había estado seguro de que el protagonista del accidente fuera Hugo Gatti, y ahora empezaba a dudar de que éste hubiera ocurrido realmente o se trataba de una de esas advertencias maternas que se acaban asimilando a un hecho y personaje auténticos. ¿Murió realmente un motorista por la picadura de una avispa cuando llevaba la boca abierta? o ¿hubo alguna vez un portero que perdiera un dedo al parar un balón endemoniado?
Pumpido con el dedo recién recuperado
Pues sí. Nery Pumpido, portero del River Plate, ganador de la Copa del Mundo en México y uno de los mejores arqueros de la República Argentina, perdió el dedo anular mientras se recuperaba de una lesión. El ejercicio era muy sencillo. Pumpido tenía que tocar el larguero cada vez que su preparador físico se lo indicaba. En uno de esos saltos, la alianza se le enganchó en uno de los arneses que servían para atar la red y dejó ambos, anillo y dedo, colgando de la escarpia. 
Tras una insólita operación que duró cerca de cuatro horas, un reconocido microcirujano bonaerense consiguió reimplantárselo, de modo que, en su caso, yo tampoco podría haber comprobado la amputación a vista de pájaro. 
Nery Pumpido jugó varios años más en River, el Betis y el Unión de Santa Fe, y creo que Hugo Gatti sigue tertuliando en Intereconomía.

miércoles, 26 de junio de 2013

LA TRADUCCIÓN

En una de las entregas del blog, la dedicada al semáforo, tuve la tentación de corregir un par de palabras de La noia del semàfor, el  poema de Joan Margarit. Un error y un atrevimiento, ya que el caso de Margarit  es un tanto singular, al tratarse de un poeta bilingüe en toda la extensión de la palabra, un poeta que no traduce de una lengua a otra, sino que versifica en ambas.

Dicen los grandes lectores que hay que leer una obra en su versión original. Pero es evidente que traducir los giros y continuos usos específicos de una lengua entraña una gran dificultad. ¿Cómo pasar al inglés expresiones populares como “se ha pasado tres pueblos” o, la afortunadamente pasada de moda gracias a Camilo Sesto, “mola mazo”?

Al hilo de esta dificultad he recordado y recopilado tres historias divertidas sobre el mundo de los intérpretes, las traducciones y los doblajes.

La primera entrega es un comic de Lauzier, un dibujante ya fallecido que mostró en “Las cosas de la vida” una apasionante y corrosiva visión del mundo con los ojos de los años ochenta del pasado siglo. Pues bien, en el número 2 aparece “Diálogo en la cumbre”, la amarga historia de un intérprete africano obligado a traducir su propia condena. He colgado el comic en Picasa para que se pueda degustar: https://picasaweb.google.com/101454337953235625264/LauzierDialogoEnLaCumbre

La segunda referencia la leí en un artículo de Jacinto Antón dedicado a los llamados “pieles rojas”, los indígenas que poblaban América del Norte antes de su colonización. Archie Fire Lame Deer era un chamán de una tribu nómada, la de los lakota, que trabajó en Hollywood como extra y especialista en decenas de películas, “La diligencia” y “Flecha rota”, entre otras. Ya veterano, Archie se recicló como asesor y doblador de películas de sioux, y aprovechó la ocasión para vengar las afrentas sufridas por su pueblo a lo largo de los siglos. Cuenta Antón que el doblador traducía a su aire, burlándose de los directores de western y de su visión estereotipada de la realidad indígena. Colocaba canciones infantiles en vez de cantos fúnebres, o  frases del estilo de “a ese blanco no se le levanta”, mientras el subtítulo rezaba “mi hermano blanco habla con lengua recta”. El tipo se lo tenía que pasar pipa…

El último regalito es un clásico. La famosa parodia de Tip y Coll sobre cómo llenar un vaso de agua y su traducción al francés. A la derecha está el enlace a una de sus múltiples versiones.

Bon appétit

miércoles, 12 de junio de 2013

EL URINARIO

Como la altura de los urinarios públicos para hombres siga subiendo creo que acabaré teniendo que mear de puntillas o recurrir a hacerlo sentado en el retrete. Esta observación me ha recordado algo que le pasaba a mi abuela paterna los últimos años de su vida. Comentaba ella  que por las mañanas se veía en el espejo de la cómoda y así podía peinarse y arreglarse, pero por las noches tenía que recurrir a un pequeño taburete porque no alcanzaba. Según decía, iba menguando a lo largo del día. No sé si tiene mucho fundamento científico, pero un compañero de universidad que rayaba el metro sesenta aseguraba haberse librado de la mili con una caminata previa al reconocimiento médico. Su teoría, que le dio buen resultado, es que la fatiga nos acorta por la contracción de la masa muscular.

La primera vez que me tocó fregar los cacharros en la pila de un viejo caserío que alquilamos hace ya unos cuantos años, me sorprendió que tuviera que agacharme. Para mí, que no llego al metro setenta, era el indicio de que los propietarios primigenios eran bajitos. En fin, lo cierto es que la altura humana ha ido ascendiendo a lo largo de los años y que el mobiliario estándar, sea público o privado, se va adaptando a las nuevas proporciones.


Derribo de los aseos públicos de la Plaça Urquinaona de Barcelona
Además de esa adaptación a la antropometría de las nuevas generaciones, los urinarios se han modernizado, incluso en Francia. Lo digo porque aún recuerdo la primera vez que entré en uno de ellos en París. Era una sucia pared sin separación, con un simple y austero canalón a los pies. Para más coña, a la salida había una tía que te ponía a parir sino le dabas propina…

Eso sí. Nada más lejos de mis intenciones que reivindicar los nuevos búnker metálicos y herméticos que en algunas ciudades se anuncian como urinarios públicos. Debo reconocer que no he entrado nunca. Me da la sensación de que el mecanismo de cierre y apertura va a fallar dejándome encerrado de por vida, como a José Luis López Vázquez la famosa cabina telefónica en los años setenta.
La fuente - M. Duchamp

Entre los urinarios míticos que he conocido, ninguno como el de la Plaça Urquinaona de Barcelona, integrado en unos aseos públicos y derribado hace algún tiempo. En épocas de oscuridad y sordidez, era un lugar de encuentro para los homosexuales, que podían contactar y aliviarse en los múltiples cines de la zona, el Maryland, por ejemplo. Pero el más cercano y entrañable para mí es el que existía en la parte del Passeig de Sant Joan  colindante con la Travesera de Gracia cuando yo era niño. Tenía una escalera pronunciada, e igual servía para sosegar la vejiga que para jugar al escondite. Un día el guarda del paseo detuvo a un pequeño ladronzuelo y lo retuvo en el urinario. En aquel tiempo el incidente me pareció propio de una película de gangsters. Creo que el lugar también fue demolido a finales del siglo pasado.

En 1917 Marcel Duchamp, en un insolente arrebato dadaísta, expuso un urinario en Nueva York, “La fuente”. A partir de aquel momento nadie meó igual en el mundo del arte.

Para colorear el texto Los Toreros Muertos – Mi Agüita Amarilla http://open.spotify.com/track/3KALzhgyrDSWrAAJFstx7f

domingo, 2 de junio de 2013

“De rerum natura. Hitos para otra historia de la educación ambiental”, un nuevo libro de Jose Manuel Gutiérrez

El amigo Jose Manu Gutiérrez, además de asesorarme en materia futbolística en sus ratos libres, lleva años elaborando un cuerpo teórico sobre pedagogía medioambiental que, como él dice, en la voz de Violeta Parra: “va brotando, brotando, como el musguito en la piedra”. 

El libro es la segunda pata de lo que pretende ser una trilogía que comenzó con "Sus tenere. Sostenibilidad vs Mercado y Tecnología", y puede adquirirse en Editorial Bubok por solo 20 euros (opción recomendable) o bajarlo directamente: 
https://sites.google.com/site/historiaeducacionambiental/